La Zona Muerta (1983, David Cronenberg) The Dead Zone



Basada en la novela homónima de Stephen King , la Zona muerta es la película que supone un antes y después en la filmografía de Cronenberg al ser su primera producción norteamericana y una de sus obras más impersonales. Muy lejos queda del concepto de la "nueva carne" y de películas como Scanners , La mosca , Videodrome o Inseparables que constituyen el grueso de la década de los ochenta en la filmografía cronenbergiana. Como adaptación de uno de los escritores más trasladados a la pequeña y gran pantalla es bastante aceptable, lo cual, viendo otros intentos y salvo honrosas excepciones, no es poco.



A Cronenberg la producción de Videodrome le había resultado muy dura y necesitaba que su próximo proyecto fuera menos personal y no le precisara tanto esfuerzo y dedicación. Por eso en La Zona muerta nos encontramos ante un Cronenberg bastante descafeinado y poco reconocible frente a un proyecto que le llegó de rebote y que iba a dirigir Stanley Donen antes de que se cancelara y los derechos fueran adquiridos por Dino de Laurentis. Fue la socia de Laurentis, Debra Hill la que pensó en Cronenberg como director. El guión lo escribió Jeffrey Boam, pero también participaron Hill y Cronenberg. La zona muerta se rodó en Ontario durante una ola de frío que duró semanas. 



 Como idea resulta bastante original ya que podría considerarse una anticipación del superhéroe que interpreta Willis en El protegido (2000, Shyamalan), es decir, un hombre aparentemente normal que tiene un don extraordinario y lo utilizará para ayudar a las personas, pero sin máscara ni disfraz. En este caso , Johnny Smith (Christopher Walken) , un profesor de literatura feliz con su vida y su pareja Sarah Bracknell (Brooke Adams), sufre un accidente que lo deja en coma durante cinco años. Cuando despierta descubre que ha quedado casi inválido y que su novia se ha casado con otro hombre. Pero también descubre que posee un poder que consiste en que si toca a una persona puede ver acontecimientos de su vida pasada, presente o futura. Smith utilizará esta habilidad para ayudar a varias personas: desde a una niña que está dentro de una casa en llamas, a colaborar con la policía en busca de un psicópata o a detener a un futuro presidente que provocará la devastación nuclear (Martin Sheen). Además, pueden entreverse algunas pinceladas cronenbergianas como el profundo cambio que experimenta el personaje principal o el trágico destino del que no pueden escapara sus protagonistas; incluso la música, que es de Michael Kamen, recuerda a la del asiduo colaborador de Cronenberg: Howard Shore.

Pero lo que lastra la película, aparte que despide cierto tufillo a telefilm, es la falta de homogeneidad en el metraje en el sentido de que más bien parece una sucesión de acontecimientos inconexos que sirven de pretexto para dar forma a la película, como si nos encontrásemos frente a capítulos de corta duración de una serie que se han montado de manera que formen una película. No es de extrañar que se rodara una serie con el mismo título (2002-2007) cuyo protagonista es Anthony Michael Hall , uno de los miembros del brat pack.



 Para terminar señalar una curiosidad. El personaje que interpreta Walken, John Smith, al terminar su última clase de literatura antes de tener el accidente, recomienda a sus alumnos leer Sleepy Hollow, la historia de un jinete sin cabeza que persigue a un profesor … En 1999, Walken interpretaría este personaje de la mano de Tim Burton.



GERMÁN FERNÁNDEZ JAMBRINA

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