Esta es una de esas imposibles películas ochenteras en la
que todo lo imaginable podía ocurrir. Y es que si una computadora podía
enamorarse de su vecina en Sueños eléctricos (1984) y un hombre lobo
adolescente era la estrella de su equipo de baloncesto en Teen Wolf (1985),
¿por qué no iba a poder un torpe e inocente joven enamorarse de un maniquí que
en realidad alberga una preciosa chica nacida en el antiguo Egipto? La idea se
le ocurrió al director Michael Gottlieb tras ver la película One Touch of Venus
(1948).
Pese a lo descabellado e inverosímil de su propuesta, esta
ligera comedia romántica con toques fantásticos resulta muy agradable de ver y,
por supuesto, destila nostalgia. La multitud de situaciones de enredo
constituyen el fuerte de la película, y es que la egipcia Emmy (una guapísima
Kim Catrall) sólo recobra su apariencia humana ante Jonathan Switcher (Andrew
McCarthy)- para ayudarle a decorar escaparates al tiempo que se enamoran y
luchan contra una conspiración del despiadado dueño del centro comercial rival
y la despechada exnovia de Jonathan-, convirtiéndose en maniquí ante los ojos
de cualquier otra persona. En el reparto destaca la presencia de Estelle Getty
(Las chicas de oro), un irreconocible James Spader, nuestro querido Capitán
Harris de la saga Loca academia de policía (G.W.Bailey) en la piel de Félix, el
jefe de seguridad del centro comercial, y un cachondísimo Hollywood (Meshach
Taylor) como decorador ultra mariposón que ayudará a Jonathan en su cruzada.
Maniquí recibió malas críticas, pero funcionó muy bien en
taquilla recaudando más de 42 millones de dólares con un presupuesto de 8. Esto
dio pie a una secuela que se estrenó en 1991 y que contaba de nuevo con Meshach
Taylor. Fue nominada a un Oscar por el hit Nothing’s Gonna Stop Us Now de
Starship.
GERMÁN
FERNÁNDEZ JAMBRINA
TRAILER
NOTHING'S GONNA STOP US NOW
No hay comentarios:
Publicar un comentario