La Nueva Pesadilla De Wes Craven (1994, Wes Craven) Wes Craven’s New Nightmare.


La Nueva Pesadilla De Wes Craven (1994, Wes Craven) Wes Craven’s New Nightmare.


Hace mucho tiempo, leí que las pesadillas son la antesala a nuestros miedos más íntimos y que se nos muestran cuando más vulnerables somos, en los sueños, como si de una ventana directa a nuestro subconsciente se tratase, y éste resulta aterrador. 
Si pensamos en la palabra “pesadilla” ese subconsciente puede que nos derive de manera fugaz al recuerdo de ese personaje ataviado con un guante de cuchillas y con el cuerpo y rostro desfigurado por las quemaduras. Ya sea para estremecerte o para esbozarnos una malévola sonrisa nostálgica, y es que Wes Craven nos regaló un personaje inevitablemente querido para los amantes del género de terror slasher.
Hoy, para dar punto y final a los niños de Elm Street, hablaremos de la última entrega; una vuelta de tuerca al mito en un ejercicio de metacine a modo de expiación en torno al inevitable declive del personaje y sus pesadillas.

Con Wes Craven, creador de la primera pesadilla, de nuevo a bordo y a cargo del guion, la dirección y la producción y tras una muerte de Freddy Krueger en su sexta entrega que pasó con más pena que gloria a pesar de los riesgos que se tomaron para intentar lo contrario, Craven optó por darle un giro a la historia dándonos una obra muy original (que no por ello aceptada) que le serviría de guía para la fantástica “Scream” años más tarde. Esta forma de cine dentro de la franquicia no sentó muy bien a los fans de Krueger y fracasó estrepitosamente en taquilla. Pero sin más dilación, pasemos a comentar de qué va esta nueva pesadilla de Craven.
Es inevitable haceros spoilers por lo que si aún no la habéis visto, sabréis partes importantes de la trama.

Comenzamos la cinta en el rodaje de una nueva entrega de “Pesadilla en Elm Street”, así es; vemos a los figurantes, a los realizadores, encargados de efectos especiales trabajando en un nuevo guante, incluso al mismísimo Wes Craven que va dirigiendo la escena cámara en mano. En escena, también a Heather Langenkamp, (Nancy Thompson en la original de “Pesadilla En Elm Street”) haciendo de Heather Langenkamp, o sea, de ella misma como actriz de la nueva película, la cual está presente en el rodaje junto a su hijo pequeño Dylan interpretado por Miko Hughes (“Cementerio Maldito”, “Poli de Guardería”…) y su marido, Chase Porter (al que da vida David Newsom), el cual es uno de los diseñadores de la nueva garra y jefe de efectos especiales de la nueva entrega.


Pero algo sale mal (si no a ver qué hacemos aquí) la garra se ha atascado y emite movimientos involuntarios haciendo incluso que Chase sufra un corte en el dedo, aquí la garra pierde el control y, como si el mismísimo Fred Krueger la portase, acaba con varios trabajadores de la película y justo cuando va a matar a Chase, Heather despierta y su marido sano y salvo está junto a ella en la cama mientras un terremoto sacude su casa.

Habiendo pasado el temblor, Heather aún afectada por la pesadilla ve que su marido tiene un corte en el dedo, el mismo corte que se hizo en su sueño y que él atribuye a un corte por la rotura de un espejo de la habitación por el temblor del terremoto.
Así nos introduce Craven en esta nueva pesadilla, con una historia dentro de otra en la que los actores con nombres reales (los más relevantes) protagonizan la cinta desde fuera.

Pero volvamos de nuevo con Heather, protagonista de esta última entrega.


Felizmente casada, (a pesar de los terremotos, las recurrentes pesadillas y unas llamadas de un fan que la acosa imitando a Krueger) vive junto a su pequeña familia en una maravillosa casa a las afueras de Los Ángeles.

Tras las escenas iniciales con la pesadilla y el terremoto, vemos a la familia desayunando y reponiéndose del temblor. Mientras tanto su hijo se entretiene jugando con la comida.


Uno, dos… Freddy es rico en fibra.

Tras el apacible y artístico desayuno, Heather confiesa a su marido que está teniendo pesadillas en las que él sale perjudicado. Chase intenta calmarla antes de marcharse, pues se va de viaje de trabajo y tras esto se despide. Ella, sin estar muy ilusionada por el viaje de Chase, pues teme por la vida de su marido, se despide también de él. Cuando se marcha, una réplica sacude nuevamente la casa, provocando las siguientes grietas en la pared del dormitorio.


Asustada, corre para avisar a Chase pero la detiene el sonido de una película que le resulta familiar, pues su hijo pequeño Dylan, está viendo la primera entrega de Elm Street donde ella es la protagonista. Heather apaga la televisión y Dylan grita histérico y sólo sale de esa histeria cuando suena el teléfono. Heather descuelga y nuevamente es el acosador haciéndose pasar por Freddy Krueger. Heather sobrepasada por la situación, recibe a Julie (interpretada por Tracy Middendorf), que es la niñera de Dylan, pues Heather tiene que salir para una entrevista en un programa de televisión. Heather acude al programa donde vemos a Robert Englund ataviado con los ropajes de Freddy Krueger y totalmente entregado al público del programa.


“Y ahora, todos vosotros sois mis hijos…” Freddy Krueger

Tras el programa y después de despedirse de Robert Englund, Heather recibe una llamada de New Line Cinema, productora de Elm Street, pues tienen algo que proponerle. Allí la recibe Robert Shaye productor real de la saga Elm Street y que se interpreta a sí mismo.


Como es de suponer, la cita es para proponer a Heather una nueva entrega de Elm Street; Heather rehúsa la oferta, pues con un hijo pequeño no quiere hacer películas de terror. Robert le informa de que Craven lleva un par de meses trabajando en su nuevo guion y su marido Chase, es el encargado de diseñar la nueva garra, sorprendida por no saber nada del asunto, Heather empieza a relacionar todo lo que le está pasando con el nuevo guion.

Al volver a casa, Dylan nuevamente está gritando histérico y al intentar calmarlo repite una de las frases características de la saga de Krueger “No vuelvas a dormir” y muestra a Rex su peluche, el cual dice ser el guardián que lo protege del malvado hombre de la garra, el cual tiene las marcas de cuchillas típicas del guante de Freddy.


Al avisar a Chase tras los últimos sucesos, éste decide volver para estar con su familia, pero durante el viaje de vuelta se duerme al volante y es atacado brutalmente por la garra de Krueger haciendo que se estrelle y muera, escena que Heather ve a la perfección en otra pesadilla, pero ésta realmente se cumple, pues recibe la visita de la policía para informarle del hecho. Para asegurarse, quiere comprobar el cuerpo de su difunto esposo, que se encuentra en el depósito, y descubre que tiene las marcas de las cuchillas atravesándole el pecho.


En el entierro y tras un nuevo terremoto, podemos ver por primera vez la nueva versión de Freddy Krueger en esta cinta, un Fred mucho más diabólico y malvado que en entregas anteriores y con un guante con cinco cuchillas en lugar de cuatro, que intenta atraer a Dylan al infierno a través del ataúd de su padre, siendo una nueva pesadilla de Heather que tras caer al suelo durante el terremoto se golpea la cabeza con el ataúd de su marido quedando momentáneamente inconsciente.


En esta escena vemos asistiendo al funeral a Robert Englund, Wes Craven y a John Saxon (“Pesadilla En Elm Street”, “Abierto Hasta El Amanecer”, “Superdetective En Hollywood 3”…) haciendo de sí mismo, el cual interpretó a Donald Thompson en la primera entrega de Elm Street, padre de Nancy Thompson (Heather Langenkamp), entre otros representantes de anteriores cintas.


Poco a poco Dylan se ve más afectado por esta situación de pesadillas y ataques nocturnos en su dormitorio y Heather sigue sufriendo acoso de manos de su admirador.
A partir de aquí (y llevamos casi una hora de cinta) empieza por fin a ponerse interesante la historia, pues entran en escena personajes con mucha más fuerza que los que nos han acompañado hasta ahora; por ejemplo la escena en el parque con John Saxon, el cual aconseja a Heather para evitar que se preocupe, mientras vemos a Dylan escalando el enorme columpio para que dios se lo lleve.


“Dios no ha querido cogerme” – Dylan Porter

O la llamada de Heather a Englund para preguntar por el nuevo guion de Craven, del cual sólo conoce la última parte en la que Dylan quería que dios se lo llevase, coincidiendo con la anterior escena vivida en el parque.
Tras estas escenas y tras alguna pesadilla más con la nueva versión de Krueger y algún homenaje a anteriores entregas de Elm Street.


Heather lleva a Dylan al hospital para que le hagan pruebas y tras el interrogatorio de la enfermera y sospechando de un posible atisbo de esquizofrenia, dejan ingresado a Dylan.

Heather busca nuevamente a Englund para comentar lo sucedido pero ha salido de la ciudad, así que decide ir a hablar con Wes Craven y saber de qué va la nueva pesadilla.


Wes le confiesa que el guion aún no está acabado pues va escribiendo a medida que las pesadillas aparecen en sus sueños. Aquí le confiesa de qué va hasta ahora la nueva pesadilla, en donde una entidad muy antigua ha ido adoptando formas muy diferentes durante los siglos con una única razón de ser, la muerte de la inocencia. Esta entidad, puede ser retenida y capturada por un escritor ingenioso (toma vanidad) inventando una historia lo suficientemente buena como para que la entidad quede prisionera en el cuento como villano principal (Krueger). El problema es que cuando la historia se agota; bien por explotación comercial, o desinterés, la entidad queda libre.

Aquí podemos ver el culmen del guion de este genial ejercicio de metacine (que enfadó a muchos fans), pues nos cuentan que el demonio que hasta entonces había estado atrapado en Krueger (al igual que el genio de la botella) y en la saga de Elm Street por su calidad narrativa, no quiere volver a ser atrapado en otra película, por eso decide matar uno a uno a los miembros del reparto de la cinta para evitar que Craven lo atrape nuevamente y así poder viajar a este mundo como un “Freddy Krueger” mucho más diabólico, corpulento y sanguinario que nunca. Como era de esperar, la única persona que puede detenerlo es Heather, ya que interpretó a Nancy, el primer personaje que se enfrentó a él y por eso, la entidad la ataca en sus puntos más débiles, su hijo.


Es innegable la originalidad de la cinta guste o no, de hecho nos encontramos con varias escenas que tras ser interpretadas por los actores podemos ver en distintos planos primeros planos del guion con la escena descrita a la perfección, rompiendo así la cuarta pared con el espectador.

Su BSO, más discreta que en otras entregas, fue dirigida por J. Peter Robinson autor de otras bandas sonoras como “Cocktail”, “El Mundo De Wayne”, “Las Dos Caras De La Verdad” o “Los Inmortales III” Os dejo el tema principal de la cinta donde se hace un uso discreto de los sintetizadores tan clásicos de la saga.


Y la clásica melodía que nos avisa de que Krueger ha vuelto, y que no podía faltar en ninguna de sus cintas.


Como digo una BSO que acompaña a la cinta pero que pasa desapercibida salvo cuando suenan acordes familiares para los fans.

Por desgracia y como decíamos líneas atrás, esta enorme licencia de Wes Craven hacia su personaje, Krueger (para eso es su creador) no sentó nada bien a los fans de la franquicia, amantes del personaje y del clima creado en torno a él, castigándola duramente en taquilla y en crítica, pues con ocho millones de dólares de presupuesto recaudó algo menos de veinte millones; hay que hacer mención a la también vapuleada “Pesadilla Final, La Muerte De Freddy” la cual tuvo el mismo presupuesto y recaudó setenta y seis millones en taquilla.

A pesar de todo, esta cinta cuenta con escenas muy recomendables para los fans, como las ya mencionadas con los actores reales o las interpretadas por el mismo Krueger (ente demoníaco disfrazado de Fred en realidad), que no son más que un homenaje a sus muchas muertes durante los años, como por ejemplo cuando intenta devorar a un aterrorizado Dylan.


O cuando acaba con la vida de Julie mientras ésta cuida de Dylan en el hospital.


O los clásicos ataques de la lengua libidinosa de Krueger.


Un homenaje a toda la saga para darle (ahora sí) punto y final al villano onírico más querido del mundo, sin contar desafortunados remakes o curiosos crossover con gente venida de Crystal Lake.

Para ir terminando, no puedo dejar de comentar algunas curiosidades de la cinta.
-Podríamos considerar esta cinta como la única en la que no aparece Freddy Krueger tal cual, pues en realidad el villano y antagonista es una entidad demoníaca que adopta su forma.


-Según los créditos finales, Freddy se interpretó a sí mismo.


-En los créditos finales también podemos leer lo siguiente.
"Algunas partes de la película fueron basadas en hechos reales. Otras pueden ser atribuidas a la imaginación hiperactiva de un niño de cinco años... Los nombres reales de los personajes han sido cambiados para proteger a los inocentes. Ciertos sucesos retratados han sido dramatizados, a excepción de aquellos individuos valientes que se interpretaron a sí mismos. Cualquier similitud con el nombre, personaje o la historia de alguna persona, viva o muerta, es completamente fortuita e involuntaria."


-Durante el funeral de Chase, marido de Heather, están presentes Tuesday Knight, la actriz que interpretó a Kristen en la cuarta parte.


Jsu García, el actor que interpretó a Rod Lane en la primera parte.


Así como Robert Englund, John Saxon, Robert Shaye y Wes Craven entre otros


-En esta última entrega se le quiso dar a Freddy Krueger un nuevo look mucho más terrorífico, siendo más alto y corpulento con una imagen más acorde al ente demoníaco que era en realidad, dejando de lado su vertiente más cómica que atesoraba en las películas anteriores. Además de su clásico suéter, sombrero y garra de cuchillas, lleva botas militares, pantalones de cuero y un abrigo negro.


-En esta nueva entrega, Freddy Krueger porta una nueva garra que es en sí misma un cameo a la primera entrega, pues es la misma versión de la garra que aparecía en los carteles promocionales de la cinta original allá por 1984.


A pesar de todo, en la primera entrega el guante de cuchillas sólo tenía cuatro cuchillas, en ésta tiene cinco.


-A pesar del escaso éxito en taquilla, su innumerable merchandising fue como siempre un éxito; desde figuras con todo lujo de detalles.


-A la nueva versión del guante de cuchillas.


Bien queridos Ochenters, dando por finiquitada la saga de Elm Street con sus altibajos y brindando un cariñoso y agradecido saludo, esté donde esté, al magnifico Wes Craven me despido, apreciando más si cabe los intentos de este guionista y director del terror por darle un digno “hasta otra” al personaje clave de su carrera, Freddy Krueger, el cual siempre quedará inmortalizado en el cine y vigilándonos desde nuestras pesadillas.

Que tengáis dulces pesadillas amigos.



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