-¿Puedo preguntarle qué espera de la humanidad?
- En realidad nada. Es posible que me contradiga, pero los deseos, los instintos son una cosa, y la racionalidad otra. Es como enamorarse irracionalmente de una mujer que con su belleza seguro nos llevará a la total destrucción.
Al oir aquella frase metafórica, y mientras el científico suizo seguía hablando, en la mente de Efrén Vallejo Gudden apareció el rostro que lo subyugaba, aquel rostro en el que brillaban los enimáticos ojos de luna.
La Baronesa, Ralph Barby
¡Oye! ¿El comentario de un libro que no es de cine en un blog de cine? Tranquilos, amigos porque todo tiene su explicación. La historia se remonta a una lluviosa tarde de domingo en la que, deambulando a la caza de algún libro en una feria de "stocks", conocí al editor Alberto Santos. Nuestra conversación, como no podía ser de otra manera, versó sobre libros y sobre cine. Y claro, llegados a ese punto cinéfilo el que suscribe no pudo dejar de recomendarle este blog. Fue entonces cuando Alberto Santos, en un acto de generosidad sin precedentes (y mira que he recorrido puestos de libros en mi vida), me regaló La Baronesa de Ralph Barby pidiéndome como favor que comentase el libro en este virtual espacio. Y ya sabéis, una promesa es una promesa.
Reconozco que desconocía por completo de Ralph Barby. Lo cual es sorprendente siendo yo fervor lector y él un escritor que ha vendido más de quince millones de libros por todo el mundo y escrito cientos de libros de terror, ciencia ficción, fantasía y género policíaco. ¡Ahí es nada! Pero bueno, el error quedó enmendado al abrir las páginas de La Baronesa.
La Baronesa es una novela de unas 300 páginas que se leen de un tirón. A esto ayuda mucho un estilo sencillo, ágil y puramente visual. Tal es el caso que parece que uno esté viendo una película en vez de leer un libro. Y no sólo estamos ante una novela cinematográfica por el estilo del autor, sino que en su contenido se agolpan multitud de referencias al séptimo arte. El cine de terror de la Universal, la Hammer o nombres patrios como Narciso Ibañez Serrador o Paul Naschy son claros ejemplos de lo que evoca esta lectura. Algunos personajes son muy icónicos y también recuerdan a figuras conocidísimas dentro de la literatura pulp o el cine de serie B. Así me imagino a La Baronesa como una actual condesa Bathory, al doctor Vallejo Gudden como un trasunto de la figura del "mad doctor" que tanta presencia tuvo en películas clásicas de terror y cuya máxima figura sería el doctor Frankenstein, y al tan bruto como mudo Storoz como uno de los ayudantes interpretados por Thor Johnson en alguna película de Ed Wood. Además, la parte de la gestación del hijo de Drakul remite directamente a La semilla del diablo (1968, Roman Polanski). Estos homenajes, desconozco si buscados o no, harán las delicias de cualquier cinéfilo al transformar la lectura en un juego muy disfrutable en el que uno parte a la caza de otra nueva referencia cinematográfica.
Pero La Baronesa no es cine, es literatura. Y Barby logra escribir, sin duda, una novela gótica moderna. Para ello maneja a la perfección los recursos estilísticos de la novela gótica, de la literatura pulp - que, por supuesto, conoce a la perfección -y del folletín, añadiendo algunas pinceladas de erotismo y combinando un lenguaje elegante, que recuerda a la época victoriana, con otro cotidiano y actual. Con este contraste en cuanto a estilo y el crisol de influencias que supone La Baronesa creo que Barby no trata de modernizar la figura del vampiro al estilo de películas como El ansia (1983, Tony Scott), Noche de miedo (1985, Tom Holland), Jóvenes ocultos (1987, Joel Schumacher), o Los viajeros de la noche (1987, Kathryn Bigelow), sino que retoma el testigo del Drácula de Stoker y lo implanta en el presente creando así una novela que resulta al mismo tiempo clásica y moderna y logrando salir indemne de tan osado intento.
Así que ya sabéis, mis queridos lectores, afilad bien vuestros colmillos y dadle un bocado a la novela de Barby de la que, por cierto, habrá segunda parte ...
GERMÁN
FERNÁNDEZ JAMBRINA
Muy agradecido por tu reseña, precisamente mi intención era esa: Pasar de la obra de Bram Stocker a "La Baronesa".
ResponderEliminarY tienes razón... Soy un cinéfilo sin remedio
y cuando escribo "ya voy viendo la peli".
Gracias, un abrazo.
Ralph Barby
Y yo muy agradecido que tomes la molestia de escribir en este humilde espacio. Todo un honor.
ResponderEliminarUn abrazo.