Ochenters,
el mundo se detenía los sábados por la tarde cuando ponían “V”. Los que lo
vivimos lo sabemos. Las calles estaban desiertas de chavalería y todos
estábamos en casa a las siete de la tarde para ver a Diana, a Julie y a
Donovan.
Por
eso, esta serie tiene un puesto de honor en los iconos televisivos de los
ochenta y nos dejó grabada para siempre la imagen de esa boca abierta de forma
inverosímil para tragarse una rata.
LA IDEA
INICIAL, EL ARGUMENTO Y LAS TRES PARTES
En
un principio, el creador de la serie, Kenneth Johnson, no había concebido una
serie sobre extraterrestres invasores, sino una distopía sobre lo que podía ser
la instauración de un régimen de tipo nazi en Estados Unidos, inspirado en la
novela antifascista de 1935 “It Can't Happen Here” (No puede suceder aquí) de
Sinclair Lewis.
Ese
argumento no convencía a la NBC, que, en cambio, sí estaba interesada en
producir una serie de ciencia ficción para aprovechar el tirón de las películas
de “La guerra de las galaxias”. Johnson aceptó el cambio y retocó su historia.
No obstante, las referencias a la idea inicial, aunque alegóricas, siguieron
presentes. Sin ir más lejos, el emblema rojo y negro de los visitantes es muy
similar a la bandera nazi con la esvástica.
Los
llamados “visitantes”, llegan a la tierra en formidables naves ovaladas del
tamaño de una ciudad. Inicialmente se muestran amistosos y tienen el mismo
aspecto que los nosotros, pero pronto se revela su verdadera condición de
perversos alienígenas reptilianos cuyo objetivo es la dominación del planeta
para esquilmar sus recursos, especialmente el agua, y el sometimiento de la
raza humana, que quieren utilizar en su mayoría como alimento, y el resto como
esclavos o soldados en sus guerras con otras razas alienígenas.
El
engaño es descubierto de forma casual por un avispado cámara de televisión,
Mike Donovan, que, junto con la doctora Julie Parrish, organiza un grupo de
resistencia a los invasores en la ciudad de Los Ángeles, cuyo símbolo es una
letra V mayúscula que pintan con spray sobre los carteles propagandísticos de
los visitantes. Pronto, el movimiento se extiende a todo el mundo.
Aunque los fans solemos recordar “V”
como un todo, la serie se divide en tres partes: “V”, que es el realidad un
telefilm de dos episodios, “V, la batalla final” de tres, y la serie
propiamente dicha de 20 capítulos de una hora de duración.
En un resumen rápido, podríamos decir
que en la primera parte vemos la llegada de los visitantes y la conquista del
mundo, en la segunda su derrota aparente, y en la serie propiamente dicha, su
regreso y una lucha continua hasta su sorpresiva e inesperada cancelación que
pilló a Kenneth Johnson sin un final cerrado.
LOS
PERSONAJES PRINCIPALES Y SECUNDARIOS
Los
tres protagonistas principales son Donovan, Julie, y la malvada Diana.
Mike
Dónovan (interpretado por el apuesto y musculoso Marc Singer, al que habíamos
conocido en el cine con “El señor de las bestias” de 1982), es un cámara de
televisión que graba por primera vez la nave extraterrestre y es invitado al
interior, donde descubre por casualidad que el aspecto humano de los visitantes
es un postizo sobre sus escamas de reptil. Las circunstancias lo convierten en
líder de la Resistencia humana junto con la bióloga Julie Parrish (Faye Grant).
Si Mike es el arquetipo de hombre de acción, Julie representa los valores de
una líder: nobleza, inteligencia, entereza… Entre los dos flota siempre una
continua tensión sexual no resuelta.
Frente
a ellos, la mala, malísima Diana, una espléndida Jane Badler, que dota al
personaje de una fuerza y un carisma que han convertido a Diana en la villana
por excelencia de los ochenta (quizás junto a la pérfida Angela Channing de
Falcon Crest). Badler era una belleza madura con un cuerpo escultural y una
abundante melena negra cardada que la hacía enormemente atractiva (todos los
adolescentes del momento la amábamos y la odiábamos a la vez), y el personaje adoptaba
una pose y fulminaba con una mirada tan penetrante y destructiva como sus
lapidarias frases.
En
papeles secundarios encontramos tanto a jóvenes promesas, como a actores
consagrados: el “lagarto bueno” Willie, interpretado por el icono del cine de
terror Robert Englund, el luchador de la resistencia Elias (Michael Wright) o
la jovencita Robin (Blair Tefkin), el líder de la quinta columna de los
visitantes Martin (Michael Ashmore), que apoya en secreto a la Resistencia, o la
joven híbrida Elisabeth (Jennifer Cooke), que es hija de Robin y el visitante Bryan,
y posee poderes sobrenaturales con los que ayuda a la Resistencia. Elisabeth se
enamora del guapo Kyle (Jeff Yagher), que combate al lado de Donovan en la
tercera parte.
Entre
el elenco, merecen mención aparte dos personajes carismáticos de la serie, uno
por cada lado: Lydia por los visitantes, y Tyler por la Resistencia.
Lydia, interpretada por la bellísima
June Chadwick, es la lugarteniente y rival de Diana en la tercera parte. Ambas
viven en conflicto permanente, y ponen igual empeño en combatir a la
Resistencia como en combatir la una contra la otra. Se traspasan con sus
miradas, e incluso a veces Lydia “se vuelve buena” con tal de chinchar a Diana.
Su pelo rubio cardado también marcó tendencia, y su atractivo sex appeal incluso nos hizo flaquear a
los fans enamorados de Diana, que nos movíamos en la incómoda y a la vez
deliciosa dicotomía de amar platónicamente a las dos.
Por
su parte, Ham Tyler, un, como siempre espléndido Michael Ironside (el villano
de “Desafío Total”, esta vez en uno de sus contados papeles de bueno), es un duro exagente de la CIA al que la Resistencia encarga los trabajos más difíciles. Es el contrapunto a Donovan y
Julie, siempre a punto para sacar a pasear la Uzi y cargarse a cuantos más
visitantes mejor. Por cierto, una de las razones por las que la Resistencia
utilizaba armas convencionales y no las espectaculares pistolas y fusiles laser
de los visitantes, no era la excusa de las balas de teflón o que no fueran
detectadas como se decía en la serie, sino algo mucho más prosaico: los disparos de los laser se añadían en
postproducción de forma manual con un coste aproximado de 1000 dólares por
disparo, por eso se usaban lo justo y solo vemos en contadísimas ocasiones a
Donovan y los demás disparando con ellas.
REFERENCIAS
Y LEGADO
Tras
su cancelación en 1985, se mantuvieron los decorados y atrezzos en espera de
que la serie se retomara con nuevas entregas que nunca llegaron. En 2009 se
emitió un efectista remake de la serie, aunque sin el encanto de su antecesora,
que también fue cancelado prematuramente.
Hoy
“V” es un clásico de la ciencia ficción televisiva y un referente de la década
de los 80, recordado con cariño por los fans y los nostálgicos de esa época, y
ha tenido notable influencia en producciones posteriores. Un ejemplo palmario
es la superproducción cinematográfica “Independence Day” (Roland Emmerich,
1996), que copia literalmente de la serie la llegada de las naves a la Tierra y
su gigantesca forma ovalada (aunque, evidentemente, con una factura digital
mucho más lograda que los primitivos fundidos de la serie). También vemos lo
mismo, aunque de forma más modesta, en la película española “Extraterrestre”
(Nacho Vigalondo, 2012).
CONCLUSION
TVE
programó en aquella época series emblemáticas los sábados por la tarde: “Los
ángeles de Charlie”, “El Equipo A”, “MacGyver”, “La fuga de Golditz”, pero
nunca una con tanto impacto como “V”,
que, como hemos dicho al principio, dejaba las calles vacías. ¿Recordáis la
colección de cromos de “Teleindiscreta” con la mítica escena de Diana
comiéndose la rata? ¿Quién no estuvo enamorada de Donovan y Kyle, o coladito
por Diana, Lydia o Julie? ¡Qué tiempos aquellos!
Por Víctor Sánchez González
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