Presentación

Amantes de mundos fantásticos, bisoños aventureros en busca de tesoros, criaturas de la noche, princesas estudiantiles y fanáticos de cachas de postín, ¡sed bienvenidos!. Invitados quedáis a rebuscar en nuestra colección de VHS, acomodar vuestras posaderas en una mullida butaca, darle al play, y disfrutar de lo bueno, lo malo y lo peor que dieron estas décadas.

ADVERTENCIA: Aquí no se escribe crítica cinematográfica (ni se pretende). Las reseñas son altamente subjetivas y el único objetivo es aprender y disfrutar del cine y, por supuesto, de vosotros.

Cementerio Viviente 2 (1992, Mary Lambert) Pet Sematary 2






Queridos Ochenters, hoy nos toca volver a Ludlow de la mano de una segunda e innecesaria parte (desde mi punto de vista siempre, claro) de una película de terror de principios de los 90, me estoy refiriendo a "Cementerio Viviente 2". Sí, "Cementerio Viviente" tuvo una secuela, una continuación muy libre, pues no existe libro en el que basarse ni hay “Stephen Kings” por medio que apoye su guion como en la primera parte.

Pero antes de seguir y como siempre advierto, a continuación habrá spoilers por doquier, por lo que, si aún no habéis visto esta segunda cinta vais a conocer partes importantes de la trama. 



Dicho esto, comencemos.

La historia nos sitúa diez años después de los hechos acaecidos en aquel cementerio indio en Ludlow, pero no estamos en Maine, sino en Los Ángeles, durante la filmación de una película de “terror”. Bien, la escena nos introduce en pleno rodaje de dicha película, donde podemos apreciar la baja calidad del film que se está grabando, el cual parece más cercano a “El Liguero Mágico” de Esteso y Pajares que a una película de terror al uso; la película en cuestión se titula “El Castillo del Terror”. Aquí nos presentan brevemente a la famosa actriz Renee Hallow, interpretada por Darlanne Fluegel (“Érase una vez en América”, “Encerrado”…)


que durante una pausa debido a problemas técnicos en el rodaje, conversa con su hijo Jeff Matthews, al que da vida Edward Furlong (“Terminator 2”, American History X”…) 


La corta escena nos aclara que los padres de Jeff están separados, aun así, Jeff insiste que su padre quiere volver con Renee, la cual sutilmente le pide que no se haga muchas ilusiones, y… permitidme la pausa, porque aquí ya podemos encontrar lo que considero uno de los problemas más acuciados de toda la película, (y sólo llevamos unos minutos) y es que las actuaciones y calidad del guion dejan tanto que desear (salvo Furlong y su eterno papel de niño inadaptado socialmente) que incluso en las muertes de los personajes que nos van presentando no nos transmite absolutamente nada. Pero sigamos, tras esa breve interacción con Jeff, Renee sigue con el rodaje, pero debido a que el set para la ocasión está lleno de agua, muere electrocutada al caer una batería a causa de la torpeza de un integrante del equipo de rodaje (muy lógico todo) y aquí nuevamente tengo que detenerme para que comprendáis qué quiero decir con lo de las pésimas actuaciones; os dejo directamente la muerte de Renee Hallow y su calidad interpretativa para esta película (en inglés)




Bien, tras esta escena, que a mí siempre me trajo a la mente al grandísimo Daniel Stern siendo electrocutado en “Solo en Casa 2” y con un Furlong gritando histérico, comienza realmente la película. 

Al morir Renee, Jeff debe ir a vivir con su padre, Chase Matthews, al que da vida Anthony Edwards, (“Top Gun”, “La Revancha de los Novatos”…) veterinario de profesión, el cual decide que lo mejor para Jeff es mudarse a Ludlow, donde tienen una casa de verano, y enterrar allí los restos de Renee para evitar así el acoso mediático, que no pueden evitar, ya que el entierro está lleno de fotógrafos intentando captar el momento. 


En el entierro conocemos a Gus Gilbert, el sheriff del pueblo, interpretado por Clancy Brown (“Cadena Perpetua”, “Starship Troopers”…) que intercambia unas palabras con Chase para saber si se va a mudar al pueblo y sin más, se despide.


Tras el funeral y ya en casa, vemos como los transportistas están subiendo al piso de arriba las cajas de ropa de Renee, pues Jeff no quiere deshacerse de ellas. Tras esto conocemos a Marjorie Hargrove, interpretada por Sarah Trigger (“El Viaje Alucinante de Bill y Ted”…) la cual se presenta como la nueva asistenta de la familia y, carente de toda sensibilidad recuerda alegremente que adoraba a la madre de Jeff como actriz.


Tras esto, uno de los transportistas deja caer una de las cajas de ropa de Renee que caen a los pies de Marjorie, la cual decide deleitarse con el buen gusto de la difunta, todo delante de Jeff, el cual se ofende (como es normal) y le pide que no toque las cosas de su madre.


Ya asentados, Chase sale a visitar la antigua clínica veterinaria del pueblo y Jeff decide acompañarlo. En esta vieja y polvorienta clínica y tras unos sobresaltos relacionados con gatos que saltan a las caras (sobresaltos para Jeff, para el espectador ninguno) el joven conoce a Drew Gilbert, (Jason McGuire


el cual es hijastro del sheriff y que entra junto a su padrastro a la clínica tras Zowie, el perro, que está persiguiendo a uno de los gatos de la clínica. Aquí Chase hace una rápida revisión de Zowie, pues tiene arañazos en la cara, a lo que Gus confiesa que se los ha hecho con la verja donde él guarda a sus conejos intentando darles caza (sí, el sheriff cría y comercia con conejos) 


Al día siguiente, en clases, Jeff (con gato incluido escondido bajo la chaqueta) tiene un tropiezo con los “matones” de la escuela, (entre los que se encuentra el bonachón de Drew, vete a saber por qué) en concreto con Clyde Parker, interpretado por Jared Rushton (“Cariño, he Encogido a los Niños”, “Big”…) 


que lo acosa por ser hijo de una actriz de Hollywood y que le quita el gato al descubrirlo. Tras esto, se inicia una persecución en bici para recuperar al gato, terminando el trayecto junto a la casa de la familia Creed, concretamente en el sendero que lleva al cementerio de animales. 


Ahí, Clyde confiesa a Jeff que ha matado al gato y que lo ha dejado en el cementerio, también le pregunta si conoce la historia del cementerio indio ya que éste tiene poderes para resucitar a los muertos, y le recomienda con sorna enterrar allí a su madre para revivirla, lo que provoca que Jeff le propine un puñetazo y desencadenando una pelea entre ambos, dejando a nuestro protagonista magullado en el suelo. Tras esto, se adentra en el sendero buscando al gato y llegando hasta el cementerio de animales, donde descubre que la cría está viva y encerrada en una pequeña jaula. Drew se separa de los matones y sigue a Jeff al cementerio, y tras una breve charla sobre la muerte de los padres, confiesa que le gustaría que su padrastro, Gus, muriese, pues es cruel y violento y lo castiga constantemente. Tras esto se marchan del cementerio.

Esa misma noche Gus, en un ataque de ira debido a que Zowie, el perro de Drew, no deja de atacar a sus conejos, dispara al pobre perro dejándolo malherido (sí, el sheriff dispara al perro porque sí, como leéis). Al día siguiente Zowie fallece y Drew pide a Jeff que lo acompañe para enterrar el cadáver, pero Drew no quiere enterrarlo en el cementerio de animales, sino en el cementerio indio en un intento desesperado por resucitarlo y comprobar si las historias que se cuentan son reales. 


Como era de suponer, esa misma noche el perro vuelve de entre los muertos convertido en un ser diabólico y sus ojos tienen un brillo sobrenatural y Gus castiga a Drew sin salir de casa por mentir con la muerte de Zowie. Chase mientras tanto, acude a la casa  del sheriff a curar la herida de bala del perro y Drew oculta la verdad sobre la procedencia del disparo. Tras analizar la herida, decide llevárselo a la clínica para vigilarlo hasta que se estabilice pero pasan los días y observa que la herida no está sanando y que tampoco tiene latidos cardíacos, por lo que decide sacar un poco de sangre para mandarla a analizar. Como es normal, esto inquieta a los chicos y Jeff llega a dudar si Zowie estaba realmente muerto, a lo que Drew asegura que sí.

Los días pasan y llegamos a Halloween, y el plan es, cómo no, ir a celebrarlo al cementerio de animales, cosa que sabe, al menos, la madre de Drew, Amanda, interpretada por Lisa Waltz pero a la que el plan no le resulta raro. 


Amanda advierte al chico que debe volver a casa temprano, pues está castigado y que si su padrastro se entera, van a sufrir las consecuencias. 

Jeff y Drew llegan al cementerio buscando a los demás chicos del pueblo, pero una broma de mal gusto de Clyde y su panda, con un maniquí flotante simulando ser la difunta Renee hace que Jeff caiga aterrorizado al suelo. Mientras tanto Gus vuelve a casa y al descubrir que Drew ha salido se enfurece y va en su busca. Mientras, los chicos cuentan historias de miedo en el cementerio, en concreto la de la familia Creed que han pasado a ser leyenda del pueblo. 

Gus llega al cementerio, por lo que los niños salen despavoridos (sí, les causa más temor el sheriff que los muertos) Su idea es dar una paliza a Drew por desobedecerle, pero antes de que Gus pueda golpear a su hijastro con una cruz de madera del propio cementerio, Zowie sale corriendo desde las sombras y degolla al sheriff de un mordisco en el pescuezo, desapareciendo poco después entre las sombras y escapando de la escena. ¿Cuál es el plan tras la muerte del sheriff? Pues enterrarlo en el cementerio indio para que vuelva a la vida… Volvemos a chocarnos de frente con el ilógico guion, o sea, Drew hace referencia varias veces que teme a su padrastro, que desea que no esté y la maravillosa idea del guionista es que los chicos arrastren el cuerpo desde el cementerio viviente hasta el cementerio de los Micmacs (que recordemos costó horrores llegar a Louis Creed, protagonista de la original, situado tras una colina escarpada) y enterrarlo allí para que vuelva a la vida pero convertido en un ser infernal, diabólico y sobrenatural, ansioso de sangre, al igual que Zowie… En fin, sigamos… 

Los chicos proceden con el entierro y como era de esperar, el maligno Gus vuelve de entre los muertos convertido en “Evil Gus x2” pero ahora con un toque cómico sin sentido que parece sacado de la saga Evil Dead (guardando muchísimo las distancias) Regresa a casa en la madrugada, pero ahora hace movimientos rígidos, cayendo incluso por las escaleras al no poder subirlas bien (pues tiene que justificar lo muerto que está). Sin embargo, en un primer momento no parece ser peligroso como Zowie, (o más de lo que era en vida) 


Al día siguiente Jeff, tras ver que Gus efectivamente ha regresado de entre los muertos incluso mejorado, pues es amable con Drew, comienza a preguntarse si todos los seres humanos enterrados allí volverían a la “vida” (pues aún no se lo ha creído del todo con Zowie y las historias narradas previamente de los Creed) por lo que comienza a considerar la opción de enterrar en el viejo cementerio indio a su madre, Renee

Esa misma mañana, Chase tiene un mensaje del encargado del laboratorio al que había enviado la muestra de sangre de Zowie donde le ruega que lo llame en cuanto pueda. Cuando Chase le devuelve la llamada, le pregunta si la muestra era una broma, pues la sangre corresponde a la de un animal muerto. En ese mismo momento entra una familia a la clínica atraídos por un cartel colgado en la puerta de la clínica donde se especifica que hay gatitos en adopción, las crías del gato que en un principio asustó a Jeff. Chase invita a la familia a pasar y elegir al gato que prefieran, pero cuál es su sorpresa cuando, ante los gritos histéricos de la familia adoptiva, descubre que Zowie ha escapado y ha acabado con la vida de todos los gatos que estaban en adopción. 

Esa misma mañana Chase se dirige a la escuela para informar a Jeff y Drew que Zowie se ha escapado, cosa que ya saben, pues había matado al sheriff, y que si lo ven deben avisarlo inmediatamente, tras esto, Jeff le pide permiso para dormir en casa de Drew

Ya con la familia de Drew, vemos cómo Gus empieza a mostrar un comportamiento errático y cruel, pues está partiendo el cuello y desollando a todos los conejos que tenía para su venta ante la mirada de ambos niños. Tras una fatídica y absurda cena en casa del sheriff


Chase recibe la visita de Zowie que lo ataca mientras duerme, consiguiendo librarse de él pero dejándolo con heridas en el brazo. Al día siguiente, Jeff tiene otro encontronazo con Clyde, que lo persigue con una moto mientras Jeff va en bicicleta arrojándolo fuera del camino y cayendo por un terraplén. Entonces Clyde amenaza con destrozar la cara de Jeff con el giro de la rueda, pero de repente y ante la pérdida inminente e irremediable de la nariz de Jeff, aparece Gus que salva al joven (seguimos sin saber por qué lo ayuda) y, sin venir a cuento, mata a Clyde poniendo su cara bajo la rueda de la moto del chico, destrozándosela por completo… 


Mientras Drew es testigo de todo en la distancia. Gus se percata del testigo y lo persigue para acabar con él, y… aquí amigos, voy a dejar el comentario. Como siempre, prefiero dejaros el escrito en “lo mejor” para, si no habéis visto la cinta, os pique la curiosidad (o no) por terminarla vosotros mismos. 

Con un presupuesto de ocho millones de dólares, (menor que la original de once millones y medio de dólares) no funcionó en taquilla, ganando unos diecisiete millones. Recordemos que la original recaudó unos más que respetables sesenta millones de dólares.

Mary Lambert volvió a ponerse a los mandos de dirección, pero Stephen King se desvinculó por completo de esta cinta (de hecho, no existe el libro secuela de la original) 


El guion fue escrito por Richard Outen (“Lionheart”, “Viaje al Centro de la Tierra 2”…) que, a pesar de mis críticas, creo que no hizo un mal trabajo del todo, teniendo en cuenta que rivalizaba con la escritura de King, y supieron darle un toque más gore que no le sienta del todo mal a la cinta. 


Vuelvo a inquirir que, pese al reparto conocido, pues recordemos que Furlong venía directamente de luchar contra los Terminators, Anthony Edwards de "Top Gun", Clancy Brown fue Kurgan y años más tarde, dejaría en silla de ruedas al líder de “las hermanas” en esa maravillosa película también basada en una novela de Stephen King llamada “Cadena Perpetua”, incluso el pequeño Russell Thompson, vecino de los Szalinski, hace de matón en esta cinta, pero algo falla… Con toda esta capacidad actoral, la cinta y personajes llegan a ser tediosos y tópicos (algunos ridículos, sobretodo en sus muertes) deseando en muchos momentos que todo pase rápido a la siguiente escena y nos hace creer que estamos ante un capítulo poco inspirado de la serie “Pesadillas” (sin menospreciarla) que en una cinta secuela de terror estrenada en los cines. 

Aún así, no puedo negar que tiene alguna buena escenas, aunque muchas relacionadas con, a quien considero, la mejor interpretación de toda la cinta, Zowie.


Con respecto a su BSO volvemos a tener a los Ramones y su canción “Poison Heart”, aunque esta vez, no se compuso nada para la cinta.


Como curiosidad, os dejo un montaje (en latino) de todas las muertes acaecidas en la cinta donde podemos ver nuevamente la tomadura de pelo que son las muertes de la cinta...


Amigos, antes de irme quiero insistir y dejar claro que ésta es sólo mi opinión; quizá puse el listón muy alto tras la película original, pero siendo sinceros, aquí no me dejo nada para el recuerdo más allá de la comicidad que me inspiran algunas escenas que no pretendían ser graciosas. 

Lo que sí atesoraré en mí es la desazón que me hizo sentir la muerte del pequeño Gage, el terror que me producía mirar a la mortecina y espeluznante hermana de Raquel o los ojos sin vida del gato Church.

Sin más que añadir, me despido de vosotros hasta el próximo escrito y, deseando sinceramente que hayáis disfrutado (aunque sea un poco) de las letras de éste que os escribe.

Hasta el próximo artículo queridos Ochenters.

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