Todos los hechos que refleja esta película son ciertos, así como los nombres de personas y organizaciones.
Freddy comienza a trabajar en un almacén de suministros
médicos. Frank, un empleado, le cuenta una extraña historia acerca de unos
contenedores depositados en el almacén: los zombis de la película "La
noche de los muertos vivientes" (1968, George A. Romero) eran reales y se
encuentran dentro de los contenedores que han llegado allí procedentes
del ejército debido a un error; la película no sería más que una historia
basada en hechos reales en la que Romero tuvo que obviar algunos detalles.
Cuando Frank se los enseña a Freddy un gas se escapa desencadenando una
serie de catastróficos sucesos que desembocan en una plaga zombi.
El regreso de los muertos vivientes en un claro
homenaje a La noche de los muertos vivientes, en la que se basa, no ya
como influencia, sino como punto central y origen de su trama revirtiendo el
puro terror de la de Romero en una película en la que abunda el humor, pero sin
rehuir los toques terroríficos. Y, ¡ojo!, estamos ante un homenaje,
las descabelladas situaciones que acontecen son de cosecha propia, no
burdos intentos de ridiculizar una película ante la que se muestra un respeto
total, yo diría casi reverencia; es más, casi se puede considerar El regreso
de los muertos vivientes como la particular segunda parte de la saga de
Romero si hubiese sido rodada por O' Bannon. Pero, ¿es tan particular esta
visión de O'Bannon? La respuesta es doble: sí y no. No, porque resulta, y poca
gente lo sabe, que en 1977 se publicó un libro titulado El regreso de los
muertos vivientes (John Russo) que continuaba la historia diez años después
del final de la película de Romero. Además, el propio Russo, junto con Rudy
Ricci y Russell Streiner, llegó a escribir el guión para lo que sería la
segunda parte de la trilogía de Romero. Sea como fuere, las aguas no llegaron a
buen puerto y Romero continuó su periplo escribiendo el guión de lo que sería El
amanecer de los muertos (1978) . El mismo Russo es el autor de la novela La
noche de los muertos vivientes y el coautor del guión junto con Romero
(además actuó con un pequeño papel, como zombi, claro está, y como periodista).
Y, sí, continuando con la segunda parte de la respuesta, la visión de O' Bannon
en la película que nos ocupa es particular porque él mismo reescribió el guión
alejándose totalmente de la idea original.
Dan O' Bannon- amigo y compañero de Carpenter en la
universidad- , debuta como director (aunque ya había dirigido el corto Blood
Bath en 1969) con El regreso de los muertos vivientes, y pese a haber
dirigido sólo dos películas - ésta y The resurrected (1991) - pasó
(literalmente porque ya murió) a la historia por el texto original y guión de Alien
(para más información sobre O Bannon consultar link al final del comentario).
Pese a su bisoñez tras las cámaras nos ofrece una película trepidante en la
que la hora y media de duración se queda muy corta al precipitarse las
situaciones de tal modo que al espectador le falta tiempo para digerirlas.
Vamos, ¡que dura un suspiro! A esto no sólo ayuda la ya comentada mezcla de
humor y terror, sino el hábil enlace de subtramas. Por un lado vivimos el
periplo de Frank (James Karen), Freddy (Thom Mathews), Burt (Clu Gulager) y
Ernie (Don Calfa); por otro el de la pandilla de punkis en el cementerio Resurrección(ja y já); todos ellos terminarán unidos frente al ataque los muertos. Pero no
hay que olvidar las escenas del coronel encargado del rastreo de los
contenedores; punto clave que nos sorprenderá en un final tan abrupto
como exento de concesiones. Luego, claro está, nos hallamos ante una película
irreverente, genuinamente lúdica y con un aire (vendaval diría yo) de serie B
que tira para atrás. ¡Un cachondeo!
Una novedad que El regreso de los muertos vivientes
presenta con respecto a otras películas de su misma temática (hasta ese
momento, vamos) es el tratamiento que da al comportamiento e los zombis. Para
empezar a estos no basta con dañarles el cerebro para que mueran, de hecho,
sólo es la cremación (con sus catastróficas consecuencias ) la única solución
para eliminarlos. De otro modo cualquier parte de su cuerpo (previo
desmembramiento) continuará vivito y coleando. Otra diferencia respecto a
zombis precedentes que salivaban ante cualquier trocito de carne humana es que
los de O Bannon tienen un apetito exclusivo por los cerebros vivos (han salido
sibaritas los "jodíos"). Esto tiene su explicación en que los
cerebros calman el dolor que sienten al estar muertos. Más novedades son cierta
capacidad de habla, de correr, e incluso inteligencia suficiente como para
coordinarse y tender emboscadas.¡ Estos zombis no tienen ni un pelo de tontos!
Pero no se queda ahí la cosa, no sólo serán las personas muertas las que se
levantarán de sus tumbas, sino que medio perro (sí, habéis leído bien) o una
colección de mariposas tratarán de escapar del almacén de suministros médicos.
Y si los precedentes son que la causa del despertar de los muertos no afecta a
los vivos, asistiremos a un nuevo quebrantamiento de reglas al transformar a
Frank y a Freddy en auténticos adictos a los cerebros.
¿Qué
otras cosas me gustan de la película? Pues unas actuaciones cachondísimas,
destacando a Frank ,Freddy, Burt y a Ernie el embalsamador, sin duda un
personaje entrañable; y qué decir de la pandilla de punkies con Trash
(Linnea Quigley) como fémina absolutamente desmadrada con una escena de
destape, tan antológica como gratuita, en pleno cementerio, o la tétrica
confesión a Spider (Miguel Nuñez) que terminará por hacerse realidad. Y
si cachondas son las actuaciones tampoco se quedan cortos unos diálogos desternillantes que juegan con el absurdo. También destacaría algunas escenas como
la aparición del zombie Tarman y su declaración de intenciones:
"¡Cerebros, cerebros vivos!"; el despertar de los muertos en el
cementerio; o la entrevista con la medio fémina zombi (sí, otra media parte,
ésta de cintura para arriba). El maquillaje está muy logrado, no en vano fue
nominado en los Saturn Awards, y la banda sonora plagada de canciones macarras
de The Cramps, 45 Grave, The Flesh Eaters o The Dammned entre otros grupos. El
tema principal de la película, de Matt Cliford, va como anillo al dedo, con un
toque tétrico sin dejar de ser pegadizo e incluso divertido.
Son
ya cinco las películas de la saga iniciada con El regreso de los muertos
vivientes (ninguna otra con Bannon), su secuela The return of the living dead II (1988), o como se conoce
en España, La divertida noche de los muertos vivientes, se centra más en el
humor e incluso repiten James Karen y Thomas Mathews en distintos papeles; la tercera dirigida por
Brian Yuzna está mucho más enfocada en el elemento grotesco tan característico de Yuzna.
GERMÁN FERNÁNDEZ JAMBRINA
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1 comentario:
Divertidísima película, comienzo de una saga genial, cuya segunda parte es aun mas tronchante, convirtiéndose a partir de la tercera, en una saga mas seria
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