Presentación

Amantes de mundos fantásticos, bisoños aventureros en busca de tesoros, criaturas de la noche, princesas estudiantiles y fanáticos de cachas de postín, ¡sed bienvenidos!. Invitados quedáis a rebuscar en nuestra colección de VHS, acomodar vuestras posaderas en una mullida butaca, darle al play, y disfrutar de lo bueno, lo malo y lo peor que dieron estas décadas.

ADVERTENCIA: Aquí no se escribe crítica cinematográfica (ni se pretende). Las reseñas son altamente subjetivas y el único objetivo es aprender y disfrutar del cine y, por supuesto, de vosotros.

Karate Kid II, la historia continua (1986 - John G. Avildsen) The Karate Kid II


Con el éxito de su antecesora, era normal que los avispados productores de Columbia, decidiesen realizar una pronta secuela de Karate Kid, en la que como no contaríamos de nuevo con el inolvidable Noriyuki Pat Morita ( señor Miyagi ) y su alumno Ralph Macchio ( Daniel Larousso).

SINOPSIS
Daniel  y Miyagi, deben viajar al pueblo natal de éste, Okinawa, con el fin de que el maestro de su último adiós a su anciano padre.
Pero el retorno es algo complicado, puesto que Miyagi tuvo que abandonar su pueblo, rehusando combatir con su mejor amigo Sato (Dany Kamekona) por el amor de una mujer Yukie (Nobu McCarthy).
Al dejar en evidencia a su amigo, la vuelta se convierte en un asunto de honor, argumento sobre el que girará la trama de la película.
John y Miyagi puliendo cera en una pausa


OPINIÓN
John G.Avildsen, ya se había ganado cierta fama antes de llegar a la saga Karate Kid, puesto que fue el director del inicio de la saga de Rocky , es decir que en el arte del mamporro, era ducho en la materia.
Si en la primera parte se nos ofrece el proceso de aprendizaje del alumno con el maestro, llegando al culmen en la victoria final en el tatami, en ésta las tornas cambian a una vertiente más filosofal y dramática, que en su predecesora.
Si bien, las primeras escenas nos muestran de nuevo la victoria de Larousso en el torneo, se ahonda más en lo que ocurre después, con la aparición estelar de Martin Kove como Kreese, siendo derrotado a manos de Miyagi, el cual intenta salvar a Johnny ( William Zabka), antes de que Riggs lo estrangule.
Esta parte nos daba una idea, que podíamos volver a ver una continuación directa a la primera parte, pero varios motivos, hicieron que hubiese un cambio de rumbo.
Lo primero es que Elisabeth Shue (Alli), no iba a poder aparecer en esta secuela, por tema de estudios, con lo cual hubo de fingir una ruptura entre ella y Daniel y segundo, la productora quería mostrar parte de la vida de Miyagi por lo que ya planeada una tercera entrega, decidieron que la susodicha fuese la continuación directa de la primera y ésta nos llevase al país y al pueblo natal de Miyagi, Japón y Okinawa.
Vamos a practicar tamborileiro Daniel san
De ahí que la dirección tomada por el guionista Robert Mark Kamen (Capturado, El Quinto elemento, Gladiator) quizás no fuese la más acertada en mi opinión, aunque ellos lo veían como una continuación del proceso de aprendizaje de Daniel con Miyagi.
Con la llegada al país del Sol Naciente (que no lo era, puesto que la película se rodó en Hawaii), ya la cosa se tuerce, aunque a primeras no lo parezca, ya que nuestros protas son recibidos por un enviado Chozen ( Yuji Okumoto-Origen), que no tardaremos en intuir que será la versión nipona de Johnny y a buena cuenta que nos enteraremos, cuando descubramos que éste es ni más ni menos que el sobrino de Sato, el cuál sólo permite a Miyagi ver a su padre y luego cerrar cuentas con él, largos años atrasadas.
Kumiko devorando a Daniel San con su mirada
De aquí en adelante, la película es un contínuo proceso de enseñanza de lo importante que es el honor para Miyagi y del enamoramiento de éste de nuevo con Yukie que le ha estado esperando todos estos años de ausencia y luego de Daniel con Kumiko ( Tamlyn Tomita), la cual hacía su debut en esta película y a la cual podemos ver en múltiples series como Teen Wolf o the Good Doctor .
A través de una Okinawa, donde no parece haber pasado el tiempo, es más parece haberse quedado estancada en los años cincuenta, por sus edificios y vehículos y completamente convertida en una base más del ejército americano.
En uno de sus bares, veremos una de las escenas icónicas en aquellos tiempos para los que pudimos disfrutar del estreno de la película en cines...me refiero a aquella en la que Daniel y Kumiko, entran en un bar donde los soldados apuestan a ver quien rompe más láminas de hielo (a algunos nos evocaba a Karate a Muerte en Bangkock), pues bien, como no, el toca narices de Chozen hace su aparición apostando a ver cuantos rompe Daniel y en ese momento entra Miyagi y apuesta a que romperá los seis...y con enfoque, para sorpresa de todo el mundo, Daniel incluido, romperá los seis.
No busquéis escenas marciales en esta película, puesto que escasean ante el rechazo de Miyagi de rendir cuentas con Sato...hasta que el pueblo se ve amenazado y decide aceptar el desafío...pero...tifón al canto, lo que ocurre es que Sato es sepultado por su propia casa, mientras que su sobrino Chozen lo deja por muerto y son Daniel y Miyagi quienes tienen que rescatarlo y como consecuencia Chozen es desprestigiado por su tío, es decir, pierde todo su honor y dicho honor es lo que va a provocar el fin de fiesta de la película, que no nos podían dejar sin mostrarnos las dotes marciales de Daniel (esperar que me deshuevo un poco, que tengo reciente Cobra Kai y el señor Macchio sigue sin tener ni idea de Karate)
Pero claro es una película de karate y tiene que haber ostias como panes, queridos ochenters, y a mi manera de verlo,la escena fue rodada a toda mecha, la pelea final entre Chozen y Daniel, carece de la épica del combate final de la primera parte, volviendo a recurrir a la grulla, pero al final retomando el camino del enfoque para acabar la pelea tal y como Miyagi hiciese con Riggs.

Voy darte lo tuyo y lo de tu kimono
PARA RECORDAR:
El inicio ,continuación directa de la primera parte, y el final, no tanto por la pelea, sino por el baile de Kumiko y el escenario donde se desarrolla.
La música: la partitura de Bill Conti ,Two looking at one y el Glory of love de Peter Cetera, son todo un acierto

PARA OLVIDAR:
El personaje de Chozen , está sobre actuado y podría haber dado más de sí.
Los decorados de la ciudad de Okinawa, anclados en los años 50
Se centra demasiado en la filosofía o en la cuestión del honor así como en un drama de lágrima fácil ( la escena de la playa hablando de la muerte de sus padres, entre Miyagi y Daniel)

VALORACIÓN FINAL 
Inferior a la primera, mantiene su magnetismo, gracias a los personajes de Miyagi y Larousso, pero no es lo que se esperaba  en un principio, amén de haber envejecido bastante mal con el paso de los años.





1 comentario:

Oscar Valle dijo...

Me encanta el blog, los leo desde México, en el caso de esta película estoy consciente que hay menos acción 0ero me encanta saber más del pasado del señor Miyagi, me hubiera gustado que ahondaras más en el por qué consideras que ha envejecido mal, saludos y felicitaciones,desde México un lector asiduo.