Cementerio Viviente 2 (1992, Mary Lambert) Pet Sematary 2






Queridos Ochenters, hoy nos toca volver a Ludlow de la mano de una segunda e innecesaria parte (desde mi punto de vista siempre, claro) de una película de terror de principios de los 90, me estoy refiriendo a "Cementerio Viviente 2". Sí, "Cementerio Viviente" tuvo una secuela, una continuación muy libre, pues no existe libro en el que basarse ni hay “Stephen Kings” por medio que apoye su guion como en la primera parte.

Pero antes de seguir y como siempre advierto, a continuación habrá spoilers por doquier, por lo que, si aún no habéis visto esta segunda cinta vais a conocer partes importantes de la trama. 



Dicho esto, comencemos.

La historia nos sitúa diez años después de los hechos acaecidos en aquel cementerio indio en Ludlow, pero no estamos en Maine, sino en Los Ángeles, durante la filmación de una película de “terror”. Bien, la escena nos introduce en pleno rodaje de dicha película, donde podemos apreciar la baja calidad del film que se está grabando, el cual parece más cercano a “El Liguero Mágico” de Esteso y Pajares que a una película de terror al uso; la película en cuestión se titula “El Castillo del Terror”. Aquí nos presentan brevemente a la famosa actriz Renee Hallow, interpretada por Darlanne Fluegel (“Érase una vez en América”, “Encerrado”…)


que durante una pausa debido a problemas técnicos en el rodaje, conversa con su hijo Jeff Matthews, al que da vida Edward Furlong (“Terminator 2”, American History X”…) 


La corta escena nos aclara que los padres de Jeff están separados, aun así, Jeff insiste que su padre quiere volver con Renee, la cual sutilmente le pide que no se haga muchas ilusiones, y… permitidme la pausa, porque aquí ya podemos encontrar lo que considero uno de los problemas más acuciados de toda la película, (y sólo llevamos unos minutos) y es que las actuaciones y calidad del guion dejan tanto que desear (salvo Furlong y su eterno papel de niño inadaptado socialmente) que incluso en las muertes de los personajes que nos van presentando no nos transmite absolutamente nada. Pero sigamos, tras esa breve interacción con Jeff, Renee sigue con el rodaje, pero debido a que el set para la ocasión está lleno de agua, muere electrocutada al caer una batería a causa de la torpeza de un integrante del equipo de rodaje (muy lógico todo) y aquí nuevamente tengo que detenerme para que comprendáis qué quiero decir con lo de las pésimas actuaciones; os dejo directamente la muerte de Renee Hallow y su calidad interpretativa para esta película (en inglés)




Bien, tras esta escena, que a mí siempre me trajo a la mente al grandísimo Daniel Stern siendo electrocutado en “Solo en Casa 2” y con un Furlong gritando histérico, comienza realmente la película. 

Al morir Renee, Jeff debe ir a vivir con su padre, Chase Matthews, al que da vida Anthony Edwards, (“Top Gun”, “La Revancha de los Novatos”…) veterinario de profesión, el cual decide que lo mejor para Jeff es mudarse a Ludlow, donde tienen una casa de verano, y enterrar allí los restos de Renee para evitar así el acoso mediático, que no pueden evitar, ya que el entierro está lleno de fotógrafos intentando captar el momento. 


En el entierro conocemos a Gus Gilbert, el sheriff del pueblo, interpretado por Clancy Brown (“Cadena Perpetua”, “Starship Troopers”…) que intercambia unas palabras con Chase para saber si se va a mudar al pueblo y sin más, se despide.


Tras el funeral y ya en casa, vemos como los transportistas están subiendo al piso de arriba las cajas de ropa de Renee, pues Jeff no quiere deshacerse de ellas. Tras esto conocemos a Marjorie Hargrove, interpretada por Sarah Trigger (“El Viaje Alucinante de Bill y Ted”…) la cual se presenta como la nueva asistenta de la familia y, carente de toda sensibilidad recuerda alegremente que adoraba a la madre de Jeff como actriz.


Tras esto, uno de los transportistas deja caer una de las cajas de ropa de Renee que caen a los pies de Marjorie, la cual decide deleitarse con el buen gusto de la difunta, todo delante de Jeff, el cual se ofende (como es normal) y le pide que no toque las cosas de su madre.


Ya asentados, Chase sale a visitar la antigua clínica veterinaria del pueblo y Jeff decide acompañarlo. En esta vieja y polvorienta clínica y tras unos sobresaltos relacionados con gatos que saltan a las caras (sobresaltos para Jeff, para el espectador ninguno) el joven conoce a Drew Gilbert, (Jason McGuire


el cual es hijastro del sheriff y que entra junto a su padrastro a la clínica tras Zowie, el perro, que está persiguiendo a uno de los gatos de la clínica. Aquí Chase hace una rápida revisión de Zowie, pues tiene arañazos en la cara, a lo que Gus confiesa que se los ha hecho con la verja donde él guarda a sus conejos intentando darles caza (sí, el sheriff cría y comercia con conejos) 


Al día siguiente, en clases, Jeff (con gato incluido escondido bajo la chaqueta) tiene un tropiezo con los “matones” de la escuela, (entre los que se encuentra el bonachón de Drew, vete a saber por qué) en concreto con Clyde Parker, interpretado por Jared Rushton (“Cariño, he Encogido a los Niños”, “Big”…) 


que lo acosa por ser hijo de una actriz de Hollywood y que le quita el gato al descubrirlo. Tras esto, se inicia una persecución en bici para recuperar al gato, terminando el trayecto junto a la casa de la familia Creed, concretamente en el sendero que lleva al cementerio de animales. 


Ahí, Clyde confiesa a Jeff que ha matado al gato y que lo ha dejado en el cementerio, también le pregunta si conoce la historia del cementerio indio ya que éste tiene poderes para resucitar a los muertos, y le recomienda con sorna enterrar allí a su madre para revivirla, lo que provoca que Jeff le propine un puñetazo y desencadenando una pelea entre ambos, dejando a nuestro protagonista magullado en el suelo. Tras esto, se adentra en el sendero buscando al gato y llegando hasta el cementerio de animales, donde descubre que la cría está viva y encerrada en una pequeña jaula. Drew se separa de los matones y sigue a Jeff al cementerio, y tras una breve charla sobre la muerte de los padres, confiesa que le gustaría que su padrastro, Gus, muriese, pues es cruel y violento y lo castiga constantemente. Tras esto se marchan del cementerio.

Esa misma noche Gus, en un ataque de ira debido a que Zowie, el perro de Drew, no deja de atacar a sus conejos, dispara al pobre perro dejándolo malherido (sí, el sheriff dispara al perro porque sí, como leéis). Al día siguiente Zowie fallece y Drew pide a Jeff que lo acompañe para enterrar el cadáver, pero Drew no quiere enterrarlo en el cementerio de animales, sino en el cementerio indio en un intento desesperado por resucitarlo y comprobar si las historias que se cuentan son reales. 


Como era de suponer, esa misma noche el perro vuelve de entre los muertos convertido en un ser diabólico y sus ojos tienen un brillo sobrenatural y Gus castiga a Drew sin salir de casa por mentir con la muerte de Zowie. Chase mientras tanto, acude a la casa  del sheriff a curar la herida de bala del perro y Drew oculta la verdad sobre la procedencia del disparo. Tras analizar la herida, decide llevárselo a la clínica para vigilarlo hasta que se estabilice pero pasan los días y observa que la herida no está sanando y que tampoco tiene latidos cardíacos, por lo que decide sacar un poco de sangre para mandarla a analizar. Como es normal, esto inquieta a los chicos y Jeff llega a dudar si Zowie estaba realmente muerto, a lo que Drew asegura que sí.

Los días pasan y llegamos a Halloween, y el plan es, cómo no, ir a celebrarlo al cementerio de animales, cosa que sabe, al menos, la madre de Drew, Amanda, interpretada por Lisa Waltz pero a la que el plan no le resulta raro. 


Amanda advierte al chico que debe volver a casa temprano, pues está castigado y que si su padrastro se entera, van a sufrir las consecuencias. 

Jeff y Drew llegan al cementerio buscando a los demás chicos del pueblo, pero una broma de mal gusto de Clyde y su panda, con un maniquí flotante simulando ser la difunta Renee hace que Jeff caiga aterrorizado al suelo. Mientras tanto Gus vuelve a casa y al descubrir que Drew ha salido se enfurece y va en su busca. Mientras, los chicos cuentan historias de miedo en el cementerio, en concreto la de la familia Creed que han pasado a ser leyenda del pueblo. 

Gus llega al cementerio, por lo que los niños salen despavoridos (sí, les causa más temor el sheriff que los muertos) Su idea es dar una paliza a Drew por desobedecerle, pero antes de que Gus pueda golpear a su hijastro con una cruz de madera del propio cementerio, Zowie sale corriendo desde las sombras y degolla al sheriff de un mordisco en el pescuezo, desapareciendo poco después entre las sombras y escapando de la escena. ¿Cuál es el plan tras la muerte del sheriff? Pues enterrarlo en el cementerio indio para que vuelva a la vida… Volvemos a chocarnos de frente con el ilógico guion, o sea, Drew hace referencia varias veces que teme a su padrastro, que desea que no esté y la maravillosa idea del guionista es que los chicos arrastren el cuerpo desde el cementerio viviente hasta el cementerio de los Micmacs (que recordemos costó horrores llegar a Louis Creed, protagonista de la original, situado tras una colina escarpada) y enterrarlo allí para que vuelva a la vida pero convertido en un ser infernal, diabólico y sobrenatural, ansioso de sangre, al igual que Zowie… En fin, sigamos… 

Los chicos proceden con el entierro y como era de esperar, el maligno Gus vuelve de entre los muertos convertido en “Evil Gus x2” pero ahora con un toque cómico sin sentido que parece sacado de la saga Evil Dead (guardando muchísimo las distancias) Regresa a casa en la madrugada, pero ahora hace movimientos rígidos, cayendo incluso por las escaleras al no poder subirlas bien (pues tiene que justificar lo muerto que está). Sin embargo, en un primer momento no parece ser peligroso como Zowie, (o más de lo que era en vida) 


Al día siguiente Jeff, tras ver que Gus efectivamente ha regresado de entre los muertos incluso mejorado, pues es amable con Drew, comienza a preguntarse si todos los seres humanos enterrados allí volverían a la “vida” (pues aún no se lo ha creído del todo con Zowie y las historias narradas previamente de los Creed) por lo que comienza a considerar la opción de enterrar en el viejo cementerio indio a su madre, Renee

Esa misma mañana, Chase tiene un mensaje del encargado del laboratorio al que había enviado la muestra de sangre de Zowie donde le ruega que lo llame en cuanto pueda. Cuando Chase le devuelve la llamada, le pregunta si la muestra era una broma, pues la sangre corresponde a la de un animal muerto. En ese mismo momento entra una familia a la clínica atraídos por un cartel colgado en la puerta de la clínica donde se especifica que hay gatitos en adopción, las crías del gato que en un principio asustó a Jeff. Chase invita a la familia a pasar y elegir al gato que prefieran, pero cuál es su sorpresa cuando, ante los gritos histéricos de la familia adoptiva, descubre que Zowie ha escapado y ha acabado con la vida de todos los gatos que estaban en adopción. 

Esa misma mañana Chase se dirige a la escuela para informar a Jeff y Drew que Zowie se ha escapado, cosa que ya saben, pues había matado al sheriff, y que si lo ven deben avisarlo inmediatamente, tras esto, Jeff le pide permiso para dormir en casa de Drew

Ya con la familia de Drew, vemos cómo Gus empieza a mostrar un comportamiento errático y cruel, pues está partiendo el cuello y desollando a todos los conejos que tenía para su venta ante la mirada de ambos niños. Tras una fatídica y absurda cena en casa del sheriff


Chase recibe la visita de Zowie que lo ataca mientras duerme, consiguiendo librarse de él pero dejándolo con heridas en el brazo. Al día siguiente, Jeff tiene otro encontronazo con Clyde, que lo persigue con una moto mientras Jeff va en bicicleta arrojándolo fuera del camino y cayendo por un terraplén. Entonces Clyde amenaza con destrozar la cara de Jeff con el giro de la rueda, pero de repente y ante la pérdida inminente e irremediable de la nariz de Jeff, aparece Gus que salva al joven (seguimos sin saber por qué lo ayuda) y, sin venir a cuento, mata a Clyde poniendo su cara bajo la rueda de la moto del chico, destrozándosela por completo… 


Mientras Drew es testigo de todo en la distancia. Gus se percata del testigo y lo persigue para acabar con él, y… aquí amigos, voy a dejar el comentario. Como siempre, prefiero dejaros el escrito en “lo mejor” para, si no habéis visto la cinta, os pique la curiosidad (o no) por terminarla vosotros mismos. 

Con un presupuesto de ocho millones de dólares, (menor que la original de once millones y medio de dólares) no funcionó en taquilla, ganando unos diecisiete millones. Recordemos que la original recaudó unos más que respetables sesenta millones de dólares.

Mary Lambert volvió a ponerse a los mandos de dirección, pero Stephen King se desvinculó por completo de esta cinta (de hecho, no existe el libro secuela de la original) 


El guion fue escrito por Richard Outen (“Lionheart”, “Viaje al Centro de la Tierra 2”…) que, a pesar de mis críticas, creo que no hizo un mal trabajo del todo, teniendo en cuenta que rivalizaba con la escritura de King, y supieron darle un toque más gore que no le sienta del todo mal a la cinta. 


Vuelvo a inquirir que, pese al reparto conocido, pues recordemos que Furlong venía directamente de luchar contra los Terminators, Anthony Edwards de "Top Gun", Clancy Brown fue Kurgan y años más tarde, dejaría en silla de ruedas al líder de “las hermanas” en esa maravillosa película también basada en una novela de Stephen King llamada “Cadena Perpetua”, incluso el pequeño Russell Thompson, vecino de los Szalinski, hace de matón en esta cinta, pero algo falla… Con toda esta capacidad actoral, la cinta y personajes llegan a ser tediosos y tópicos (algunos ridículos, sobretodo en sus muertes) deseando en muchos momentos que todo pase rápido a la siguiente escena y nos hace creer que estamos ante un capítulo poco inspirado de la serie “Pesadillas” (sin menospreciarla) que en una cinta secuela de terror estrenada en los cines. 

Aún así, no puedo negar que tiene alguna buena escenas, aunque muchas relacionadas con, a quien considero, la mejor interpretación de toda la cinta, Zowie.


Con respecto a su BSO volvemos a tener a los Ramones y su canción “Poison Heart”, aunque esta vez, no se compuso nada para la cinta.


Como curiosidad, os dejo un montaje (en latino) de todas las muertes acaecidas en la cinta donde podemos ver nuevamente la tomadura de pelo que son las muertes de la cinta...


Amigos, antes de irme quiero insistir y dejar claro que ésta es sólo mi opinión; quizá puse el listón muy alto tras la película original, pero siendo sinceros, aquí no me dejo nada para el recuerdo más allá de la comicidad que me inspiran algunas escenas que no pretendían ser graciosas. 

Lo que sí atesoraré en mí es la desazón que me hizo sentir la muerte del pequeño Gage, el terror que me producía mirar a la mortecina y espeluznante hermana de Raquel o los ojos sin vida del gato Church.

Sin más que añadir, me despido de vosotros hasta el próximo escrito y, deseando sinceramente que hayáis disfrutado (aunque sea un poco) de las letras de éste que os escribe.

Hasta el próximo artículo queridos Ochenters.

Homenaje a Ennio Morricone (Roma, 10 de noviembre de 1928 - 6 de julio de 2020), el genio heterodoxo que nos cautivó con sus bandas sonoras


Ochenters, acabamos de enterarnos del fallecimiento del genial compositor de bandas sonoras Ennio Morricone a los 91 años, tras ingresar en un hospital romano debido a una caída. Por ello, y casi a vuela pluma, vamos a hacer una breve semblanza de su vida y obra, que es la del propio cine.

MORRICONE, LEONE Y EASTWOOD
         Hay una anécdota muy curiosa sobre Leone y él: Ya se conocían desde antes de que le llamara en 1963 (cuando tan solo había compuesto música para el film El Federal), pero ninguno de los dos lo recordaba. Resulta que habían ido juntos al colegio de niños, en el barrio del Trastevere. Treinta años después, los dos se reencontraron y el director le invitó al cine a ver Yojimbo, de Kurosawa. A Leone le encantó, y a Morricone salió horrorizado. Pero de ahí salieron las ideas para La muerte tenía un precio, Por un puñado de dólares, y El bueno, el feo y el malo, las películas rodadas en Almería, y protagonizadas por Clint Eastwood, que lanzaron a la fama a los tres, y que renovaban por completo el western clásico (de hecho crearon un género nuevo, el spaguetti western), y en las que la partitura fue tan o más influente que los propios fotogramas.
       
LA MÚSICA DE MORRICONE
         Si Williams es un compositor clásico sinfónico, Zimmer o Jarre son más instrumentales, y así podríamos seguir, ninguno es tan heterodoxo y atípico como Morricone. Para él, la reverberación, el eco, un silbido, una flauta de pan, una guitarra eléctrica, una campana, todos los instrumentos le valían, y tenía un tacto especial para reconocer algo tan delicado y único, a la vez que universal, como la simple emoción. En este sentido, baste el ejemplo, no solo del tema principal de El bueno, el feo y el malo (1966), sino también e incluso más, el del climax final de la película, “El éxtasis del oro”, para muchos su composición más lograda.

SUS BANDAS SONORAS DE LOS 80
         Compositor de más de 500, bandas sonoras, Morricone ha trabajado con directores de la talla de Pier Paolo Pasolini, Lina Wertmuller, Roman Polanski, Bernardo Bertoluci, Oliver Stone o los españoles Luis Buñuel en Leonor (1975) o Pedro Almodóvar en Átame (1990). Entre sus composiciones más renombradas de nuestra querída década están La misión (1986), Los intocables de Elliot Ness (1987), o Cinema Paradiso (1988). Todas diferentes, todas distintas, todas con su toque maestro, porque, según sus propias palabras, Morricone se adaptada con su música a cada película.

CONCLUSIÓN
         Resulta chocante que con tantas y tan superlativas bandas sonoras en su haber, Morricone tan solo hubiera recibido el Óscar honorífico a toda una carrera en 2006, y solo en 2015 la estatuilla por un film de Tarantino, Los odiosos ocho. Sin embargo, los fans siempre recordaremos la flauta del pan de La Misión, el piano forte de Los intocables de Elliot Ness, la melodía de Cinema Paradiso, o la guitarra, el silbidos y los coros de voz de La trilogía del dólar. Siempre con nosotros el gran Ennio Morricone.


Por Víctor Sánchez Escritor @VíctorSescritor

Dark Angel (1990/ Craig R.Baxley) Ángel de la muerte

Vengo en son de paz. Cinco palabras que dieron categoría de culto a un personaje e hicieron de la película de la que vamos a hablar hoy, una joya de videoclub, una joya Sci-fy protagonizada por uno de los action-man de los años 80 y 90: Dolph Lundgren.
SINOPSIS:
Un policía debe unir sus fuerzas con un agente del FBI, con el fin de hacer caer un poderoso cártel de la droga...o eso es lo que ambos pensaban...



CD-ROM:
Si por algo es conocida esta película es por dos cosas: presentarnos un narcotraficante de otra galaxia y por el arma que usa para acabar con sus oponentes...un CD imantado y altamente afilado y mortal.
La originalidad del tema del CD, radica en que allá por el año 1989, año del rodaje de la película, era la época en la que empezábamos a ver los inicios de la era del susodicho objeto, el cuál con el paso del tiempo iba a substituir a nuestro añorado cassette. De hecho el principio de la película ya nos presenta el CD como algo novedoso y nos da una pista de lo que vamos a encontrarnos en los apenas noventa minutos de metraje de una película, que se pasa volando, nunca mejor dicho.
La escena que se nos presenta, es la de un anónimo conductor, probando su flamante coche y su novedoso sistema de CD incorporado, cuando de repente, el aparato empieza a sonar revolucionado y escupe el disco a toda velocidad. Al intentar volver a ponerlo, pierde el control del auto, yendo a parar a un descampado, donde, una vez fuera del coche, contempla como éste explota ante la colisión de un objeto flameante caído del cielo y del que surge el villano de nuestra historia...el gran Mathias Hues


MATHIAS HUES:
Primero centrémonos en quién es Mathias, antes de analizar su paso por la película. Mathias, germano para más señas, era todo un personaje. Había sido miembro del equipo campeón de Alemania de Penthatlon y había estudiado administración y finanzas para así poder dirigir uno o varios hoteles. 
Pero hete aquí que fascinado por el deporte ,vio la oportunidad en hacerse cargo de un par de gimnasios , consiguiendo las licencias de las clases de Jane Fonda, que en aquella época se hizo muy famosa no por sus dotes actorales, si no por sus clases de aeróbic. Mathias, que olía un buen negocio a millas, se enamoró del estilo de vida americano y se obsesionó con llegar a triunfar en suelo americano, de ahí que gracias a sus gimnasios, pudo contactar con cierto agente que había perdido a Van Damme y le contrató para la secuela de Retroceder nunca, rendirse jamás y viendo su porte, el avispado Joel Silver le contrató para que fuese el oponente de Dolph Lundgren en esta película , dicho lo cual, a día de hoy éste ha sido su papel más recordado.

EL DIRECTOR:

Craig R.Baxley, es un reputado coordinador de especialistas y director de segunda unidad, cuyos trabajos fueron muy notables en películas como Depredador /1987, Rojos /1981 o los Amos de la Noche/1979. Estos trabajos le valieron para que hiciese su debut tras las cámaras, en algunos episodios de la serie The A-Team /1983. Su trabajo llamó la atención del famoso productor Joel Silver, quien le propuso su primer trabajo para la gran pantalla Action Jackson/1988 con Carl Weathers como protagonista.
Silver quedó encantado con su buen hacer y le propuso como director de esta película , donde vemos como a este hombre le gusta arrasar con todo al más puro estilo Silver o Michael Bay .
Lo que sí le ha caracterizado siempre , dicho por quienes le conocen, es por ser muy leal a sus amigos, amigos como Al Leong, que ya había aparecido en Acción Jackson y a quien solía recurrir siempre que podía por considerarle casi como un hermano.
Como dato curioso, Craig fue presidente de la asociación de especialistas y su hijo es especialista también

LA PELÍCULA

Bueno pues vamos al lío, la película, la joyita.
Pura diversión, pura serie B, acción sin freno y también sin sentido a veces, pero un divertimento de principio a fin.
El prólogo que he comentado al principio , nos sirve de carta de presentación del alien intrepretado por Mathias Hues. Tras presentarnos nos vamos a una comisaría donde se infiltran unos narcotraficantes con el fin de plantar una bomba y así limpiar las pruebas que puedan haber contra su jefe. La explosión es brutalísima, del estilo al que nos tiene acostumbrados cualquier producción ochentera del señor Silver. 
Tras la potente deflagración, la acción nos lleva a Dolph Lundgren quien aquí encarna a un policía que está en medio de una operación contra el tráfico de drogas y tiene a uno de sus compañeros infiltrado en un trato de compra de heroína, pero...


Todo se tuerce  cuando tiene que intervenir en el atraco a una tienda y no puede evitar que su compañero infiltrado sea asesinado por el cártel de la droga y tampoco puede evitar que la droga desaparezca, porque cuando llega , lo que contempla es una masacre.
Dicha masacre ha sido provocada por Mathias Hues quien primero se presenta con Vengo en son de paz , I come in peace,  original (y que de hecho es el título de la película y no el Dark Angel por el que la conocemos) y luego ataca con el CD .
Dicho ataque presenta al CD volando de cabeza a cabeza como si de un boomerang se tratase y en cierto modo, esos planos recuerdan a la mitiquísima bola asesina de la saga Phantasma.

Tras esta parte , lo que se nos presenta es al típica secuencia, en la que Lundgren es abroncado por su capitán y como los federales meten sus narices en la investigación del caso, no por la droga, si no porque saben la verdad sobre quién ha realizado la matanza. 
Obligados por ellos Lundgren /Frank se ve obligado a trabajar con un agente federal llamado Smith e interpretado por Brian Benben y a quien muchos recordamos por su rol en la serie Sigue soñando. 
Si bien aquí se le quiere presentar como el graciosete, en realidad lo convierten en un patoso y seguidor del manual federal, que a fin de cuentas, acabará por convertirse en el mejor complemento del duro policía .

De aquí en adelante , la acción se va a dividir en dos partes: una centrada en la investigación por parte de Frank y Smith y otra en la que vemos los asesinatos cometidos por el alien intrepretado por Hues.
Asesinatos que no acabamos de comprender y que tienen el mismo modus operandi: lo primero es dejar el pecho de su víctima al descubierto, después clavarle un aguijón verde a través del cual le inyecta una sustancia ( más adelante sabremos que es la heroína que ha robado en el principio de la película) y luego hace una punción en la frente de donde extrae un líquido transparente que mantiene refrigerado...
Pronto descubriremos que no ha venido sólo, si no que tras él ha llegado un policía interestelar que quiere capturarlo, policía a quien Frank conocerá en un intercambio de material con Al Leong, cuya actuación queda reducida a un simple cameo, en el que lógicamente muere y en donde Frank es lanzado por los aires por Mathias en su primer cara a cara y es salvado de morir por el susodicho policía interestelar y donde vemos la potencia demoledora de las armas desintegradoras que ambos alien portan.

Y de aquí nos podemos ir de frente a lo mejor de la película, que aparte de los asesinatos del delincuente espacial, son los últimos treinta minutos donde el director pone la carne en el asador y da rienda suelta a su estilo más dinámico y explosivo.
Todo comienza con un asesinato fallido de Mathias gracias a la intervención de su oponente planetario y donde lucen brillantamente tanto el CD letal de Mathias, como el arma desintegradora del poli espacial.
Pero éste es herido gravemente y sólo puede acudir a Frank para que haga la labor que por desgracia él no va a poder acabar. Cuenta que Mathias es un traficante espacial y que lo que busca son las endorfinas que provoca el subidón de la droga, endorfinas escasas en su lugar de origen y que en el caso de que las llevase a su planeta natal, más como él vendrían a nuestro planeta, ocasionando una catástrofe de mayor volumen que la que él está ocasionando.
La muerte del policía a través de un estallido de luz, es similar a la que vemos en Golpe en la Pequeña China, cuando Lo-Peng implosiona.

Antes de morir les da la ubicación del escondrijo de Mathias y aquí no sólo le consiguen quitar las endorfinas sino que gracias a que Smith a conseguido recuperar el arma del policía, lo que vemos es un duelo a ver quien destroza más , entre ambos bandos, dejando un reguero de fuego y destrucción que inunda la pantalla y que deriva en una trepidante persecución en coche con un espectacular tiroteo por en medio en el que Mathias trata de recuperar las endorfinas a toda costa  y que nos conduce al clímax final, en una fábrica en medio de la ciudad.
Un clímax final donde nos centraremos en el duelo entre Mathias y Frank. Aquí el actor sueco da rienda suelta a sus dotes marciales (recordemos que es cinturón negro de Tae-Kwondo), pero dichas dotes no son capaces de mover un cm al fornido actor germano, quien por cierto, no usó dobles para sus escenas debido a que no había doble que supliese el enorme armario empotrado que encarnaba Mathias. El caso es que Mathías lanza su aguijón verde contra Dolph y éste como si fuese una serpiente que intenta morder a su presa, intenta por todos los medios evitar su picotazo, mientras Mathias pone cara de mala baba y gruñir haciendo que se está dándolo todo para drogar a Frank ...sin éxito ya que Frank logra que Mathías se pinche con su propio aguijón y aprovechando su debilidad le lance una patada lateral que le empale contra una tubería.

CURIOSIDADES:

  • En 1995 se llegó a planear una secuela, pero sin los caracteres de la primera película. Silver no lo vio nada claro y nunca más se supo de una posible secuela, aunque tanto como Lundgren como Hues, siempre han tenido la esperanza de retomar sus papeles.
  • Lundgren le partió la cara a uno de los especialistas en una de las escenas rodadas en las oficinas de los narcotraficantes debido a que éste había perdido su marca.
  • El rol del alien iba a ser para...Arnold Schwarzenegger, pero su éxito en Predator, hizo que su sueldo se elevase tanto que decidieron fichar a Hues para ese rol
  • El guión hubo de ser reescrito a causa de quitar a Arnold de la ecuación y el encargado de esa reescritura fue el afamado David Koepp
  • Si bien su presupuesto fue de sólo 7 millones de dólares, su recaudación en cines apenas si alcanzó los 5 millones, pero la incursión en el mercado de alquiler hizo que esa recaudación se duplicase.
NOTA FINAL 7/10 
Es una joya de finales de los ochenta, acción sin freno, guión simple y directo, sin complicaciones. Totalmente recomendada para pasar un muy buen rato