Loca academia de policía (1984, Hugh Wilson) Police Academy


Las nuevas normas dictadas por la alcaldesa significan que el sexo, el peso, la altura y la inteligencia ya no serán factores decisivos para alistarse en las fuerzas del orden. Esto abre las puertas de toda clase de chusma, para disgusto de los instructores, si bien es cierto que no todo el mundo estará ahí por elección, como es el caso de Mahoney cuya alternativa era la prisión, y que intentará por todos los medios que le expulsen hasta que se da cuenta de que le gusta ser cadete de la academia. (http://www.filmaffinity.com/es/film781059.html)


El cuatro de marzo de este año, la recién elegida alcaldesa Mary Sue Beal anunció que pensaba cambiar los sistemas de reclutamiento para la policía de esta ciudad. Desde ahora, la estatura, el peso, el sexo, la educación y la fuerza física no servirían para excluir nuevos reclutas de la Academia de Policía Metropolitana. Centenares de personas que jamás soñaron con ser agentes de policía se inscribieron enseguida. Naturalmente, la policía se lo tomó muy mal.



En Loca academia de policía disfrutaremos de una de esas disparatadas comedias tan típicas de los ochenta del estilo de El pelotón chiflado, Porky´s o Top secret, por citar algunos ejemplos. Fue tal su éxito (recaudó  más de 80 millones en EEUU con un presupuesto de 4) que dio lugar a una saga formada por un total de siete películas de la que, por lo general, es considerada la mejor (no es mi opinión, pero de eso ya hablaremos cuando comente el resto).


Al parecer, la trama se inspiró en un suceso real del que el productor Paul Maslansky (lo sería de toda la saga) tuvo conocimiento: a principios de los ochenta se anunció que en Nueva York flexibilizarían el baremos para los candidatos a la policía de la ciudad. Malansky se imaginó la cantidad de ineptos que podrían entrar y, a partir de esta idea, se desarrolló un guión escrito a tres manos entre Neal Israel y Pat Proft (ambos colaborarían en diversas comedias como Despedida de soltero o Escuela de genios) y Hugh Willson , quien aceptó el trabajo a condición de poder dirigir la película. Las localizaciones del rodaje van de Ontario a Toronto y el emplazamiento de la academia fue un antiguo hospital psiquiátrico sito en Etobicoke (Toronto).


La historia comienza con la presentación de los nuevos reclutas. Ya sabemos que ahora puede inscribirse, básicamente, todo el mundo, así que los aspirantes son de lo más variopinto. Así tenemos al caradura Mahoney (Steve Guterberg en uno de sus más conocidos papeles) , a la guapa y remilgada Karen (Kim Cattrall), a la mole Hightower (el fallecido Bubba Smith), a la dulce Hooks (Marion Ramsey), al obseso de la acción Eugene Tackleberry (el también fallecido David Graf) o a "ruiditos" Jones (Michael Winslow) . Pero no creáis que sólo del lado de los reclutas reina la extravagancia, entre los instructores nos encontramos al desquiciado teniente Harris (un genial G.W.Baley) , a la durísima sargento Callahan (Leslie Easterbrook) o al tan entrañable como despistado y soñador comandante Lassard (George Gaynes). 

El cincuenta por ciento de su fuerza reside, precisamente, en el carisma de estos jocosos personajes. Mahoney es el líder y su facilidad para liar continuamente la madeja, su optimismo desbordante y su conducta desinhibida le convierten en uno de los favoritos. Pero son muchos los que destacan: el lacónico y hercúleo Hightower, un cachondísimo Jones cuya capacidad para emitir infinidad de ruidos con su boca sólo es superada por su facilidad para desquiciar a los instructores o el tremebundo pirado de las armas Tackelberry (de mis favoritos). Por la parte de los instructores me quedo , sin duda, con el teniente Harris, un cabroncete de mucho cuidado que nos regala momentos inolvidables. 



Y si el peso de los personajes es el cincuenta por ciento de la película, el otro cincuenta, como no podía ser de otro modo tratándose de una comedia de este tipo, corresponde a las situaciones descabelladas y gamberras e incluso, alguna que otra, con un toque picante. Hablo de momentos como el baile en La ostra azul, las clases de conducción de Mahoney, la vocecita de Hooks, los efectos vocales de Jones o la demencial presentación de Tackelberry. A destacar también la inolvidable banda sonora de Robert Folk, cuyo inolvidable tema principal permanecerá en nuestra sesera por siempre. 

Si bien no nos encontramos ante una obra maestra, ni siquiera una gran película, Loca academia de policía en un clásico ochentero entretenido y recomendable,  aunque sólo sea por conocer a los locos, locos policías con los que hemos crecido los nacidos en la década.

¿Alguien se alista?

GERMÁN FERNÁNDEZ JAMBRINA



TRAILER

2 comentarios:

  1. Que gran crítica
    Sin duda es una de las grandes de los ochenta ellos hicieron de los ochenta los ochenta.

    También tengo un blog, tengo relatos y algo más .
    Me encanta el tuyo gran trabajo

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  2. Muchas gracias amigo. Ya le echo un vistazo a tu blog.

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