Presentación

Amantes de mundos fantásticos, bisoños aventureros en busca de tesoros, criaturas de la noche, princesas estudiantiles y fanáticos de cachas de postín, ¡sed bienvenidos!. Invitados quedáis a rebuscar en nuestra colección de VHS, acomodar vuestras posaderas en una mullida butaca, darle al play, y disfrutar de lo bueno, lo malo y lo peor que dieron estas décadas.

ADVERTENCIA: Aquí no se escribe crítica cinematográfica (ni se pretende). Las reseñas son altamente subjetivas y el único objetivo es aprender y disfrutar del cine y, por supuesto, de vosotros.

Class Reunion (1982/ Michael Miller) Reunión de clase

 

Hoy nos trasladamos a una reunión de clase muy especial, que parte de una premisa muy atractiva, pero cómo veremos tiene una ejecución no tan buena como prometía.


El creador de Todo en un día, la mujer explosiva o solos con nuestro tío , entre otras, es decir el fallecido John Hughes, fue el guionista de esta comedia, que bebía en cierto modo de aquel descomunal exitazo que fue Desmadre a la Americana y de cuya serie ,The Delta House, John había sido escritor. 
Partimos de una broma pesada a un nerd en la fecha de graduación de un instituto , un momento en el que como todos sabemos, lo único que se hace en estas películas es beber y tener sexo o escarceos , pero hete aquí, que la broma se desmadra demasiado, ya que al nerd se le engaña diciéndole que la chica le mola le espera en un coche, pero la única condición para ir , es que se ponga una capucha de papel en la cabeza, cosa que ella también lleva puesta...el caso es que como he dicho, la broma resulta ser demasiado pesada y se descubre que quien le está masturbando es ni más ni menos que su hermana melliza.

Diez años después nos enteramos que el nerd Walter /Blackie Dammett, quien por cierto parece ser que influyó a Jim Carrey para sus habilidades gestuales en Ace Ventura , es ni más ni menos que un peligroso psicópata, desquiciado del todo tras aquella broma de muy mal gusto y que coincidiendo con la reunión de sus compañeros de clase , busca venganza contra todos ellos.

Para darle un tono de comedia, la presentación de cada uno de los integrantes, se nos hace con el añuario y de todos ellos destaca Stephen Furst , el Kent Dorfman de Desmadre a la americana y a Barry Diamond, el más loco de todos los que fueron a Despedida de Soltero de Tom Hanks , sin olvidarnos del comediante Art Evans , a quien recordamos por sus roles en Fright Night o en el aeropuerto en la torre de control de la Jungla 2.
Tampoco nos podemos olvidar del gran Chuck Berry que se marca un numerito musical muy National Lampoon´s al igual que ocurriese en la escena de la fiesta toga de Desmadre a la americana.

La reunión no deja de ser una excusa de volver a ver a los antiguos compañeros y ponerse a parir entre ellos cual marujas y la verdad es que hay de toda clase de fauna: un vampiro , dos fumetas (lo mejor de la película), el pijo relamido, la pareja que se vuelve a reencontrar tras diez años y están más calientes que un horno de pan, los beatos que por lo visto uno de ellos lleva la religión a su manera y el don nadie que resultará ser el héroe de la función...sin olvidarnos de la bruja que despide fuego por la boca y prende cigarrillos con su dedo como si fuese la antorcha humana...

Cómo véis al bueno de John se le fue la olla con tanto personaje psicotrónico , y si bien remarco, que la premisa inicial, de hacer una especie de spoof slasher comedy por así decirlo, la cosa queda floja , muy floja.
Hay escenas que le meten la cámara rápida, al más puro estilo de la comedia muda de los años veinte, que si bien, llega a funcionar con los fumetas en plena huída, falla en una escena que podía haber sido un puntazo, que es aquella en la que la cocinera es acosada por el asesino ( la imagen que veis arriba expuesta) y digo desaprovechada, por que la cocinera es ni más ni menos que la mamá Fratelli de los Goonies, Anne Ramsey que intenta hacer unos movimientos marciales , que por desgracia son echados a perder a causa del uso de la cámara rápida.
Si bien hay situaciones que te sacan la risilla, el destape típico de estas comedias de principios de los ochenta que preludia el descuartizamiento de ambos e intentan rizar el rizo con escenas como aquella en la que para salir de un baño se recurre a la bruja escupiendo fuego por la boca, hay otras secuencias que lastran el conjunto, como la de la actuación de las tres barbies que no tiene ni pies ni cabeza o el empeño por mostrarnos al vampiro en plan seductor, pero sin dar rienda suelta a matar su sed de sangre, que quizás hubiese sido una secuencia más cómica y desmadrada.

El final acaba como todas las de aquella etapa, con el don nadie de turno salvando a la barbie en apuros y haciéndose pareja los dos y con un cierre musical totalmente innecesario que da pena ver.

En resumen, un querer y no poder, surgido a rebufo de Desmadre a la americana y que sin embargo pierde agua como el Titanic tras empotrarse con el iceberg.

NOTA OCHENTER: 4/10 si no teneis nada que ver, pero no perdáis el tiempo 


 

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