Presentación

Amantes de mundos fantásticos, bisoños aventureros en busca de tesoros, criaturas de la noche, princesas estudiantiles y fanáticos de cachas de postín, ¡sed bienvenidos!. Invitados quedáis a rebuscar en nuestra colección de VHS, acomodar vuestras posaderas en una mullida butaca, darle al play, y disfrutar de lo bueno, lo malo y lo peor que dieron estas décadas.

ADVERTENCIA: Aquí no se escribe crítica cinematográfica (ni se pretende). Las reseñas son altamente subjetivas y el único objetivo es aprender y disfrutar del cine y, por supuesto, de vosotros.
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Rambo III (1988-Peter Mc Donald )First Blood III

"No puedes evitar ser lo que eres, un soldado de pura sangre". Esta frase puede resumir de buena manera, lo que todos y todas pensamos sobre lo que Rambo es y el coronel Trautman lo definió a la perfección al principio de esta película. Por lo tanto queridos/as ochenters os presento: Rambo III
Bienvenidos a la tercera entrega de John Rambo, un héroe que en 1988 tuvo que luchar contra el John Mc Lane de La Jungla de Cristal y el Frank Dux de Bloodsport, con lo que os podéis imaginar a lo que el señor Stallone se enfrentaba con el fin de mantenerse como uno de los mejores action-man de los ochenta y doy fe, tras volver a ver esta película, que el actor italo-americano dio lo mejor de sí mismo, cosa por otra parte nada complicada, es decir, un poco más de músculo y a repartir sopapos a diestro y siniestro, acompañándolo de ese humor simple y directo que caracterizaba al soldado.
En esta ocasión, John debe acudir en una misión de rescate a Afganistán con el fin traer de vuelta al coronel Trautman y para ello recibirá la ayuda de la resistencia afgana.
Es decir, de la secuela previa a ésta, pasamos de la selva al desierto afgano (en realidad al desierto de Yuma-Arizona), es decir de un espacio cerrado, a un espacio abierto, donde las dotes de camuflaje de Rambo serán puestas a prueba.
Esta vez la acción empieza pronto, con una espectacular pelea de muay-thai en Tailandia con John de protagonista, (la cual podremos ver de manera similar el año siguiente en Kickboxer si bien sin el uso de los bastones) y donde ya podemos ver la espectacular evolución física de Stallone, remarcada especialmente en la escena en la que se ata esa mítica cinta al pelo y vemos la inmensidad de su espalda musculada ( escena parodiada por cierto en Hot Shot 2, con un Charlie Sheen mazado y que le dió un toque dulce a la escena de la pelea, en la que a su vez parodiaba Kickboxer).
Después de este primer acto, nos iremos al templo budista ( templo real en Chiang Mai, Tailandia que estaba en fase de remodelación en aquella época y que le vino muy bien al equipo de rodaje dirigido por Peter Mc Donald) donde Trautman le suelta la frase a John, que os he puesto al principio y que para mí es la esencia del personaje.
Tras esta fase ya nos meten en el meollo, es decir, nos vamos a Afganistán donde veremos el fuerte ruso donde está encerrado Richard Crenna, fuerte perteneciente a la tribu Quechuan y que estaba situado en el desierto de Yuma-Arizona y que por lo visto estaba en perfecto estado de conservación...hasta que Rambo lo hizo pedazos...porque es a partir de la hora de metraje, cuando el director deja pista libre a Stallone para que haga uso de toda la artillería pesada y nos deje clavados a los asientos durante los 45 minutos que restan hasta el final de la película.
Empezamos desde las escenas del juego de la oveja donde Sly da muestras de sus buenas dotes equinas (su caballo, era el mismo, por cierto, que montaría Indiana Jones en la Última Cruzada) y la escena es rodada con intensidad y destreza por el director, mientras a la vez nos va desvelando la llegada de los helicópteros rusos encabezados por el coronel Zaysen (interpretado por el fallecido Marc De Jonge) que van en busca de la caza de la resistencia afgana y posteriormente visionaremos el tiroteo desmesurado por parte de los rusos contra la resistencia afgana y centrando el objetivo en el sufrimiento de aquellos y en los esfuerzos de John por alcanzar el puesto de la metralleta con el fin de liquidar al menos uno de los helicópteros, objetivo que por supuesto cumple con creces.
"En la guerra hay honor, ¿dónde está aquí el honor?" le dice el jefe de la resistencia a John tras el asalto de los rusos...John es en este punto donde decide que sólo él irá al fuerte ruso con el fin de liberar al coronel, si bien contará con la ayuda del guía Moussaf que le condujo hasta la resistencia, en cierto modo como gratitud por luchar al lado de su pueblo (ojo, se intenta siempre, a la mínima oportunidad mostrar la bondad del pueblo afgano, su amabilidad, no en vano la película está dedicada a ellos).
Y llegamos a la traca final, tiroteos, explosiones a mansalva, un John Rambo en estado puro, destrozando todo a su paso en el fuerte sin dejar títere con cabeza y dejándonos secuencias de notable impacto, como aquella rodada en las cloacas del fuerte en la que un Rambo sumergido en la pozoña emerge en el momento previo a que se detone la carga que ha puesto y acribilla a los soldados soviéticos.
Pero sin duda nos quedamos con las escenas rodadas en la huida en las cuevas ( rememorando las escenas que tuvieron en la película anterior en la jungla), donde con su arco, John elimina a sus oponentes y especialmente al soldado ruso al que ahorca de la soga lanzándolo al vacío de la cueva mientras le quita ls anillas a las granadas que dicho soldado lleva...el resultado os lo podéis imaginar) y qué decir de esa escena en la que nuestro action-man cauteriza una de sus heridas con pólvora.


Al igual que en la segunda parte de la saga, nos dejan todo el arsenal para el final y nunca mejor dicho, puesto que todo el comando Spetnaz ruso parte en busca de Trautman y John, y cuando todo parece estar perdido...la resistencia afgana liderada por Massoud llega con la caballería para dar un margen a nuestros héroes...margen aprovechado por John para apoderarse de un carro de combate T-72 con el que consigue acabar con el helicóptero MI-24 HIND ( en realidad es un Puma francés al que le pusieron alas para que se pareciese al soviético) de Zaysen  y con el propio alto mando soviético.
Como toque final nos quedamos con esa frase que Crenna le dice a Sly: " Odio tener que admitirlo, pero nos estamos ablandando", irónica si tenemos en cuenta que según el libro Guinness de los records (1990) es la película más violenta rodada con 221 actos violentos y 108 muertes.
Irónicamente a diez días del estreno de la película, las tropas rusas iniciaron su retirada de Afganistán, concretamente el 15 de Mayo de 1988.
Nota Cine de los 80: 7/10

Rambo II (1985, George Pan Cosmatos) First Blood II

"¿Qué es eso?" y John responde: "Un arco, no hace ruido"
Bienvenidos a RAMBO II , la vuelta de un icono de los ochenta, el action-man petado de testosterona, el azote del Vietcong y los ruskis, sí el gran John Rambo, encarnado por el pétreo e hipertrofiado Silvester Stallone
Ah, que tiempos aquellos en los que uno podía ir al cine sin limitaciones, porque queridos y queridas, la película de la que os voy a hablar, un servidor la vio en el cine de su pueblo, a la tierna edad de ocho añitos y con mi padre y aquellas imágenes de aquel pecho palomo, lleno de venas y marcando músculo, marcaron tanto mi infancia, que en cierto modo, parte de mi vida deportiva se la debo a tipos como Sly o Schwarzenegger y por supuesto no salí pegando tiros, como nos hacen creer ahora, que si llevas al crío de cinco años a ver Fast and Furious te miran raro...en fin que como los ochenta nada de nada.
Pero bueno que me voy de baretas y no entro a lo que iinteresa, el análisis de esta joya, sí, joya esencial del más puro cine de acción de los ochenta.
Dirigida por George P. Cosmatos responsable de otra de las icónicas películas de Stallone como fue Cobra, el director italiano contó con la colaboración del propio Sly y de ojo, James Cameron quien según él mismo confesó, sólo había escrito la parte referida a las escenas de acción, mientras que Sly se había centrado en la trama política a la hora de elaborar el guión de esta secuela de Acorralado-First Blood y que va a dejar de lado todos los problemas psicológicos que arreciaban a Rambo en la primera parte y que aquí se centran principalmente en las escenas de acción, la cual se centra en la nueva misión que el coronel Trautman (Richard Crenna) endosa a nuestro patriota héroe, en busca de soldados norteamericanos que aún continúan retenidos en campos de concentración vietnamitas.
Desde el inicio, con esa melodía inconfundible, orquestada por el magnífico compositor Jerry Goldsmith que ya te mete en el meollo, pasando por las secuencias iniciales en el campo de trabajos forzados donde ha sido destinado a purgar sus males Rambo, la película es un compendio de estilo del cine de acción más ochentero donde, incluso, se puede visionar todo el film, sin apenas escuchar diálogo alguno ( la verdad es que Sly habla más bien poco en este film) y sin perder un ápice de disfrute con ella.

 La trama se desarrolla en medio de la jungla, donde el equipo de rodaje tuvo que soportar temperaturas diarias de más de cuarenta grados con una tremenda humedad y donde además tuvieron que lidiar con serpientes, arañas y demás fauna local que supusieron una dificultad extra a un ya de por sí complejo rodaje en el que además por desgracia hubo que lamentar la muerte del especialista Cliff Wenger Jr a quien está dedicado el film. A pesar de estos contratiempos la película fue nominada al Oscar a los mejores efectos de sonido (basta oir el sonido de la punta explosiva cuando Rambo la introduce en la flecha, como un claro ejemplo de ello).
La película es una queja, crítica a la administración Reagan, por la política tomada en cuanto a los soldados norteamericanos que aún permanecían en campos de concentración vietnamitas aquellos años (unos 2500 en 1985) y aún así para el ex presidente americano, esta era una de sus películas favoritas. Además metían de nuevo a los rusos como enemigos acérrimos del capitalismo americano, encarnados en este caso por la figura del coronel Podovsky (soberbio Steven Berkoff en vez del inicialmente previsto Dolph Lundgren) convertido en un sádico capaz de todo con tal de llegar a su objetivo. Esa escena en la que Sly está atado al somier y lo está electrocutando es una clara muestra de su sadismo, amén de convertirse en una de las imágenes icónicas de la saga, donde se nos muestran los músculos en tensión de Rambo con todo lujo de detalles., músculos desarrollados por un entrenamiento de cuatro horas diarias durante ocho meses a los que nuestro melenudo protagonista tuvo que ser sometido por parte de los SEAL.
Acción, hay acción por un tubo y en la retina de nuestras córneas quedan imágenes como aquella en la que camuflado con barro, Rambo asesina fríamente a un soldado ruso, o aquella en la que de un certero flechazo (explosivo) acaba con Tay (George Cheung) en venganza por la muerte de su amada Co (Julia Nickson) que por cierto debutaba como actriz en este film.
Aparte de la escena del somier, si hay una que me encantó ya desde guaje cuando la ví, es aquella al final de la película en la que John hace creer al coronel ruso que el helicóptero en el que lleva a los soldados norteamericanos ha sido abatido y él está malherido y justo en el momento en el que el helicóptero ruso se pone a su altura, súbitamente despierta y lanza una flecha explosiva contra el ruso, de manera que hace explotar el helicóptero soviético. Eso sí, me tienen que explicar como es que se tarda menos en disparar una flecha que en apretar un simple botón de disparo...magia del cine.
Como veis no he hablado casi de los secundarios, porque son sólo eso secundarios, apenas aportan a la trama, si bien el personaje de Charles Napier (Murdock) es el prototipo de burócrata hijo de su madre que se las hace pasar canutas, es decir traicionándole, a nuestro héroe y en cierto modo sea el detonante, otro, de la furia de John.
Richard Crenna ( Trautman), es una mera marioneta en manos de Murdock, atado de pies y manos, impotente ante la situación a la que está siendo sometido su amigo. Y por último hay que destacar en el reparto al señor Cobra Kan de Karate Kid, Martin Kove, ejerciendo un rol casi testimonial en el film.
Conclusión:
Imprescindible en cualquier videoteca de acción ochentera y de obligado visionado al menos una vez al año.
Nota Cine de los 80: 7.5/10

José María Molano