Presentación

Amantes de mundos fantásticos, bisoños aventureros en busca de tesoros, criaturas de la noche, princesas estudiantiles y fanáticos de cachas de postín, ¡sed bienvenidos!. Invitados quedáis a rebuscar en nuestra colección de VHS, acomodar vuestras posaderas en una mullida butaca, darle al play, y disfrutar de lo bueno, lo malo y lo peor que dieron estas décadas.

ADVERTENCIA: Aquí no se escribe crítica cinematográfica (ni se pretende). Las reseñas son altamente subjetivas y el único objetivo es aprender y disfrutar del cine y, por supuesto, de vosotros.

Curso 1984 (1982, Mark L. Lester) Class of 1984


La vida... es dolor. El dolor... lo es todo. Tú... tú lo aprenderás... (Peter Stegman)

 Andrew Norris es el nuevo profesor de música del Lincoln High School. Allí conoce a Peter Stegman y su banda de punkis, un grupo muy conflictivo que hace la vida imposible a profesores y alumnos. Pero lo que cree sólo un problema con unos chicos problemáticos dará lugar a un brutal baño de sangre.

Ambientada en un futuro próximo y presentada  (inciertamente)  como basada en hechos reales , Curso 1984, es una incursión en el terreno de los institutos que torna en una de esas películas de venganza tan características de los ochenta. Como pionera de una senda que seguirían El rector (1987) o El sustituto (1996) nos presenta una historia que hoy día consideramos trillada, pero que en su año de estreno fue tan novedosa por su contenido como revolucionaria por sus altas dosis de violencia (en Francia fue prohibida su exhibición a menores de 18 años). ¿Apostamos a que en breve se repite un Blockbuster de temática calcada? La historia se resume en: profesor nuevo llega a un instituto que más bien parece una selva plagada de salvajes y se impone a base de hostias para lidiar con tan angelicales jovencitos. Los angelicales jovencitos, en este caso, pululan como Pedro por su casa en medio de extorsiones, tráfico de drogas y  prostitución, entre otras lindezas, además, están liderados por un psicópata con todas las letras. Peter Stegman, el jefe de la manada, es un perturbado manipulador con dotes de genio que no se detendrá hasta conseguir lo que quiere a través de cualquier medio. Y no es que resultase una novedad ver a un grupo de chavales cometer todo tipo de atrocidades (¿recordáis La naranja mecánica?), pero seguro que para lo que no estuvo preparada mucha gente fue para ver a un profesor transformado en una especie de Charles Bronson vengador que no duda en matar por diversos métodos (a cada cual más sanguinario) a varios de sus alumnos. Aunque claro, sabiendo que su director es el Mark Lester que varios años después dirigió una joya del desfase donde nuestro amigo Arni se cepillaba hasta el apuntador (Comando, 1985), seguro que el exceso de violencia no nos pilla por sorpresa.



Escrita por Tom Holland (director de Noche de miedo y Muñeco diabólico), cuenta con un jovencísimo Michale J. Fox en un papel secundario de alumno pardillo y un siempre fantástico Roddy McDowall (que encarnaría al maravilloso Peter Vincet en Noche de miedo, dirigida por Holland) como profesor y amigo de Andrew Norris. McDowall ofrece una de las secuencias más impactantes en la que,  completamente desquiciado,  da una clase ¡a punta de pistola! Timothy Van Patten, encarnando a Peter Stegan, nos ofrece una actuación tan exacerbada como llena de fuerza, y pese a no triunfar en su carrera como actor ha dirigido episodios de series muy exitosas como The Wire, Los Soprano, o Juego de Tronos. Si bien toda la película es excesiva, no se equivocó en señalar la existencia de detectores de metales en la entrada de algunos institutos de Estados Unidos; hecho que debió ser tomado a cachondeo en la época, pero ya veis hoy día.




Algunas escenas son francamente reivindicables. Me parece muy bonita, al tiempo que ofrece gran contraste con la tónica general del metraje, aquella en la que Stegan irrumpe en la clase de Norris y toca una preciosa melodía de piano, acentuando esa dualidad de genio perturbado capaz de lo más bello o de las acciones más horrendas. ¡Y esta sublime pieza de piano fue compuesta e interpretada por el propio Timothy Van Patten! Otras escenas inolvidables son en las que se muestra el laboratorio de Terry Corrigan (Roddy McDowall) destrozado con los animales despellejados y la ya nombrada represalia de este (una clase pistonuda). Aquella en la que Stegman se autolesiona y le echa la culpa al profesor Norris. O la del estudiante totalmente ciego de cocaína subido en lo alto del mástil del que cuelga la bandera de los Estados Unidos. El final, con un Andrew Norris completamente ido después de enterarse de que han violado a su mujer, es bestial. Norris no duda en liquidar uno a uno, en el propio instituto y durante un concierto de música clásica que debería dirigir él, a todos y cada uno de los maleantes de la manera más grotesca: aplastamiento, incendio, sierra eléctrica o un ahorcamiento muy sinfónico.

La banda sonora cuenta con temas de Alice Cooper y Fear, entre otras canciones que potencian la estética punk de la película. En 1990 el propio Lester dirigió una secuela ambientada en el futuro titulada Curso 1999.

GERMÁN FERNÁNDEZ JAMBRINA




Ficha técnica y artística


TRAILER


ESCENAS







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