REMO:
desarmado y peligroso
Producto
de su época
“Remo
Williams: The Adventure Begins”, título original de la cinta, solo
puede concebirse dentro de una década plagada de imaginación,
pasión por las artes marciales y valentía absoluta por parte de las
productoras cinematográficas a la hora de realizar todo tipo de
films.
Nos
encontramos en 1.985, y la tristemente desaparecida “Orion
Pictures” venía de triunfar arrolladoramente, un año antes, con
“Amadeus” y “Terminator” por lo que decide producir una serie
de películas basadas en las novelas pulp de los años 70, escritas
por Richard Sapir y Warren Murphy, con el personaje “Remo Williams”
como protagonista, un policía sentenciado a muerte por un delito
accidental y que es captado por una organización gubernamental que
opera al margen de la ley, falseando la muerte de Remo y otorgándole
una nueva identidad.
Esta
película se engloba dentro de las 18 producciones previstas por
“Orion” para el mismo año y que resultan ser un desastre
financiero todas ellas. Sólo la excelente acogida de público y
crítica de “Platoon” en 1986 y el éxito comercial de “Robocop”
en 1987 salvan a “Orion Pictures” de la quiebra. Por ello, y
debido a la escasa recaudación de “Remo Williams: The Adventure
Begins”, se descarta cualquier posible secuela.
Reparto
singular y director eficaz
Para
interpretar a “Remo Williams” la productora buscaba a un actor
que pudiera interpretar a un nuevo “duro” del cine de acción y
por ello eligieron a Fred Ward, actor que había participado en dos
producciones de notable éxito en 1983 como fueron “Elegidos para
la gloria” y “Más allá del valor”. Y esta era sin duda una
oportunidad de oro para Fred Ward de lanzar su carrera hacia el
estrellato, cosa que no ocurriría debido a la pobre recaudación en
taquilla y los problemas financieros de “Orion”.
Para
encarnar al inolvidable maestro coreano de artes marciales que
enseñaría a Remo todo tipo de técnicas de combate, los
productores, inspirándose claramente en el personaje de “Pat”
Morita (Karate Kid, 1984), decidieron no seleccionar a un actor
asiático sino, como solía hacer Hollywood en décadas anteriores,
elegir a un actor occidental y maquillarlo con rasgos orientales.
Esta
incompresible decisión, a priori, resultó todo un acierto ya que un
irreconocible Joel Grey (Cabaret, 1972), debido a una fantástica
labor de maquillaje, realizó una soberbia e inolvidable
interpretación como el inflexible maestro “Chiun”, por la que
sería nominado en la categoría de mejor actor secundario en los
Globos de Oro.
Otros
actores que acompañarían a Fred Ward y Joel Grey serían veteranos
como Wilford Brimley, que había participado en producciones tan
notables como “La Cosa” (1982) o “Cocoon” (1985); J.A.
Preston, un habitual de multitud de series de televisión durante los
años 70 y 80; y una semi desconocida Kate Mulgrew, que una década
después se haría mundialmente famosa por interpretar a la capitana
“Janeway” en la serie “Star Trek: Voyager”.
Pero
si hay una persona a la que debemos destacar es al director de la
cinta, Guy Hamilton (James Bond contra Goldfinger, 1964; La batalla
de Inglaterra, 1969; El hombre de la pistola de oro, 1974, etc.),
célebre por ser el director de las consideradas por muchos, mejores
películas de la saga de James Bond, y que debido a sus problemas
fiscales tuvo que declinar en 1978 dirigir “Superman” en
detrimento de Richard Donner. Suyo es el mérito de pese a contar con
un lamentable guion y un ínfimo presupuesto, lograr una película
llena de humor y acción bien rodada que ocuparía un hueco en
nuestro corazoncito ochentero.
Serie
B pero cuando tienes buenos profesionales…
Si
hay un apartado que sobresale en esta película por encima de
cualquier otro es la portentosa labor de maquillaje, por la que sería
nominada al Oscar compitiendo duramente con “El Color Púrpura”
de Steven Spielberg y “Máscara” que finalmente sería quien
obtuviera el premio.
Las
interminables sesiones de maquillaje para caracterizar a Joel Grey
surtieron el efecto deseado puesto que al ver la cinta, olvidamos por
completo al maestro de ceremonias de “Cabaret” y creemos ver a un
auténtico maestro coreano.
También
cabe destacar la fotografía de Adrew Laszlo, excelente director de
fotografía húngaro, experto en rodar secuencias de acción como ya
había demostrado en “The Warriors” (1979) o “Acorralado”
(1982).
Y
qué decir de la banda sonora puramente ochentera compuesta por
Craig Safan (serie “Cheers”, 1982; “The Last Starfighter”,
1984).
Los
80…
Como
he comentado anteriormente, “Remo Williams: desarmado y peligroso”,
es una de aquellas entrañables producciones contextualizada en una
década donde la pasión por las artes marciales y todo lo que
proviniese de Oriente, los justicieros callejeros, la defensa del
débil frente al fuerte y la imaginación desbordante e inocente,
estaban a la orden del dia.
Como
hemos cambiado… a peor…
por
Rafael
Fernández Moreno
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