Presentación

Amantes de mundos fantásticos, bisoños aventureros en busca de tesoros, criaturas de la noche, princesas estudiantiles y fanáticos de cachas de postín, ¡sed bienvenidos!. Invitados quedáis a rebuscar en nuestra colección de VHS, acomodar vuestras posaderas en una mullida butaca, darle al play, y disfrutar de lo bueno, lo malo y lo peor que dieron estas décadas.

ADVERTENCIA: Aquí no se escribe crítica cinematográfica (ni se pretende). Las reseñas son altamente subjetivas y el único objetivo es aprender y disfrutar del cine y, por supuesto, de vosotros.

Viernes 13. 7ª parte: Sangre nueva (1988, John Carl Buechler) Friday the 13th, Part VII: The New Blood


Desde que el maníaco homicida Jason Voorhees quedó atrapado en unas cadenas al fondo del lago Crystal, el campamento de verano más cercano no ha sufrido ningún altercado... ni asesinatos. Pero una de las campistas, Tina Shepherd, puede ver el futuro y hacer levitar objetos. Su médico conoce los peligros de la telequinesia, pero tiene más interés en aprovecharse de ella que en ayudarla. Y ahora es demasiado tarde. Sin querer, Tina ha liberado a Jason de su tumba acuosa, y el baño de sangre está a punto de empezar... (http://www.filmaffinity.com/es/film896809.html)


Circula por aquí la leyenda de un asesino enterrado, pero que no ha muerto. Sobre Crystal Lake ha caído una profecía mortal: La maldición de Jason Voorhees. Dicen que  murió siendo niño, pero se ha aparecido muchas veces. Son pocos los que le han visto y sobrevivido. Algunos intentaron poner fin a sus andanzas, y fracasaron. La gente olvida que está ahí abajo, esperando ...


Y van siete ... A punto me encuentro de terminar de comentar la saga (las que pertenecen a la década) cuando un profundo sopor me abnega. Y es que llegados a estas alturas me resultan un poco cansinas las aventuras de nuestro querido Jason, y más cuando ya no hay nada que contar a no ser alguno que otra anécdota de producción o dar detalles sobre el equipo técnico y artístico ... Porque , amigos, ya van siete películas viendo más o menos lo mismo y la paciencia de uno tiene un límite ... 

Vale que ahora nos meten una nueva antagonista (nada ya sabemos de Tommy) con poderes telekinéticos, pero en vez de exprimir bien la idea de esta especie de Jason vs Carrie la historia de limita a repetir lo de siempre: grupo de jóvenes en Crystal Lake y Jason liquidándolos uno a uno. Pero la idea original no era esta, sino, aprovechando el éxito de la saga Pesadilla en Elm Street, rodar un Jason vs Freddy. Las productoras (Paramount y New Line) no llegaron a un acuerdo y la cosa no fue a más (recordad que fue en 2003 cuando la idea se materializó). Otra idea que se barajó fue la de enfrentar a Jason contra un grupo de constructores en Crystal Lake. Ambos proyectos rechazados , y quizás alentados por el éxito del slasher fantástico (como género) que ofrecía Freddy Krueger, la balanza se inclinó por dar un giro aún más fantástico a la saga.


Lo primero que llama la atención, es que esta vez Manfredini no compone solo la música, sino que lo acompaña Fred Molin (quien se haría cargo de nuevo, esta vez en solitario, de la música de la ostava parte de esta saga). Esto se nota bastante con la presencia de un sonido más "industrial", con más sintetizadores y , en general machacón. A mí , para que os hagáis una idea, la música de los créditos iniciales me recuerda un poco a la percusión del tema de Terminator. No están mal del todo, pero por momentos me parecen una composiciones sobrecargadas.

La mayor virtud de este episodio es , sin duda, la presencia de Kane Hodder . Hodder, que encarnaría a Jason en un total de cuatro ocasiones, tiene una presencia amenazadora y da un cariz brutal y despiadado al personaje. En esto mucho tiene que ver el director y también encargado de los efectos de maquillaje, John Carl Buechler. En este sentido es todo un acierto su trabajo y el aspecto grotesco de Jason (tanto enmascarado como sin máscara) gana muchos enteros con respecto a otras entregas. 



Por lo demás como decía, todo se limita a lo mismo. Adolescentes descerebrados (quizás incluso estos me parezcan más gilipollas que los de precedentes), destape, sexo y muertes a tutiplén. En esta ocasión Jason es más directo e inmisericorde (si cabe) que en entregas anteriores. Como ejemplo la muerte del saco de dormir, una de las más impactantes que recuerdo, en la que arrastra a una campista dentro de su saco para levantarla en el aire y estamparla contra un árbol. Brutal. Esta escena fue censurada (como la mayoría de la película para no alcanzar una calificación X) , ya que en realidad Jason la estrellaba hasta seis veces mientras que en la versión censurada lo hace sólo una. 





El final, tras una interesante lucha con telekinesis por medio, es directamente una soplapollada. Así se sacan de la manga la aparición del padre muerto de la protagonista que surge del lago para hundiorse otra vez arrastrando a Jason consigo. Lo dicho. Final de traca y malísimo y en conjunto una película muy justita y de las peores (para mí) de la saga. En taquilla no fue mal del todo. Alcanzó los 20 millones de dólares lo que daría pie a otra secuela; no la definitiva, pero sí la última que va a ser comentada por estos lares ... Alguno quizás incluso respire tranquilo ...

GERMÁN FERNÁNDEZ JAMBRINA


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Viernes 13. 6ª Parte: Jason vive (1986, Tom McLoughlin) Friday the 13th Part VI: Jason Lives


De pequeño logró hacer algo que supuso el fin de cuantos lo intentaron: mató a Jason Vorhees, el terrible criminal que aterrorizó a los habitantes de Cristal Lake. Y ahora, años más tarde, Tommy se siente atormentado por el miedo de que no esté realmente muerto. Así que Tommy y un amigo van al cementerio y excavan la tumba de Jason... (http://www.filmaffinity.com/es/film757515.html)


¿Por qué han tenido que desenterrar a Jason? Hay gente en este pueblo que se divierte de una forma muy rara ...


Se suponía que en la sexta parte de Viernes 13, tal y como fue el caso de la quinta, Jason seguiría muerto y enterrado (el enmascarado no era él, sino un impostor) y otro nuevo villano, nada menos que Tommy,  el antagonista de las partes cuarta y quinta (como fruto de un trastorno mental) ocuparía su lugar. En este punto nos dejaba el final de la quinta parte cuando contemplábamos horrorizados como Tommy se endosaba la máscara de hockey (la de la marca azul, no la roja) dispuesto a liquidar a su primera víctima. Lo que se había propuesto la productora era rodar una nueva trilogía (partes 6, 7 y 8) con esta idea, pero como no quedaron contentos con los resultados en taquilla decidieron dar un giro al planteamiento y resucitar a nuestro querido Jason ...


La Paramount contrató como director y guionista a Tom McLoughlin , un artista con poca experiencia en ese momento (actualmente tiene una larga trayectoria dirigiendo películas televisivas), pero que había escrito una serie de humor para la televisión llamada Van Dyke and Company (1976) y que había dirigido (también escrito) la interesante película de terror Siniestra oscuridad (1982). Este cambio radical de géneros sería la premisa que marcaría el regreso de Jason : el humor y el terror. El productor Mancuso Jr. estaba encantado con esta mezcla y dio libertad a McLoughlin para escribir lo que le viniese en gana, la única condición que le puso fue que Jason debía resucitar. Ni corto ni perezoso Mc Loughlin obvió el final de la película anterior (interpretemos , por ejemplo, que Tommy estaba otra vez soñando) volviendo a ser Tommy  el antagonista, e  ideo el regreso de Jason al más puro estilo de las películas de monstruos de la Universal: basándose en Frankenstein lo revive tras recibir el impacto de varios rayos. En esta secuela, y de aquí en adelante,  Jason adquiere un aura sobrenatural y el estatus de inmortal (aunque ya hubiese revivido en la cuarta este aún no estaba enterrado sino en  el depósito de cadáveres) que ya no le abandonaría hasta el final de la saga y que le consolidaría como un icono cinematográfico indiscutible.

Otros cambios con respecto a anteriores secuelas son que Tommy Harvis es ahora interpretado por Thom Mathews (Freddy en El regreso de los muertos vivientes) puesto que John Shepherd rechazó el papel , el pueblo de Crystal Lake es renombrado como Forest Green, dos especialistas encarnan en esta ocasión a Jason (Dan Brandley lo haría en las escenas del bosque para ser sustituído por C.J.Graham) y que la banda sonora incluye temas de Alice Cooper (pero tranquilos, sigue Manfredini). 





En su conjunto este Viernes 13 resulta mucho más ligero y accesible para el gran público que ninguna otra secuela. El humor es omnipresente. Este puede ser autoreferencial como cuando la primera víctima dice: "he visto las suficientes películas de terror como para saber que un tío con una máscara nunca es amable", o la frase del sepulturero Martin mirando a cámara :"hay gente en este pueblo que se divierte de forma muy rara". Pero también hay guiños al metalenguaje como esos créditos iniciales en los que Jason parodia a las películas de James Bond sustituyendo la pistola por el machete. Y en general todas las muertes están cargadas de humor negro: : la sangrienta cara sonriente en el árbol así como el resto de la guerra de paintball , la muerte del sepulturero que tras expresar que el alcohol iba a martarle es degollado con su propia botella ... La atmósfera de terror y el gore en las muertes son prácticamente inexistentes (así como se eliminan los desnudos) , en su lugar aumenta la acción y se introducen por primera vez niños en el campamento. Respecto a esta última consideración señalar que Jason perdona la vida a una niña que está rezando ... Ya veis, nos encontramos con un Jason muy domesticado ...





Se barajaron distintos finales, uno incluso incluía la aparición del padre de Jason, pero al final los productores se quedaron con el que deja explícitamente claro su regreso. Y así fue. En taquilla funcionó bien aunque tampoco llegó a las cifras de sus cuatro primeras partes (recaudó 20 millones con un presupuesto de tres) e incluso recibió buenas críticas.

GERMÁN FERNÁNDEZ JAMBRINA




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VÍDEO MÚSICAL DE ALICE COOPER

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Viernes 13. Parte V: Un nuevo comienzo (1985, Danny Steinmann) Friday the 13th: A New Beginning


Jason ha regresado, con su máscara de hockey y dispuesto a poner de nuevo en práctica todas sus viejas costumbres y trucos en esta nueva entrega. Esta vez parece que ha puesto sus ojos en los jóvenes residentes de una retirada mansión, a medio camino del pueblo. Algunos de estos adolescentes acabarán en mitades, cuartos... Jason es capaz de convertir en realidad los peores sueños. (http://www.filmaffinity.com/es/film438316.html)


- Sé quien lo hizo

-¿Qué?

- He dicho que sé quien lo hizo

- ¿Quién?

- Jason Voorhees

- ¿Jason Voorhees? Estás como una puta cabra. Has estado bajo el sol demasiado tiempo. Jason Voorhees está muerto. Su cuerpo fue quemado. Él no es más que un puñado de polvo.


Llegamos a la quinta parte de la saga Viernes 13, una saga que como he comentado en previas entradas ya no daba más de sí por carecer de guión y limitarse a mostrarnos a un Jason descuartizando adolescentes. Teniendo en cuenta que la razón fundamental por la que la Paramount seguía invirtiendo los cuartos en un producto del que básicamente renegaba era que con cada nuevo estreno se embolsaba cantidades desorbitadas de dinero, la cuestión es, ¿qué nos podía ofrecer una nueva entrega de una saga cuya productora había prometido liquidar en su anterior entrega? Pues, en mi opinión, Viernes 13, parte V: Un nuevo comienzo, es la mejor secuela de la saga, no por su calidad técnica ni por su dirección- ni Miner ni Zito lo hicieron mal y la elección de Steinmann como director (provenía de la industria pornográfica) no daba mucha pie a la esperanza, pese al placer culpable de Calles salvajes (1984)-  pero sí porque consigue intrigar al espectador , le devuelve interés por lo que acontece en pantalla y consigue aquello que promete: un nuevo comienzo a algo que no daba más de sí. 



La historia comienza con una pesadilla de un Tommy adulto - en la que Feldman hace un cameo representando al personaje con doce años (sólo puso grabar un día de domingo porque en ese momento rodaba Los Goonies)- donde es atacado por un Jason que sale de su tumba. Tommy nunca ha superado sus secuelas psicológicas tras matar a Jason y por eso es internado en un peculiar sanatorio mental (se retomaría la idea desechada para la tercera parte) sito cerca al pueblo que , como es lógico, está plagado de chiflados. Y sin que nadie se lo espere, ¡bum! Una muerte brutal, a plena luz del día, ¡y no ha sido Jason, sino uno de los internos! A partir de este punto alguien, y digo alguien porque la identidad del asesino nos es ocultada hasta el final, empieza a cargarse hasta el apuntador. Aquí es donde esta secuela gana más enteros, porque juega al despiste con la autoría de las muertes. Como no podía ser de otra manera el nombre de Jason sale a la palestra, ¿pero cómo va a ser él si está muerto? Por otra parte contemplamos a un Tommy muy desequilibrado y que sufre alucinaciones, dando pie a la duda sobre si su cordura lo impulsa o no a matar, esto le otorga a la cinta un aire de  psycho killer que complementa al slasher manido al que estábamos acostumbrados.



En general vemos una auténtica sobrada la mar de disfrutable. El número de bajas llega a la veintena - Phil Scuderi sugirió a Steinmann un susto o una muerte cada ocho minutos, pero llega el punto de que diversos personjes mueren a los cuatro minutos de su presentación-  y la variedad de estas es tan creativa como siempre (a destacar la de las tijeras tras una escena de sexo censurada que iba a durar más de tres minutos), aunque menos gore que en otras entregas. Los personajes son muy excéntricos (aún teniendo en cuenta que la acción se desarrolla en un sanatorio mental): una pareja adicta al sexo, los rednecks (cuya muerte uno no deja de desear y que se cumple , tal y como preveíamos, para deleite del personal), o Demon , el hermano de Reggie y su pareja Anita, que se cantan una canción de amor en una de las situaciones más insospechadas y fuera de contexto para esas labores (juzguen ustedes mismos). Como novedad hay que señalar la mayor presencia de adultos (supongo que como gancho para que el espectador sospeche de todos como autores materiales de la carnicería), aunque no se librarán del jarabe de todo tipo de arma afilada. Lo que ya no resulta tanta novedad es la música de Manfredini. No voy a comentar más para no desvelar el final (en el comentario de la sexta hablaré sobre el dando por hecho que quien lo lea habrá visto ya la quinta). Únicamente mencionar el detalle de la nueva máscara de Jason, cuya pintura no es roja, sino azul, y que carece de la marca del hachazo. 






Viernes 13: Un nuevo comienzo iba a ser el inicio de una nueva trilogía, sin embargo, al no lograr tanto beneficio como anteriores partes (aunque 20 millones no son moco de pavo), se desechó la idea prevista regresando al convencionalismo de antes. Para mí quizás estemos ante la última película de calidad aceptable de la saga, y que además, vuelvo a repetir, me resulta muy entretenida y probablemente mi favorita (teniendo en cuenta de lo que hablamos, no me malinterpretéis); a partir de este punto el desfase fue más y más considerable ... Pero esa es otra historia ...

GERMÁN FERNÁNDEZ JAMBRINA


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Viernes 13. 4ª parte: Último capítulo (1984, Joseph Zito) Friday the 13th. The Final Chapter


Jason, el más impopular de los habitantes de Cristal Lake, regresa para causar mayores estragos en esta parte. Tras su resurgimiento en el depósito de cadáveres de un hospital, el asesino enmascarado centra su venganza en la familia Jarvis y en un grupo de despreocupados adolescentes. El joven Tommy Jarvis es un gran aficionado al cine de terror con un talento especial para las máscaras y el maquillaje. ¿Ha encontrado el diabólico Jasón finalmente la horma de su zapato? (http://www.filmaffinity.com/es/film202546.html)


Ahí lo tenéis, Viernes 13: Último capítulo. ¿Qué título más mentiroso, verdad? Bromas aparte , la Paramount ya había barajado liquidar a nuestro querido Jason previamente (recordemosle  muerto de un hachazo en la tercera parte), . así que , esta vez sí que se plantearon terminar de una vez por todas con una saga que ya no daba más de sí (a no ser ingentes cantidades de dinero). Mucho que ver tuvo también Fran Mancuso Jr (productor de Viernes 13, parte 3 y productor asociado de Viernes 13, parte 2) quien quiso liquidar la saga para no verse encasillado bajo este subgénero slasher por la industria hollywoodiense (paradójicamente no sería la última vez que participaría en las aventuras de Jason; aunque esto es otra historia que explicaré en siguientes comentarios). 


El director de esta parte es Joseph Zito, conocido por otro slasher (para mí, muy interesante) llamado El asesino de Rosemary (1981) y que terminaría dirigiendo al dios Chuck Norris en Delta Force y en Invasión USA. En principio, el propio Zito iba a escribir el guión porque le ofrecieron el doble de dinero si escribía y dirigía, pero como no tenía ni idea de darle a la tecla pagó de su bolsillo a Barney Cohen (quien finalmente aparece en los créditos como el guionista). El encargado de dar vida a Jason es Ted White, un conocido especialista (de John Wayne o Lee Marvin, entre otros) que rechazó ser incluido en los créditos por no gustarle ese tipo de películas. En el elenco actoral participan jóvenes promesas de entonces como Corey Feldman o Crispin Glover. La música está compuesta por el ya fijo Manfredini (quien se aleja del sonido disco de la anterior entrega y regresa a los derroteros de las primeras partes) y, ¡oh! ¡albricias! , Tom Savini vuelve a encargarse del maquillaje (se dice que aceptó a condición que fuese la última película de la saga).


Aspectos a destacar son la imponente presencia de Ted White en la piel de Jason, una atmósfera oscura, muy lograda por parte de Zito (y la omnipresente música de Manfredini), y unos efectos gore brutales a cargo del maestro Savini. Sin embargo, el mayor problema es que no pasa nada  que no hayamos visto en partes anteriores (sustancialmente ni siquiera pasaba en las anteriores partes, vaya). No hay guión, vamos. O si lo hay se limita a introducir cuatro cambios a tenor de ver a Jason masacrando jovenzuelos cachondos. 

Jason resucita (nadie sabe cómo ni porqué, pero es aquí cuando alcanza el estatus de asesino tan inmortal como sobrenatural) en el depósito de cadáveres y comienza la casquería en Crystal Lake y ... Y ya está. Bueno, como innovación se puede citar el hecho de que se introduce a una familia , aparte del dichoso grupo de jóvenes. También pulula por ahí otro joven del que descubrimos ser hermano de una anterior víctima de Jason. Cobra protagonismo el pequeño Tommy (Corey Feldman) , fanático de las máscaras de terror, de las que atesora un trillón, y que devenirá en la némesis del asesino de la máscara de hockey. Por lo demás ya sabéis: adolescentes descerebrados, destape gratuito, escenas de sexo y Jason eviscerando, aplastando y rajando cualquier vestigio de carne humana; esta vez lo contemplamos todo en tercera persona, nada de visión subjetiva ni mariconadas. Incluso el final es, salvando las distancias, clavado al de la segunda parte, sustituyendo a la visión de la madre de Jason con su propia visión de pequeño encarnado en un caracterizado Feldman (recordemos que es un apasionado de las máscaras y del maquillaje).





Se pueden comentar anécdotas del rodaje como un actor emporrado, Ted White aislado del resto del equipo para que de su presencia en la película surgiese un efecto más aterrador entre los actores, la enemistad de este con el pequeño Corey Feldman (no lo soportaba y se lo hizo pagar con la escena en que irrumpe tras la ventana y lo agarra; cosa que el pequeño Feldman no se esperaba y lo demuestra en pantalla siendo el susto real) , excentricidades múltiples de Crispin Glover (entre ellas uno de los bailes más frikis que se recuerdan en una película) ... También circula un final alternativo que podéis ver en un vídeo que he colgado después del trailer.





Y muchos os preguntaréis, ¿qué dio pie a otra continuación si la Paramount estaba decidida a finiquitar la saga? Pues que va a ser , mancebos: la pela es la pela. Nada menos que una recaudación de 33 millones de dólares con un presupuesto de menos de dos. Concretamente, Viernes 13. 4ª parte abrió la semana con 11.2 millones de dólares, la mejor recaudación en la historia de la Paramount. Y siendo así , amigos, ¿qué productora en su sano juicio iba a permitir que Jason se pudriese en el infierno?

GERMÁN FERNÁNDEZ JAMBRINA


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FINAL ALTERNATIVO

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Verano de aguas cristalinas (1987, Jeff Bleckner) White Water Summer


Un guía experimentado (Vic) acompaña a un chico de ciudad (Alan) y a sus tres amigos en una acampada en plenas montañas. Esperando enseñar una lección a los chicos no sólo sobre la naturaleza salvaje sino sobre ellos mismos, Vic les llevará hasta el límite... (http://www.filmaffinity.com/es/film103956.html)


Conocida en España como Verano de aguas cristalinas o Aguas peligrosas, White Water Summer (originalmente iba a llamarse Rites of Summer) es una película juvenil que nos cuenta las aventuras de unos chavales y su monitor que emprenden un viaje por las montañas que cambiará sus vidas. Destacan como protagonistas Sean Astin (Los Goonies, El señor de los anillos) y un joven Kevin Bacon. Rodada en 1985 no fue lanzada al mercado, sin embargo, hasta 1987. De hecho, las tomas de Sean Astin narrando la historia se rodaron en 1987, por eso su cambio físico es considerable con respecto a las escenas de la aventura por los bosques y montañas.

Las localizaciones comprenden las montañas de Sierra Nevada (California) , Canadá y Nueva Zelanda. Destaca la fotografía de John Alcott, un frecuente colaborador de Stanley Kubrick, quien murió poco después de trabajar en la película y a cuya memoria va dedicada. La banda sonora incluye canciones de Journey o The Cult. El director, Jeff Bleckner, es conocido por su amplia trayectoria en la televisión.



La historia comienza con Alan (Sean Astin) contándonos las razones de porqué odia acampar. Alan es un adolescente muy tímido que acepta a regañadientes pasar quince días con otros tres chavales bajo la supervisión de Vic (Kevin Bacon), quien los guiaría a través de las montañas en un supuesto fantástico viaje. Los problemas no tardan en aparecer porque Vic la toma muy a menudo con Alan, y ambos son tan testarudos que jamás dan su brazo a torcer. Vic representa el lado salvaje de la naturaleza, mientras Alan la civilización, y cada uno utiliza sus propios métodos para sobrevivir. Pero esa guerra de egos se desmadra porque Vic radicaliza su comportamiento  y somete a los chavales a situaciones cada vez más extremas (descenso en canoa por aguas embravecidas, cruzar un puente cochambrosos suspendido a 70 metros de altura, escalada extrema ... ). Así, lo que en un principio iba a ser diversión se convierte en una pesadilla , e incluso los que eran los preferidos de Vic terminan por amotinarse. Pero será el propio Vic el que precise de su ayuda cuando la cosa se salga de madre corriendo su vida peligro. 




Verano en Aguas Cristalinas es una de esas películas que han pasado desapercibidas, pero que bien merece un visionado, sobre todo en plena canícula. Entretenida, curiosa,  nostálgica y un radical viaje iniciático que nos retrotrae a nuestra época adolescente. ¿Y es que hubo alguien que no soñó con acampar al aire libre y correr toda clase de aventuras en plena naturaleza?

GERMÁN FERNÁNDEZ JAMBRINA


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