Presentación

Amantes de mundos fantásticos, bisoños aventureros en busca de tesoros, criaturas de la noche, princesas estudiantiles y fanáticos de cachas de postín, ¡sed bienvenidos!. Invitados quedáis a rebuscar en nuestra colección de VHS, acomodar vuestras posaderas en una mullida butaca, darle al play, y disfrutar de lo bueno, lo malo y lo peor que dieron estas décadas.

ADVERTENCIA: Aquí no se escribe crítica cinematográfica (ni se pretende). Las reseñas son altamente subjetivas y el único objetivo es aprender y disfrutar del cine y, por supuesto, de vosotros.

Darkman (1990, Sam Raimi)



TÍTULO ORIGINAL: Darkman

AÑO: 1990

PAÍS: Estados Unidos

DIRECTOR: Sam Raimi

GUIÓN: Sam Raimi, Chuk Pfarrer, Ivan Raimi, Joshua Goldin, Daniel Goldin.

MÚSICA: Danny Elfman

FOTOGRAFÍA: Bill Pope

REPARTO: Lian Neeson, Frances McDormand, Colin Friels, Larry Drake, Ted Raimi

PRODUCTORA: Universal Pictures / Renaissance Pictures

GÉNERO: Superhéroes. Ciencia Ficción. Acción. Fantástico. 

PREMIOS:

Festival Sitges: Mejor director, Mejores efectos espaciales (1990)


SINOPSIS:

El Dr. Peyton Westlake (Liam Neeson) ha encontrado una fórmula para fabricar piel sintética. Pero la banda liderada por Robert G.Duran (Larry Drake) destruye su laboratorio y le dejan terriblemente desfigurado. Peyton utilizará sus conocimientos científicos para vengarse de aquellos que le arruinaron la vida y tratará de recuperar a su novia Julie (Frances McDormand), quien lo cree muerto.





Ahora soy todos y ninguno. Estoy en todas partes y en ninguna. Llamadme… Darkman 

Desde sus inicios, una idea rondaba por la cabeza de Sam Raimi: adaptar un cómic al cine. Después del éxito cosechado en Posesión Infernal (1981) y Terroríficamente Muertos (1987) y , ante la imposibilidad de llevar a la gran pantalla los cómics de The Shadow o Batman, Raimi decide crear un personaje de cómic propio: Darkman. 

Tomando como referencias El fantasma de la ópera (1925, Rupert Julian), El Hombre Elefante (1980, David Lych) , el personaje del Jorobado de Notre Dame de Víctor Hugo, así como las películas de la Universal de los años 30 y 40, creo el personaje que interpretó el por entonces no tan conocido Lian Neeson : Darkman. Para la creación del primer guión se basó en un cuento de 30 páginas que había escrito él mismo.

Una vez que contó con el beneplácito de la Universal contrató a Chuck Pfarrer para que lo ayudase con el guión y a su hermano Ivan Raimi (médico de profesión) para asesorarlo sobre los aspectos médicos y científicos.


Raimi nunca había soñado con un presupuesto tan holgado. Así, se construiría el laboratorio de Peyton sin reparar en gastos (un laboratorio plagado de referencias al laboratorio del doctor Frankenstein) y se incluirían especialistas para las escenas de acción e incluso helicópteros. 

McDormand (Arizona Baby, Arde Mississippi) y Neeson (Excalibur, La Misión) trabajaron estrechamente en los ensayos y volcaron en sus interpretaciones los conocimientos que ambos tenían del teatro. Entre ellos se consigue una química ideal.

Uno de los momentos más complejos de la producción fue conseguir la caracterización de Neeson como Darkman. Para ello se trabajó en un maquillaje protésico de diez piezas que el actor debía llevar en ocasiones durante 18 horas. El diseñador de los efectos especiales de maquillaje fue Tony Garder (The Blob, La Familia Adams, El Ejército de las Tinieblas).



Pero que no os confundan esas reminiscencias clásicas en un director tan proclive a las locuras. Raimi construye una película cuyas fuentes son claras , sí, pero que reinventa para reciclarlas en su particular estilo. No es una película de superhéroes. Es una película de anti héroes. Darkman es un antihéroe puro que lucha por recuperar su cordura, pero que finalmente acepta con resignación la trágica maldición que le ha tocado vivir y abandona todo para proseguir solo su camino. Incluso sus "poderes" son completamente humanos, siendo su descomunal fuerza producto de una adrenalina desbocada y sus cambio de rostro obra de una ciencia imprecisa que lo condena en varias ocasiones por la inestabilidad de su experimento (su rostro artificial únicamente dura un corto espacio de tiempo expuesto a la luz del sol).

Raimi, además, nos procura algunos momentos desquiciados a lo Posesión Infernal o Terroríficamente Muertos, como la escena (totalmente cómic) de la feria en la que Peyton queda desbordado por un torrente de adrenalina. Momentos para los que la música de Danny Elfman (Tim Burton, Bitelchús, Batman, Eduardo Manostijeras …)le viene como anillo al dedo reflejando la locura del personaje.   Pero todos estos momentos tienen el contrapunto de una historia trágica y poco tiene que ver con el humor gamberro de sus predecesoras.




Durante el proceso de montaje , Raimi se quejó a la Universal del rumbo que tomaba la producción, ya que el editor hacía caso omiso del story board firmado por Raimi. Los primeros pases de prueba fueron muy complicados y la gente la valoraba negativamente. Pero tras los cambios introducidos por Raimi y la campaña emprendida por la Universal terminaría por acumular cerca de 50 millones con un presupuesto de 16.

A Darkman le siguieron dos secuelas ... Pero esa es otra historia ...

PD: Atención al cameo final ... :D


GERMÁN FERNÁNDEZ JAMBRINA

Homenaje a Hanna Barbera en el canal de YouTube

Aquí tenéis el nuevo vídeo para el canal de YouTube a cargo de Benjamín. En esta ocasión analiza los dibujos de la productora Hanna Barbera. Esperamos que os guste.




Especial series de dibujos de nuestra infancia


Ochenters, vamos a echar la vista atrás hasta nuestra más tierna infancia para recordar aquellas series de dibujos que nos marcaron, nos han hecho como somos, y, sin duda, deberíamos poner a nuestros hijos. Como siempre, Lo hemos hecho con todo el cariño, no hemos podido dedicar largos comentarios a todas, y seguro que nos hemos dejado alguna, pero por lo menos encontraréis, aunque sea sólo mencionadas, las más simbólicas y representativas.


MAZINGER Z

         Nuestra serie de aventuras por excelencia. La historia original se publicó como manga en Japón en 1972, e inmediatamente interesó a la Toei Animation para su adaptación televisiva, que ya la tenía lista para su emisión por la Fuji TV a finales de aquel año, y se emitió allí hasta 1974. Pronto llegó a todo el mundo, y también a España.
         La serie contaba con todos los ingredientes para fascinar al público infantil: Robots gigantes que volaban y lanzaban rayos, jóvenes protagonistas con los que te podías identificar, malvados villanos a los que combatir, y aventura a raudales.
         Todos recordamos su famosa canción de cabecera, el grito “¡planeador abajo!” o “¡puños fuera!” de Koji Kabuto (el chico que manejaba a Mazinger), o el famoso también “fuego de pecho” del robot femenino Afrodita A, compañera de Mazinger, y que pilotaba la joven y bella Sayaka Yumi, probablemente el primer amor platónico/televisivo que tuvimos de los chavales de la época (como Koji lo sería de la chicas).
         La serie original constaba de 92 episodios, de los que TVE compró 33 para su emisión a partir de 1978 en el horario estrella de la sobremesa de los sábados, después del telediario y antes de la película de Sesión de tarde. Como anécdota diremos hubo un glorioso momento, allá por 1979, en el que los sábados ponían Mazinger Z y los domingos La abeja Maya.
          Pese a que la serie fue todo un éxito, TVE no compró más capítulos, y la cortó de sopetón, casi sin avisar, para poner en su lugar Orzowei, una serie italiana con actores, temática muy distinta, ambientada en África, y que resultó bastante decepcionante.
 


VICKIE EL VIKINGO


         Sin duda, la más emblemática de las series de dibujos animados de nuestra infancia, y que TVE emitió por primera vez en 1975 los lunes por la tarde. La serie era una coproducción de las televisiones alemana y austriaca, ZDF y ODF, aunque la factura gráfica corrió a cargo de la prestigiosa productora japonesa Nippon Animation.         
         Al contrario que otras series de dibujos de entonces, como Heidi o Marco, que tenían una trama bastante melodramática e incluso lacrimógena, Vickie el Vikingo era una serie de aventuras, llena humor, optimismo y valores como la amistad, el compañerismo, el respeto a la diferencia, el trabajo en equipo, o el cuidado de la naturaleza.
         Los protagonistas eran los vikingos de la aldea sueca de Flak, liderados por Alvar, padre de Vickie, un niño curioso e inteligente, cuyas ideas sorprendentes e imaginativas salvaban todo tipo de situaciones, y le hacían imprescindible en cada viaje por mar en busca de tesoros.
         En esta serie cabe destacar también su preciosa banda sonora, compuesta por el especialista checosclovaco Karel Svoboda, que combinaba magistralmente los temas cantados que son casi himnos, con la potente música electrónica para las persecuciones, o bellas melodías para los finales felices.

LA ABEJA MAYA

         Si hasta ahora hemos hablado de series, digamos, “de personas”, La abeja Maya es una de esas historias tan propias de la literatura infantil protagonizadas por animales humanizados, que, si bien mantienen las funciones básicas de su especie (en su caso, vuelan, recolectan néctar y polen o hacen miel), por lo demás hablan y se comportan como humanos.
         La serie, de 1975, estaba basada en el libro del escritor alemán Waldemar Bonsels, y nos contaba las aventuras de una pequeña abejita junto con su amigo Willy, el saltamontes Flip, y el resto de los insectos del bosque.
         Al igual que Vickie el vikingo, La abeja Maya era una coproducción de la ZDF y ODF, producida por la Nippon Animation, y compartía con ella su espíritu alegre y optimista, y la preciosa música original de Karel Svoboda, que también forma parte de la banda sonora de nuestra vida.
         Como anécdota diremos que, aparte de lo comentado, Vickie el vikingo y La abeja Maya también compartieron sus voces españolas, ya que las dos dobladoras de los personajes principales de ambas series se intercambiaron los papeles: Matilde Vilariño era Maya e Ílvi, la amiga de Vickie, y Mari Pe Castro, que ponía la voz a Vickie, también lo hacía con el amigo de Maya Willy.

PIPI CALZASLARGAS

Aunque no fuera de dibujos, “Pipi Calzaslargas” fue todo un fenómeno televisivo que marcó a nuestra generación. Estaba inspirada en los libros infantiles de la escritora sueca Astrid Lindgren, traducidos a más de 70 idiomas.
Su origen es muy curioso: Para confortar a su hija enferma durante su convalecencia en cama, Lindgren se inventó un personaje alocado y divertido, una niña peliroja llamada Pippi Långstrump, que llevaba dos trenzas casi horizontales, que vivía con un mono y un caballo, y era imaginativa y rebelde contra todo convencionalismo.
La serie, con guión de la propia autora, se rodó en 1968 y fue emitida por primera vez en Suecia en 1969. Dado su gran éxito internacional, TVE la tenía en su agenda, pero era tan rompedora para la época que no se atrevió a programar  su estreno hasta la agonía del régimen franquista, en 1974. Se emitía los domingos por la tarde y no nos la perdíamos.
Pese a que los niños y niñas adorábamos la serie, tuvo un cierto rechazo por parte de la España carpetovetónica y recalcitrante de entonces, que no la aceptó desde un primer momento, y solo recuerda de ella que en un capítulo se les veía probando un cigarrillo, como si ningún chaval de los sesenta o setenta, incluso ellos mismos, hubiera fumado o al menos dado una calada de chavales.
Desde los sectores más conservadores de la sociedad se creía que la serie era un “mal ejemplo”, al mostrar una niña que daba rienda suelta su imaginación, y animaba a sus amigos Tommy y Anika a jugar y divertirse con libertad, en contacto con la naturaleza, sin ataduras, y a hacer todo tipo de locuras, como caminar hacia atrás, pintarse la cara o dormir con los pies en la almohada (algo escandaloso e impensable parece ser). Por cierto, ese conservadurismo casposo y trasnochado lo representa en la serie la estirada señorita Prysselius, en contraposición con los Settergren, los tolerantes padres de Tommy y Anika. Por cierto, un personaje muy similar al que encontramos en la ya mencionada Heidi, representado por la odiosa Srta. Rottenmeyer, rezongando y protestando por todo, incluso de los maravillosos parajes de los Alpes suizos, y siempre tratando de coartar el espíritu libre y bondadoso de la niña, y su benéfica influencia sobre su amiga Clara, en contraposición con el adusto pero comprensivo abuelo.




LAS SERIES ESPAÑOLAS DE BRB

         Todos recordamos la cabecera de tantas series de nuestra infancia y adolescencia que llevaban el logotipo de BRB Internacional, la productora fundada en 1972 entre otros, por Claudio Biern Boyd, que comenzó como simple distribuidora de muchas de las series que estamos comentando, y otras como Los ángeles de Charlie, La pantera Rosa, Tom y Jerry, El bosque de Tallac, Banner y Flappy, Tom Sawyer o El osito Misha que fue la mascota de los Juegos Olímpicos de Moscú 80.
No fue hasta ese año, 1980, cuando BRB comenzó a producir sus propias series animadas. La primera de ellas fue Ruy el pequeño Cid, que contaba las aventuras infantiles del que luego sería héroe legendario del medievo español, y que le encargó a la Nippon Animation. Después vendrían Fútbol en acción (protagonizada por Naranjito, la mascota del Mundial España 82), David el Gnomo, D'Artacan y los tres mosqueperros o La vuelta al mundo de Willy Fog, imprescindibles en  la sobremesa de los sábados y que tampoco nos perdíamos.
         Contrariamente a lo que se pudiera pensar, otra legendaria y muy popular serie de animación española de la época, Don Quijote de La Mancha (1979), no fue producida por BRB sino que TVE se la encargó a los realizadores Cruz Delgado y José Romagosa, que pese al éxito cosechado, disolvieron su sociedad tras ella. Sin embargo, BRB sigue funcionando hoy en día, y ha distribuido series de referencia para nuestros hijos como Pokemon, y ha seguido produciendo dibujos propios, como los del oso deportista Bernie.



LOS LOONEY TUNES Y HANNA-BARBERA

         No podemos dejar de recordar la avalancha de dibujos animados procedentes de Hollywood, como todos los de la factoría Disney, o los Looney Tunes, de la Warners Bros. Como no recordar las Merrie Melodíes (“fantasías animadas de ayer y de hoy presenta…”), al Pato Lucas, a Porky, el Correcaminos, Silvestre y Piolín, El gallo Claudio, Speedy González, o la estrella del estudio Bugs Bunny (“¿qué hay de nuevo, viejo?”). Todos ellos inseparables de sus creadores, los dibujantes y realizadores David DePatie, Fritz Freeling, Chuck Jones, o Tex Avery.
         Mención aparte merecen también los dibujos de Hanna-Barbera, un estudio de animación independiente fundado en 1957 por William Hanna y Joseph Barbera, que anteriormente habían trabajado para la Metro-Goldwin-Mayer. A ellos les debemos, entre otras, Los Picapiedra, Los Supersónicos, Tom y Jerry, El oso Yogui, Jonny Quest, Hong Kong Phooey, Pixie y Dixie, Maguila Gorila, Leoncio el león y Tristón, Pepe Pótamo, Don Gato, Canuto y Canito, o el gran Scooby-Doo.



LAS SERIES DEL MOMENTO QUE TAMBIÉN VEÍAMOS

Y bueno, para terminar mencionaremos también varias series emblemáticas de nuestra infancia, que, aunque no fueran “para niños” específicamente, pues también veíamos, cuando nos dejaban nuestros padres, como Curro Jiménez, Espacio 1999, Sandokan, Wonder Woman, El increíble Hulk, Starky y Hutch, Los hombres de Harrelson, Galáctica, Verano azul, o la ya referida Los ángeles de Charlie. Luego, ya entrados los 80, llegarían V, El coche fantástico, El Equipo A o MacGyver.



CONCLUSIÓN

Ochenters, suerte tuvimos de crecer con aquellas maravillosas series y dibujos, que, como ya hemos dicho, nos hicieron como somos, y, junto con otros referentes televisivos como Los payasos de la tele, Gloria Fuertes, Félix o Carl Sagan, y también cinematográficos, como los de La guerra de las galaxias, Star Trek, 007, Alien, Conan o Terminator, nos forjaron como mujeres y hombres con carácter, nobleza, generosidad y principios, pero también imaginación, inteligencia, curiosidad y sentido del humor. ¡Somos ochenters!


Por Víctor Sánchez Escritor @VíctorSescritor






















Brian Dennehy, el malo bueno de los 80


Ochenters, tras su reciente fallecimiento a los 81 años, queremos recordar al gran Brian Dennehy (Bridgeport, Connecticut, 9 de julio de 1938-New Haven, Connecticut, 15 de abril de 2020), el icónico malo bueno de las pelis de acción de los 80, aunque también fue un notable actor teatral, con dos premios Tony a sus espaldas y ganador de un Globo de Oro por la serie “La muerte de un viajante”.
Inseparable de su físico imponente, su presencia en pantalla, con esa corpulencia, ese cabello rubio prematuramente cano, sus hombros cargados, y su aspecto duro, le asociamos a films emblemáticos de los 80 como Rambo Acorralado (First Blood, 1982) o F/X Efectos mortales (1986).
Sin embargo, su carrera comenzó a finales de los setenta, donde apareció en una capítulo de la serie M. A. S. H, y con pequeños papeles en películas como Buscando al Sr. Goodbar, F. I. S. T. (en la que coincidiría por primera vez con Sly), 10 la mujer perfecta o El final de la cuenta atrás.
En 1982 participó en Acorralado, en la que interpretaba al descreído e intransigente Sheriff del pueblucho de montaña al que llega John Rambo dando tumbos por la carretera, del que primero le quiere echar y luego le detiene y maltrata sin motivo. Esta película fue la que le asentó en el panorama de Hollywood como secundario habitual. Como anécdota diremos que tanto Stallone como él, llegaron al papel tras ser rechazado por otros actores debido al tono violento de la película. En el caso de Dennehy, rechazaron el personaje entre otros Gene Hackman y Robert Duvall Lee Marvin.

Su siguiente película fue Gorky Park (1983), uno de sus escasos papeles de bueno, junto con quizás su “bueno” más entrañable, el líder de los bondadosos visitantes alienígenas de Cocoon (1985). Aquel año también se luciría como villano en el soberbio western contemporáneo Silverado, a las órdenes de Lawrence Kasdan.

Un año después le veríamos como casi coprotagonista en F/X Efectos mortales, junto a otro de los actores icónicos de los 80, Brian Brown, en un thriller urbano con los efectos especiales del cine como leiv motiv. Y también repitiendo como malvado en la comedia de acción Peligrosamente juntos, ambientada en el mundillo de del arte neoyorkino, y protagonizada por el trío Robert Redford, Debra Winger y Daryll Hanna.

A partir de ahí le hemos visto como secundario en innumerables películas, por citar solo dos de las siguientes décadas, Presunto inocente (1990), en la que hacía de fiscal de distrito y jefe de Harrison Ford, y Asalto al Distrito 13 (2005), donde, ya avejentado, hacía de veterano policía junto a Ethan Hawk.


Siempre en nuestro recuerdo el gran Brian Dennehy.

Por Víctor Sánchez González











Indiana Jones y El Templo Maldito (1984, Steven Spielberg) Indiana Jones and The Temple of Doom


TÍTULO ORIGINAL: Indiana Jones and the Temple of Doom

AÑO: 1984

PAÍS: Estados Unidos

DIRECTOR: Steven Spielberg

GUIÓN: Gloria Katz, William Huyck

MÚSICA: John Williams

FOTOGRAFÍA: Douglas Slocombe

REPARTO: Harryson Ford, Kate Capshaw, Jonathan Ke Quan, Amrish Puri, Roshan Seth, Roy Chiao, Philip Stone, Raj Singh, David Yip, Ric Young, Dan Aykroyd

PRODUCTORA: Paramount Pictures / Lucasfilm

GÉNERO: Aventuras. Acción. Fantástico. Precuela

PREMIOS:

- Oscar mejores efectos visuales (1985): Dennis Muren, Michael J.McCalister, George Gibbs, Lorne Peterson.

- BAFTA mejores efectos visuales (1985): Dennis Muren, Michael J.McCalister, George Gibbs, Lorne Peterson.

- Jupiter Mejor actor internacional (1984): Harryson Ford

- Jupiter Mejor director internacional (1984) : Steven Spielberg

- Golden Screen (1985)

- Young Artist Award (1985): Ke Huy Quan

SINOPSIS: Indiana Jones Harryson Ford), junto con la cantante Willie Scott (Kate Capshaw) y su ayudante Tapón (Jonathan Ke Quan),  huyén de Shangai para “caer” en la India tras un accidentado vuelo. Allí, los habitantes de un poblado desolado por una maldición, les piden ayuda para derrotar el mal que se oculta en un palacio maldito ...



Fortuna y Gloria

Cuando George Lucas le propuso a Spielberg dirigir En Busca del Arca Perdida le había vendido la idea como una trilogía, pero en realidad no tenía escritas las tres historias y tuvieron que inventarlas. Lucas no quería hacer una secuela de Indiana Jones en la que volvieran a aparecer nazis así que decidió que la nueva aventura sería una precuela.

Después de descartar varias líneas argumentales en las que se recuperaría el personaje de Marion (e incluso se introduciría a su padre) - como la de un mundo de dinosaurios en territorio chino, u otras historias en las que aparecía El Rey Mono y un castillo en Escocia -, Lucas escribió la  base del guión definitivo: una historia en torno a un culto religioso que practica la magia negra , la esclavitud infantil y rituales de sacrificio humano,
Recurriría de nuevo a Lawrence Kasdan (había guionizado En busca del arca perdida) quien rechazó la oferta horrorizado por el argumento, y en su lugar se contrato a Willaed Huysck y a Gloria Katz (escribieron la historia de American Graffiti y colaboraron  en Howard... un nuevo héroe). Estos conocían muy bien la cultura india y se basaron parcialmente en la película Gunga Din (1939, George Stevens) para recrear la historia. El libreto original de Lucas constaba con 20 páginas y llevaba por título Indiana Jones and the Temple of Death que finalmente se cambiaría por Temple of Doom.

La secta de Los Estranguladores, más conocidos como Thugs, en la que se basaron para crear la secta del culto a Kali, existió de verdad en la India desde la Edad Media hasta 1830. Esta secta es considerada la primera mafia del mundo y su modus operandi era trabar amistad con los peregrinos para después matarlos (muy a menudo por medio de la estrangulación) y después desvalijarlos. Según ellos cada asesinato evitaba la llegada de la diosa Kali por mil años. En el Libro Guinness de los Récords la secta thug consta como artífice de más de dos millones de asesinatos.

Diosa Kali

Lucas atribuye el tono más oscuro de El Templo Maldito a dos motivos: las respectivas separaciones de Lucas y Spielberg y que, del mismo modo que El Imperio Contraataca, la segunda parte de la trilogía de Indi debía de ser la más oscura de las tres. Debido a su violencia (a lo que también contribuyó Gremlins) forzó la creación de una nueva clasificación por edades: la PG-13.

Puesto que Indiana había recibido su nombre del perro de Lucas, el personaje de Willie fue nombrado así en honor a la perra de Spielberg y Tapón era el nombre del perro de Huyck.

Lucas, Huyck y Katz habían estado desarrollando el guión de Radioland Murders (1994, Mel Smith) desde principios de la década de los 70 y el número musical que abre la película (coreografiado por Danny Daniels) se tomó de este guión. Pero esta secuencia no fue lo único que reciclaron: escenas como la de la lucha en el club de Shanghai, la huida en avión, o la persecución en vagonetas por la mina se recuperaron de ideas originales para el guión de El Arca Perdida.

La elección de Harryson Ford como Indiana Jones es obvia, pero en cuanto al resto de personajes principales todos recordaremos a Jonathan Ke Quan como Tapón por su actuación como Data en Los Goonies. Quan fue elegido tras superar un casting de más de  6000 candidatos.

Amrish Puri es el temible (y terrible) Mola Ram. Un personaje terrorífico que se creó aunando elementos culturales aztecas, hawaianos, europeos y , por supuesto, hindús. La imagen de Mola Ram sacando el corazón del pobre joven sacrificado para después sostenerlo en su mano mientras lo consumen las llamas pertenece hoy al imaginario cinéfilo de cualquier nacido en los 80.

Por último, en cuanto al elenco principal, tenemos a la dulce y desesperante Willie, interpretada por Kate Capshaw (Black Rain). Su personaje fue creado para ser la antítesis de Marion, por lo que Capshaw tiñó de rubio su pelo castaño y basó su interpretación en las películas La reina de África y Dos en el cielo. Superó un casting en el que se presentaron más de 120 actrices, entre ellas una Sharon Stone que terminaría de comparsa de Richard Chamberlain en los exlotation made in Cannon Las Minas del Rey Salomón (1985, Jesse Huston) y Allan Quatermain y La Ciudad Perdida del Oro (1986, Jesse Huston).Fue durante el rodaje de El Templo Maldito donde Spielberg (recordemos que acababa de salir de una ruptura sentimental) y Capsahw comenzaron una relación que se extiende hasta la actualidad.

Ford, Capsahw y Quan forman un tándem muy conjuntado y da lugar a escenas que desprenden química e hilaridad a partes iguales.

El director Steven Spielberg, los productores George Lucas, Frank Marshall y Kathleen Kennedy y el actor Dan Aykroyd tienen breves cameos en la escena del aeropuerto de Shanghai.





El gobierno indio no encontró muy gracioso el tema de la secta así que denegó el permiso para rodar en el norte de la India y en el Fuerte Amber. El rodaje se trasladó a Kandy (Sri Lanka) y el Palacio de Pankot, el poblado y el templo se recrearon a base de maquetas, fondos y decorados. La iluminación de Douglas Slocombe (que también fue director de fotografía en El arca perdida y lo sería en La última cruzada) ayudó muchísimo a disimular que la mayoría del rodaje transcurría en un estudio.
Se rodaron tomas adicionales en el cañón del río Snake en Idaho, en la montaña Mammoth, en el río Tuolumne y en el río de los Americanos, en el Parque nacional de Yosemite, en el Valle de San Joaquín, y en el aeródromo Hamilton. En Florida se grabaron los caimanes que simulaban los cocodrilos que devoran a Mola Ram.

El diseñador de producción fue Elliot Scott (Dentro del Laberinto, ¿Quién engañó a Roger Rabbit?).

Harrison Ford sufrió una hernia discal mientras montaba en elefante y por ello se instaló en el estudio una cama de hospital en la que se tumbaba entre escenas. Finalmente se detuvo la producción para que Ford se recuperara y el doble del actor, Vic Armstrong, lo sustituyó durante cinco semanas en las escenas donde no se le veía la cara.

Los supervisores de efectos visuales Dennis Muren y Joe Johnston y el equipo de Industrial Light and Magic se encargaron de los efectos especiales, mientras que la compañía Skywalker Sound ,encabezada por Ben Burtt, elaboró los efectos de sonido. Burtt grabó los gritos de Willie Scott y de la gente que se montó en la montaña rusa de Disneyland en Anaheim para usarlos en la escena de las vagonetas de la mina.




Indiana Jones y el Templo Maldito resultó una película bastante controvertida en cuanto a recepción crítica y de fans. Sin embargo , personalmente, es quizás la que más me gusta de la saga (soy así de rebuscado, es lo que hay).

Recuerdo perfectamente ver una y otra vez esta película en una cinta de VHS en la que las imágenes de Indi rompiendo las cuerdas del puente colgante eran cortadas intermitentemente por las de la serie Scooby-Do grabadas, por error, encima. Y es que eso jamás se podría olvidar.

Bromas aparte, El Templo Maldito resulta trepidante como película de aventuras y acción (y más trepidante pudo ser puesto que tras el primer visionado se ralentizó el montaje) y la incursión en el género del terror ofrece imágenes imperecederas grabadas a fuego en mi retina.

Y es que no se da tregua al espectador con un inicio en el que una monumental pelea se funde con un increíble salto en avión o esa frenética persecución por la mina que se creó combinando una montaña rusa y maquetas con muñecos parecidos a los actores con animaciones en stop motion. ¿Quién puede olvidar esa locura que supone cortar las cuerdas del puente colgante para ver cómo se precipitan los enemigos a un río repleto de cocodrilos hambrientos?

En cuanto al horror no sólo se nos asusta con imágenes ya icónicas como la de la apetecible cena a base de serpiente rellena, sopa de ojos, escarabajos gigantes o sesos de mono, la celda-trampa y esa miríada de bichos repugnantes o la ya mencionada y horripilante escena del sacrificio humano; la propia atmósfera de la película - con esos niños escuálidos esclavizados, Indi zombificado o los decorados de un templo repleto de calaveras, lava y fuego que remite al mismísimo infierno - produce un acongoje notable.





En taquilla , sin embargo, supuso otro éxito ya que recaudó más de 330 millones de dólares con un presupuesto de 28. Esto dio pie a que en 1989 se estrenase la tercera parte de las aventuras del Dr. Jones que próximamente, y Crom mediante, comentaré por estos lares ... ¡Seguidme! ¡Conozco el camino!

GERMÁN FERNÁNDEZ JAMBRINA

TRAILER


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