Presentación

Amantes de mundos fantásticos, bisoños aventureros en busca de tesoros, criaturas de la noche, princesas estudiantiles y fanáticos de cachas de postín, ¡sed bienvenidos!. Invitados quedáis a rebuscar en nuestra colección de VHS, acomodar vuestras posaderas en una mullida butaca, darle al play, y disfrutar de lo bueno, lo malo y lo peor que dieron estas décadas.

ADVERTENCIA: Aquí no se escribe crítica cinematográfica (ni se pretende). Las reseñas son altamente subjetivas y el único objetivo es aprender y disfrutar del cine y, por supuesto, de vosotros.

Doble Dragón (1994/James Yukich) Double Dragon

Una bizarrada, una película de cartón piedra, una obra llena de látex, un Terminator teñido de rubio y un resultado que no deja indiferente a nadie.


LA TRAMA:
En un año 2007 apocalíptico, donde el gran terremoto ha convertido a LA en una zona guerra donde se impone el toque de queda y las bandas dominan la noche, los hermanos Lee ( Scott Wolf y Marc Dacascos) deben defenderse de  Koga Shuko ( Patrick Kilpatrick) , quien aspira a conseguir la mitad de un medallón que ellos poseen y que según la leyenda lo convertirá en el Doble Dragón .


EL ORIGEN:
Yoshiisha Khishimoto creó en 1987 el popular juego que da nombre a la película. Quien no haya fantaseado con ponerse el kimono rojo de Jimmy Lee y repartir estopa, no ha jugado en su vida a un juego de hostias. No digo lo de ponerse el kimono azul, porque hasta en la película se ríen de él.
Cuando una persona como yo, que le gustaban las artes marciales ( verlas en el cine o jugarlas en las recreativas o en el Spectrum de cinta), se enteró que en su cine de barrio iban a poner Doble Dragón, pues ni se lo pensó dos veces y fuí a verla.
De aquella la sensación que tuve, fue que habiendo visto antes Street Fighter, pues oye, hostias como panes, patadas y puñetazos, haber iba a haberlos, pero...
Bueno, pues hecho el revisionado de rigor esa sensación que tuve hace casi 25 años, se ha vuelto a apoderar de mí, con el agravante de que la película es un querer y no poder de principio a fin.
Primero empecemos por el director. 
Si yo quiero hacer una película de artes marciales, contrato a un director que sepa de que va el tema. Vaya, pues el amigo James Yukich, venía del mundo del videoclip y sólo había trabajado con Phil Collins. No digo que venir del videoclip sea malo, a otros les ha ido bien viniendo de ese mundillo, pero el amigo Yukich, no acertó ni una, ya que la mayoría de los actores se caen antes de recibir el golpe y encima desperdicia a uno de los mejores especialistas de cine que hay, como Jeff Imada y no le da ni un minuto para lucirse, casi como al personaje de su hermano en pantalla, el siempre recordado y nunca superado Al Leong, que a pesar de sí tener cierto momento para lucirse, los dos quedan reducidos a un rol cómico de lugartenientes del señor Kilpatrick. Al menos aquí el chino que siempre muere, no muere.
No sólo falla el director en la dirección, si no que la elección del casting , para una película marcial, tampoco fue el adecuado y eso, a pesar de que sí aciertan a mi modo de ver , con el personaje de Dacascos, que se nota que tiene conocimientos marciales y le pone empeño. Elegir como su hermano a Scott Wolf es un fallo y de los gordos, porque sus carencias marciales son imposibles de cubrir con ese tono humorístico que se quiso imponer en la película, con el fin de que alcanzase al público juvenil, que realmente era quien (quienes jugábamos al juego).
Tenemos a la Embrujada , ex hija del señor John Matrix de Comando , Alyssa Milano. Con un tinte de rubia oxigenada, pasada de kilos, para lo que nos tenía acostumbrados en pantalla y haciendo el rol de líder de una banda juvenil en un papel meramente monetario (como ella afirmaba) que le permitiese volver al ruedo cinematográfico, ya que desde Comando, la niña sólo hacía tv movies ( parece el club de Peter Pan, todo lleno de niños, con uves para los skates y máquina recreativas). 
Por último el villano , el inolvidable T-1000 Robert Patrick. Teñido de rubio ( debe ser que era la moda), sobreactuado completamente (aunque ahí la culpa haya que dársela al tono de humor que se le quiso imprimir a la película) y cuyo momento de gloria en la película, puede ser en el que haciendo uso del poder del medio medallón que posee , asesina al inolvidable Michael Berryman, haciendo aquí uno de sus habituales papeles apocalípticos. Ojo, si os fijáis bien, en esta escena sale el villano de Cyborg , Fender, es decir Vincent Klyn como uno de los pandilleros.

En resumen:
Si nos atenemos a que en el mismo año se estrenó Street Fighter , en comparación, ésta hace obra maestra a aquella. El tono no es el adecuado, si hubiesen eliminado el humor, por dar más fuerza a las escenas de acción y si junto a Dacascos hubiesen metido a Don Wilson como se rumoreaba, las cosas quizá hubiesen salido mejor y más vistosas en pantalla, aunque teniendo en cuenta que el rodaje se empezó en junio de 1992 y no se acabó hasta noviembre de 1993, con varios parones entre medias, es evidente los problemas que hubo para orientar adecuadamente un film que nunca llega a dar todo su potencial y que quedó muy desvirtuado con un humor anodino y unas coreografías marciales, que sólo Dacascos hacía que brillasen.
Si bien los FX, especialmente a los referidos al personaje de Kilpatrick, no desmerecen, sí es cierto que el látex ( como Street Fighter) y el cartón piedra abundan en pantalla. A día de hoy lo vemos como una cutrez, pero en cierto modo es arte, habida cuenta de que los efectos especiales por ordenador aún estaban en pañales.
A modo de anécdota:

  • Tenemos en un papel de presentador al inolvidable George Hamilton ( Drácula en Amor al primer mordisco o el Zorro, en Estos zorros, locos, locos, locos)
  • Ilusion Arts , responsable de los efectos especiales, es la responsable de los mismos en series como Star Trek: Next Generation, Voyager y Enterprise y fue responsable también en las dos primeras de Fast and Furious




NOTA OCHENTER: No es un truñaco, pero tampoco una joya, Dejemos que sea un Geyperman a medio camino .4/10



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