Y
es que, de vez en cuando, hay que saber decir: ¡Pero qué coño!
El
poco fecundo escritor y director Paul Brickman debuta tras las
cámaras con una historia de cosecha propia que resultó una de las
películas más representativas del cine juvenil de los ochenta y la
que dio comienzo a la exitosa carrera de Tom Cruise, quien despliega un carisma exultante en su primer papel protagonista y se
merienda al resto del reparto; entre el que se encuentran actores
como Joe Pantoliano, Richard Masur, Bronson Pinchot o Curtis
Amnstrong. No es de extrañar que a partir de entonces le llovieran
las ofertas y protagonizase decenas de títulos míticos como Top
Gun, El color del dinero, Rain Man, Nacido el cuatro de Julio ...
Joel
(Tom Cruise), un inseguro joven de clase acomodada que va a pasar
solo en casa un fin de semana tras un viaje de sus padres, mediante
forzosa intervención de su descarado amigo Miles (Curtis Amnstrong),
conoce a Lana (Rebecca de Mornay), una prostituta con la que
comenzará una relación que lo llevará por caminos inesperados y
que cambiará su personalidad. Pero tras lo que podría haber sido
una comedia romántica facilona, Risky Businees plantea temas tan
importantes para los jóvenes como el tránsito a la vida adulta, el
despertar sexual, el miedo al fracaso y la incertidumbre del futuro
lanzando, a su vez, el mensaje de la reafirmación en las
convicciónes propias para lograr lo que se quiere (defendiendo, como
no, el espíritu capitalista y el "american way of life").
Mientras
que la segunda mitad de la película deviene en una alocada comedia
juvenil al uso - en lo referente a convertir la casa en un prostíbulo
a raíz de un incidente con el coche de su padre, el conflicto con el
chulo de Lana (Joe Pantoliano) y la lucha contra reloj para recuperar
los muebles ante la inminente llegada de los padres de Joel - la
primera resulta mucho más original por el tratamiento que le da su
director Paul Brickman. En este aspecto es significativa la secuencia
en la que, mediante el uso de cámara subjetiva y a través de los
ojos de Joel, nos deja claro la asfixiante relación con sus padres
(y la incomprensión existente entre ambas partes) simplemente viendo
cómo los acompaña al aeropuerto. Otro aspecto a destacar son la
incursión de tórridas escenas sexuales que tienen mucho más que
ver con fantasías, propiamente dichas, debido al "score"
onírico y atmosférico compuesto por el grupo (perteneciente a la
escena "krautrock") Tangerine Dream y al contexto en el que
se producen (las hojas de árbol que el viento introduce en casa al
abrir la puerta, la escena del metro ...).
Pero
si hay una escena que haya quedado para el recuerdo, y por la que
mucha gente recuerda Risky Business, es la que nos muestra a un Tom
Cruise desatado, tras haber quedado solo en casa, marcándose un
bailecito a ritmo de "Old Time Rock and Roll" de Bob Seger;
el resto de la banda sonora también es fantástica y podemos
escuchar canciones de Bruce Sprinting, The Police, Talking Heads,
Prince o Jeff Beck. Otro de los momento más memorables es cuando
Joel le suelta la frase que cito al principio del comentario a
Rutherford (Richard Masur), el encargado de seleccionar a los
estudiantes de la universidad Pricenton, y que nos resume su radical
transformación.
Risky
Business supuso un éxito redondo al ser aclamada por la crítica y
recaudando en taquilla más de 63 millones de dólares con un
presupuesto de 6.
GERMÁN FERNÁNDEZ JAMBRINA
GERMÁN FERNÁNDEZ JAMBRINA
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