Steven
Seagal: un nuevo héroe de acción
Los
80, la década por antonomasia de las películas y los llamados
héroes de acción; un género, el de acción, que arrasó en cines y
videoclubs.
Nos
encontramos en1988 y Sylvester Stallone era la estrella del género
más cotizada tras los incontestables éxitos de las cuatro entregas
de “Rocky” y las dos entregas de “Rambo” (ese mismo año se
estrenaría la tercera).Tras él, Arnold Schwarzenegger estaba
próximo a alzarse con el cetro del género tras “Conan”,
“Commando”, “Perseguido” o “Depredador”.
Sin
embargo, dos figuras irrumpían con fuerza a finales de esa década
para consolidarse posteriormente en los 90. Ellos eran, Jean Claude
Van Damme y nuestro protagonista de hoy, Steven Seagal.
Aikido,
un arte marcial desconocido
Que
puedo decir de este noble arte marcial desarrollado por el maestro
japonés Morihei Ueshiba en la primera mitad del siglo XX. Yo mismo
practico desde hace tiempo aikido y no puedo decir más que
maravillas sobre este arte que hasta la irrupción de Seagal, era
prácticamente desconocido para la gran mayoría del mundo
occidental.
Steven
Seagal se crió en California y ya en su juventud, cuando trabajaba
como lavaplatos en un restaurante, practicó karate gracias al
maestro Sakamoto que trabajaba en dicho local. Más tarde, por el
trabajo de su padre, tuvo que emigrar a Japón a los 17 años de edad
donde entró en contacto con el Aikido. Y cabe diferenciar que Seagal
no era un “artista marcial”, sino un auténtico maestro que
alcanzó el grado de 7º Dan y se convirtió en el primer occidental
en abrir un Dojo de dicha especialidad en el propio Japón.
Seagal
se ganó la vida de muchas maneras por aquel entonces, una de ellas
como guardaespaldas de personalidades estadounidenses que por
diversas circunstancias, ejercían actividades en Japón; así es
como conoció a la modelo y actriz, Kelly Lebrock, que posteriormente
se convertiría en su esposa.
A
mediados de los 80 regresó a Estados Unidos para trabajar como
coreógrafo de películas de acción, y fue gracias al caza talentos
Michael Ovitz lo que le llevó a conocer al productor y director
Andrew Davis, para más tarde, firmar un contrato con la Warner.
El
héroe de acción de la Warner
La
Warner produjo prácticamente todas las películas de éxito de
Steven Seagal, y pese a ser un hombre de carácter difícil y dotes
interpretativas mínimas, lo cierto es que esta mítica productora
repleta de éxitos, supo reconocer la profesionalidad y el talento
marcial de Seagal dotándole de un poder de decisión en las
producciones, inusual para un tipo recién llegado a la escena
Hollywoodiense. Quiero destacar a su vez, que si bien fue Jean Claude
Van Damme el que gozó de la simpatía y el cariño de todos nosotros
forjándose como un icono de nuestra infancia/adolescencia, fue
Seagal el que gozó de un mayor éxito comercial consiguiendo cada
una de sus producciones una gran recaudación económica.
Seagal
nos mostró un arte marcial nuevo para la gran mayoría de nosotros,
siendo predominantemente defensivo y usando la inercia del oponente
contra si mismo; con unas coreografías elegantes a la par que
brutales. Si bien Chuck Norris y Van Damme nos habían enseñado como
hacer morder el polvo a los maleantes, Seagal iría un paso más allá
mostrando una violencia sin par a la hora de luxar y romper rostros y
articulaciones.
La
primera película de Steven Seagal
Fue
Andrew Davis, director y productor de películas de acción el
encargado de dirigir a Steven Seagal en su primera producción. Años
más tarde el propio Davis dirigiría el mayor éxito de Seagal,
“Alerta Máxima” y la extraordinaria “El Fugitivo” con
Harrison Ford. Y si bien la producción contaba con un escaso
presupuesto, hay que reconocer que el resultado final fue
tremendamente efectivo y consiguió el favor del público
estadounidense asegurando a Seagal un sin fin de películas
posteriores.
Reconociendo
a su vez que la película adolece del típico guión de
narcotraficantes zafios contra policías que han de usar técnicas
fuera de la ley, destaco que el film posee uno de los elementos
característicos de las producciones de Seagal, y es la denuncia a
las malas prácticas de la CIA y ciertos organismos gubernamentales
estadounidenses; algo bastante valiente en la era Reagan.
También
podemos disfrutar de una reaparecida Pam Grier, musa del cine de
acción de serie B de los 70, y una Sharon Stone previa a la mega
estrella en la que se convertiría años después.
Conclusión
“Por
encima de la Ley” o “Nico” (como se la conoció también en
España) es una película sencilla, que no llega al nivel de otras
producciones como “Señalado por la muerte” (mi peli favorita de
Seagal), pero es la primera producción de uno de los héroes de
acción de nuestra infancia/adolescencia, donde podemos verlo fibroso
y en plena forma, y que nos enseño una nueva manera de repartir
“hostias como panes”, y eso es mucho.
Por
Rafael
Fernández Moreno
Yo la tenía en VHS original, la veía una y otra vez, me encanta esta peli...aunque llevo muuuuuchos años sin verla.
ResponderEliminarMuy buena crónica de la peli y más de Steven Seagal, de quien no tenía yo info ninguna, ¡genial! (y)