Presentación

Amantes de mundos fantásticos, bisoños aventureros en busca de tesoros, criaturas de la noche, princesas estudiantiles y fanáticos de cachas de postín, ¡sed bienvenidos!. Invitados quedáis a rebuscar en nuestra colección de VHS, acomodar vuestras posaderas en una mullida butaca, darle al play, y disfrutar de lo bueno, lo malo y lo peor que dieron estas décadas.

ADVERTENCIA: Aquí no se escribe crítica cinematográfica (ni se pretende). Las reseñas son altamente subjetivas y el único objetivo es aprender y disfrutar del cine y, por supuesto, de vosotros.

La puerta (1987, Tibor Takács) The Gate



Hubo un tiempo antes de la tierra, antes del sol, de la luz y las estrellas, en que todo era oscuridad y caos. En que los dioses, los dioses olvidados, gobernaban la oscuridad. Pero lo que era de ellos ahora pertenece al mundo de la luz y la sustancia, y los viejos dioses, los verdaderos dueños, están celosos y miran a la humanidad con un odio que es tan ilimitado como las estrellas. Sus planes para la destrucción del hombre son inimaginables. Hay un pasaje entre nuestro mundo físico de luz y de gozo y su mundo espiritual de locura y dolor. Una puerta tras la cual los demonios esperan su ocasión para recuperar lo que es suyo.

  La puerta por la que el Señor de los Demonios hace su entrada, en su afán de conquistar, resulta ser un agujero en el propio patio de la casa de Glen, situada en las afueras, donde está celebrando una fiesta con sus amigos. Movidos por una fuerza de la que son ignorantes, Terry y Glen abren este pasadizo, y si no quieren que la infernal pesadilla que les acosa se convierta en una realidad eterna, deberán encontrar la manera de volver a cerrar la puerta... (Fuente: http://www.filmaffinity.com/es/film732362.html)




Recuerdo con nostalgia aquellos sábados de mi infancia en los que, a media noche, sin más luz que el resplandor del televisor, y agazapado bajo una manta que me cubría hasta la altura de los ojos, contemplaba absorto, siempre con una extraña mezcla de alegría  y miedo, otra de las películas emitidas por Alucine (programa extinto hace tiempo)  de la 2 de Televisión Española. Psicópatas, hombres lobo, vampiros, demonios, fantasmas, monstruos de todo tipo… esas eran las criaturas con las que compartía unas dos horas semanales y que, junto con los personajes de los cómics y las novelas de intriga y terror que devoraba, me proporcionaban una tétrica compañía con la que pululaba como Pedro por su casa.

Fue en una de esas mágicas noches cuando vi por primera vez La Puerta. Imaginaos - por entonces yo contaba con diez u once años - cómo me pudo fascinar una película de terror protagonizada por chicos de una edad próxima a la mía con los que compartía algo más que la edad: el protagonista, un carismático e irreconocible Stephen Dorff, siente asquito por los pijos redomados amigos de su adolescente hermana,   y su colega es un friqui más heavy que una lluvia de hachas (en aquellos tiempos ya me iniciaba en otra de mis futuras pasiones). Si a eso le sumamos invocaciones demoníacas, monstruitos muy cabrones, zombis, apariciones fantasmales, posesiones, un monstrenco final, y, lo mejor de todo, ¡ningún adulto en el 90% de la película!,  ya supondréis que esa noche supuso para mí un descubrimiento fascinante. 

 
 Claro que vista hoy día el engranaje de la máquina chirría: el guión hace aguas por muchas partes, los efectos especiales están desfasadísimos y se nota a leguas la escasez de presupuesto. Pero ,aún y con esas, un nuevo visionado, lejos de proporcionarme ese gran placer original,  me ha hecho pasar un rato divertido y me ha dejado ese agradable regusto que sólo los productos de serie B más genuinos y entrañables consiguen. Porque si Los Goonies es La Película de aventuras infantil y juvenil por excelencia y Una pandilla alucinante es su prima pobre y friqui, La Puerta sería la prima pobre y friqui de Una pandilla alucinante… 

 
 Lo mejor, sin duda alguna, es esa atmósfera que envuelve la película como si de una fantasía puramente infantil se tratara. Sólo por eso hay que perdonarle un guión endeble plagado de agujeros argumentales y de situaciones con poco sentido (a este respecto el culpable sería Michael Nankin, el escritor del guión). Pero esa atmósfera que la sustenta es el mayor acierto de un malogrado Tibor Takács que firma su mejor película (aunque revisando su filmografía no sea este un hecho muy loable). Y es que desde el principio los niños son los únicos conscientes del mal que acecha bajo el agujero, comenzando con la premonitoria pesadilla de Glenn y pasando por las advertencias del disco heavy de Terry. Luego está el hecho de que apenas se vean adultos en todo el metraje. Unos minutos bastan para que sus padres los dejen solos en casa, y de los de Terry para qué hablar. Por otro lado, los adolescentes, Al, la hermana de Glen, y sus amigos, son presentados como unos capullos que el dúo de amigos rechaza sin piedad (imperdibles las contestaciones de Glen a algunos de ellos). Parece que nos encontramos ante una reivindicación de la fantasía que sólo una mente infantil es capaz de albergar. Esa capacidad de ver situaciones prodigiosas y maravillosas en lo mundano o esa ilimitada ansia de aventura sólo puede provenir de la infancia. De hecho, la propia Al acabará abrazando esta visión al dar la espalda a sus amigos y rechazar sus ritos púberes a favor de la ingenua visión infantil encarnada en Glen y en Terry. Además, todos los acontecimientos se desarrollan dentro de la casa o en el jardín, y esta limitación espacial sin prácticamente referencias externas potencia aún más la sensación de pesadilla infantil. En este aspecto también ayuda mucho la inquietante música compuesta por Michael Hoenig y Peter  Robinson así como unos efectos visuales  -deudores del mítico Harryhausen por el constante uso del “stop motion” – a cargo del ganador de tres Oscars, Randall William Cook. 

 
 En el momento de su estreno resultó un éxito. Con un exiguo presupuesto de dos millones y medio de dólares superó los trece y medio. Takács repetiría dirección en su secuela (La Puerta II, 1990), pero en este caso logrando unos escasos resultados tanto artísticos como comerciales.

GERMÁN FERNÁNDEZ JAMBRINA


TRAILER

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UNA PANDILLA ALUCINANTE

5 comentarios:

Adolfo dijo...

No he encontrado dónde descargarla, pero seguiré en ello. Las fotos y el trailer me han hecho rejuvenecer 25 años.
Un saludo

Germán Fernández dijo...

En Emule fijo, Adolfo.

Un saludo.

kamaldani dijo...

Hola

Me presento. Me llamo Daniel, soy co-autor del blog "Alucine: Blog de cine fantástico y ciencia ficción". Hemos estado viendo tu blog "Cine de los 80" y nos ha aparecido genial! Creemos que podría ser de interés para nuestros lectores.

Aceptarías hacer intercambio de enlaces?

La dirección de Alucine es: http://cinefantasticoycienciaficcion.com/

Mi email: info@cinefantasticoycienciaficcion.com

Espero tu respuesta.


Un saludo.

Germán Fernández dijo...

Vuestro blog sí que es genial, Daniel. Por supuesto que os enlazo, ahora mismo, ¡y desde ya os sigo!

Un saludo.

Ela Rimon dijo...

Sé que han pasado muchos años pero el que se haya quedado con ganas de verla de nuevo, aquí la tiene. https://www.youtube.com/watch?v=ighQ_shYgls