Presentación

Amantes de mundos fantásticos, bisoños aventureros en busca de tesoros, criaturas de la noche, princesas estudiantiles y fanáticos de cachas de postín, ¡sed bienvenidos!. Invitados quedáis a rebuscar en nuestra colección de VHS, acomodar vuestras posaderas en una mullida butaca, darle al play, y disfrutar de lo bueno, lo malo y lo peor que dieron estas décadas.

ADVERTENCIA: Aquí no se escribe crítica cinematográfica (ni se pretende). Las reseñas son altamente subjetivas y el único objetivo es aprender y disfrutar del cine y, por supuesto, de vosotros.

Vampiros: Los viajeros de la noche (1987, Kathryn Bigelow) Near Dark


Después de dirigir la interesante The Loveless (1981) junto con Monty Mongomery, Kathryn Bigelow acometió su siguiente proyecto en solitario.

Bigelow tenía en mente un western, pero tras serias dificultades para obtener financiación decidió mezclar la temática del western con la de los vampiros y así logró el visto bueno de una historia que escribió junto con Eric Red (Carretera al infierno, Acero azul). 

James Cameron - su futuro marido - le recomendó a parte del elenco actoral de Aliens (1986 , James Cameron) y así es como el difunto Bill Paxton, Lance Henriksen y Jenette Goldstein participan en la película. El reparto se completa con  Adrian Pasdar como Caleb Colton, Jenny Wright como Mae y Joshua John Miller en el papel de Homer.


No me voy a repetir sobre el cambio de paradigma que sufrió el cine de los vampiros en los 80, pero si leéis esta entrada o los comentarios a Noche de Miedo y Jóvenes Ocultos que escribí hace tiempo para el blog podréis conocer mi opinión al respecto.

Los viajeros de la noche forma junto con Noche de Miedo, Jóvenes Ocultos y El Ansia, el cuarteto de cine vampírico de los ochenta: son las mejores y más originales, pese a que haya otras interesantes.

Pero dentro del cambio radical que sufrió el cine de vampiros de los ochenta respecto a sus anteriores referencias, Near Dark se aleja del público juvenil (en esto coincide con El Ansia) y nos adentra en una pesadilla con forma de western sobrenatural al más puro estilo Peckimpah y tintes de road movie en la que un grupo de vampiros psicópatas dan rienda suelta a su violencia inmanente.



En una premonitoria escena, Caleb (Adrian Pasdar), nuestro protagonista, sufre una picadura de mosquito durante una bucólica puesta de sol acompañada por la BSO de Tangerine Dream. Caleb conoce a una preciosa Mae (Jenny Wrigth) que lo convierte y lo introduce en su "familia".

Como si se tratara de un Grupo salvaje (1969, Sam Peckinpah), la pandilla de vampiros utiliza la superioridad que les otorga su condición para cometer todo tipo de tropelías en una actitud nihilista total. Lejos de ocultar su identidad o permanecer en el anonimato siembran el caos por donde pasan disfrutando con cada nueva aberración cometida. 




La oscuridad, la suciedad, la crudeza de algunas de sus escenas conforman una película muy atmosférica acentuada por la mentada banda sonora de Tangerine Dream. Pero Los viajeros de la noche también es una historia de amor entre Caleb y Mae - los únicos de la banda que muestran reparos en matar - , una historia de da lugar a bellas secuencias que contrastan con el espíritu cafre de la película en general.

A destacar la mítica escena del bar en la que cortan el cuello a una chica para llenar una jarra con su sangre y luego asesinar a todos los presentes entre regocijo y carcajadas. 

También resulta muy curioso el proceso de "desvampirización" al que someten a Caleb y a Mae por medio de una transfusión de sangre, dando a entender que la maldición es una especie de virus sanguíneo y por tanto ofreciendo una explicación "científica" al mito vampírico (una desmitificación que ya nos adelanta el hecho de que no tengan colmillos).

En definitiva una película de obligada visión que reinterpreta el vampirismo de una forma muy original.

GERMÁN FERNÁNDEZ JAMBRINA


DEP BILL PAXTON

Death Race 2000 ( 1975/Paul Bartel) La Carrera de la muerte del año 2000

 

Joya de la factoría Corman, con un plantel de lujo para los ochenters. Una película de apenas una hora y cuarto de duración, que se disfruta sin pretensiones, como era el cine de Corman y que tras casi cuarenta años de su estreno, sigue siendo una película a revisionar de vez en cuando y recordar viejos tiempos. 
Metamos sexta , pulsemos el turbo, preparemos nuestros gadgets, porque hoy corremos la : Death Race 2000

¿DE QUÉ VA?
En un imaginario año 2000,  cinco zumbaos que con sus coches tope tuneados, se marcan la llamada Transcontinental. Una carrera en la que el objetivo es cepillarse transeúntes, hasta llegar a 700 puntos, donde el vencedor será coronado por el presidente tirano de los USA.


FACTORÍA CORMAN:

Pues sí queridos/as ochenters, la película es una producción de la factoría Corman, lo que viene a ser una Cannon de los ochenta. Poco presupuesto, mucha imaginación, destape y casquería en las dosis correctas.
El director Paul Bartel provenía del mundo de la animación en sus inicios y luego nos dejó la divertida Cannonball (1984) o Escenas de la lucha de Sexos en Beverly Hills (1989).
Lo de la animación tiene su aquel, porque si nos observamos con detenimiento, hay algo que nos suena familiar.
Una evocación a nuestros tiempos infantiles y específicamente a una serie de dibujos animados ( se dice dibujos animados, no animación, seamos ochenters) creada por Hanna-Barbera y cuya temática, quitando la violencia , era muy similar a la película de la que hablamos. 
Sí, es la que pensáis: Los Autos Locos. ¿O acaso no véis las similitudes del coche de Frankenstein, con el de Pierre nodoyuna, el súper Perrari? , ¿no veis una Penélope en la copiloto de Frankie, si no vez su casco ? ¿No es el coche nazi, una versión sutil del Stuka Rakuda? y el Súper Chatarra especial , con el cañón, la ametralladora, bien podría ser el coche de Johnny Metralleta, interpretado por Stallone.
Dicha serie de dibujos, estaba basada en la película la Carrera del Siglo de 1965 y fue emitida a lo largo de 17 episodios de 1968 a 1970 .
La idea de Death Race era quitarle el cariz cómico de aquella , respetando la temática de las carreras y pasarlo por el filtro de la factoría Corman ( sangre, senos y sarcasmo)

Pero había que buscar quien diese el pego en cada personaje y Corman tenía claro que Peter Fonda debía ser su Frankestein, el campeón de la carrera, pero Fonda rehusó la oferta al considerar que la película era una gilipollez sin sentido. Con lo que aquí es donde entra el pequeño saltamontes, David Carradine, que ansiaba un papel en el cine tras haber salido de la serie Kung-Fu hacía apenas un par de semanas antes del inicio del rodaje y veía el personaje de Frankie, para quien hizo casi todos los diálogos y diseñó el traje como la perfecta vía de escape.
Aunque lo parezca, el traje que usa no es cuero, debido a problemas cutáneos del propio Carradine, pero, OJO SPOILERS ( la idea de una máscara que imitase un rostro desfigurado fue suya , ocultando su cara sin ningún rasguño).
A Frankestein lo presentan como un héroe de la nación, alguien que ha sufrido numerosos accidentes, entrenado por el gobierno como arma propagandística y cuyas lesiones han sido curadas por médicos americanos como bien recalca en determinado momento.
Aquí vemos que no se comieron la mollera con el tema de las cicatrices, puesto que no se ve ni rastro de alguna, como si no hubiese pasado nada.
Pronto veremos que el héroe tiene principios, en la escena en la que un grupo de abuelos de un geriátrico son puestos para que él los atropelle, decide virar y llevarse por delante a las enfermeras que los atienden.
No sólo eso, si no sabremos que a pesar de saber que su copiloto pertenece a la Resistencia y  que pretende derrocar al presidente de los USA , él tiene otro plan mejor, como es ganar , para así estrecharle la mano, su mano ortopédica en la que tiene pegada una granada, con la que acabar consigo mismo y el Presidente...el final será un giro inesperado.

Pero al héroe hay que ponerle un villano enfrente, un rival de enjudia. Aquí es donde aparece un Stallone, reclutado tras los Halcones de la noche. Un Sly pre mazas, cuyos diálogos fueron redactados por él y que se dedica a atropellar sin freno a todo el que se ponga por delante ( su primer atropello, es delirante, ensartando a un pobre obrero por las partes bajas) y buscando ser el ídolo de masas que es Frankestein. Hay que decir que en los tiempos que corremos, de lo políticamente correcto, el trato vejatorio hacia su copiloto (llega incluso a pegarla) sería susceptible de denuncia, viendo como está el panorama. 
Para el recuerdo nos queda su enfrentamiento a puñetazo limpio con David Carradine, quedándole la cara como un mapa (lleno de ketchup, claro está, porque canta la sangre).
Por cierto que ambos, a parte de hacer buenas migas en el rodaje, hicieron ellos mismos las escenas de conducción, si bien hay truco.
Ninguno de los coches podía moverse, debido al atrezzo de cartón que llevaban y es por eso que la mayor parte de las veces, debían rodarse las escenas cuesta abajo y si no con maquetas como Excalextric ( hay un par de escenas que se nota que son juguetes).
Como añadido al dúo protagonista hay que sumarle a un jovencísimo Martin Kove , sí el sensei de Cobra Kai , que aquí hace un papel casi de cameo, puesto que la espicha al poco de empezar la película ( a ver, dura 76 minutos, así que había que cepillarse al personal por la vía rápida) y a la belleza Mary Woronov (Warlock, Hart y Hart) asidua de la factoría Corman y a quien hubo de substituir en las escenas de conducción puesto que no sabía conducir.


NUDITY Y CRÍTICA :

La película , muestra la retransmisión de la carrera, por unos presentadores vendidos al régimen dictatorial del presidente de los USA, Unos presentadores que se limitan a poner su sonrisa Profident, leer las notas que les pasan, enmascarar los asesinatos de los participantes y buscar mantener a la audiencia pegada al televisor. 
Cómo veis la desinformación no es algo actual, ya hace años que se daba, sobre todo en unos USA con Vietnam de fondo 
Esa crítica a la administración USA , se refleja en la Resistencia, que busca reinstaurar los viejos valores americanos ( volver a la época dorada de los años 50/60 americanos vamos)
A parte de la crítica política, la película muestra senos sin reparo ( las escenas entre Carradine y su copiloto) o las escenas del masaje grupal, en una época en la que la industria del cine XXX estaba floreciendo , aquí Corman , mostraba sus credenciales y si no lo hacía abiertamente, lo hacía jugando con los escotes abiertos o el lenguaje provocador.
Es decir lo que mostraba Corman, no era otra cosa que la realidad de una sociedad que cambiaba a pasos acelerados en aquellos tiempos y que reflejaba el descontento social reinante y que se estaba librando de las ataduras de una censura que había perdido terreno.
Fuera del transfondo social , la película transmite una oda al cine más artesano . Ojo al túnel de cartón en uno de los accidentes...el túnel se nos muestra como un decorado de cartón , en plan Coyote vs Correcaminos. 
Las explosiones son sin FX, son explosiones de verdad, los coches están montados con atrezzo de cartón que ni siquiera se molesta en disimular. Hay decorados como la casa de verano del presidente, el circuito del principio , donde sólo vemos cartón pintado. La sangre es ketchup mal tirado y los moratones son betún lanzado a la cara de los actores y actrices.
Es un cine artesanal, hecho sin pretensiones, sin casi prepuesto, del que ya no se hace y del que habría que rescatar más joyas como la presente.

¿PORQUÉ HAY QUE VERLA?
Por que es cine artesano del que ya no hay y porque ver a Carradine y Sly compartiendo pantalla, tienen su aquel y por que son sólo 76 minutos que se te pasan volando

¿PORQUÉ NO HAY QUE VERLA?
Por que si eres un ofendidito/a fijo que la vas a despreciar 


Por cierto la tenéis disponible en Amazon Prime por si queréis pegarle un repaso