Presentación

Amantes de mundos fantásticos, bisoños aventureros en busca de tesoros, criaturas de la noche, princesas estudiantiles y fanáticos de cachas de postín, ¡sed bienvenidos!. Invitados quedáis a rebuscar en nuestra colección de VHS, acomodar vuestras posaderas en una mullida butaca, darle al play, y disfrutar de lo bueno, lo malo y lo peor que dieron estas décadas.

ADVERTENCIA: Aquí no se escribe crítica cinematográfica (ni se pretende). Las reseñas son altamente subjetivas y el único objetivo es aprender y disfrutar del cine y, por supuesto, de vosotros.

De vuestros niños de cincuenta años: Homenaje a “Los payasos de la tele”



Ochenters, suerte tuvimos de vivir aquellos años y aquella tele, con Los payasos, Félix Rodríguez de la Fuente, Gloria Fuertes… Ellos nos hicieron como somos, junto a nuestros padres claro, y les debemos, como a ellos, lo que somos. Por eso vamos a dedicar unas emotivas y cariñosas líneas a aquellos locos vestidos de rojo, que tanto nos hicieron reír, en aquellos años en blanco y negro, a los que empezaba a llegar el color. Ay, aquellos sábados por la mañana con Gaby, Fofó, Miliki, y los demás… ¿Cómo están Ustedes?... ¡Bien!

EL ORÍGEN DE LA LEYENDA
Nuestros héroes vienen de una familia de payasos circenses que se remonta al siglo XIX, y comenzaron en la profesión en los felices años treinta de nuestro siglo, nada menos que en el mítico Circo Price, pero, después de la guerra, fueron de los tantos que emigraron a Hispanoamérica en busca de una vida mejor.
 
Su primer destino fue la soleada y caribeña Cuba, donde los tres hermanos Aragón, Gabriel (Gaby), Alfonso (Fofó) y Emilio (Emilín en un principio, aunque pronto se lo cambiaría por Miliki), comenzaron a hacer sus pinitos en televisión, lo que les hizo conocidos también en México (donde se iniciaron en el cine), Venezuela e incluso Estados Unidos. Su siguiente destino sería Puerto Rico, donde estarían desde 1965 hasta 1971, con el programa El Show de las 5, uno de los más vistos y recordados en la historia de la televisión en aquel país. Luego recalaron en Argentina, donde, ya con la incorporación de Fofito, hijo de Fofó, tienen también su propio Show televisivo y ruedan más películas.
Su éxito en Hispanoamérica hace que una TVE con aires de renovación se fije en ellos, y en 1972 les contrate para el programa El gran circo de TVE, que pasaría a sustituir a Los Chipitirifláuticos.
Su carisma, su talento, y esa conexión mágica que, como Félix o Gloria Fuertes,  tenían con el  público infantil, hizo que alcanzaran un éxito arrollador, y, ya conocidos como Los payasos de la tele, se convirtieran en todo un fenómeno televisivo y social en la España de los setenta y primeros ochenta.

LOS PAYASOS UNO A UNO
         GABY: Su papel era del serio del grupo, el que, supuestamente ponía orden en el caos de los demás. No vestía de payaso, como los otros, sino de frac, y siempre iba un poco al margen de ellos. Tocaba el saxofón.
         FOFÓ: Pese a no ser el mayor, era el que hacía las veces de jefe, el que mandaba (por lo menos entre los de la nariz de payaso), el que quedaba siempre por encima en las situaciones cómicas, y el que llevaba la voz cantante, también en las canciones. Su instrumento era la trompeta. Pese a ser a veces brusco y mandón, era el personaje más querido, hasta el punto de que su fallecimiento inesperado en 1976, fue una tragedia para los niños de entonces, y de un impacto social a nivel nacional, similar al que tendría cuatro años más tarde la trágica muerte en accidente de avioneta del gran Félix Rodríguez de la Fuente, en 1980, de la que también nos enteramos un sábado por la mañana. Siempre nos emocionamos al recordar estos momentos, como al ver la estatua dedicada al Fofo en la entrada al Parque de Atracciones de Madrid.
         MILIKI: Su personaje era quizás el de mayor poso interpretativo, y el que más calaba en la chavalería. Era el más noble, el más soñador, siempre risueño, y también atolondrado. Su instrumento era el acordeón. Al fallecer su hermano Fofó, fue el que, digamos, tomo la jefatura del grupo, aunque siempre con un aire mucho más benévolo y tolerante, también el liderazgo en las canciones, dándoles un toque más entrañable, y también pasó a ocupar el primer lugar en el corazón de los niños.
         FOFITO: Al ser el más joven, era también el más alocado, el más procaz y el que decía siempre la mayor tontería. Tocaba la guitarra, y hoy es el único del cuarteto original que todavía vive, aunque el resto estén siempre en nuestros corazones.
         MILIKITO: Hijo de Miliki, se incorporó al grupo tras el fallecimiento de Fofó. Con una sólida formación musical (es pianista), y un talento natural como mimo, tenía escasa experiencia ante las cámaras, y por ello inicialmente se decidió que fuera mudo (al estilo de Harpo Marx), y se comunicara agitando un cencerro en vez de una bocina como aquel. Sin embargo, más adelante, “recuperó milagrosamente la voz”, revelándose como un excelente payaso. Quizás por ello, dejó el circo en 1981 para emprender carrera en solitario, inicialmente como humorista y cantante (recordemos su mítico programa de gags al estilo Paul Hogan, Benny Hill o Saturday Night Live, Ni en vivo ni en directo), para luego convertirse en presentador y productor con la llegada de las televisiones privadas.
         RODY: Hijo pequeño de Fofó, fue el último en incorporarse a la troupe, entre 1982 y 83, cuando Milikito dejó el show, y éste paso a llamarse, en su última etapa, El loco mundo de los payasos. Rody se pintaba la cara de negro y se caracterizaba de afrocubano. En las últimas décadas, ha sido también el que ha seguido un poco el legado circense de la familia con giras por España, algunas junto a su hermano Fofito.
 
         A estos componentes también habría que añadir a Rita Irasema, hija de Miliki, que, junto a su padre, presentó una variante del programa entre 1993 y 95.

EL CIRCO Y SUS CUATRO PARTES
         El programa se grababa inicialmente en una carpa de circo, en Madrid, con un enloquecido público infantil llenando la grada, normalmente colegios enteros llevados allí en autobús. Comenzaba con la famosa canción que todos recordamos y sabemos tararear: Había una vez… Un circo que alegraba siempre el corazón…
Luego se dividía en cuatro partes:
LA PRESENTACIÓN: Los payasos salían de uno en uno preguntando a los niños del público ¿Cómo están ustedes?... ¡Bien! Cuando los cuatro estaban en pista, hacían un breve entremés cómico al estilo de los payasos del circo clásico.

LA ACTUACIÓN: Era un número de circo, alternando malabaristas, equilibristas, domadores, trapecistas, etc.
LA AVENTURA: Era el momento preferido de los seguidores del programa. Se trataba de una escena de unos 10 minutos de duración, ambientada a modo de telecomedia, en la que los payasos vivían una peripecia cada vez en un lugar distinto, y en la que participaban también otros actores. Entre ellos el personaje recurrente del Señor Chinarro, muy querido también por la audiencia infantil, interpretado magistralmente por el actor Fernando Chinarro, que hacía de un tipo normal, que se veía envuelto en las locuras de los payasos, y se desesperaba con sus tonterías. Hay que decir también que las aventuras muchas veces tenían moraleja, y también las utilizaban para hacer pedagogía (aprender las tablas numéricas, por ejemplo).



LA CANCIÓN: Para terminar el espectáculo, los payasos cantaban una de sus populares canciones, siempre con la participación de los niños del público, y con la ayuda de sus instrumentos musicales. 


AQUELLAS INOLVIDABLES CANCIONES
          Vamos a reseñar tan solo algunas de ellas, las que nuestra generación más recuerda, y también comentaremos su intencionalidad, siempre didáctica o festiva, y, por supuesto, contextualizada a la época:
         HOLA DON PEPITO, HOLA DON JOSÉ: Es quizás la canción más popular junto con la que comentaremos después, La gallina turuleca. Habla de dos señores que se encuentran por la calle y se saludan. Ensalza el valor de la amistad y las buenas costumbres. Como en casito todas, contaba con la participación del público infantil haciendo de coro, y respondiendo al Hola Don Pepito… con un Hola Don José… ¿Pasó usted por mi casa?... Por su casa yo pasé…
         LA GALLINA TURULECA: Como ya hemos comentado, otra de las más recordadas. Tiene una intención didáctica, para ayudar a los más pequeños a aprender los números, porque cuenta la historia de una gallina que ha puesto un huevo, ha puesto dos y ha puesto tres…
         EL AUTO NUEVO: Es la canción por la que más se recuerda a Fofó, también la más divertida, y en la que los niños nos lo pasábamos en grande, porque aparte de cantar, había que hacer movimientos con las manos y el cuerpo (llevar el volante, el tunel, los baches, las curvas…). Su intencionalidad era sobre todo lúdica, aunque, como era constante en ellos, los payasos siempre ensalzaban los valores familiares, y también en este caso la prudencia en la conducción. El viajar es un placer, que nos suele suceder. En el auto de papá, nos iremos a pasear… Vamos de paseo, ¡pí, pí, pí!  Vamos con el semáforo… Rojo, amarillo y... ¡Verde!
                                             El auto de Papá con Fofó
         MI BARBA TIENE TRES PELOS: Es otra de las más divertidas porque es un juego en el que, a medida que avanzan las estrofas, hay que sustituir las palabras, barba y pelos, por gestos. Mi barba tiene tres pelos… Tres pelos tienen mi barba…
         COMO ME PICA LA NARIZ: Otro de los clásicos de su repertorio, en el que los niños tenían que estornudar. Cómo me pica la nariz… Ya no lo puedo resistir…
     DALE RAMÓN: La canción del niño futbolista. Dale Ramón, Dale Ramón… Chuta más fuerte para ver si metes gol…
         ASÍ PLANCHABA: Es una canción deliciosa, y también muy recordada, pero también es quizás por la que más ha pasado el tiempo, ya que reproduce los estereotipos asociados a las niñas, y al género femenino en general, en aquellos tiempos(lavar, planchar, cocinar, rezar… Así planchaba así así…), mientras, como hemos visto en la anterior, al niño se le ponía a correr, saltar y jugar al futbol. Era algo consustancial a los tiempos, espontáneo y nada intencionado por parte de nuestros queridos payasos, que nos querían igual a niños y niñas, y tienen muchas canciones dedicadas a ellas, como la siguiente.
         SUSANITA TIENE UN RATÓN: Es otra de las más recordadas, y también la favorita de Miliki. Susanita tiene un ratón… Un ratón chiquitín…  Aunque asociamos las canciones al conjunto de los payasos, es justo también decir que letra y música son casi siempre de Emilio Aragón padre, Miliki.
         SI TOCO LA TROMPETA: Si toco la trompeta, tara, tara tareta… Con esta canción, los payasos buscaban que los más pequeños conocieran los instrumentos musicales de forma divertida. A este respecto, siempre recordaremos a nuestro Miliki tocando una canción con niños puestos en fila a modo de teclado y con una campana cada uno. Él les tocaba el hombros y así iban nota a nota. ¡Qué momentos!
         FELIZ EN TU DÍA: Es otra de las más famosas, y que aún hoy cantamos a nuestros hijos junto al Cumpleaños feliz, en sus onomásticas. Feliz, feliz en tu día… Amiguito que Dios te bendiga… Que reine la paz en tu vida… Y que cumplas muchos más… Nuestros payasos eran entrañables, les adorábamos, y les adoramos, pero también reconocíamos y reconocemos, que eran bastante tradicionales y beatones. Era la España de entonces.

VALORACIÓN Y LEGADO
         Para un niño de entonces, que además tuvo la ocasión de ir de pequeño con el colegio a ver el rodaje de uno de los programas, os podréis imaginar la emoción que supone hacer este artículo homenaje. Fue una fría mañana de invierno de aquella España aún en blanco y negro. Nunca habíamos estado en un rodaje televisivo. Nos sorprendía todo, desde las cámaras grúa hasta las largas esperas, y las repeticiones. Los payasos tardaron una eternidad en salir, y luego hicieron la presentación por lo menos seis veces (debía ser para ver cuál quedaba mejor), hubo varias actuaciones circenses, un bocadillo más pan que chorizo con una Mirinda, y, para nuestra decepción, nada de Aventura. Y ese sábado por la mañana plantados delante del televisor para vernos, y no salimos, y troceados, hasta meses después. Otra decepción.
         Más adelante, allá por 2001 tuve la ocasión de conocer a mi ídolo de los payasos, el gran Miliki, en una rueda de prensa en la presentaba un libro. Llego tarde también, como todos los artistas, y diciendo ¿Cómo están ustedes? En mi turno, antes de la pregunta, le di las gracias “por la infancia que nos habían dado” a nuestra generación, a lo que él respondió emocionado, hasta tal punto que su gesto salió reflejado en los periódicos del día siguiente. Para él, ya anciano, éramos “sus niños de treinta años” a los que dedicó un CD de canciones.
         Años después, también tuve ocasión de dar las gracias a Rody, que vino con su circo a nuestro barrio. Se llenó de madres y padres cuarentones con hijos pequeños. En las canciones, pidió “un padre” y allí estaba yo para cantar Mi barba tiene tres pelos, junto a mi hijo, que se pegó al micrófono. Y Rody, sinceramente emocionado también, manifestó su sorpresa porque él también se la supiera.
         Como toda historia de payasos, esta también tiene que tener un punto triste, y es que el legado de estos iconos del circo y la televisión, no es un legado de unidad, sino de disgregación, porque los herederos han tomado caminos diferentes. Como ya hemos dicho, Emilio Aragón hijo es un reputado productor de televisión, compositor y director de orquesta, y encarna el legado de Miliki. Por otro lado están Los gabitos, que son hijos de Gaby, que también han sacado sus discos y han montado espectáculos. Y por otro lado, como ya también hemos reseñado, Rody, hijo de Fofó, y que encarna su legado.
         Pero nos quedamos con la magia de entonces, con aquellos recuerdos, con aquel se me luenga la traba, feliz año huevo, y… ¿Cómo están ustedes?... ¡Bien!
        
         Por Víctor Sánchez González @VictorSescritor













The Punisher (1989/ Mark Goldblatt) Vengador

Demos la bienvenida como se merece, al verdadero Castigador del cine de los 80. Hoy hablamos de una joya de culto, una película que mereció mejor suerte y que con el paso de los años mantiene el poso de cine de acción artesanal, sin CGI, acción y ostias de toda la vida. Hoy hablamos de : The Punisher .

SINOPSIS:
Frank Castle presencia la muerte de toda su familia a manos de la mafia italiana y durante cinco años se dedica a cumplir su venganza sin freno hasta que la Yakuza se mete en medio y debe tomar una decisión.

UN POCO DE HISTORIA
Frank Castle surgió de la mano del escritor Gerry Conway y el dibujante Ross Andru , en la colección The Amazing Spiderman ,en colaboración con el director artístico de Marvel , John Romita sr, a quien debemos el diseño de la enorme calavera característica del personaje .
En los cómics, Frank es un ex-marine que lleva una vida normal y que en un paseo por Central Park, tanto él como su familia presencian un golpe de la familia, hecho por el cuál son ejecutados, siendo él el único superviviente, buscando una venganza, que no concluye con haber matado a los asesinos de su familia, si no que continúa motivado por acabar con aquellos que quebrantan la ley con extrema violencia, que muchas veces en los cómics, le ha convertido en oponente de Spider-Man o Daredevil entre otros.

DIRECTOR:
Mark Goldblatt es un reputado editor de títulos tan variados como Terminator 2, Starship Troopers o Bad Boys 2 entre otras, pero también hizo sus pinitos como director, siendo esta película su segundo trabajo tras las cámaras, tras previamente haber debutado con Estamos muertos ¿o qué?, una buddy movie ,comedia con tintes Scify, protagonizada por Treat Williams.
En el caso que nos ocupa, tuvo que recurrir al guionista y a veces también director Boaz Yakin para que le acompañase en esta aventura, en la que primero iban a rodar en Nueva York, pero dado que los derechos de las producciones de Marvel, estaban en manos de la productora australiana New World Pictures, el rodaje hubo de llevarse a Sidney.
REPARTO PRINCIPAL:
  • Dolph Lundgren: El forzudo sueco, venía de otro personaje de cómic como era He-Man y para hacer el papel de Castigador se preparó a conciencia, retomando sus entrenos de cuando competía en artes marciales (cinturón negro de karate Kyokushin y de taekwondo) de modo que toas las escenas de acción fueron realizadas por él sin ayudas de dobles. Así mismo se leyó todos los cómics del personaje e interiorizaba los monólogos de de su personaje en el guión para meterse en el papel. Así mismo se cuenta que apenas dormía, con el fin de aparecer con esa cara tan demacrada que muestra en la película, amén del lustroso tinte de pelo.
  • Louis Gossett Jr: El primer actor afroamericano en hacerse con el Óscar al mejor actor secundario por Oficial y Caballero/1982 y recordado por su papel de Chappy en la trilogía de Águila de Acero , fue el elegido para encarnar al compañero de Frank, que siempre ha creído que él era al que llamaban el Vengador
  • Jeroen Krabbé: Actor holándés, al que reconoceremos por ser el general Koskov de 007: Alta tensión o de ser el oponente de Jason Statham en Transporter 3 , hace aquí un papel que le viene como anillo al dedo, el del jefe mafioso Franco, a quien Frank deberá ayudar para recuperar a su hijo.
  • Kim Miyori: La actriz californiana, cuyo recorrido ha sido eminentemente televisivo, salvo apariciones puntuales como en Babylon 5 o el Grito 2, tuvo aquí su momento de gloria en la gran pantalla, haciendo un papel a veces exagerado al límite, como en el final cuando nos aparece vestida de gheisa y que según se cuenta, estaba obsesionada por los músculos de Dolph, de modo que en cierta escena en la que va a torturarle con el torso al descubierto, no pudo reprimir el pasarle el dedo con el dedal afilado de una manera tan sensual, que el director no tuvo más remedio que dejar esta escena improvisada en el montaje final
LA PELÍCULA A TRAVÉS DE LA ACCIÓN :

Sin llegar a la hora y media de duración, la película va directa al grano desde el principio, si bien es verdad que se permite ciertas licencias respecto a los cómics. Lo primero es que el asesinato de la familia de Frank, no es en un paseo por Central Park, sino que es una bomba en el coche de estos quien los mata.
Así mismo en la película no veremos la emblemática camiseta del Castigador, a pesar de que Stan Lee actuaba como productor ejecutivo y que Marvel había cedido los derechos de sus obras a New World Pictures. 
Aunque si nos fijamos la calavera si aparece en las dagas con las que Frank acaba con sus oponentes y en su barba de tres días, más su cara demacrada, que hace que él mismo sea una calavera viviente.
Como decía al principio, la película toma la directa y empieza a enlazar fatalities a diestro y siniestro. En el asesinato de Moretti, cada fatality de cada uno de sus esbirros, es aún más cruento que el otro, desde una puñalada en el cuello, pasando por un ahorcamiento o el tirar por el hueco de una escalera, dejando de postre la voladura de la mansión de Moretti mientras él sale con una daga clavada en su espalda, mientras en la penumbra vemos la imagen por primera vez del Vengador ( vamos a llamarle así , como en el doblaje al castellano y que recibió ese nombre, porque en aquella época en España, el personaje no era muy conocido).


Tras esta escena nos vamos al puerto, donde por primera vez aparece la Yakuza. Artes ninja de saldo, con movimientos ralentizados de cámara para que veamos con detenimiento las armas usadas por la Yakuza versus la acción demoledora de un Frank Castle armado hasta los dientes con munición infinita (ojo a esa escopeta recortada con la misma capacidad que una ametralladora ) y ojo, aquí ya empezamos a ver los primeros destellos de karate Kyokushin , que será el arte marcial oficial de la película y para el que los actores se prepararon tan minuciosamente que no hubo que hacer uso de dobles para estas lides.
Y de aquí nos vamos a la que para mí es una de las mejores escenas. La destrucción del casino ilegal de la Yakuza, donde sacando a relucir todo un arsenal y en un arrebato de moralina ( el móvil de destruir el casino, es el rapto de los hijos de la mafia italiana, algo que choca con el modo de ver las cosas de Frank) Frank suelta "por cada día sin liberar a los chicos, tu jefa va a perder dinero" y a bien que lo pierde puesto que se carga la ruleta, las tragaperras, la culturista casi sale volando y los/as bailarines/as quedaron a cuadros. 
La siguiente escena tiene su miga. Ubicada en un abandonado parque de atracciones, donde se supone que están los niños confinados, Castle se ve envuelto en una emboscada urdida por la Yakuza, con el fin de capturarlo. Aquí vemos algo muy típico de los cómics y es el hecho de que Punisher nunca usa una misma arma dos veces y que sabe defenderse contundentemente en el cuerpo a cuerpo, mención especial para la coreografía que tiene lugar en esa plataforma giratoria .
Pasemos al momento autobusero de Lundgren, rescatando a los hijos de los mafiosos y llevándolos al dique policial para que los custodien. Una persecución clásica, o más bien una evasión clásica, pero con el hándicap, de que aquí la maqueta canta y bastante, sobre todo en un par de escenas donde se nota demasiado que lo que vemos es un autobús de juguete y donde las explosiones se producen al toque y cuando digo al toque, es un toque y !PUM¡ .
Y claro con tanta leña y tras entregarse a la policía, llegamos al culmen de la película, donde tras haber sido liberado por Franco, él y Castle unen sus fuerzas para asaltar la fortaleza Yakuza , situada en el piso 42 de un rascacielos.
En una especie de Juego de la Muerte en la escena de la torre donde Bruce Lee va enfrentándose a diferentes villanos, aquí vamos pasando de estancia en estancia donde primero ambos acaban tiroteando a un grupo de bushidokas , después cruzan unas estancias típicas orientales con paneles de papel, de donde van surgiendo miembros de la Yakuza, los cuáles bien a tiros o bien a puñaladas van cayendo a plomo y aquí hago un paréntesis para centrarme en Castle vs Sato/Kenji Yamaki y Tomio/Hirofumi Kanayama. Estos dos son campeones de karate Kyokushin y fueron los propulsores de la idea de que no hubiese dobles en las escenas de acción ya que sería faltar al respeto a su filosofía y de hecho fueron los coreógrafos de las escenas de lucha. Ambos tuvieron el hándicap de que no sabían inglés en el momento de filmar la película, con lo que necesitaron de traductor en todo momento , Lundgren incluido, ya que es uno de los idiomas que el sueco domina. En esta escena en particular, Goldblatt, ralentizó en demasía los movimientos, restando dinamismo a la ejecución de las coreografías y por ende al resultado final, que visto lo visto quedó un poco pobre, a pesar de que el ensartamiento estilo pincho moruno quedase impactante de cara a la galería. Este ralentizamiento, es algo que podemos ver en ciertas escenas a lo largo de la película y mi modo de entender restan mucho dinamismo ( Contacto Sangriento y Kickboxer, por poner ejemplos cercanos de cine de artes marciales, son mucho más dinámicas en cuanto a las coreografías) .
Dicho defecto vuelve a surgir en el confrontamiento entre Castle y la hija de Miyori, donde se le da más relevancia a todos los útiles cortantes de la joven dominatrix, que a sus dotes marciales en sí, visto lo cuál la rotura de cuello es el mejor final que se les pudo ocurrir.
CURIOSIDADES:

  • Michael Paré y Christopher Lambert fueron los candidatos iniciales al papel de Frank Castle, siendo Lambert el que más cerca estuvo, al paso de que si no se hubiese lesionado en el tobillo él hubiese sido el protagonista.
  • En 1990 se publicó como segura una secuela, que no pudo ser rodada, puesto que New World pictures abandonaría las producciones cinematográficas.
  • El prólogo narrado por Frank Castle, pertenece al grupo Biohazard, jústamente a su canción Punishment : Come on God, answer me  For years I'm asking you why... why are the innocent dead and the guilty alive? Where is justice? Where is punishment? Or have you already answered. Have you already said to the world: Here is justice. Here is punishment. Here... in me...
  • 91 personas fueron abatidas a lo largo de la película 
  • Robert Mark Kamen, rehízo parte del guión y montó un prólogo que en el montaje final fue usado como flashbacks, en cierto modo, recreando el asesinato de la familia de Castle y cortando la relación previa entre el personaje de Lundgren y el de Gosset.
  • El único país donde no fue estrenada en cine en su estreno fue en Estados Unidos, debido a problemas con la distribuidora en USA que no le veía potencial
NOTA FINAL:
Joyita ochenter a mayor gloria de Dolph Lundgren y de obligada visión para recordar los inicios de Marvel en la gran pantalla. 7/10



Firefox, el arma definitiva (Firefox, Clint Eastwood, 1982)




“Piense en ruso”
        
Ochenters, para celebrar el noventa cumpleaños del icónico Clint Eastwood (San Francisco, 31 de mayo de 1930), vamos a comentar uno de sus títulos más ochenters, Firefox, el arma definitiva (1982). Un film atípico en su carrera como actor y director, un espectacular tecno-thriller de acción, espionaje y aeronaves, ambientado en las tensiones de la Guerra Fía, muy diferente de sus producciones habituales, y del que es protagonista absoluto.


UN FILM ATÍPICO EN CLINT


Por esta época, Eastwood ya produce y dirige sus películas. Por ello, su productora Malpaso recibe cantidad de guiones, que Eastwood estudia, rueda o desecha (el único requisito es que tengan como protagonista a un duro maduro con las hechuras y el porte del propio Clint). Normalmente son historias convencionales: policíacos o road movies, con coches, peleas y muchos tacos. Además, sus films son relativamente baratos, y siempre los termina de rodar antes de fecha y por debajo del presupuesto (algo poco habitual en aquel momento).
Sin embargo, Firefox va a ser una excepción. Para empezar no es un guión que le llegue por los cauces habituales, sino que Eastwood adquiere los derechos de la historia tras leer la novela del mismo título de Craig Thomas, y se embarca en la producción de la película, que tampoco es barata, sino que es la más cara haya producido nunca Malpaso, con un presupuesto de 21 millones de dólares, de los que 20 se destinaron exclusivamente a los efectos especiales.
Porque, sí, ochenters, Firefox es una película casi de ciencia ficción, y con unos efectos visuales y sonoros notables para la época, que se disfrutaban en pantalla grande.


EL ARGUMENTO Y EL PERSONAJE DE CLINT EASTWOOD

         Nuestro Clint Eastwood es el mayor Mitchell Grant, un curtido y experimentado piloto de la USAF, prematuramente retirado del servicio activo debido a un trastorno mental provocado por el stress de guerra. Grant vive totalmente aislado en una granja del medio oeste, y está haciendo footing por el campo  cuando un gigantesco helicóptero Super Stallion aterriza a su lado. El momento que tanto temía ha llegado. El Tío Sam le reclama de nuevo para el servicio activo. Su misión es de alto secreto: deberá infiltrarse en el corazón de la Unión Soviética para hacerse con el prototipo de su avión de combate más moderno, veloz y mortífero: el imbatible MiG 31 Firefox, capaz de alcanzar match 6.
         Naturalmente, Grant se muestra reticente. No se ve capaz, dado que su trastorno psíquico le produce bloqueos mentales inesperados aunque pasajeros. Sin embargo, él resulta el hombre adecuado para la misión, no solo por su experiencia como piloto, sino porque además habla ruso perfectamente, y tiene la misma altura y complexión que el piloto de pruebas soviético que maneja el MiG, el teniente coronel Voskov (alter ego de Clint Eastwood en la película, interpretado por el rubio Kai Wulff, un habitual en papeles de ruso). 


CONTEXTO HISTÓRICO: LA PROPAGANDA DE LA GUERRA FRÍA

La película llega en un momento de escalada de la Guerra Fría. Vayamos un poco hacia atrás para entenderlo: Con los acuerdos tácitos entre las dos superpotencias tras la llamada “Crisis de los misiles” de 1962, y sobre todo con la llegada al poder en la URSS de Leoniv Breznev, se inicia el periodo conocido como “distensión”, caracterizada por el modelo denominado “coexistencia pacífica”, en el que, pese a que EE. UU. se embarca en la Guerra de Vietnam o la URSS posteriormente a la de Afgganistán, un conflicto a gran escala entre rusos y norteamericanos se ve lejano e improbable, y de hecho Nixon y Breznev firman históricos acuerdos de desarme nuclear.
Sin embargo, en 1981, con la llegada a la Casa Blanca de Ronald Reagan con su retórica belicista y antisoviética, la situación se pone tensa, coincidiendo además con una etapa de incertidumbre en las altas esferas del Kremlin tras el fallecimiento de Breznev, y con dirigentes de la "gerontocracia" que duran poco tiempo. Tal es la tensión, que se acuña el término “Destrucción mutua asegurada” (MAD, loco, en inglés), porque una guerra nuclear global se ve más cerca que nunca.
Como parte de su estrategia, el presidente Reagan, que fue actor, quiere que Hollywood, al que considera "su mundo”, reme a su favor en esta estrategia de confrontación con la URSS. Y para ello va a valerse sobre todo de las películas de acción tan populares en los 80 (hasta entonces, sobre todo en los 70, el cine había reflejado el clima de distención, y a los rusos de forma conciliadora, un ejemplo de ello es la película “de catástrofes” Meteoro, en la que yanquis y soviéticos colaboran amigablemente y apuntan sus misiles contra un enemigo común, un asteroide).
Títulos como Rambo III, Rocky IV o Amanecer Rojo, destilan ese tufillo antisoviético, al que Clint Eastwood, un republicano convencido, se suma sin problema alguno (incluso entonces, la película recibió muchas críticas por dar una visión tan maniquea del momento histórico, y este detalle es quizás lo único que se puede poner en el debe de un film soberbio en todo lo demás).
Así, la trama reúne todo el catálogo de tópicos  y estereotipos sobre el tema: 
Uno de ellos es el mito de la superioridad tecnológico-armamentística de los soviéticos, que se da por hecho en el film, y que no era por entonces sino un eficaz método de propaganda patriótica para justificar ante la sociedad estadounidense el enorme gasto militar de su administración. Los rusos nunca tuvieron tal superioridad, ni siquiera en los años del MiG 15 y el MiG 21 (es más, “seguir el ritmo” de la OTAN les costaría en una década el hundimiento de su sistema).
Otro de los falsos mitos es el de la supuesta infiltración de la CIA en la Unión Soviética, que sostiene gran parte de la trama de la película. El hermetismo era total y la CIA sabía muy poco, y menos de sus últimos avances aeronáuticos (de hecho, se enteraron de la existencia del novedoso y veloz MiG 25, que inspira en parte al prototipo de la película, cuando uno de ellos se escapó sin dificultad de dos Phantom israelíes en territorio sirio a principios de los 70). En cambio, sí ocurrió al revés, los rusos sí tuvieron durante largo tiempo una red de espionaje en Occidente, algo que sí reflejan por ejemplo, las pelis de James Bond, que siempre han dado una visión mucho más fiel de la relación Este-Oeste en el ámbito del espionaje (recordemos la icónica La espía que me amó).
Otro estereotipo recurrente es el de retratar a los rusos como “malos absolutos”, seres sin alma, que matan a sangre fría, demonios rojos a los que hay que combatir y destruir (en contraposición, claro, con los “buenos siempre” norteamericanos), algo que también era habitual en las cintas de acción de entonces con los asiáticos (chinos, vietnamitas, etc.). Es muy curioso como en el casting de la película, para los militares rusos, se eligen actores asociados a papeles de nazis como Kenneth Coley (que también era oficial del Imperio en Star Wars), Ronald Lacey (el nazi de las SS que persigue a Indiana Jones), o Wolf Kalher, quizás el más encasillado de todos, y que también salía en En busca del arca perdida.
Sin embargo, la película acierta en algunos aspectos, aunque los exagere en exceso. Tal y como cuenta la cinta, sí ocurrió en la URSS que científicos de gran valía, fueran “forzados” a trabajar en proyectos pioneros, es el caso del personaje de Nigel Hawthorne, el Dr. Pyotr Baranovich, cuya esposa, por cierto, es la única mujer que aparece en la película. Un ejemplo en la realidad es el curioso caso de Leon Theremin (inventor del famoso instrumento musical que lleva su nombre), que fue destinado a un laboratorio secreto en el que diseñó un micrófono indetectable con el que los rusos espiaron la embajada americana en Moscú durante años.


EL IMPRESIONANTE MiG 31 FIREFOX

         Si por algo destaca la película es por la espectacularidad de las escenas de combate aéreo con el imponente prototipo denominado MiG 31. El avión se concibió específicamente para la película, aunque está inspirado en modelos ya existentes, como el mencionado caza bimotor soviético MiG 25 de doble alerón trasero, y el veloz y futurista avión espía estadounidense RS-71, del que recoge su color negro, su envergadura alar y sus altas capacidades de aviónica.
         El MiG 31 de la película, aparte de su velocidad, alcance y armamento, cuenta con una innovación increíble aún hoy en día: su casco es capaz de unir piloto y avión mediante conexiones neuronales, de tal forma que el aparato obedezca sus órdenes de vuelo o disparo de manera inmediata, lo que le da una ventaja infalible en combate. Esta característica da origen a la frase más famosa de la película: “Debe pensar en ruso. Piense en ruso.”
         Esta cualidad tecnológica es un viejo sueño de los ingenieros y militares de todas las fuerzas aéreas, que solo se ha conseguido implementar parcialmente en modernos cazas como el Rafale o el Eurofighter, aunque de forma muy básica y con una conexión física o de movimientos, en ningún caso neuronal. Es así también en helicópteros de ataque de última generación como el Tiger, cuyo cañón se direcciona por los movimientos del casco del piloto (algo similar a lo que hacía otra aeronave icónica de los 80, el Trueno Azul).

EL RODAJE Y LOS EFECTOS VISUALES

         Gran parte de la película está ambientada en la Unión Soviética, y para recrear ese escenario, el rodaje se realizó en Austria. También en exteriores de Montana, para el principio de la película, además de California, Londres y la base aérea de Thule, en Groenlandia.
         Para las espectaculares escenas de vuelo, se recurrió al especialista de ILM John Dkystra, que utilizó su por entonces novedosa pantalla azul de fundidos (la misma de “El imperio contraataca”). Por cierto que la maqueta del avión que se utilizó para estas secuencias se expone en el Warner Bros. Museum de Los Ángeles.
         El modelo a escala real del avión evidentemente no podía volar, y se movía toscamente tanto por los hangares, como cuando aterriza en el hielo ártico junto al submarino para repostar, en otra escena espectacular.
         Aunque en el cine nos fascinó, y nos dejó boquiabiertos, hay que reconocer, aun siendo fans incondicionales de la película, que lo que entonces sorprendía, a día de hoy se ve como torpes fundidos en la mayoría de las escenas de vuelo. El paso de los años, y la avalancha del cine actual con exceso de CGI, hacen que “se noten” las carencias del cine clásico contemporáneo en esta y otras pelis. 


CONCLUSIÓN

         La película fue todo un éxito de público y taquilla. No tanto de crítica, por lo que hemos comentado antes, y porque algunos críticos la comparaban con el anterior film de Eastwood The Eiger sanction (traducida en España como Licencia para matar), o con las películas de James Bond. Incluso el New York Times dijo de ella que era “una de 007 sin chicas, y de Superman sin sentido del humor, con solo un poquito más de suspense de lo plausible”.
         En cualquier caso, para los que la vimos de chavales siempre la recordaremos con añoranza, y nos veremos pilotando ese veloz pájaro a velocidades supersónicas a ras de suelo, tumbando los árboles y levantando la nieve o el agua a nuestro paso. Y, por supuesto, pensando en ruso.

Por @VictorSescritor