Después de completar su formación
como ninja, Cole (Franco Nero) recibe un angustioso telegrama de su amigo Frank
(Alex Courtney), pidiéndole que vaya a Filipinas para que le ayude con un grave
problema. Tanto él como su esposa están siendo acosados por un grupo de
matones. Cole tendrá que emplearse a fondo y más cuando sepa la verdadera
naturaleza de su rival. (http://www.filmaffinity.com/es/film607713.html)
La justicia del ninja supone la primera
muestra del subgénero ninja en occidente. Claro que hay precedentes en
mostrarnos a los guerreros nipones enmascarados (Sólo se muere dos veces, Los
aristócratas del crimen), y en oriente su figura en el séptimo arte fue siempre
usual, pero la primera película occidental centrada en el ninja es La justicia
del ninja. Una semilla que provocó la proliferación de películas como la
trilogía que inicia la que nos ocupa (formada por La justicia del ninja, La
venganza del ninja y Ninja 3: la dominación), o la más conocida saga de El
guerrero americano (cinco partes en total). La mítica productora Cannon fue la
encargada de parir estos productos, pero ,en general, el campo abierto fue
caldo de cultivo de las más variopintas productoras que gestaron multitud de películas
de serie B y Z.
La idea surge del artista marcial
Mike Stone. Él fue quien escribió la historia que dio lugar a La justicia del
ninja. A Menahem Golan (jefazo de la Cannon junto con su primo Yoram Globus,
además de director) le gustó la idea, pero no quedó conforme con que la
protagonizase el propio Stone. Con la idea de obtener beneficios siempre en
mente, relegó a Stone al puesto de especialista y contrató a una de las
estrellas más rutilantes del spaguetti western, nada más y nada menos que a Franco
Nero (Django). Nero fue acompañado por la sensual Susan George (Perros de paja)
y de un desconocido Sho Kosugi, quien a partir de esta película se convertiría
en un actor fetiche de producciones similares. El rodaje transcurrió en
filipinas por motivos económicos, y en su capital , Manila, es donde transcurre
la acción.
El inicio es trepidante y
constituye los mejores doce minutos de toda la película (una secuencia que
posteriormente sería copiada hasta la saciedad). Asistimos a una lucha sin
cuartel entre un ninja blanco que es perseguido y acosado por un ninja negro y
un séquito de ninjas rojos. Todo un despliegue de piruetas, golpes, artimañas y
artificios varios a ritmo de música tribal que culminan con la decapitación de
un anciano. Entonces descubrimos que se trataba de una prueba para que el ninja
blanco (Cole/Nero) obtuviese el grado de maestro ninja. Este logro es festejado
por sus compañeros y maestro ante la envidia del ninja negro (Hasegawa/
Kosugi), quien reniega de esta decisión y se convertirá en su enemigo. Cole
viaja a Manila porque su mejor amigo le pide ayuda. Allí descubre que él y su
mujer (Susan George) son víctimas de la extorsión de un grupo de mafiosos, así
que Cole no dudará en emplear sus técnicas ninjitsu para ayudarles. A partir de
este punto es cuando la película decae al no soportar el nivel de sus primeros
minutos. Se deja ver y tiene su punto entrañable, pero lo que prometía ser una
película de acción sin contemplaciones se ve rota por una serie de incursiones
ridículas e innecesarias en el terreno cómico al más puro estilo Bud Spencer y
Terence Hill. Las peleas son descuidadas, los malos chapuceros y caricaturescos
(con el mariposón de Venarius en cabeza) y los efectos de sonido van
encaminados a potenciar ese elemento cómico. Asimismo, el romance entre Mary
Ann (Susan George) y Cole, también me parece que sobra, pero bueno, supongo que
Golan quedó encantado con su actuación en Perros de paja y quiso aprovechar sus
atributos. Tampoco ayuda mucho un guión con flashbacks gratuitos que nos
muestran a los dos amigos en la guerra, situaciones inverosímiles como la forma
en que encuentran el informe del terreno o la película de Hasegawa, o el hecho
de que el único modo de cargase a Cole sea contratar a otro ninja (ningún arma
podrá acabar con él amigos, sólo otrs ninja) y que encima este sea Hasegawa.
Pero bueno, cosas peores hemos visto en los lares del señor.
Es en el tramo final donde la
cosa mejora, porque si Cole se muestra invencible, ¿a quién van a recurrir los
mafiosos para derrotarle? En efecto, al ninja negro. Cuando Hasegawa reaparece
la acción resurge y la seriedad con la que tenía que haber sido enfocada la
película se hace manifiesta. No es de extrañar que en las siguientes partes Sho
Kosugi interpretase al protagonista. Hasegawa constituye la verdadera Némesis
de Cole. Un ninja frío y despiadado, muy alejado del papel repleto de
chascarrillos de un Nero que ni siquiera sabe artes marciales (en esto me
recuerda a Dudikoff, quien , por cierto, tiene un papel no acreditado interpretando
a uno de los hombres de Venarius). Hasegawa no dudará en liquidar al mejor
amigo de Cole y a cometer una masacre en su territorio con tal de enfrentarse
en un combate final como colofón a su rivalidad. Combate librado en un ring de
peleas de gallos, guiño a la encarnizada lucha que se va a librar.
Vista en perspectiva, La justicia
del ninja es una película sencillamente pasable, pero amerita el ser la
primera en su especie y la que impuso la moda ninja que alcanzó su apogeo con
la saga de El guerrero americano (de la que sin duda sirvió de base). Sólo por
eso merece una oportunidad.
GERMÁN
FERNÁNDEZ JAMBRINA
TRAILER
LA VENGANZA DEL NINJA
NINJA 3: LA DOMINACIÓN
2 comentarios:
Muy grande el cine de ninjas de los 80, lo recuerdo con bastante cariño, aunque lo cierto es que aquellas películas dejaban mucho que desear.
"La justicia del ninja" es la clásica producción de la Cannon, con todo lo que eso implica, cutre, momentos sonrojantes, guión absurdo, etc. Me quedo con "El guerrero americano" que está un poco por encima de ésta.
Saludos.
Como digo en el comentario, lo más interesante de La justicia del ninja es que es la primera es su especie. A mí me gusta más la segunda parte : La venganza del ninja. Más centrada en la acción y con menos florituras chorras.
También tengo pensado reescribir la entrada de El guerrero americano y hablar de sus secuelas ochenteras.
Un saludo.
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