Presentación

Amantes de mundos fantásticos, bisoños aventureros en busca de tesoros, criaturas de la noche, princesas estudiantiles y fanáticos de cachas de postín, ¡sed bienvenidos!. Invitados quedáis a rebuscar en nuestra colección de VHS, acomodar vuestras posaderas en una mullida butaca, darle al play, y disfrutar de lo bueno, lo malo y lo peor que dieron estas décadas.

ADVERTENCIA: Aquí no se escribe crítica cinematográfica (ni se pretende). Las reseñas son altamente subjetivas y el único objetivo es aprender y disfrutar del cine y, por supuesto, de vosotros.

Joyas del videoclub : Sin piedad (1995/Zale Dalen) Expect no mercy


Cogemos el Delorean y nos vamos a 1995. En esa época Las estanterías del videoclub se llenaban de películas  de acción, con argumentos imposibles, portadas que lo molaban todo y sobre todo, actores y actrices que buscaban ser los nuevos Van Damme, Seagal, Norris o Rothrock del cine màs marcial.
Ahí surgían nombres como Jerry Trumble, Marc Dacascos, Don Wilson, Mathias Hues y dos que aparecen hoy en el blog, como son Billy Blanks y Jalal Merhi.
Junto a ellos encontramos a una jovencísima Laurie Holden , a Anthony De Longhis y al Tarzàn televisivo Wolf Larsson.
Sin màs dilación nos metemos en el Mundo virtual de Expect no mercy, o como se conoció aquí: Sin piedad.


El argumento habla de como un agente federal (Blanks) se infiltra en una organización regida por  Wolf Larsson , que bajo la tapadera de una academia de artes marciales virtuales (sic) opera una red ilegal de asesinos a quienes Blanks y Merhi (otro  agente infiltrado)  deben destruir.

 

Aprovechando la llegada de la realidad virtual a nuestras vidas, se  coge esa nueva tecnología, se pasa por el filtro de los videojuegos (Mortal Kombat como claro exponente) y Zale Dalen nos trae una película de ostias de las que molan, de ostias como panes, de coreografías marciales muy, muy buenas coreografiadas por Merhi y donde tanto Blanks como Jalal tienen cuota compartida de reparto de ostias a cada cual màs conseguida.
Destacan sobremanera la que tiene Blanks contra cinco esbirros de Larsson, haciendo un despliegue de patadas helicóptero made in Van Damme, de patadas imposibles y uppercuts brutales que te dejan sin aliento.
Y como no, el final contra un sobreactuado Wolf Larsson, que demuestra sus nulas capacidades marciales y aún así da el pego como villano de la trama, mostrando ese físico de Tarzàn que cautivaba en los noventa en oposición a la mole que es Billy Blanks, la #RosaNegra , el Van Damme de color, que estaba en plena forma y que su sola presencia intimidaba y acojonaba por partes iguales y que las ostias que le da a Wolff, traspasan la pantalla porque te duelen de lo impactantes que son.
Pero no puedo olvidarme de un secundario de lujo, el Blade de Masters del Universo, Anthony De Longhis que aquí hace de lugarteniente de Larsson y que demuestra que el uso del làtigo y de las tonfas son cosa suya y es de agradecer que Merhi le permita lucirse, sobre todo en la escena en la que se enfrentan mientras intenta rescatar a Laurie y donde De Longhis se marca una retahíla  de acrobacias con el làtigo cojonudísima.


CURIOSIDADES:
  • Olivier Gruner iba a ser el protagonista en lugar de Blanks
  • El villano iba a ser Gary Daniels en vez de Larsson (hubiese subido el nivel seguro)
  • Las escenas en Las que se meten en la VR se basan en Mortal Kombat pero sin fatalities

Nota Ochenter=7/10 Pechos Palomo y ostias. Te pillas una pizza y unas birras y a gozarlo