Aquellos maravillosos vampiros de los 80

Este texto es el comienzo de un artículo que se podrá leer en su totalidad cuando se publique el Freakland Fanzine número 4.


AQUELLOS MARAVILLOSOS VAMPIROS DE LOS 80


¡Hola freaklanders! Confío en que ninguno sufra hematofobia porque en este artículo la sangre correrá a raudales desde los afilados colmillos de esos seres tan apasionantes como detestables y tan adictos a este líquido vital como nosotros al cine fantástico. 

Pelis de vampiros hay a tutiplén; desde los clásicos  Nosferatu (1922, F.W.Murnau)  y  Drácula (1931, Tod Browning), pasando por las míticas pelis de la Hammer, el icono del “blackexplotation” Blacula (1972, William Crain),  el “superhéroe” vampiro Blade (1998, Stephen Norrington) o los descafeinados vampiros de Crepúsculo (2008, Catherine Hardwicke) hasta remontarnos a la actualidad con películas como Vampiros contra el Bronx (2020, Osmany Rodríguez)  ... pero ahhhh: ¿qué tendrán los ochenta que también lograron impregnar a este subgénero de su espíritu transgresor, irreverente y definitivamente mágico?

Hasta finales de la década de los setenta, con  el cine de los vampiros ocurría lo mismo que con el de los hombres lobo; salvo casos muy puntuales se repetía más que el discurso de un político y el público había perdido en gran parte su interés por este tipo de productos. En el cine de licántropos fueron películas como Aullidos (1981, Joe Dante), Un hombre lobo americano en Londres (1981, John Landis), Lobos Humanos (1981, Michael Wadleight) o En compañía de lobos (1984, Neil Jordan) los que revitalizaron el subgénero tanto en forma como en contenido: en forma gracias a un avance espectacular de los efectos especiales; en contenido al actualizar sus premisas y situarlas  en un contexto plenamente contemporáneo.

¿Qué películas de vampiros fueron las que - al igual que en el caso del cine de hombres lobo – lograron que los no muertos salieran de sus tumbas logrando que el público recuperase su interés por ellos?

Para responder a esta pregunta voy a hacer un repaso por el cine de vampiros de los años ochenta centrándome en las películas que considere que contienen los rasgos más característicos de la década; evidentemente es una selección personal y subjetiva, así que quizás echéis de menos alguna. Será un comentario bastante general en el que analizaré con mayor profundidad las películas Noche de miedo (1985, Tom Holland) y Jóvenes Ocultos (1987, Joel Schumacher) por ser mis favoritas de esta selección y por considerarlas más redondas.

¡Preparad la estaca, los ajos y el crucifijo porque partimos a cazar chupasangres!


El Ansia (1983, Tony Scott) abrió las puertas del cambio con su marcado componente gótico, estética de videoclip (no en vano fue dirigida por Tony Scott) y visión postmoderna del mito. Imborrable ese inicio en la sala de conciertos sonando Bela Lugosi´s Dead del grupo post punk británico Bauhaus mientras la pareja de vampiros interpretada por David Bowie (¿os suena?) y Catherine Deneuve (a la que posteriormente se sumará una impresionante  Susan Sarandon) otea cual depredadores a sus inminentes víctimas. 

Demasiado adelantada a su época y consecuentemente incomprendida, pero no por ello hoy día menos reivindicada como una película de culto.


Damos un giro de 180 grados y encaramos una apuesta revolucionaria: vampiros extraterrestres que en lugar de chupar sangre succionan vida: Lifeforce (1985, Tobe Hooper). Una producción que no desentona para nada con los excesos a los que la Cannon nos acostumbraba, con un guión de Dan O´Bannon - basado en la novela Vampiros del espacio (1976) de Colin Wilson  - que bebe de la ciencia ficción de serie B de los 50 y el pulp. 

Liferforce se estrelló contra la taquilla y la crítica, aunque con el paso de los años también se ha convertido en objeto de culto. Pero guste o no, ¿a que TODOS recordáis a la perfección ese plano frontal de Mathilda May? 

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Espero que con esto os hagáis una idea para que veáis por donde van los tiros. Cuando se publique el Fanzine lo publicaré y haré un comentario sobre él además de incluir link de compra. Os adelanto que va a ser un pepinazo gordo ... ¡Avisados quedáis! ¡Nos leemos!


GERMÁN FERNÁNDEZ JAMBRINA

The Monster Club (1981/ Roy Ward Baker) El club de los monstruos

 

Iniciamos el año 2021 , trayendo al blog una entrañable , entretenida y muy , pero que muy disfrutable película, la cuál además tenéis disponible en Amazon Prime queridos ochenters.
Hoy os traigo a tomar un sorbo de la mejor sangre o un zumo de tomate, eso ya a vuestro refinado gusto, al mejor club de Londres: El club de los Monstruos


TRAMA:
Basada en la novela homónima del escritor R.Chetwynd-Hayes y cuyo personaje encarna de manera sólida John Carradine en la película. La obra es un homenaje en tres episodios , a todo el cine de la Hammer de los sesenta y los setenta y con ciertos guiños a cómics de terror del estilo Creepshow.
Narra como un vampiro hambriento ( Vincent Price) pide ayuda para comer a un transeúnte. Éste dispuesto a ayudarle, sin saber que es un vampiro, se ve sorprendido cuando le muerde el cuello y le absorbe la sangre, pero a cambio de su bondad, le introduce en un club frecuentado por todo tipo de monstruos y dónde le asegura que puede hallar la inspiración para su siguiente obra.
En dicha trama, va a haber tres episodios, si bien la idea era que hubiese seis, con los seis reyes del terror del momento , a saber: Christopher Lee, Peter Cushing, Klaus Kinski, Vincent Price, Donald Pleasance y John Carradine.
Al final se cayeron Kinski, Cushing y Lee, pero hubiese sido un puntazo ver tanto talento junto en la gran pantalla, una especie de la Liga de la Justicia del terror vamos.
EPISODIOS:
Dividida en tres episodios, con una peculiaridad, entre cada uno hay un intermedio donde un grupo toca una canción (ochentera por supuesto).

Episodio 1: El silbante
Un impagable James Laurenson , con un maquillaje y un peinado que acrecenta su aspecto demacrado, protagoniza el primer episodio.
En este episodio es un especimen, cuyo poder es tener un silbido tan potente que quema por completo a quien lo presencia. Vive en una mansión apartada y decide catalogar todo su patrimonio , pero necesita la ayuda de alguien, una secretaria, encarnada por Bárbara Kellerman, quien tiene el objetivo de hacerse con todo su dinero, influenciada por su novio Simon Ward, todo un caradura y a quien pudimos ver en muchas películas de terror y bélicas, por su aspecto de nazi cabronazo. 
Pero a pesar de hacer beber los vientos por ella al señor Laurenson, éste descubrirá sus intenciones y el final será muy macabro, con ella entrando completamente consumiéndose por el silbido mortal en casa de su socio, quien quedará traumatizado por tal atrocidad. 
En este episodio destaca también, el baile, en homenaje al Baile de los Vampiros o a como queda un felino tras sufrir el silbido de Laurenson .

EPISODIO 2: EL VAMPIRO
Divertido. No merece otro adjetivo. 
Un vampiro se hace pasar por padre modelo, mientras duerme de día y hace creer a su hijo que trabaja de noche, "en el negocio de la alimentación, una chupadita, un mordisquito y a cambio recibo una compensación gastronómica", eso explica a su hijo, a quien le advierte que desconfíe de los que llevan un estuche de violín.
El vampiro encarnado por Richard Johnson (en un rol destinado en principio para Klaus Kinski, lo cuál hubiese cambiado seguro el tono del episdio ), bebe del Drácula de Langella y los caza vampiros del violín ( es decir , los que llevan estaca y martillo) son fieles deudores de aquellos caza vampiros que vimos en las películas de la Hammer y que aquí tienen un añadido cariz cómico, donde brilla la presencia de Donald Pleasance a quien recordamos por su rol en el Príncipe de las Tinieblas o Masters del Universo y que aquí es un Van Helsing de pacotilla, que no sólo es incapaz de matar al vampiro ( un vampiro con chaleco anti estacas), si no que él mismo recibe una mordida y es empalado por sus compañeros.
Ojo al papel de la mujer del vampiro , encarnado por Britt Ekland, Bond girl en el Hombre de la pistola de oro y quien fuese esposa del añorado Peter Sellers.

EPISODIO 3: El CEMENTERIO
Para mí mi favorito.
Atrapa la esencia de todo lo Hammer. Esencia british, aroma a podredumbre, muertos que huyen de las cruces , que no penetran en terreno Santo.
Un director en busca de localizaciones se pierde en un páramo inhóspito marcado por una niebla made in England, donde los muertos se han levantado de sus tumbas y buscan carne fresca para entregar a los viejos, los creadores de aquel mundo, los creadores de la niebla.
La única posible salvación del director es una medio humana que habita en aquel páramo, pero el final no será el esperado ,como tantas y tantas historias de terror de la Hammer.
De esta pieza, cabe destacar la secuencia en la que se nos cuenta el origen de todo, mediante un cómic y sobre todo, la niebla, la jodida niebla que inunda el páramo 
EPÍLOGO:
La película es una joya muy reivindicable, con un tono ochentero en lo que se refiere a las escenas musicales en el club , amén de parecer más una fiesta de carnaval que otra cosa y donde tanto Price como Carradine se divierten con sus roles, especialmente Price, a quien le iba como anillo al dedo su papel de narrador, cosa que queda clara en el brillante final con su monólogo para convertir en socio del club a Carradine y donde se deleita en los modos en los que un ser humano puede acabar con otro .
Si bien la película nunca se estrenó en cines en USA, eso no evitó que fuese una película de culto rápidamente y a ello ayudó mucho Elvira y su programa en la tv yankee.
Además para Price fue su primer y único papel de vampiro y eso junto a unirse a su colega Carradine, fue lo que le atrajo de esta película.
Si os interesa hay una versión con algunos extras en Blue Ray del año 2015, si bien la versión de Prime no está nada mal.

Nota ochenter: 7/10 .