Cuando derriban su nave espacial en Wisconsin, un ser del
espacio exterior, Starman (Jeff Bridges), llega a la remota cabaña de una joven
viuda, Jenny Hayden (Karen Allen), y allí toma la apariencia de su difunto
marido. El extraterrestre convence a Jenny para que le lleve a Arizona, ya que
si no llega a su nave nodriza antes de tres días, morirá. Al mismo tiempo, los
agentes del gobierno quieren capturar al hombre de las estrellas, vivo o
muerto... (http://www.filmaffinity.com/es/film387625.html)
Te he observado con atención. Luz roja: pararse; luz verde:
avanzar; luz amarilla: avanzar muy rápido.
Decía en el comentario de Christine (1983) que esa fue su obra más impersonal de Carpenter hasta esa fecha. Un año después y bajo el
nombre de Starman volvió a rodar otra película sin rastro de su impronta y
completamente alejada de sus producciones anteriores. Claro que Starman se encuadra
en el género fantástico, pero, a las antípodas de la oscuridad y el pesimismo de
películas como 1997: Rescate en Nueva York (1981) o La Cosa (1982), Starman es
una comedia romántica de ciencia ficción con tintes melodramáticos. Los motivos
que impulsaron a Carpenter a dirigir esta historia fueron varios. En primer
lugar, por consejo de su agente, quiso resarcirse del fracaso económico que
supuso La Cosa (1982) y embarcarse en un producto más comercial. En segundo lugar,
quiso probar que era capaz de rodar una película distinta y alejada de los
temas arquetípicos que poblaban sus películas precedentes - aunque ya lo había demostrado
con el biopic Elvis (1979) protagonizado por Kurt Russell - ofreciendo una historia cargada de positividad que sigue la
estela de E.T. (1982, Spielberg) aunque ligeramente enfocada hacia el público
adulto.
La premisa es muy sencilla. En respuesta al envío de
la sonda Voyager 2 un extraterrestre visita nuestro planeta. Desconocemos su
apariencia original, sin embargo, al acceder al interior de la cabaña de la
viuda Jenny Hayden (Karen Allen) observa un vídeo de su difunto marido y adopta
su apariencia al clonarlo por medio de un cabello - los encargados de realizar
esta transformación (de bebé a adulto en unos segundos) fueron nada más y nada
menos que Stan Winston, Rick Baker y Dick Smith -. El choque “cultural” que se
produce entre Starman (Jeff Bridges) y Jenny (Karen Allen) provoca las más
disparatadas situaciones durante un viaje en coche que emprenden a Arizona
(lugar de encuentro de Starman con sus congéneres). Entre medias el gobierno
tratará de dar caza al extraterrestre.
Así, al estilo de Sucedió una noche (1934, Frank Capra) la
tormentosa relación que se establece entre ellos al principio tornará en
historia de amor. Este periplo, Carpenter lo narra de una forma sencilla, puramente
clásica y ágil, de tal manera que los acontecimientos se desencadenan en un
suspiro. Hay imágenes de gran belleza visual - destacan los efectos visuales a
cargo de ILM – como la escena de amor entre los protagonistas o esa emotiva
despedida, pero, en conjunto, la trama quizás peque de excesivamente simplista.
La interpretación de Bridges le valió sendas nominaciones a los Oscars y a los
Globos de Oro de 1985, aunque no ganaría ninguna de ellas y sí un Saturn a
mejor actor. Bridges trabajó mucho su papel, para ello se imaginó lo qué
ocurriría si él mismo estuviese metido en el cuerpo extraño de otra persona y
tuviese que aprender a moverse y actuar imitando el comportamiento de los que
le rodean en una sociedad ajena. De todas maneras, aunque tiene mucho mérito, esta
interpretación me resulta algo robótica y acartonada. La de Allen, por su parte,
me parece maravillosa y cambia de registro sin perder un ápice de
credibilidad. Como secundarios de renombre Charles
Martin Smith interpreta a un científico bienintencionado y Richard Jaeckel a un despiadado funcionario gubernamental.
Starman es una película emotiva que cosechó buenas críticas
en su momento y unos resultados comerciales justitos (con 22 millones de
presupuesto recaudó 28 en Estados Unidos). Personalmente no es santo de mi
devoción, la encuentro algo ñoña y , repito, excesivamente simplista en su
planteamiento repleto de clichés, pero he de reconocer que está muy bien rodada
y hay que alabar a Carpenter por su atrevimiento a la hora de salirse de sus
registros habituales. Afortunadamente , al menos para mí, el resto de su
filmografía ochentera - Golpe en la pequeña China (1986), El príncipe de las
tinieblas (1987) y Están vivos(1988) - es más acorde con mis gustos y recupera
al Carpenter más auténtico. En 1986 se creó una serie de televisión de 22
episodios en la que Starman regresa a La Tierra para conocer a su hijo y
emprender la búsqueda de su madre.
GERMÁN
FERNÁNDEZ JAMBRINA
TRAILER
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