Un
año después de los acontecimientos ocurridos en Pesadilla en
ElmStreet 4: El amo del sueño (1988, Renny Harlin), Alice (Lisa
Wilcox) y Dan (Danny Hassel) continúan su relación al tiempo que
se gradúan en el instituto en compañía de sus nuevos amigos Greta,
Mark e Yvonne. Freddy Krueger no ha dado señales de vida, pero
cuando Alice se queda embarazada las pesadillas no tardar en regresar
...
Curiosamente,
la historia de esta quinta parte había sido ofrecida a la New Line
por el guionista Leslie Borden para Pesadilla en Elm Street 3: Los
guerreros del sueño. El guión, lógicamente, fue rechazado, pero
años después la New Line contactó de nuevo con Borden para
materializar su propuesta de manos del desconocido director Stephen
Hopkins (recordemos que salvo Wes Craven, todas las partes anteriores
también fueron dirigidas por novatos) al que dieron dos meses de
plazo para entregar la película. En coherencia con la anterior
secuela, El niño de los sueños continúa la historia ahí donde la
dejó El amo del sueño, Lisa Wilcox y Danny Hassel repiten en sus
papeles de Alice y Dan y, por supuesto, Englund hará de las suyas
como Freddy.
El
niño de los sueños, si bien alejada de ese terror espectacular y
festivo de la tercera y la cuarta parte, amerita virtudes que la
ensalzan como una película bastante superior a lo que la recordaba.
Y es que marcada a fuego con un tono deliberadamente oscuro y gótico
despliega una atmósfera opresiva y una imaginería visual
apabullante que hará las delicias de cualquier amante del cine
fantástico y de terror. Para lograr esto se basa en el uso del
filtro azul en la iluminación, grandilocuentes decorados (como el
del sanatorio mental) y la inquietante música de Jay Fergusón.
Además, algunas de las secuencias oníricas son tan impresionantes
como la fusión del hombre y la máquina que protagoniza Dan junto a
su moto o la la lucha de Mark y "Super Freddy" dentro de
un cómic.
Pero
su trama no se queda atrás en cuanto oscuridad y - quizás con un
ritmo más lento a lo que estamos acostumbrados - pone encima de la
mesa temas tan controvertidos como la anorexia, la conducción bajo
los efectos de bebidas alcohólicas, la maternidad juvenil o el
aborto y el derecho de la madre a decidir. Al tiempo, nos muestra el
origen de Freddy con la escena de violación de los cien maníacos a
una monja (Amanda Krueger, su madre).
Pienso
que esta temática dura e "incómoda" y el lógico
cansancio que se presupone tras cinco partes son los responsables de
la tibia acogida por parte de un público que reaccionó mal en
taquilla (con 22 millones de dólares fue la recaudación más baja
hasta entonces) y que , en general, la considera una de las peores de
la saga. Hay quien echa la culpa a un mal guión en el que el regreso
de Freddy a través de los sueños de un niño no nato no tiene ni
pies ni cabeza, pero si os paráis a pensar, después de la pesadilla
homoerótica que supuso La venganza de Freddy, y su resurrección en
El amo del sueño por medio de una meada de perro, lo descabellado es
sugerir que esta trama sea descabellada ...
GERMÁN
FERNÁNDEZ JAMBRINA
TRAILER
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