Aullidos (1981, Joe Dante) The Howling


Karen White es una reportera que investiga los crímenes del asesino en serie Eddie Quist, quien ha dejado tras de sí un gran número de chicas horriblemente mutiladas. Cuando Karen finalmente encuentra a Eddie y lo confronta, lo ve transformarse en un hombre-lobo justo antes de caer abatido por los disparos de la policía. Su experiencia le hace sufrir un colapso nervioso que la obliga a internarse en la colonia experimental del doctor George Waggner, un lugar habitado por un grupo de extraños personajes.(http://horasdeoscuridad.blogspot.com.es/2006/07/resea-100-el-aullido-1981.html)


La represión es el padre de la neurosis, del odio hacia uno mismo. La tensión surge cuando luchamos contra nuestro impulsos. Todos hemos oído hablar alguna vez del magnetismo animal, del noble natural, del hombre salvaje, como si hubiésemos perdido algo valioso en nuestra larga evolución hacia los seres civilizados. Y eso tiene una explicación. El hombre es una combinación... de lo sofisticado y lo primitivo. Nunca deberíamos engañarnos ignorando a la bestia, un animal entre nosotros.


Corre el año 1981 cuando un desconocido Joe Dante – Hollywood Boulebard (1976, junto a Allan Arkush) y Piraña (1978) –, oriundo de la factoría Corman, dirige de carambola lo que con el paso del tiempo se convertiría en una película de culto y a la postre una de las más importantes de un director que al igual que John Carpenter o David Croeneberg – figuras claves en los ochenta – lograría aportar una visión genuina aunque, al contrario de sus colegas, sin renunciar a la comercialidad. En efecto, fue un golpe azaroso del destino el que lanzó por la borda a Jack Conrad (director original y guionista del germen de Aullidos que terminó por figurar como productor) y concedió a Dante (quien iba a dirigir a su vez Tiburón 3) un proyecto que le brindaría una futura oportunidad de oro: Spielberg le envió el guión de Gremlins porque le entusiasmó Aullidos.

El guión, recordemos escrito por Jack Conrad, estaba basado en una novela de Gary Brandner, pero a Dante no le gustó y logró que la productora Avco Embassy (La niebla, Scanners, Escape de Nueva York) contratase a John Sayles (guionista de Piraña) para reescribirlo - fue el propio Sayles el que aportó la idea de la colonia , no concebida en la novela de Brandner -. En la historia resulta alargada la sombra de Curt Siodmak (El hombre lobo, 1941), quien sentó las bases de las películas de hombres lobo con sus guiones,  y cuyas máximas respecto a las vicisitudes de los licántropos son tomadas a rajatabla en Aullidos (luna llena, balas de plata, maldición del hombre lobo ...) . Además, el aspecto de los hombres lobo está basado en dibujos de archivo histórico y grabados antiguos. Paradójicamente, ese clasicismo nuclear es roto por una revisión  moderna que dota a la película de un aura de culto que la diferencia de obras de temática similar. Y esta revisión y actualización del mito no se da sólo en el terreno del contenido, sino también en su forma. Aullidos, junto con la sobresaliente Un hombre lobo americano en Londres (1981, John Landis)- aunque también habría que nombrar Lobos humanos (1981) o En compañía de lobos - , son al cine de hombres lobo lo que Jóvenes ocultos, El ansia, Noche de miedo o Los viajeros de la noche al de vampiros: películas que revitalizan y transgreden un género que se daba por muerto en los setenta.


Lo primero que sorprende al encarar la película es que bien parece que podría tratarse de un psycho – thriller. El propio Dante confirma esta teoría y explica que el cartel evoca a uno de esos slashers que tanto demandaba la juventud por entonces. Esa ausencia de hombres lobo en el poster promocional puede deberse a la voluntad de captar al mayor público posible, pero también a la intención de sorprender al espectador con una película ajena a lo que en un principio parece ofrecer con ese inicio totalmente policíaco. Y si bien la reinterpretación freudiana del mito del licántropo, aquí metáfora de la represión sexual y del lado más oscuro y violento del ser humano: nuestro lado animal,  no sería tan novedosa - bien podría , aunque de manera velada, permanecer latente en la película de Waggner o en la novela El doctor Jekyll y Mr Hyde de Stevenson, por ejemplo – si lo es el entramado de la colonia y los gurús de autoayuda, con ese colofón final que nos desvela la verdadera identidad de esos supuestos enfermos psíquicos que no son más que hombres lobo a terapia para no contravenir las normas sociales. 



 Otro apartado en el que Aullidos rompió moldes fue en el de los efectos especiales. Un dato muy curioso fue que , en principio, ofrecieron el puesto a Rick Baker, pero este lo rechazó por estar comprometido con Landis para el rodaje de Un hombre lobo americano en Londres (1981). Fue Baker el que sugirió a Rob Bottin, alumno suyo, e incluso lo orientó para los efectos de una transformación totalmente revolucionaria para la época que el propio Baker superaría meses después en Un hombre lobo americano en Londres (obtendría un Oscar por su trabajo). Sin embargo, el primer corte de Aullidos adolecía de unos efectos especiales decentes debido al escaso presupuesto y fue después del primer pase a los productores cuando Dante los convenció para aportar más dinero y fortalecer el trabajo de Bottin impulsando así una película que de otro modo quedaba coja, pero en la que, de todos modos, se nota la falta de presupuesto. 



Tanto exteriores, transcurren en el condado de Mendocino, como la ambientación son muy acertados, y se nota la influencia del trabajo de Bob Burns (La matanza de Texas) en el diseño de producción. El director de fotografía es John Hora, con quien Dante repetiría en Gremlins, Exploradores y Matiné. La música corre a cargo de Pino Donaggio, un habitual colaborador de Brian de Palma. En cuanto al reparto, la verdadera protagonista es Dee Wallace, quien se dejó la piel en el papel de Karen White. Wallace se involucró tanto con su personaje que realmente llegó a sentirse aterrorizada durante el rodaje, sensación que transmite al espectador. Pero el papel de Wallace en Aullidos no se limitó a la interpretación. No sólo logró un casting para Christopher Stone (por entonces su prometido en la vida real) , quien finalmente fue contratado para interpretar al marido de Karen sin que se supiese su verdadera relación, sino que mediante exigencias contractuales logró que se eliminaran escenas de desnudos y suavizó su transformación en una mujer lobo con aspecto dulce y vulnerable (cuando originalmente se iba a tranformar en una mujer lobo aterradora). Por si fuera poco nos ofreció uno de los gritos más desgarradores escuchados en una película, ¡y de su propia voz!. Otro actor a destaca es Robert Picardo en la piel del paria Eddie Quist. Picardo ofrece una interpretación perturbadora y sufre estoicamente las inclemencias de sesiones interminables de maquillaje e incómodos experimentos en su propia piel para lograr su mítica transformación. La malograda Elisabeth Brooks también destaca con su personaje de la voluptuosa Marsha Quist, una femme fatal muy lobuna. 




En Aullidos se entrevee ese particular y único estilo que marcaría las producciones posteriores de Dante: uso continuado del metalenguaje - la inclusión de fragmentos de El hombre lobo (1941, George Waggner) o que muchos personajes tengan nombres de directores de películas de terror (Freddi Francis, George Waggner, Lew Landers, Erle Kenton) - ; toques de humor; actores fetiche que repetirían una y otra vez en sus películas: Dick Miller, Susan Arnold, Robert Pìcardo, Kevin McCarthy; y un método de trabajo rápido y eficaz que no rehuye la improvisación, fruto de su época con Roger Corman en la que había que ahorrar a toda costa.  Pero Aullidos quizás sea su única película de terror puro y ,en vista de los resultados y su tan lograda,  al tiempo que onírica ,atmósfera, así como de esos coletazos sangrientos y alguna que otra escena antológica, uno echa de menos su alejamiento de lo truculento en pos del, aunque muy disfrutable en su mayoría, género fantástico familiar (con algún susto que otro de por medio) que cultivó en el resto de su filmografía.
Para el recuerdo quedan las escenas del primer encuentro de Karen y Eddie en el sex shop, la transformación, la sorpresa que se esconde tras la colonia, o ese mítico final que no da tregua al espectador.




Comercialmente resultó todo un éxito. Con apenas un millón y medio de presupuesto recaudó 18; éxito que dio lugar a casi una decena de, a cada cual más infame, secuelas de las que hoy no voy a hablar.

GERMÁN FERNÁNDEZ JAMBRINA


TRAILER

ESCENA DE TRANSFORMACIÓN

FINAL

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5 comentarios:

  1. De lo mejor en el subgénero. Ando como loco buscando la de "Lobos Humanos" y no la encuentro por ningún lado. Buena reseña, por cierto.

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  2. Gracias , Miguel. Yo recuerdo haberla descargado en EMULE.

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  3. Tenía ganas de leer esta reseña. Buen trabajo. Me encanta el cine de Dante y "Aullidos" es una de sus mejores películas. Creo que lo que más me gusta es que es su única película de terror, sin apenas intromisiones de otros géneros (casi parece una rareza dentro de su obra) y también admiro ese gran relato de licántropos que es. Ójala Dante vuelva algún día a hacer algo parecido, aunque lo veo muy difícil.

    Saludos.

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  4. Una buena película. Le falta algo para ser grande de verdad pero mantiene esa atmósfera opresiva y terrorífica durante todo el metraje, con pequeños toques de humor aquí y allá. Y luego está el diseño de los hombres lobo, gigantes como osos y aterradores. Tiene la etiqueta "de culto" ganada a pulso.

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  5. Joe Dante es muy grande.

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