Presentación

Amantes de mundos fantásticos, bisoños aventureros en busca de tesoros, criaturas de la noche, princesas estudiantiles y fanáticos de cachas de postín, ¡sed bienvenidos!. Invitados quedáis a rebuscar en nuestra colección de VHS, acomodar vuestras posaderas en una mullida butaca, darle al play, y disfrutar de lo bueno, lo malo y lo peor que dieron estas décadas.

ADVERTENCIA: Aquí no se escribe crítica cinematográfica (ni se pretende). Las reseñas son altamente subjetivas y el único objetivo es aprender y disfrutar del cine y, por supuesto, de vosotros.
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Efemérides - 22/07 - Tiburón 3D

 


El 22/07/1983 se estrena Tiburón 3D (Jaws 3D, Joe Alves)

Efemérides- 14/06- The Stuff (La sustancia maldita)

 El 14 de junio de 1985 se estrenó The Stuff (La sustancia maldita, Larry Cohen).


Ficha técnica y artística

TRAILER

Wolfen (1981, Michaell Wadleigh) Lobos Humanos


Cuando escribí el artículo de Un hombre lobo americano en Londres comenzaba diciendo esto:

Al igual que ocurrió con el subgénero vampírico, y tras la edad dorada de las producciones de la Universal, la Hammer y las protagonizadas por nuestro querido Paul Naschy, las películas de licántropos decayeron en una suerte de autoparodia involuntaria causada por una repetición sistemática de clichés que las condenaron a su estancamiento. Pero los años ochenta no sólo supusieron una eclosión de nuevas ideas, sino que se apostó por proyectos muy arriesgados que germinaron en un crisol de híbridos en cuanto al desdibujamiento de las fronteras de géneros. Si a esto le sumamos una mejora radical de los efectos especiales y visuales, nos encontramos frente a una década en la que se revitalizó el género de terror en general y el universo de los vampiros y los hombres lobo en particular.

Si en el mundo de los vampiros nos encontramos con la visión vanguardista de El ansia (1983, Tony Scott), la comedia-terror de Noche de miedo (1985, Tom Holland), los vampiros adolescentes de Jóvenes ocultos (1987, Joel Schumacher) o el western crepuscular de Los viajeros de la noche (1987, Kathryn Bigelow), en el caso de nuestros amigos los licántropos hay tres películas fundacionales que rompieron ese anquilosamiento propio de décadas anteriores, y todas ellas se estrenaron en 1981: Aullidos (Joe Dante), Lobos humanos (Michael Badleigh) y Un hombre lobo americano en Londres (John Landis) – En compañía de lobos (1984, Neil Jordan) es otro título muy reivindicable por su universo onírico y exploración de ese mal seminal escondido en los cuentos clásicos- . Aullidos, que ostenta el privilegio de ser la primera en estrenarse y por eso una de las más influyentes, rompe con la tradición del hombre lobo solitario y nos ofrece un espectáculo de terror con trasfondo psicoanalítico; Lobos humanos, tras su envoltorio de investigación policíaca y thriller, esconde una crítica social y ecológica solemne; Un hombre lobo americano en Londres reconstruye la clásica película El hombre lobo (1941, George Waggner) en una nueva versión contemporánea; la de John Landis.


Aclarado, pues, el contexto, vamos con la película que nos ocupa.

Aunque está basada en la novela de Withley Strieber no es de extrañar que tras Lobos humanos se esconda una  fábula ecológica con gran carga de crítica social siendo un trabajo de Michael Wadleigh. Y es que aparte de haber dirigido el documental Woodstock (1970) sobre el afamado y homónimo festival musical que supuso el culmen del movimiento hippie, Wadleigh, es en la actualidad - completamente apartado de la industria cinematográfica-  un destacado activista ecológico.

Con un inicio demoledor en el que que intercala planos de la visión subjetiva del atacante y de las inminentes víctimas, junto con esa música inquietante a manos del compositor James Horner (en uno de sus primeros trabajos) unida al sonido de los carrillones de viento, Wadleight da a entender que se ha dedicado a esto del terror toda su vida, cuando, en realidad, supone tanto su primera incursión en el género como su debut (y obra final) cinematográfico.



Wadleight juega con la ambigüedad mezclando personajes estrafalarios como el detective Dewey (Albert Finney), el forense (Gregory Hines) o el zoólogo (Tom Noonan) , ácidos diálogos ("-¿Por qué te hiciste policía? - Porque me gusta matar-") y una supuesta trama terrorista internacional con la especulación urbanística,  haciéndonos creer, además, que algunos de los nativos indios son verdaderos licántropos. 

Todo esto queda envuelto en una atmósfera de terror y misterio que nos ofrece grandiosos momentos como el mencionado inicio o un final tremebundo en el que destacan las escenas de los espejos y la decapitación.




Para cuando nos enteramos del origen de los wolfen (lobos humanos), Wadleight ya ha cumplido su misión: ofrecernos, tras un envoltorio de entretenimiento, un mensaje ecológico, político y social cargado de connotaciones religiosas (espirituales).

Aún así, no queda del todo claro la naturaleza de estas entidades. ¿Son una especie de lobo ancestral? ¿Son proyecciones animistas provocadas por los indios?

Quizás la versión original del director nos hubiera explicado mejor este punto, pero esta jamás vio la luz; uno de los motivos, sin duda, de que Wadleight abandonase la industria cinematográfica.

Una verdadera lástima.

Germán Fernández Jambrina




Videodrome (1983, David Cronenberg) Videodrome

 


Televisión Civic: la que te llevas contigo a la cama.

Max, es la hora de volver lenta y dolorosamente al mundo consciente.


El embrión de Videodrome surge de la mente de un pequeño David Cronenberg quien, tras sintonizar en mitad de la noche la señal de una emisora de Bufalo (Nueva York) en su televisión canadiense, comienza a fantasear con la posibilidad de que se emitieran ciertas imágenes que quizás no debiera ver.

Después de haber dirigido su aclamada Scanners, a Cronenberg se le presenta la oportunidad de dirigir El retorno del Jedi, pero este, empeñado en dirigir una película escrita por si mismo, presenta el guión de Scanners a Universal Pictures a pesar de su temor (lógico) de que fuera rechazado por lo extremo de su propuesta. Sorprendentemente Universal aceptó y le otorgó el mayor presupuesto del que había disfrutado hasta ese momento (5,9 millones de dólares); un presupuesto que resultó nada acorde con el batacazo comercial al recaudar menos de la mitad: 2,1 millones. Cosa lógica atendiendo lo arriesgado de su propuesta.

Rick Baker fue el encargado de los efectos especiales y su habitual Howard Shore de la música.


Videodrome cuenta la historia de Max Renn, el presidente de CIVIC-TV, una pequeña televisión de Toronto que emite un contenido sensacionalista basado en soft porn (porno suave) y violencia. Buscando nuevo material encuentra una señal pirata proveniente de Asia que muestra a dos hombres torturando a una mujer. Este programa se llama Videodrom. Max se obsesiona con esta señal y tratando de descubrir su origen se dará cuenta de que no es una señal de televisión normal.

En Videodrome, David Cronenberg da nacimiento a su concepto de La Nueva Carne de forma explícita (“Muerte a Videodrome, larga vida a La Nueva Carne"). Y digo de forma explícita porque de forma implícita ya encontramos la idea en varios de sus trabajos anteriores: Stereo, Rabia, Cromosoma 3, Scanners...

La Nueva Carne supone una transformación o metamorfosis del cuerpo humano producida por la fusión del organismo y algún producto fruto de la tecnología humana. Pensemos en la escena en la que Max introduce directamente la cinta de vídeo (Beta, ya que las VHS eran demasiado grandes para un estómago). Max desarrolla un órgano por el que consumir “desde las entrañas” la cintas; esto es un símil de que lo que vemos conforma nuestra realidad y nuestra percepción. Esta es la tesis de McLuhan (el personaje de Brian O´Blivion está basado en él): "No hay nada real fuera de nuestra percepción". "El medio es el mensaje". Otro ejemplo de esto es cuando la pantalla cobra vida (Rick Baker utilizó una lámina de preservativo para la pantalla elástica) o las alucinaciones de Max producidas por Videodrome.


Cronenberg ahondará en otras de las obsesiones que han caracterizado su cine como el poder de las corporaciones y la lucha del individuo contra ellas, el pensamiento y la técnica como entidades inseparables, la ambivalencia de las transformaciones que si bien por un lado potencian ciertas características del individuo por otro degradan otras.

Pero Videodrome también pone el punto de mira en los efectos que los medios audiovisuales (especialmente la televisión y las películas) tienen sobre nosotros.

Y es que los 80 de Reagan no sólo fueron excesivos en los ámbitos político, económico y social, sino que, evidentemente, el cine fue un campo que no se escapó de esto. En los ochenta se produjo un cambio del modelo cinematográfico que rompió con el cine más reivindicativo y contestatario de los 70 para ofrecer al espectador auténticos panfletos neoliberales a base de películas sin argumento que exponían a tíos hipermusculados que simplemente destrozaban todo lo que se les ponía por delante.  

Los estudios de Hollywood cayeron en manos de multinacionales y los magnates fueron sustituidos por jóvenes ejecutivos expertos en finanzas, pero sin idea de hacer películas: sólo se buscaba el éxito comercial y para ello no les temblaba el pulso en recurrir a interminables secuelas (algo muy característico de los 80): Rocky, Arma Letal, Indiana Jones, Rambo, Pesadilla en Elm Street, Viernes 13, Critters...

En cuanto al argumento, fueron los productores Don Simpson y Jerry Bruckheimer los que crearon lo que se llamó “high concept”: película de argumento casi inexistente basada en gran presupuesto, efectos especiales, música grandilocuente, estrellas protagonistas y mucho marketing. Esta fórmula resultaba ideal para un público cada vez más joven formado en el lenguaje del videoclip que impuso la MTV.

Cronenberg pone el punto de mira sobre esto de forma evidente en diversas ocasiones. De hecho, el propio Videodrome es un ejemplo perfecto de esto: dos hombres torturando a una mujer en una secuencia interminable que carece de argumento. ¿No os recuerda esto a películas de acción ochenteras en las que el héroe chachas simplemente va matando uno a uno a los cientos de sus enemigos?

Y luego está la insensibilización respecto a experiencias vitales provocada por la continua exposición a imágenes. Por ejemplo cuando Max y Nikki se disponen a mantener relaciones sexuales y la única manera de excitarse el uno con el otro es viendo una de las cintas de Videodrome y luego practicar el sadomasoquismo cuando este le atraviesa la oreja a ella con una aguja.


Videodrome también adelanta el mundo oscuro del Internet y el anonimato de los “niks”como cuando Oblivion (que por cierto, en español significa olvido) dice: “Por supuesto Oblivion no es mi nombre real. Es un nombre diseñado para la televisión. Pronto todos nosotros tendremos unos nombres especiales. Unos nombres diseñados.”

Al final Max es un arma , un arma que nace de la transmutación de su mano y que utilizará para tratar de destruir a Videodrome y para suicidarse al final culminando su transformación en Nueva Carne: “Para ser Nueva Carne hay que matar a la vieja”.

Este final fue propuesto por el propio James Woods, quien, por cierto, después de sufrir la experiencia de tener que pegarle prótesis para lograr el efecto de la ranura en su estómago rechazó participar en películas con efectos especiales de maquillaje.

En definitiva, Videodrome no es para todo el mundo. Quien se aventure debe ser consciente de su dificultad y de sus distintas lecturas.

Espero que este comentario ayude a aclarar un poco su significado.

GERMÁN FERNÁNDEZ JAMBRINA

ENTRADAS RELACIONADAS

Scanners

La Mosca







Trilogía subspecies: SUBESPECIES / Subspecies (Ted Nicolau) 1991- Rumanía / Estados Unidos

Estos son tres pequeños comentarios sobre la trilogía de Subspecies que escribí hace poco para el fanzine Vídeo Arqueología que editan los amigos de Exhumed movies. Mantengo el formato original con el que fueron publicadas las reseñas.


SUBESPECIES / Subspecies (Ted Nicolau) 1991- Rumanía / Estados Unidos

Intérpretes: Angus Scrimm, Anders Hove, Irina Movila.

Tres estudiantes norteamericanas viajan a Transilvania para completar sus estudios sobre las costumbres de la región, pero quedarán atrapadas en medio de una lucha fratricida entre dos hermanos vampiros.

Primera película coproducida por Estados Unidos en Rumanía después de la caída del comunismo en este país. Una obra curiosa al más puro estilo de la mítica productora Full Moon Studio de Charles Band que atesora todos sus recurrentes aciertos y fallos. Dio lugar a una saga compuesta por cuatro partes dirigidas por Ted Nicolau: Subspecies (1991), Bloodstone: Subspecies II (1993), Bloodlust: Subspecies III (1994) y Bloodstorm: Subspecies IV (1998). Actualmente está en desarrollo una quinta parte (también dirigida por Nicolau) que sería una precuela de esta.



BLOODSTONE: SUBSPECIES II / Bloodstone: Subspecies II (Ted Nicolau) 1993 – Estados Unidos.

Intérpretes: Anders Hove, Denice Duff, Kevin Spirtas.

Radu regresa y secuestra a Michelle. Becky, la hermana de esta, tratará de encontrarla y salvarla de las garras del temible vampiro.

Una secuela más dinámica, sangrienta, terrorífica y con mejores efectos especiales. Además da mayor protagonismo al personaje de Radu, lo cual es un acierto pleno. Destaca un inicio que no da tregua donde se nos muestra la resurrección de Radu y el asesinato de su hermano a manos de este. También me gusta la ambientación y la caracterización de los personajes. Una película superior en todos los aspectos a su predecesora.




BLOODLUST: SUBSPECIES III / Bloodlust: Subspecies III (Ted Nicolau) 1994 – Estados Unidos.

Radu descansa en la profundidad de su castillo junto a su amada Michelle. La hermana de esta, Becky, sigue intentando rescatarla...

Esta tercera parte baja un poco de nivel respecto a la segunda al no avanzar en la trama y repetir básicamente lo ofrecido. Cuenta, sin embargo, con aspectos interesantes como el hecho de profundizar en la psicología y motivaciones de un Radu que es mostrado aquí como una pobre alma en pena que nunca obtendrá su bien más preciado: el amor de Michelle. Así Bloodlust: Subspecies III deviene en una suerte de trágica y terrorífica historia de amor, una especie de La Bella y la Bestia oscura y tétrica y, por supuesto, sin final feliz.


Germán Fernández Jambrina


Vampiros: Los viajeros de la noche (1987, Kathryn Bigelow) Near Dark


Después de dirigir la interesante The Loveless (1981) junto con Monty Mongomery, Kathryn Bigelow acometió su siguiente proyecto en solitario.

Bigelow tenía en mente un western, pero tras serias dificultades para obtener financiación decidió mezclar la temática del western con la de los vampiros y así logró el visto bueno de una historia que escribió junto con Eric Red (Carretera al infierno, Acero azul). 

James Cameron - su futuro marido - le recomendó a parte del elenco actoral de Aliens (1986 , James Cameron) y así es como el difunto Bill Paxton, Lance Henriksen y Jenette Goldstein participan en la película. El reparto se completa con  Adrian Pasdar como Caleb Colton, Jenny Wright como Mae y Joshua John Miller en el papel de Homer.


No me voy a repetir sobre el cambio de paradigma que sufrió el cine de los vampiros en los 80, pero si leéis esta entrada o los comentarios a Noche de Miedo y Jóvenes Ocultos que escribí hace tiempo para el blog podréis conocer mi opinión al respecto.

Los viajeros de la noche forma junto con Noche de Miedo, Jóvenes Ocultos y El Ansia, el cuarteto de cine vampírico de los ochenta: son las mejores y más originales, pese a que haya otras interesantes.

Pero dentro del cambio radical que sufrió el cine de vampiros de los ochenta respecto a sus anteriores referencias, Near Dark se aleja del público juvenil (en esto coincide con El Ansia) y nos adentra en una pesadilla con forma de western sobrenatural al más puro estilo Peckimpah y tintes de road movie en la que un grupo de vampiros psicópatas dan rienda suelta a su violencia inmanente.



En una premonitoria escena, Caleb (Adrian Pasdar), nuestro protagonista, sufre una picadura de mosquito durante una bucólica puesta de sol acompañada por la BSO de Tangerine Dream. Caleb conoce a una preciosa Mae (Jenny Wrigth) que lo convierte y lo introduce en su "familia".

Como si se tratara de un Grupo salvaje (1969, Sam Peckinpah), la pandilla de vampiros utiliza la superioridad que les otorga su condición para cometer todo tipo de tropelías en una actitud nihilista total. Lejos de ocultar su identidad o permanecer en el anonimato siembran el caos por donde pasan disfrutando con cada nueva aberración cometida. 




La oscuridad, la suciedad, la crudeza de algunas de sus escenas conforman una película muy atmosférica acentuada por la mentada banda sonora de Tangerine Dream. Pero Los viajeros de la noche también es una historia de amor entre Caleb y Mae - los únicos de la banda que muestran reparos en matar - , una historia de da lugar a bellas secuencias que contrastan con el espíritu cafre de la película en general.

A destacar la mítica escena del bar en la que cortan el cuello a una chica para llenar una jarra con su sangre y luego asesinar a todos los presentes entre regocijo y carcajadas. 

También resulta muy curioso el proceso de "desvampirización" al que someten a Caleb y a Mae por medio de una transfusión de sangre, dando a entender que la maldición es una especie de virus sanguíneo y por tanto ofreciendo una explicación "científica" al mito vampírico (una desmitificación que ya nos adelanta el hecho de que no tengan colmillos).

En definitiva una película de obligada visión que reinterpreta el vampirismo de una forma muy original.

GERMÁN FERNÁNDEZ JAMBRINA


DEP BILL PAXTON

CINCO PELÍCULAS DIFERENTES PARA LA NOCHE DE HALLOWEEN (II)

Feliz  Noche de Halloween, otra vez ... :D. Guiños a El día de la marmota a parte (película que imperdonablemente aún no he comentado, como tantas otras que, por una razón o por otra, se van postergando...) os muestro una nueva lista de pelis de humor y terror tan apropiadas para estas fechas, o, como los anglosajones las llaman, de  "comedy horror", al más puro estilo de la primera lista que escribí y que podéis leer aquí.

Debajo de las fotografías tenéis los links de los artículos escritos ya hace más o menos tiempo. Espero que las disfrutéis tanto como yo.

UN HOMBRE LOBO AMERICANO EN LONDRES (1981, John Landis) AN AMERICAN WEREWOLF IN LONDON


https://cinedelos80.blogspot.com/2016/07/un-hombre-lobo-americano-en-londres.html


CRITTERS 2 (1988, Mick Garris)



https://cinedelos80.blogspot.com/2016/03/critters-2-1988-mick-harris-critters-2.html?m=0


JÓVENES OCULTOS (1987, Joel Schumacher) THE LOST BOYS



https://cinedelos80.blogspot.com/2015/08/jovenes-ocultos-1987-joel-schumacher.html?m=1


LA PUERTA (1987, Tibor Takács) THE GATE



https://cinedelos80.blogspot.com/2014/07/la-puerta-1987-tibor-takacs-gate.html


VIERNES 13, PARTE 6: JASON VIVE (1986, Tom McLoughlin) FRIDAY THE 13th, PART 6: JASON LIVES.



https://cinedelos80.blogspot.com/2015/08/viernes-13-6-parte-jason-vive-1986-tom.html


GERMÁN FERNÁNDEZ JAMBRINA

Cementerio Viviente (1989, Mary Lambert) Pet Sematary




Queridos amigos, estimados Ochenters, vuelvo a vosotros después de un tiempo ausente, y tengo que reconocer que os he echado mucho de menos. Y, tal y como empecé en mi primer escrito con el texto sobre un payaso que nos invitaba a flotar, vuelvo con otra adaptación al cine de otra novela del maestro del misterio y del terror, Stephen King y su novela “Cementerio de Animalestitulada en España para el cine como “Cementerio Viviente”.
Como podréis suponer, a partir de aquí hablaremos largo y tendido sobre la trama, por lo que si aún no la habéis visto, os aviso de spoilers y destripes de la cinta.


Dicho esto, sigamos.

Bien, la historia comienza con la familia formada por Louis, interpretado por Dale Midkiff (“Airbud”, “El Hada de los Dientes”…) y Raquel Creed a la que da vida Denise Crosby (“Deep Impact”, “48 Horas”…)



También conocemos a la hija mayor Ellie, de ocho años, e interpretada por las gemelas Blaze Berdahl y Beau Berdahl y el pequeño Gage de dos años, cuyo papel cayó en las manos del jovencísimo Miko Hughes.



Vemos como la familia al completo se muda a su nueva casa en Ludlow, Maine (Sí, volvemos a Maine). Junto a ellos viaja Churchill, el gato de la familia al que cariñosamente llaman “Church”.


El motivo de la mudanza no es otro que por trabajo, pues Louis ha sido destinado a Ludlow para ejercer como el nuevo médico de la escuela/universidad. Mientras la pareja se hace arrumacos junto a la casa, ilusionados por empezar una nueva vida, Ellie, decide ir a jugar con un antiguo columpio formado por una desgastada soga y un viejo neumático que cuelga sobre una rama. La pequeña Ellie advierte de un sendero, un misterioso camino delimitado por piedras junto a la casa e informa a los padres de ello con tan mala suerte que en ese mismo instante la soga se rompe y la pequeña cae al suelo entre lágrimas. 
Louis y Raquel corren en su ayuda, dejando al pequeño Gage sin vigilar (y todos los que somos padres nos encogemos de desesperanza en este momento) que, sin temor alguno, se dirige raudo hacia la carretera, la cual está transitada por un incesante tráfico de camiones que cruzan frente a la casa. Mientras consuelan a la pequeña y sus rodillas raspadas, Louis advierte que el pequeño está a punto de cruzar la carretera a la vez que se acerca una furgoneta de grandes dimensiones. Desesperados, los padres corren para evitar que Gage atraviese la carretera y sea atropellado y, justo cuando el niño pone un pie en ella, con el fatídico desenlace prácticamente inminente, es rescatado por Judson, interpretado por Fred Gwynne (Al que todos recordaréis por ser Herman Monster en “La Familia Monster”)


Jud es un entrañable anciano y ahora vecino de la familia, que vive en la casa anexa y con el que Louis hace migas inmediatamente.

Ya todos asentados en casa y con los niños dormidos, Louis decide dar un paseo nocturno por los alrededores de la casa y a pesar de estar entrada la noche, los camiones no cesan de atravesar la peligrosa carretera junto a la casa. Mientras tanto, Judson está tomando una cerveza en el porche de su casa e invita a Louis a acompañarlo mientras los camiones siguen circulando por la carretera, la cual según Jud, son los responsables de la muerte de la mayoría de mascotas del pueblo y que el pequeño sendero anexo a la casa, conduce al cementerio de animales, recomendándole castrar a Church, el gato, para evitar que salga de la casa y sea atropellado.

Al día siguiente y aún con la mudanza en ciernes, conocemos a Missy (interpretada por Susan Blommaert) un extraño personaje que sufre de problemas de estómago y continuos ataques derivados de sus problemas de salud, la cual se encarga de la casa.


Ese mismo día, Jud lleva a la familia de excursión atravesando el sendero, que se dirige al bosque y que lleva al cementerio de mascotas. Cuando llegan, un cartel indicativo mal escrito con la palabra “Pet Sematary" preside la entrada.


Cementerio donde los niños de la ciudad entierran a sus animales cuando mueren, en su mayoría perros y gatos que han sido atropellados por los camiones de la carretera.


Allí Judson explica a Ellie qué es un cementerio, cosa que Raquel no aprueba, pues considera que los niños no deberían saber qué es la muerte. Esa misma noche, la pequeña llora desconsolada, pues no quiere que Church termine allí.

Con la llegada del nuevo día, Louis decide llevar a castrar a Church para evitar que sea atropellado en sus salidas nocturnas. Ya en la escuela, Louis recibe a un estudiante, el cual ha sido atropellado por un camión y está malherido. Éste es Victor Pascow (interpretado por Brad Greenquist), el cual dirige sus últimas y amenazadoras palabras a Louis, a pesar de que nunca se han conocido, advirtiéndole que no debe cruzar el umbral más allá del cementerio de mascotas.


Esa misma noche, con la muerte del joven Victor reciente, el espíritu de éste visita a Louis en su habitación, invitándolo a que lo acompañe. Louis lo hace y Victor lo lleva al cementerio de animales, pues según sus propias palabras, quiere ayudarle ya que Louis trató de ayudarlo a él.


Tras cruzar el umbral del cementerio, Victor le advierte que no debe ir al lugar donde los muertos andan, más allá de un cerco de árboles. Tras la tenebrosa pesadilla, Louis despierta en su cama, creyendo que todo ha sido una pesadilla, pero cuando se da cuenta, tiene los pies llenos de hierba y barro.


Pasan los días, se acerca acción de gracias y la familia se despide de Louis, pues van a casa de los padres de Raquel, donde él no es bien recibido. Tras la marcha de la familia, Louis recibe la llamada de Judson, el cual le informa que tiene una mala noticia que darle, ya que hay un gato muerto en su jardín el cual cree que puede ser el cadáver de Church. Confirmada la muerte, Judson comenta que puede haber una opción más allá de enterrar el cuerpo.


Ambos se dirigen al cementerio y Judson comenta que no lo enterrarán en el mismo cementerio, si no más allá, en un claro, colina arriba. Tras un largo viaje, llegan a un antiguo cementerio, el cementerio de los indios Micmacs, (sí, nuevamente maldiciones de indios en una historia de Stephen King) una tribu nativa americana.


Extrañado, Louis pregunta que porqué ahí, sin más explicaciones y siguiendo las instrucciones de Jud, Louis cava en la tierra pedregosa y entierra el cadáver de Church. De vuelta a la casa, Judson le explica que no puede revelar nada de lo ocurrido, que debe ser el secreto de ambos y se despide.

Al día siguiente, mientras recoge la hojarasca del jardín, comprueba asombrado que la mascota de la familia ha vuelto a casa y mientras comprueba que está bien, que sólo desprende un olor muy desagradable, recibe un zarpazo en la cara y éste huye.


Louis decide ir a casa de Jud a comentarle lo ocurrido, el cual le cuenta que conocía la existencia del cementerio de los Micmacs a través de un vagabundo, ya que al igual que Ellie, él había perdido a su perro Spot siendo un niño, por una infección al quedar enganchado a un alambre de espino y que ese vagabundo fue el que le recomendó enterrar a su perro en aquel mismo cementerio indio. Al día siguiente, Spot volvió a casa, pero era un perro totalmente distinto, agresivo y aún con las marcas por el alambre de espino que le causó la muerte.


Ese mismo día tuvieron que sacrificar a Spot, y fue enterrado por fin en el cementerio de animales. Tras la historia del pobre perro, Jud comenta que consideró el cementerio de los Micmacs pues no creía que Ellie estuviera lista para que su mascota, Church, falleciera. Louis pregunta si alguna vez habían enterrado a algún humano allí, a lo que Jud, muy alterado, contesta que no.

Más tarde, con Louis ya en casa y mientras toma un baño, Church arroja una rata muerta a la bañera, tras el sobresalto y observando el extraño brillo de los ojos de Church, echa al gato del lugar.


Al día siguiente, Louis recibe a la familia en el aeropuerto que regresa de su viaje de casa de los padres de Raquel. Ellie se acerca corriendo a preguntar si Church está bien, ya que ha tenido un sueño muy extraño donde moría atropellado y él y Jud, lo enterraban en el cementerio de mascotas, Louis, intentando quitar hierro al asunto, responde que sólo fue una pesadilla y que Church está bien en casa.

De vuelta en casa, Ellie advierte del mal olor de Church, mientras tanto, vemos a Missy en su casa, la cual ya no soporta el dolor y, escribiendo una nota de suicidio, se despide sabiendo que tiene cáncer, tras esto baja al sótano y se ahorca con la nota adherida al pecho.


En el funeral, el sacerdote, (cameo de Stephen King) aparece oficiando la despedida a Missy.


Una vez finalizado el entierro, Jud pregunta a Louis por Raquel, ya que no ha asistido al entierro, el cual afirma que está enferma, a lo que Ellie interrumpe diciendo que estaba en cama vomitando desde que se enteró que Missy se había suicidado. La pequeña se marcha al coche y Jud pregunta a Louis por su gato, el cual responde que éste no es suyo sino de Ellie pero Jud lo corrige diciendo que no, que Church ahora es suyo, y tras esto se marcha.

Esa misma noche, Ellie pregunta a su padre por Missy, si cree que ésta irá al cielo mientras Raquel, desde la cocina, los está oyendo entre lágrimas, debido a que su hermana Zelda (interpretado por Andrew Hubatsek, sí, la espeluznate hermana de Raquel, que a todos nos causó pesadillas, era un actor maquillado) murió de meningitis.


Raquel narra su trauma a la muerte con la aterradora historia de su hermana Zelda; cuando ella tenía ocho años. Zelda estaba recluida en su dormitorio debido a su enfermedad, la cual era considerada un secreto vergonzoso para la familia debido a su monstruosa apariencia, producto de la meningitis.


Todos deseaban que muriese pero no para que Zelda no sufriese, si no para no hacer sufrir a la familia. Una noche, estando Raquel a cargo de Zelda a solas en casa, murió entre convulsiones a lo que la pequeña no hizo nada por ayudarla y aún hoy día no sabe si aquella noche lloraba por la muerte o reía con alivio por no tener que hacerse cargo de Zelda nunca más. Louis responde que nunca debió quedarse sola con una persona en esa condición, pues sólo tenía ocho años.

Al día siguiente, vemos a la familia pasando un día de campo junto a su vecino Jud.


Louis está volando una cometa e invita al pequeño Gage a acompañarlo, el cual la coge pero se le escapa.


Ellie pide volar la cometa, Louis se gira (dando la espalda a Gage otra vez…) y le dice que tras Gage, lo hará ella. Gage se aleja persiguiendo la cometa que es llevada por el aire hasta la carretera al mismo tiempo, un camión viene a toda velocidad. Jud muy alterado advierte que Gage se dirige a la carretera y grita a Louis, que se vuelve buscando al pequeño, el cual ya está junto a la carretera. Haciendo un intento desesperado por llegar hasta su hijo, tropieza justo al lado de Gage.


El camión no consigue frenar debido al exceso de velocidad, por lo que atropella al pequeño, que muere en el acto.

Ya de noche, en compañía de Jud y aún con la camiseta cubierta de sangre del pequeño, Louis, totalmente consternado, está mirando fotos de Gage. Ellie entra en escena y trae consigo una foto junto a su hermano, que guardará hasta que Dios les quiera devolver al pequeño Gage, recibiendo una respuesta de Jud, pues Louis está totalmente ausente, el cual le dice que Dios no está para eso, ante esa negativa, Ellie rompe a llorar. Jud se despide rogando a Louis que cuide de su pequeña, pues ahora lo necesita.

Al día siguiente, ya en el entierro de Gage, el padre de Raquel, Irwin Goldman, interpretado por Michael Lombard (“Cocodrilo Dundee”, “El Honor de los Prizzi”…) que nunca aprobó la relación con su hija, culpa a Louis del fatal desenlace con su nieto junto al ataúd del pequeño.


Tras esto, comienza a golpearlo totalmente enfurecido y Louis, en un acto de defensa propia, empuja a Irwin que termina cayendo sobre el ataúd del pequeño que queda entreabierto. Después del fatídico funeral, regresan a casa y acuestan a Ellie, la cual pregunta a su padre que si Dios realmente quisiera, le devolverían a Gage, a lo que el padre responde afirmativamente.

De vuelta en su habitación y tras otro desagradable encuentro con Church, Louis baja a la cocina, viendo a Jud que acaba de entrar para ver cómo se encuentra la familia.
Allí Jud comenta que sabe qué está pensando, y que es una locura. Confiesa que le mintió cuando le dijo que no habían enterrado nunca a nadie en el cementerio de los indios Micmacs, pues sí enterraron a un joven soldado que murió al final de la Segunda Guerra Mundial, justo antes de un permiso de vuelta a casa. Su nombre era Timmy Baterman, y fue enterrado en el cementerio indio por su padre, Bill Baterman sin saber lo que realmente le ocurriría, pero al igual que Church, no volvió siendo Timmy, si no otra cosa, un ser maldito que aterrorizaba a la gente del pueblo.


Los hombres del pueblo decidieron poner fin a la “vida” de Timmy, y fueron a la casa de los Baterman y prendieron fuego a la casa, lo que costó la vida de Timmy y su padre, Bill Baterman. Reitera que la tierra del cementerio está yerma porque está maldita y que los mismos indios Micmacs dejaron de enterrar a sus seres queridos en esa tierra infernal al ver en qué se convertían.

Louis confiesa que está en lo cierto, que ha pensado en enterrar a Gage allí a lo que Jud responde que a veces es mejor estar muerto, y que se considera culpable de la muerte del niño por haberle descubierto aquel sitio maldito.

Al día siguiente, Raquel y Ellie se marchan nuevamente a Chicago, con los padres de Raquel para intentar mejorar las cosas con Louis. Mientras Ellie confiesa a sus abuelos que no quiere volver a Chicago, que ha tenido una pesadilla con su padre, Gage y un hombre llamado “Pascow” (nombre del estudiante atropellado al principio de la cinta y que advirtió a Louis de los peligros del cementerio más allá del cementerio de mascotas) Irwin se disculpa por su actuación en el entierro e intenta hacer las paces con Louis.


Tras un frío estrechamiento de manos, se marcha. Ellie le ruega que vaya con ellos a Chicago porque tiene miedo, a lo que Louis le responde que irá en pocos días.
Louis regresa a casa y haciendo caso omiso a las palabras de Jud, marcha al cementerio para desenterrar el cadáver de Gage. Sentado junto a la tumba del pequeño y negando lo injusto de la muerte del niño, Victor Pascow aparece junto a otra tumba, recordándole que no debe atravesar esa barrera, pues la tierra es cruel.


Louis rompe a llorar, aun así, sigue adelante, pasará un par de días con Gage y si no sale bien, lo dormirá para siempre con una inyección y así su familia no tiene por qué sufrir más.

Esa misma noche, vemos a Ellie ya en Chicago, llorando en su cama, Raquel intenta consolarla diciéndole que sólo ha tenido una pesadilla pero Ellie lo niega, pues dice que ha vuelto a recibir la visita de Pascow, al que ella llama un espíritu bueno que viene para advertirlas, el cual le ha dicho que su padre quiere hacer una cosa terrible. Un poco más calmada, Raquel promete a Ellie que llamará a su padre para comprobar que todo está bien. Nadie responde a llamada de Raquel en casa, pues Louis está en el cementerio, exhumando el cadáver de Gage. Tras esto, decide llamar a Jud para ver si Louis está con él, pero éste responde que no.


Raquel entonces le dice que volverá a casa (y atentos a este cuadro tras Raquel pues hablaremos de él después), y Jud, temiendo saber dónde está Louis, responde de manera imperativa, diciéndole a Raquel que no debe volver. Raquel haciendo caso omiso a las palabras de Jud, se despide y cuelga el teléfono.
Nuevamente en el cementerio, Louis consigue desenterrar a Gage entre lágrimas y, abrazando el cadáver del niño, le dice que todo saldrá bien.


Raquel mientras tanto y acompañada por el espíritu de Pascow que parece guiarla, se dirige a Boston para coger un vuelo con conexión a Maine. Aun así no consigue coger el vuelo, por lo que termina alquilando un coche.
Louis, cargando con el cuerpo de su hijo, se dirige decidido a través del sendero hacia el cementerio indio para enterrar el cuerpo.

Mientras Raquel va de camino a casa en el coche alquilado, pincha un neumático sufriendo un accidente que la saca de la carretera. Finalmente, Louis consigue enterrar a Gage. Tras esto regresa a casa y queda profundamente dormido, totalmente extasiado y esperando a la mañana siguiente para ver qué ocurre.

Y, como siempre, aquí os dejo la historia, pues si consigo haceros “enfadar” pensando en cómo termina la familia Creed y el pequeño Gage, es que he relatado correctamente la trama de la cinta. Para los que aún no la hayáis visto, os recomiendo que la veáis, a pesar de la crudeza de la cinta y si ya la habéis visto, una revisión de la película no os vendrá mal.

Rodada con un presupuesto de once millones y medio de dólares, consiguió una buena recaudación en taquilla, llegando a superar la suma de setenta y cuatro millones.
Dirigida por Mary Lambert (que previamente había dirigido varios videoclips de Madonna, como “Like a Virgin”, “Material Girl” o “La Isla Bonita”, y que también terminó dirigiendo la secuela)


La adaptación en guion de la novela fue escrita por el propio King, pues como ya sabéis, no quedó contento en absoluto con la libre adaptación de “El Resplandor” de Kubrick considerándola un fracaso llegando a hacer su propia versión de telefilm.

                                   Jack Torrance versión King

Por esto, una de las normas que impuso Stephen King para llevar “Cementerio de Animales” al cine fue que no se modificase el contenido original de su novela.


Y, para ir acabando, pues ya me estoy extendiendo más que las maldiciones de los indios en las historias de King, os dejo con unos curiosos datos de la cinta que he ido descubriendo con los años.

-En la cinta, aparecen dos canciones del grupo “Ramones”.

Pet Sematary”, compuesta por Dee Dee Ramone y Daniel Rey

Y “Sheena Is a Punk Rocker”, compuesta por Joey Ramone

-En un primer momento, George A. Romero iba a ser el encargado de dirigir esta adaptación, pero por problemas de agenda, el trabajo cayó en manos de Mary Lambert.


-Stephen King estipuló una cláusula en el contrato que obligaba a que la localización de la película fuese en Maine, lugar donde creció King y donde ocurren los sucesos en el libro.


-El actor Brad Greenquist es quien da vida a Victor Pascow, asegura que pasaba muchas horas maquillado y que en los descansos, ninguno de sus compañeros quería estar cerca de él, debido al realismo de su maquillaje.


-Uno de los actores para interpretar a Louis Creed fue Bruce Campbell, protagonista de la saga “Evil Dead”, pero debido a la complicada agenda del actor, tuvo que declinar la oferta.


-Se llegaron a utilizar hasta siete gatos distintos para interpretar a Church


-En 2019, se desarrolló un reboot con algunos cambios importantes en la trama, bajo la dirección de Kevin Kolsch y Dennis Widmyer.


Está protagonizado por Jason Clarke como Louis,


Amy Seimetz como su esposa Raquel


Y John Lithgow como Jud.


-El actor que hizo de Gage (Miko Hughes) sólo tenía dos años cuando rodaron la película.


-Como todos los escritores, para escribir la novela “Cementerio de Animales”, King usó uno de sus mayores miedos nacido a raíz de una terrible experiencia con su hijo pequeño, pues éste salió corriendo hacia una carretera, (os suena ¿no?) por suerte, Stephen consiguió agarrarlo a tiempo. Desde esa experiencia traumática, se obsesionó con el hecho de poder perder a su hijo.


Mención especial tienen estas curiosidades de la película, ya que las podemos encontrar a modo de “Easter Eggs”, o “Huevos de Pascua” o lo que es lo mismo, secretos que se esconden en la trama y que no interfieren en el guion de la misma, pero que ahí están. Secretos que sólo pueden ver los más curiosos, como los que dejo a continuación

-En el cementerio de animales, podemos ver una tumba con la siguiente inscripción “Gato Smucky, Smucky fue obediente” Smucky era el gato de la hija de King.


-El vehículo que atropella al joven Gage, esconde el número 666, que simboliza el número del demonio.


Y aquí retomamos la escena anterior en la que Raquel está llamando por teléfono y donde podemos ver un perturbador cuadro de fondo.


En éste podemos ver a una niña con un peculiar traje y un gato gris. La protagonista de esta pintura no es otra que Zelda, la difunta hermana mayor de Raquel, la cual lleva un traje muy parecido durante sus escenas.


Y… ¿os suena el traje del pequeño y maligno Gage?


Exacto, es el mismo traje del cuadro de su tía, Zelda, sombrero y gato incluidos. La teoría (puesto que no se explica en ningún momento de la cinta) es que Gage utiliza algo que horroriza tremendamente a Raquel, esto es su el recuerdo de su enferma hermana Zelda para causar más daño a la misma.

Y tras este última y escalofriante curiosidad, me despido no sin antes agradeceros haberme leído y esperando que os haya gustado este nuevo escrito. Para mí, “Cementerio de Animales” es una de las películas más crudas de King, y uno de sus libros más duros (y nauseabundos por lo explícito que suele ser Stephen King) de leer.
Y recordad, nunca atraveséis el umbral tras el cementerio de animales, allí donde los muertos andan, más allá del cerco de árboles donde la tierra está maldita…
Hasta el próximo escrito amigos.