Galáctica, estrella de combate (Glen A. Larson, 1978), Battlestar Galactica



Ochenters, vamos con uno de los grandes clásicos de la ciencia ficción de todos los tiempos: “Galáctica, estrella de combate”, la película-serie-franquicia creada por el reputado productor  Glen A. Larson y protagonizada en 1978 por Lorne Greene, Richard Hatch y Dirk Benedict. Hasta el estreno de “Galáctica” en la ABC en el 78, la serie del género más cara de la historia había sido la italobritánica “Espacio 1999” de 1976, pero el sueño galáctico de Larson la superó con creces (solo el episodio piloto de tres horas de duración costó ocho millones de dólares, una fortuna para la época).

EL ARGUMENTO Y LOS PERSONAJES
Una desalmada raza de robots llamados Cylones aprovecha un acuerdo de paz para atacar y destruir las doce colonias planetarias habitadas por seres humanos, a los que pillan desprevenidos. Los supervivientes tienen que escapar en transportes improvisados en torno a la única nave de combate que queda, la “Galáctica”. Su objetivo, aparte de escapar del imperio Cylon, es atravesar el espacio en busca de una decimotercera colonia de la que hablan sus leyendas: “Un brillante planeta llamado Tierra”.
Aunque los personajes, naves y planetas tienes nombres con reminiscencias griegas como Atenea, Casiopea, Apolo, Pegasus, la estética hace referencia también a la civilización egipcia, por ejemplo en los cascos de piloto o en el tercer episodio “Saga de un mundo estelar parte III”, en el que visitan un planeta con iconografía egipcia y que tiene partes rodadas en monumentos del país del Nilo.
También se ha apuntado que la historia podría tener inspiración bíblica dada la condición de mormón de Larson, en concreto en el Arca de Noe, y que la serie pudo llamarse en un principio “Adam´s Ark” (luego ese Adam, quedó en Adama, el protagonista interpretado por Lorne Greene).

En cuanto a los personajes, ya hemos mencionado al máximo protagonista, el veterano Lorne Greene, que venía de ser el patriarca de “Bonanza” y que aquí tiene un papel similar, aunque esta vez como comandante militar de la “Galáctica” y jefe de la improvisada flota de naves en fuga. Junto a él en la tripulación, sus dos hijos Apolo y Atenea (Richard Hatch y Maren Jensen), y el piloto Starbuck (un sinvergüenza de buen corazón, que interpreta Dirk Benedick, y que se debate entre dos amores, Atenea y Cassiopea, Laurette Spang ). Junto a ellos un gran elenco de jóvenes y veteranos entre los que destaca la presencia de Jane Seymour, que no quiso involucrarse en la serie completa y sólo participó en el piloto, dejando al personaje de Apolo sin su interés amoroso (luego en la serie se introduciría en ese rol a la piloto Sheba, la actriz Anne Lockhart). Mencionemos también al villano de la serie, el traidor Valtar, un magnífico John Colicos, y al niño Boxey (Noah Hathaway), que pierde a su perro en la batalla y le hacen uno robótico al que también llama Muffit.

LA PELÍCULA, LA SERIE y EL PLEITO CON STAR WARS
“Gálactica” fue proyectada inicialmente como serie por Glen A. Larson, pero con el terremoto que supuso el inesperado éxito de “La guerra de las galaxias” en 1977 y aprovechando que se había grabado con el novedoso sistema de sonido “sensorround” también fue llevada al cine para aprovechar el tirón espacial que había abierto George Lucas. Para ello se aprovechó todo lo rodado para el episodio piloto que en televisión se dividía en tres capítulos y en el que se volcaban la mayor parte de los efectos visuales que luego se reciclarían para el resto de la serie (algo muy habitual entonces). Se redujo a dos horas y Universal lo estrenó en Europa, Canadá y Japón antes de su estreno televisivo en esos lugares, y también en parte para compensarse por su elevado coste.
Inmediatamente, 20th Century Fox demandó a Universal por plagio (hay que reconocer que las similitudes son evidentes con “la guerra de las galaxias”), ambas se enzarzaron en un “si yo te copié a ti, tu copiaste a Buck Rogers o a Flash Gordon”,  y ante la perspectiva de un pleito interminable, tras un año, ambas partes desistieron y la cosa quedó en tablas.


UNA SOLA TEMPORADA
Pese a cómo iba de lanzada, la serie se quedó en una sola temporada de 24 capítulos en los que el protagonismo recae sobre todo en el trio masculino protagonista, con el toque familiar que da la presencia paternal de Adama. La nobleza de Apolo, y la frescura y el humor fácil de Starbuck, siempre con su puro medio apagado en la boca. Otros personajes cobran protagonismo en determinados capítulos, como Atenea en el incendio o Casiopea en el del aterrizaje en paracaídas, en el que los protagonistas, ellos y ellas, lucen un sugerente modelo de cuero ajustado. Hay otros capítulos con una visión trascendente e incluso uno de ellos con referencia a la Guerra Fría, tan de actualidad en la época, en el que la Galáctica debe mediar en un conflicto entre dos planetas que intentan arrasarse mutuamente con una lluvia de misiles nucleares.
Aunque en general los argumentos de los capítulos son simples y lineales, no  podemos dejar de mencionar el cuidado diseño de producción: los trajes, las armas, los cazas de combate, los famosos Vipers, y por supuesto la colosal estrella de combate Galáctica. Quizás los míticos cylones son algo toscos al ser actores grandes embutidos en corazas de metal plateado que apenas les permitían moverse.
Tras su cancelación, la serie tuvo una secuela de bajo presupuesto y muy floja conocida como “Galáctica 1980” de diez capítulos que pasó sin pena ni gloria.



CONCLUSION
A día de hoy, “Galáctica” se ha convertido en todo un clásico de la ciencia ficción televisiva y ha tenido su versión renovada en 2004 y un spin off posterior llamado “Caprika”, además de todo un universo de telefilmes, novelas (algunas escritas por el propio Richard Hatch), juegos o merchandising.

Por Víctor Sánchez González




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