La
Tienda de los Horrores (1986, Frank Oz) Little Shop Of Horrors
Amigos, tras la discusión
que se creó con las distintas adaptaciones de un payaso devorador de mundos
llamado Pennywise, hoy me he atrevido
a traeros otra película que es de esos pocos casos en los que no tengo duda
alguna entre versiones, decantándome por el remake que supera con creces a la
original (desde mi punto de vista, claro) En este caso, mencionaré por encima
la original pero sobre todo me centraré especialmente en la cinta que nos ocupa.
Hablaremos ni más ni
menos que de "La Tienda de los
Horrores”, pero antes de empezar a comentar, os cuento partes de la trama,
que en ambas es muy parecida salvo matices y el final, que desarrollaré más
adelante.
Seymour
Krelboyne, (interpretado por el gran Rick Moranis) es ayudante de dependiente y horticultor de la
floristería del señor Mushnik, una tienda
de barrio venida a menos que va de mal en peor. Seymour tiene por costumbre pasear por las floristerías cercanas en
busca de esquejes para cultivar nuevas plantas. En esa misma mañana y durante su
búsqueda, un eclipse solar inunda de oscuridad el barrio y, tras un zumbido
venido del cielo, llega del espacio a una de las floristerías una extraña
planta (con maceta y todo) que nuestro protagonista, Seymour, encuentra y lleva con él a la tienda del señor Mushnik para cuidarla. Hasta aquí todo muy “normal”.
"Te voy a comer con mi boquita"
Seymour bautiza a la
planta Audrey II, pues Audrey es el nombre de su compañera de tienda
y amor no confeso, la chica buena e ingenua que prepara los ramos y hace los
envíos, si es que los hubiese.
En un arrebato de
desesperación y tras no entrar un cliente en días, el señor Mushnik decide cerrar la tienda para siempre, a lo que Audrey le pide a Seymour que enseñe esa planta tan rara que guarda en el sótano para
exponerla y así intentar atraer clientes. Y el plan funciona a la perfección,
nada más colocar la planta en el escaparate entra un cliente y tras éste la
gente empieza a venir a la tienda para hacer encargos.
Esa misma noche y antes
de cerrar, Audrey II se empieza a
marchitar de manera preocupante. Tras un par de quejas por el mal estado de la
misma, el señor Mushnik obliga a Seymour a quedarse en la tienda cuidando
a la planta para hacer que se recupere. El pobre Seymour prueba con todo; le da luz, tierra, fertilizante… pero nada
surte efecto. Nada salvo una cosa, sangre humana, en este caso la sangre de Seymour…
Pues bien, básicamente
todo consiste en esto, pero ya podréis suponer que todo se va complicando para
placer del espectador.
Como anteriormente
mencioné, esta maravillosa película es carne de remake (remake por partida
doble) ya que se basa en la original “La
Pequeña Tienda de los Horrores” de 1960 de Roger Corman, interpretada por Jonathan
Haze (odiado por unos y amado por otros) y con un cameo muy especial que
posteriormente analizaré, (ya que tengo el corazón dividido en este caso) y también
en el exitoso musical de Broadway “Little Shop of Horrors” que a su vez
está basado en la película de Corman,
por lo que, al contrario de la original que ha llegado a ser hoy día una
película de culto de terror y comedia de serie B, “Little Shop of Horrors” es terror y comedia pero musical, la cual
también está considerada una cinta de culto.
Pero el éxito a día de
hoy de esta adaptación (pues en su estreno y al igual que la original pasaron
con más pena que gloria, al contrario del éxito apabullante que tuvo el musical
en Broadway) no es casualidad; la
magia que consiguió hacer desprender Frank
Oz, director de esta adaptación, acompañado por Howard Ashman al guión y de Brian
Henson, hijo de su muchas veces compañero de viaje, el inigualable e
irrepetible creador de criaturas, Jim
Henson, es a día de hoy imposible de conseguir, pero esto lo trataremos más
adelante porque no puedo seguir escribiendo sin comentar de una vez su
maravillosa banda sonora con detenimiento y dejaros algunos temas musicales que
aún hoy consiguen emocionarme (sí, reconozco que el musical está de los
primeros entre mis géneros preferidos cinematográficos)
No nos equivoquemos, os
tengo que advertir que aquí no hay personas guapas, los protagonistas no
adornaban las carpetas de los adolescentes de la época pues no hay Sandys ni Dannys (ni falta que hacen) ya que son todo lo contrario a lo que
nos suelen tener acostumbrados las superproducciones de Hollywood. No destilan elegancia, no son bellezas arrebatadoras, ni
siquiera sonríen ya que no son personajes felices y de aquí puede venir parte
de la magia que respira esta cinta generando un gusto por lo macabro insertado
en la cotidianeidad.
La BSO fue adaptada magistralmente por Alan Menken, conocido por componer las melodías de películas de la factoría Disney como “La Sirenita” “Pocahontas” “La Bella y la Bestia” y “Aladdin” y Howard Ashman autor de las letras de las mismas, los cuales tienen en su haber varios premios de la Academia, pero si esto no os anima pasemos a la acción dejándoos una de las canciones que más disfruto de su BSO y donde nos describe a la perfección cómo se sienten los protagonistas y habitantes del barrio, logrando incluso que empaticemos con ellos.
Os pongo en situación y
os dejo el video (disculpad la calidad del mismo) para que lo disfrutéis; el malhumorado señor Mushnik recrimina la actitud de tres chicas que están
holgazaneando delante de su tienda, a las que vocifera que hagan algo con su
vida para ser alguien y progresar, a lo que responden que si naces en los
barrios bajos, en el suburbio, jamás podrás progresar.
Como veis nos presentan
de una manera muy directa a los habitantes de un barrio humilde cualquiera, personas
que están atrapadas en el suburbio, donde la vida es una mierda y sólo sales de
él para ir trabajar para los empresarios ricos de la ciudad, optando únicamente
a trabajos de segunda clase que te dan para poco y todo para que, al final del
día, vuelvas nuevamente al suburbio del que saliste.
En esta canción podemos
ver básicamente cómo Seymour, uno de los integrantes de los barrios bajos,
implora por salir del suburbio y ser alguien mientras que, en una escena que
bien podría ser sacada de The Walking
Dead, los vagabundos parecen querer atrapar a nuestro desdichado
protagonista.
Una de las frases que
mejor definen a Seymour se da
precisamente en esta canción,
“No hago más que
preguntarle a dios para qué sirvo y me dice caramba, pues no estoy seguro”
Pasemos a presentar a
otro de los personajes clave y vital en esta película, Orin Scrivello, novio de Audrey
(el amor platónico de Seymour) e interpretado
de manera magistral por Steve Martin
(Mejor solo que mal acompañado, El padre de la novia…)
Si habéis visto el remake
“La Tienda de los Horrores”, sabéis
de quién hablo. Es la personificación de un sádico despreciable, vomitivo,
violento y odioso. Disfruta torturando, de hecho entre sus aficiones está la de
maltratar a la pobre Audrey… Su madre
le decía que tenía un don para hacer sufrir a los demás, que debía compartirlo
con la humanidad y sacar beneficio de ello, y aquí llega una de las canciones
más divertidas y grotescas de la película, si sois aprensivos os recomiendo que
la saltéis.
Si habéis ido al dentista
(y si no también) no habréis podido evitar encogeros en el asiento y soltar
alguna risilla con esta brutal canción que, al igual que la anterior, “Downtown”, describe a la perfección a
este cerdo sin escrúpulos.
Y aquí retomo la escena
anteriormente mencionada que, tanto en la original de 1960 como en el remake
musical de 1986 me tienen ganado, pues en ambas hacen un cameo dos actores
imprescindibles en el mundo del cine, cada uno en su estilo. Os pongo en
situación, Arthur Denton (Wilbur Force en la original) es un
apasionado del dolor físico, le encanta y necesita de ese dolor para excitarse
y ¿a quién acude? Pues a Orin Scrivello.
Pues bien, en el musical este personaje es interpretado por el grandísimo Bill Murray, sí como lo oís y como nos
tiene acostumbrados, la mayor parte de su texto es improvisado.
¿Y quién pudo interpretar
entonces al personaje en 1960 para que dude entre qué versión prefiero? Pues ni más ni menos que un
jovencísimo Jack Nicholson.
En la original, es el
propio Seymour (tras asesinar al
dentista que es igual de sádico que Scrivello
pero con mucho menos protagonismo) quien le hace el estropicio a Wilbur Force (Nicholson)
En el remake musical sí
es Orin Scrivello, el cual se llega a
sentir incómodo, pues si sus pacientes disfrutan, él no lo hace, por lo que le
pide que se marche de su consulta. Una escena de pocos minutos pero que no
necesita más.
Pasemos a otro de los
protagonistas que nos da la película, la propia Audrey, interpretada por Ellen
Greene, acepta a Scrivello y su
forma de ser, pues según ella es lo que se merece por la vida que llevó y por
supuesto, no se merece a un hombre tan bueno como Seymour sin saber que él la ama en secreto.
Debo hacer mención
especial a la dificultad que tiene Ellen
Greene en este papel, pues su personaje tiene una forma muy peculiar de
hablar (¿os acordáis de la ceceante voz de Martin
Prince en Los Simpson? Pues
imaginadla así) que tiene que trasladar a las canciones, pero cuando saca su
verdadera voz se crece enteros y es una delicia. Por desgracia para nosotros, Ellen Greene a día de hoy se dedica
principalmente a teatro pero aún podemos verla en muchas producciones tanto
cinematográficas como televisivas. ¿Os acordáis de la madre de Mathilda en Leon: El Profesional? Pues…
Empezó siendo cantante en clubs nocturnos, donde llegó
a cosechar muy buenas críticas que la llevaron al teatro musical en el cual
siguió su andadura. Tras mucho rodar, le propusieron ser la protagonista
femenina de un famoso musical de Broadway
basado en una película de 1960… Sí, así es amigos, Ellen Greene fue la “Audrey”
del musical de “Little Shop of Horrors”,
y, por suerte para todos, ya que el papel de chica bondadosa e ingenua le
quedaba que ni pintado y su talento para la canción estaba más que demostrado,
lo fue también para el cine a pesar de no ser la primera opción de Frank Oz.
A parte del teatro y el
cine, como en la ya citada “Leon El
Profesional”, Ellen Green también
se ha dejado ver en series como Expediente
X, Ley y Orden o incluso en Héroes y como curiosidad, en 2015 hizo
una performance de “La Tienda de los
Horrores” junto a Jake Gyllenhaal,
el cual interpretaba a Seymour.
Y para ir terminando, mi último
personaje, como ya podréis suponer, no puede ser otro que Audrey II.
Una maravilla de animatrónica
que para la época en la que se filmó, 1986, hizo que una planta carnívora
venida del espacio exterior hiciese una mejor interpretación y con más
expresiones faciales que muchos de los actores que llenan las pantallas hoy
día. Uno de los encargados de darle vida fue el propio hijo de Jim Henson, Brian Henson y absolutamente todo fue grabado con maquetas y mucha
habilidad con la cámara. En relación a lo sonoro no se queda atrás, pues cuenta
con la increíble voz del ya fallecido Levi
Stubbs, que consiguió darle a Audrey
II esa maravillosa personalidad, y nos dejó varias de las mejores canciones
de la cinta como “Feedme Seymour” o “Suppertime”
Mención especial tiene Vincent Gardenia en su papel del señor Mushnik, el malhumorado dueño de
la floristería, el cual sale mal parado al intentar chantajear a Seymour tras descubrir sus aficiones
mortuorias; y por otro lado, Tichina
Arnold, Michelle Weeks y Tisha Campbell que durante toda la
película nos deleitan con sus voces que van apoyando la trama a modo de coro,
integrándose a la perfección en cada escena y resultando imprescindibles en la
cinta.
Ya para ir terminando, os
quiero dejar con algunas curiosidades de la película que he ido descubriendo con
los años:
-La original de Roger Corman de 1960 se rodó con tan
sólo 30.000 dólares, la adaptación musical llegó a los 30 millones de dólares.
-Algunas de las escenas
de Audrey II con los actores,
tuvieron que filmarse a menor velocidad, por lo que éstos tenían que moverse a
menor velocidad y sincronizar los labios a cámara lenta.
-El papel de Audrey, fue ofrecido principalmente a Cindy Lauper y más tarde a Madonna, pero por suerte para todos, rechazaron
el papel siendo Ellen Greene, quien
ya había interpretado al personaje en Broadway,
la actriz elegida y la única Audrey
perfecta.
-Frank Oz rodó un primer final de unos 15 minutos, más parecido a la
original y al musical. En este final, Audrey
moría y Seymour la llevaba en brazos
depositándola en la boca de Audrey II
que la engullía… Tras esto, Seymour
se dejaba devorar por la planta, que lo agarra y lo traga sin ningún
remordimiento escupiendo sus características gafas como final de escena. Así y
con el camino libre, miles de Audrey II
empiezan a venderse en todas las tiendas del mundo con un potente reclamo
comercial sin tener constancia de sus gustos culinarios. Todo termina con infinidad
de Audreys II atacando ciudades y
devorando a la humanidad…
Sí, éste era el final
original de Frank Oz, que a pesar de
lo duro y desacertado que os pueda parecer, está rodado magistralmente y merece
la pena su visionado sólo por ver la calidad que llegó a alcanzar, y todo con
maquetas y juegos de planos hechos de una manera sublime. Por desgracia para él
por fortuna para nosotros, este final cosechó tan malas críticas en sus
visionados previos al estreno que tuvieron que volver a rodar uno nuevo, el que
conocemos a día de hoy a pesar de su inconformidad, pues como digo, Frank Oz quería el final trágico y no
hacer de Seymour el héroe que salvase
la película.
Esta decisión por parte
de Warner es bastante lógica,
teniendo en cuenta el presupuesto que tuvo la película y el miedo al fracaso en
taquilla y sobretodo, teniendo en cuenta que Hollywood nos tiene acostumbrados a los “Happy End” por lo que este final no hubiese sido el adecuado para
el público. De todos modos, os dejo el link que, a pesar de que sólo lo he
podido encontrar en inglés, os recomiendo que veáis como curiosidad y por lo
brutal del mismo
A día de hoy este final
alternativo se puede ver en la edición del blu-ray con el montaje del director
y con subtítulos al español, aunque sinceramente, no os recomendaría su compra,
al menos en las ediciones actuales, ya que es pobre en contenidos y sin
subtítulos forzados para las canciones, por lo que si sois de ver cine con
doblaje español, tendréis que ver la película completa con subtítulos o
directamente perderos las magníficas letras de las canciones (que también
cuentan con una traducción a nuestro idioma bastante lamentable)
-En la versión de Corman, Audrey Junior también devora a Seymour,
apareciendo su cara en uno de los nuevos brotes de la planta.
-Hubo una versión animada
de “Little Shop Of Horrors” para la
televisión en 1991 llamada “Little Shop”,
os dejo la intro del programa
-La película cuenta con
varios cameos breves a parte del ya mencionado Bill Murray, que es sólo uno de ellos, también podemos ver a John Candy que entrevista a Seymour en la radio tras su éxito con Audrey II.
James
Belushi, hermano del fallecido y genial integrante de “Los Blues Brothers”, John Belushi (otra gran película musical
del magnífico John Landis que no os
podéis perder y en la que hace un cameo el propio Frank Oz) podemos encontrar otra maravillosa colaboración, el cual busca
ganar dinero vendiendo a Audrey II al
por mayor.
-Se rumorea que hay un
remake de esta versión musical que sería dirigido por Greg Berlanti y adaptado por Matthew
Robinson, que esperemos, quede sólo en rumor…
Bueno amigos, pues con estas
curiosidades me despido. Espero queridos Ochenters
que os haya gustado mi segundo artículo y que os hayan dado ganas, como mínimo,
de volverla a ver, o por lo menos recordar su espléndida banda sonora.
Yo mientras tanto iré a
visitar los barrios bajos, a tomarme un par de copas y a dar una vuelta por la
floristería del difunto señor Mushnik.
Nos vemos en La Tienda de los Horrores.
3 comentarios:
Me ha gustado tanto el artículo que me has picado para volver a verla
Un estupendo artículo y muy bien documentado :)
Muy buen artículo, y genialmente documentado :)
Publicar un comentario