Presentación

Amantes de mundos fantásticos, bisoños aventureros en busca de tesoros, criaturas de la noche, princesas estudiantiles y fanáticos de cachas de postín, ¡sed bienvenidos!. Invitados quedáis a rebuscar en nuestra colección de VHS, acomodar vuestras posaderas en una mullida butaca, darle al play, y disfrutar de lo bueno, lo malo y lo peor que dieron estas décadas.

ADVERTENCIA: Aquí no se escribe crítica cinematográfica (ni se pretende). Las reseñas son altamente subjetivas y el único objetivo es aprender y disfrutar del cine y, por supuesto, de vosotros.

Rambo II (1985, George Pan Cosmatos) First Blood II

"¿Qué es eso?" y John responde: "Un arco, no hace ruido"
Bienvenidos a RAMBO II , la vuelta de un icono de los ochenta, el action-man petado de testosterona, el azote del Vietcong y los ruskis, sí el gran John Rambo, encarnado por el pétreo e hipertrofiado Silvester Stallone
Ah, que tiempos aquellos en los que uno podía ir al cine sin limitaciones, porque queridos y queridas, la película de la que os voy a hablar, un servidor la vio en el cine de su pueblo, a la tierna edad de ocho añitos y con mi padre y aquellas imágenes de aquel pecho palomo, lleno de venas y marcando músculo, marcaron tanto mi infancia, que en cierto modo, parte de mi vida deportiva se la debo a tipos como Sly o Schwarzenegger y por supuesto no salí pegando tiros, como nos hacen creer ahora, que si llevas al crío de cinco años a ver Fast and Furious te miran raro...en fin que como los ochenta nada de nada.
Pero bueno que me voy de baretas y no entro a lo que iinteresa, el análisis de esta joya, sí, joya esencial del más puro cine de acción de los ochenta.
Dirigida por George P. Cosmatos responsable de otra de las icónicas películas de Stallone como fue Cobra, el director italiano contó con la colaboración del propio Sly y de ojo, James Cameron quien según él mismo confesó, sólo había escrito la parte referida a las escenas de acción, mientras que Sly se había centrado en la trama política a la hora de elaborar el guión de esta secuela de Acorralado-First Blood y que va a dejar de lado todos los problemas psicológicos que arreciaban a Rambo en la primera parte y que aquí se centran principalmente en las escenas de acción, la cual se centra en la nueva misión que el coronel Trautman (Richard Crenna) endosa a nuestro patriota héroe, en busca de soldados norteamericanos que aún continúan retenidos en campos de concentración vietnamitas.
Desde el inicio, con esa melodía inconfundible, orquestada por el magnífico compositor Jerry Goldsmith que ya te mete en el meollo, pasando por las secuencias iniciales en el campo de trabajos forzados donde ha sido destinado a purgar sus males Rambo, la película es un compendio de estilo del cine de acción más ochentero donde, incluso, se puede visionar todo el film, sin apenas escuchar diálogo alguno ( la verdad es que Sly habla más bien poco en este film) y sin perder un ápice de disfrute con ella.

 La trama se desarrolla en medio de la jungla, donde el equipo de rodaje tuvo que soportar temperaturas diarias de más de cuarenta grados con una tremenda humedad y donde además tuvieron que lidiar con serpientes, arañas y demás fauna local que supusieron una dificultad extra a un ya de por sí complejo rodaje en el que además por desgracia hubo que lamentar la muerte del especialista Cliff Wenger Jr a quien está dedicado el film. A pesar de estos contratiempos la película fue nominada al Oscar a los mejores efectos de sonido (basta oir el sonido de la punta explosiva cuando Rambo la introduce en la flecha, como un claro ejemplo de ello).
La película es una queja, crítica a la administración Reagan, por la política tomada en cuanto a los soldados norteamericanos que aún permanecían en campos de concentración vietnamitas aquellos años (unos 2500 en 1985) y aún así para el ex presidente americano, esta era una de sus películas favoritas. Además metían de nuevo a los rusos como enemigos acérrimos del capitalismo americano, encarnados en este caso por la figura del coronel Podovsky (soberbio Steven Berkoff en vez del inicialmente previsto Dolph Lundgren) convertido en un sádico capaz de todo con tal de llegar a su objetivo. Esa escena en la que Sly está atado al somier y lo está electrocutando es una clara muestra de su sadismo, amén de convertirse en una de las imágenes icónicas de la saga, donde se nos muestran los músculos en tensión de Rambo con todo lujo de detalles., músculos desarrollados por un entrenamiento de cuatro horas diarias durante ocho meses a los que nuestro melenudo protagonista tuvo que ser sometido por parte de los SEAL.
Acción, hay acción por un tubo y en la retina de nuestras córneas quedan imágenes como aquella en la que camuflado con barro, Rambo asesina fríamente a un soldado ruso, o aquella en la que de un certero flechazo (explosivo) acaba con Tay (George Cheung) en venganza por la muerte de su amada Co (Julia Nickson) que por cierto debutaba como actriz en este film.
Aparte de la escena del somier, si hay una que me encantó ya desde guaje cuando la ví, es aquella al final de la película en la que John hace creer al coronel ruso que el helicóptero en el que lleva a los soldados norteamericanos ha sido abatido y él está malherido y justo en el momento en el que el helicóptero ruso se pone a su altura, súbitamente despierta y lanza una flecha explosiva contra el ruso, de manera que hace explotar el helicóptero soviético. Eso sí, me tienen que explicar como es que se tarda menos en disparar una flecha que en apretar un simple botón de disparo...magia del cine.
Como veis no he hablado casi de los secundarios, porque son sólo eso secundarios, apenas aportan a la trama, si bien el personaje de Charles Napier (Murdock) es el prototipo de burócrata hijo de su madre que se las hace pasar canutas, es decir traicionándole, a nuestro héroe y en cierto modo sea el detonante, otro, de la furia de John.
Richard Crenna ( Trautman), es una mera marioneta en manos de Murdock, atado de pies y manos, impotente ante la situación a la que está siendo sometido su amigo. Y por último hay que destacar en el reparto al señor Cobra Kan de Karate Kid, Martin Kove, ejerciendo un rol casi testimonial en el film.
Conclusión:
Imprescindible en cualquier videoteca de acción ochentera y de obligado visionado al menos una vez al año.
Nota Cine de los 80: 7.5/10

José María Molano

No hay comentarios: