Presentación

Amantes de mundos fantásticos, bisoños aventureros en busca de tesoros, criaturas de la noche, princesas estudiantiles y fanáticos de cachas de postín, ¡sed bienvenidos!. Invitados quedáis a rebuscar en nuestra colección de VHS, acomodar vuestras posaderas en una mullida butaca, darle al play, y disfrutar de lo bueno, lo malo y lo peor que dieron estas décadas.

ADVERTENCIA: Aquí no se escribe crítica cinematográfica (ni se pretende). Las reseñas son altamente subjetivas y el único objetivo es aprender y disfrutar del cine y, por supuesto, de vosotros.

Alien 2: Sobre La Tierra (1980, Ciro Ippolito) Alien 2 sulla Terra

 
Un grupo de espeleólogos investiga una gruta y se topan con unos extraños minerales de origen desconocido. La joven que guía al grupo comienza a notar que sus camaradas son presas de metamorfosis de origen extraterrestre. (http://www.filmaffinity.com/es/film524741.html)


Esta película me parece una puta mierda. Simplemente la voy a comentar porque es un gran ejemplo de explotation a la italiana. Ya sabéis que durante las décadas de los 70 y 80 hubo un boom de copias descaradas, falsas segundas partes, o películas que, sin tener que ver más que el título, trataban de casar beneficios exprimiendo la estela de películas exitosas o grandes producciones. En esto los italianos fueron unos fenómenos,  aunque no los únicos en sacar tajada en este campo. Títulos como El último tiburón (1981, Enzo Castellari) o Terminator 2 (1990, Bruno Mattei) son grandes ejemplos de esto. ALIEN  2: Sobre la Tierra no es más que una falsa secuela de Alien (1979) de Ridley Scott. Vale.





 El inicio es una paranoia confusa. Bueno, toda la película es confusa de cojones, pero el inicio aún lo es más. Por medio de imágenes de archivo y de grabación nos relata el amerizaje de la cápsula de unos astronautas. Al tiempo, una experta espeleóloga es entrevistada en una televisión acerca de la próxima incursión que va a realizar a una cueva. A la tía le da un tabardillo en plena entrevista coincidiendo con la llegada de los astronautas. Uno se entera que es porque la tipa tiene poderes extrasensoriales e intuye que algo va mal. Entonces se reúne con el grupo de espeleología en una bolera en la que hay un encargado bailongo, se juegan unas partidillas y se ponen rumbo a la cueva. Una niña encuentra una piedra azul que palpita en una playa y cuando nos damos cuenta la niña aparece sin jeta porque algo le ha “pegao un bocao”. Cuando la expedición está cerca de las cuevas hacen una parada en un bar super cool regentado por una vieja molona (llamada Madre Consuelo) y uno de ellos encuentra otra piedra rara al lado de la puerta del váter. Claro, se la lleva. Esta piedra no es azul, pero se vuelve de ese color cuando entren en la cueva. Cómo ha parado la piedra en ese lugar desértico y alejado del mar tampoco lo sé  porque lo que uno supone es que haya venido del espacio en la cápsula, la cual por cierto, nos enteramos de refilón que está vacía. El inicio es más o menos así. No me echéis la culpa de la narración que yo me limito a decir lo que vi,  entendí, o creí entender, o creí ver; porque apenas pasados veinte minutos ya no sabía por donde coño iban los tiros. Venga.





Ahora el grupo está dentro de la cueva. La piedra negra se vuelve azul y palpita. Cosa chunga. De la piedra sale una especie de tripa con muy mala uva que se empieza a cepillar a todos los miembros de la expedición. Así con mucha sangre y gore y esas cosas. Pero no os creáis que es tan fácil, porque lo que puede parecer sencillo de la mano de Ciro Ippolito toma tintes dantescos. Las situaciones no tienen sentido alguno, los movimientos de cámara son confusos y tan alucinantes como alucinados, y los diálogos escritos a boleo. Lo peor es que pese a ser un desastre no hace gracia. Lo peor es que se hace larga, pesada y aburrida. Da asco. Pero todavía peor que esto es una música horrible, tan cargante y desafinada que bien podría ser utilizada para torturar a algún hijoputa. No exagero. Cuando vayáis por la mitad querréis matar a los jodidos hermanos De Angelis, ¡una de cuyas canciones (Ganster Story, de la película La policía incrimina, la ley juzga, de 1973) fue incluída en Death Proof de Tarantino! Ni pies ni cabeza. Un nombre que seguro sonará a muchos es el de Michele Soavi, en este caso actúa , pero como director tiene en su haber películas interesantes como Aquarius (1987).




Llegamos al final.¡Menos mal! Dos de los espeleólogos, la chica con poderes que nadie sabe para qué los tiene ni cuales son y su novio, suben a la superficie. No encuentran a nadie en las cercanías de la cueva, el bar molón también está vacío (sin la Madre Consuelo y sin la del Amor Hermoso). Regresan a la ciudad y tampoco hay  rastro de congéneres (aunque nosotros si vemos como en las supuestas calles desiertas varios coches están parados ante un semáforo en rojo). ¡Vuelven a la bolera! ¡Qué sería de ellos sin la bolera! Ahí el chico encuentra la muerte y la manceba es atacada por no se sabe qué, ¡porque se nos muestra una perspectiva desde dentro de la boca de algo (¡el Alien!) que no para de cerrarse y abrirse! ¡Pero qué mongolada más cutre, por Dios! Al final la titi deambula sola por las calles de un mundo que parece haber sido aniquilado por la tripilla asesina. Un mensaje nos advierte: EL SIGUIENTE PUEDES SER TÚ. ¡Rediós! ¡Cuánta razón! ¡Pero el siguiente en darme a la droga!

GERMÁN FERNÁNDEZ JAMBRINA


TRAILER


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