Presentación

Amantes de mundos fantásticos, bisoños aventureros en busca de tesoros, criaturas de la noche, princesas estudiantiles y fanáticos de cachas de postín, ¡sed bienvenidos!. Invitados quedáis a rebuscar en nuestra colección de VHS, acomodar vuestras posaderas en una mullida butaca, darle al play, y disfrutar de lo bueno, lo malo y lo peor que dieron estas décadas.

ADVERTENCIA: Aquí no se escribe crítica cinematográfica (ni se pretende). Las reseñas son altamente subjetivas y el único objetivo es aprender y disfrutar del cine y, por supuesto, de vosotros.

Superman IV: En busca de la paz (1987, Sidney Furie) Superman IV: The Quest for Peace

 


Supermán ha decidido eliminar todas las armas nucleares de la Tierra estrellándolas contra el Sol. Pero Lex Luthor ha creado un doble del héroe que siembra el caos en todo el mundo. Además, la hija del dueño del periódico donde trabaja Clark Kent encuentra al joven tan atractivo que sólo contribuye a causarle más problemas. (http://www.filmaffinity.com/es/film409036.html)


 Madre de Dios, ¡esta película es deleznable! Menudo punto y final más cutre casposo para la saga protagonizada por Reeve. Nadie se merecía esto, joder. Pero claro, como muchos de los desastres cinematográficos habidos y por haber, este también tiene su historia …


Después de la tercera entrega, los Saklinds (qué tíos más pesados) trataron de ampliar el universo Superman con Supergirl (1984). Como los resultados tampoco fueron para tirar cohetes y ya la recaudación de la tercera parte del hombre de acero había sido relativamente floja, consideraron que la fórmula estaba agotada y decidieron devolver los derechos nada menos que a la Warner. Pero resulta que como la productora estaba ocupada en otros proyectos terminó por co-producir la película, ¡con la Cannon de Golan y Globus! Vamos, que la Warner les dio 37 millones de dólares para que nuestros primos favoritos hiciesen la película a su gusto. Estos 37 millones son una cifra modesta si se comparan con las cantidades invertidas en las dos primeras películas, está claro, pero teniendo en cuenta que para la tercera el presupuesto fue de 39, pues no era tan descabellada la cosa. El problema es que por entonces la Cannon no pasaba por su mejor momento, y los primos judíos, más listos que una ardilla, pensaron : “oye primo, ¿y por qué en vez de invertir los 37 millones de dólares le metemos sólo 17 y los otros 20 los utilizamos para pagar pufos y producir otros clásicos cutre casposos?” Y así fue.  Total, 17 millones de dólares para la cuarta película de una saga cuya primera parte había costado 55, ¡casi nada! Evidentemente, con ese presupuesto, no se pudo contratar a un equipo de efectos visuales decente, y este es uno de los lastres más grandes de toda la película, porque son absolutamente mierdosos. Hasta los títulos de crédito son cutres, y no digamos las escenas de vuelo, en que se ve perfectamente una pantalla con imágenes detrás de Superman, la hostia, vamos. A esto hay que sumar que el dinero se agotó antes de finalizar la película, por lo que muchos de esos efectos ya malos de por sí fueron reutilizados en varias escenas. Una producción 100% Cannon.




En cuanto a los actores, recuperaron a los secundarios habituales. Hackman y Margot Kidder regresan con el protagonismo de antaño. Otras incorporaciones fueron las de la, por entonces de moda, Mariel Hemingway, y el por entonces desconocido Jon Cryer (hoy día famosísimo debido al éxito de la serie Dos hombres y medio). Reeve, pese a ser reticente,  aceptó enfundarse de nuevo el traje de Superman a condición de colaborar en el guión y que le produjeran su proyecto El reportero de la calle 42 (1987). Así que con el grueso de la plantilla clásica de Superman al completo sólo faltaba encontrar director. Aunque parezca increíble al primero que se le ofreció el puesto fue a Richard Donner, que rechazó por encontrarse preparando Arma Letal. Después fue a Richard Lester, quien tampoco aceptó. Otros que rechazaron fueron ¡Wes Craven y Paul Verhoeven! Finalmente fue Sidney J Furié (El Ente, Águila de acero) el  encargado de llevar adelante este despropósito.

Vamos con la historia. El marco es La Guerra Fría entre EEUU y la URSS. Harto de una escala armamentística sin parangón, un niño escribe una carta a Superman pidiéndole que se deshaga de todas las armas nucleares. Al principio Superman duda, porque no quiere interferir en asuntos humanos, pero finalmente lanza todo el armamento nuclear al sol y lo destruye. Luthor que se ha escapado de la cárcel con la ayuda de su sobrino Lenny (Jon Cryer ) consigue material genético de Superman y al mandarlo con uno de los misiles nucleares al sol crea al Hombre Nuclear (Mark Pillow, cuya voz en la película es la de Hackman), un superhombre que obedece sus órdenes y que ha sido creado para matar a nuestro héroe. Vale, la historia parece que promete y un supervillano nuclear parece la hostia. Pues no amigos, porque nada se salva de la quema.



Esa subtrama en la que Clark es acosado por Lacy Warfield (Mariel Hemingway) alcanza cotas inenarrables en esa patética doble cita de estos dos con Superman y Lois. Lo de que Clark descubra su identidad a la primeras de cambio a Lois para pedirle consejo y acto seguido volver a borrarle la memoria con un beso (como el final de la segunda parte),  da pena. Hay sucesos increíbles como que las armas nucleares sean lanzadas al sol en una red, o que lleven a  Lacy a volar por el espacio (¡que en el espacio no hay aire, idiotas!). Las escenas en la Fortaleza de la Soledad, con esos dos viejos puesto ahí sin ton ni son, cutrísimas. ¡Y que hay de la nueva visión del albañil que gasta Super! Sí , amigos, ¡Superman reconstruye La Muralla China con una mirada! ¡ Acojonante! Pero lo peor de todo , con diferencia, es el antagonista de Superman. Porque lo que se nos ofrece es uno de los personajes más grotescos e infames de toda la historia del cine. El tío nace en el espacio vestido como una drag queen y cuando se presenta a Luthor no deja de decir: “matar a Superman”, como un auténtico cretino. El Hombre Nuclear es El Marilis Solar amigos, El Bujarrón Atómico que cuando se mosquea afila sus uñas y araña a Superman en una de las escenas de lucha más bochornosas que uno recuerda. Para colmo, ese arañazo deja  a Superman hecho caldo - se parece al personaje de Lestat al final de Entrevista con el vampiro (1994) - , ¡a saber dónde metería la mano!  Para terminar, esa resolución en la que Clark utiliza el cristal verde para curarse (tras el arañazo del Super Marilis) tampoco tiene sentido, por no hablar de un final tan chorras …





Originalmente, la película iba a durar 135  minutos, que fueron recortados a 90. Para eso eliminaron escenas aquí y allá. Estas escenas se incluyen en algunas ediciones de DVD. Yo las he visto y os aseguro que desde entonces las pesadillas son recurrentes. Acabo de decir que el Hombre Nuclear es uno de los peores villanos de la historia del cine. Pues bien, varias de esas escenas eliminadas nos muestran a otro supervillano, creado antes del Hombre Atómico, que es todavía peor. Un Super Lerdo que eleva la capacidad intelectiva del Hombre Atómico a la de Einstein. Con eso lo digo todo. Otras escenas eran las del rescate de una niña absorbida por un tornado o cuando Superman salva a unos militares soviéticos de un misil accionado por el Hombre Atómico.

Como habréis podido adivinar, los beneficios de Superman IV fueron un batacazo estrepitoso, que ni siquiera cubrieron los gastos de producción. El peor de los finales posibles para una saga que mereció correr mejor suerte.

GERMÁN FERNÁNDEZ JAMBRINA


TRAILER

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