Tras la dar la bienvenida el mes pasado a nuestro blog, al añorado y tristemente fallecido, hijo de la celebérrima estrella de las artes marciales, Bruce Lee, volvemos de nuevo con una película protagonizada por Brandon Lee la cual supuso en su momento, su consagración como una de las estrellas del cine de acción de los años noventa y su plataforma para interpretar al Cuervo.
Hoy vamos a hablar de Rapid Fire o como suele decirse, una de hostias
De que va:
Va de un chavalín chino-americano (Brandon), que estudia Bellas Artes y que en medio de una recaudación de fondos en una galería de arte, presencia el asesinato del mecenas de la galería a manos de un mafioso de Chicago, en una trama con el tráfico de drogas como eje central.
Calentamiento:
En pleno auge de los machos alfa musculados ( Arnold, Van Damme, Stallone) la industria del cine buscaba nuevos talentos que compitiesen contra éstos y de aquella época surgieron figuras menos mazadas, como fueron Steven Seagal, Don "The Dragon"Wilson y Brandon Lee.
En él teníamos al prototipo ideal de repartidor de estopa: artista marcial, hijo de leyenda de las artes marciales y sobre todo, sobre todo, tenía algo que enganchaba, carisma y estilo. El muchacho enganchaba en sus apariciones, era todo muy real, muy de estar viendo a alguien que fuera de la pantalla ( salvando las distancias, claro está, no va a liarse a hostias cada tres por cuatro). podría ser nuestro amigo o vecino de al lado.
El caso es que desde el principio de la película, tenemos claro que al igual que en su película precedente, lo que vamos a encontrarnos es una escasa hora y media en la que no vamos a poder quitar la mirada de la pantalla, puesto que la acción es frenética y contínua a lo largo de todo el metraje, con un protagonismo indiscutible de Brandon, bien secundado por dos secundarios de lujo como Raymond J.Barry ( Pena de Muerte, Sudden Death), haciendo el papel que más le pega, el de agente corrupto y el inolvidable y tristemente fallecido Powers Boothe ( Philipp Marlowe, Avengers, Agents of SHIELD) que aquí se marca el papel de poli en plan: soy poli hasta cuando voy al baño y me rasco las pelotillas.
Pero como no, en una película de hostias , faltan los que mejor las reparten, es decir, orientales y en este caso ese peso recae ...Al Leong sí, como no iba a aparecer el chino que siempre la palma, es un fijo en la alineación y de hecho os cuento un secreto, él que había trabajado con Bruce Lee, estaba muy orgulloso de compartir pantalla con su hijo y de hecho su papel favorito era el que interpretaba en esta película, porque por fin le habían dado comba, para mostrar sus dotes marciales y partirse el lomo de tú a tú con la estrella en ciernes que era por aquel entonces Brandon Lee y si no me creéis, ved la película y esperad a la secuencia , porque es un homenaje al cine de artes marciales en toda regla.
Aunque el bueno de Al no es realmente el verdadero villano, ese rol cae en otros dos actorazos como Nick Mancuso (Alerta Máxima 1 y 2) como el mafioso que persigue sin tregua a Brandon Lee, por ser el testigo de un asesinato cometido por él y Tzi Ma ( Esta casa es una ruina, El Rascacielos), interpretando el rol del principal traficante de drogas al que busca Boothe y cuyo lugarteniente fue asesinado por Mancuso.
Las hostias:
Como buena película de hostias, la acción no tarda mucho en aparecer y aquí es cuando uno lo ve y piensa este chaval sabe repartir leña. Para la película Brandon a parte de sus conocimientos de Kung-Fu, había aprendido nociones de Wing Tchun, Muay Thai ,Kenpo y Jiu-jitsu y a fe de que todo ese conocimiento lo pateó en todas y cada una de las brillantes escenas marciales que tiene la película, de las cuales me quedo con cuatro:
- Desde la que tiene lugar en la galería de arte, donde da muestras de una agilidad igual a la de su padre y donde en unos seis o siete minutos que dura la secuencia, es imposible dejar de mirar la pantalla y disfrutar de una imponente coreografía ( ojo al momento en el que desarma a uno de los mafiosos o el momento escalera).
- Aunque personalmente, para mí la mejor secuencia es la que véis en esta imagen. Toda la coreografía diseñada dentro del piso en el que le tienen oculto, como testigo protegido, debería ser de obligada visión para muchos de los directores de acción actuales.Y por qué digo ésto, porque es un homenaje a Jackie Chan y su forma de pelear, usando todos los recursos a su alcance (incluso hay un poco de comicidad), es un homenaje al cine de hostias puro y duro y porque aquí le dieron vía libre a Brandon Lee para que improvisase y sacase lo mejor de sí mismo y a fe que lo saca, desde patadas laterales, frontales, hostias con la nevera, con el puño, con la puerta ...para acabar con un final made in Martin Riggs.
- Si bien junto que ésta anterior, la escena que tiene lugar en el restaurante del mafioso, no destaca por su corte marcial, sino más bien por convertir aquello en un asalto a la fortaleza totalmente desmadrado, sí quiero incidir en la camada de hostias que el pobre Brandon recibe a manos de Mancuso y Tony Longo su esbirro, con quien por cierto tendrá un Mortal Kombat de esos que nos gustan y que acaba de una manera digamos que aplastante ( mejor lo véis )
- Y llegamos al final, ese final en ese pedazo de lavandería, de donde los chinarcos ( broma fácil, lo se) consiguen extraer la droga, mediante un ultraprocesado que permite sacarla de la ropa que lavan. Pero lo importante, lo que mola aquí de verdad, es el duelo final. Ver a Al Leong contra Brandon Lee, es una delicia para nuestros ojos y ves reminiscencias del cine de artes marciales de la mejor época de Bruce Lee y Chuck Norris, acción sin freno, se homenajea a Jackie Chan en muchos aspectos ( la escalera) y sobre todo, en ciertos momentos, parece que estemos viendo a Bruce Lee encarnado en su hijo, repartiendo estopa. Y sí el pobre Al la palma, pero la palma al menos con decencia y mostrándonos su gran nivel marcial
Porqué hay que ver las hostias:
Es una delicia, una pasada, puro cine de hostias sin tregua ni descanso. Es un homenaje al cine de artes marciales en cada secuencia en la que se da rienda suelta al malogrado Brandon Lee y qué narices, si Al Leong aguanta hasta el final, porque a darse de hostias con Brandon, eso ya merece la pena.
Nota: 8.5/10
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