Año 1993. En un año en el que tuvimos la Tapadera, Huevos de Oro y Blanco Humano, por poner algunos de los estrenos de ese año, el señor Sly hizo un doblete de estrenos con Máximo riesgo , que si recordáis es aquella historia de un Sly escalador metido en problemas y luego esta joya del cine de acción en el que se enfrentaba a uno de los iconos del cine más testosterónico de los noventa y principios del nuevo milenio, como era Wesley Snipes. Hoy os hablo de Demolition Man, el notable debú en la dirección del lombardo Marco Brambilla.
UN POCO DE SOCIALITÉ
Observar la foto de arriba, ¿véis ese granítico tiarrón de 48 años?, bien, pues esa foto está cortada en un punto en el que al potro italiano, dejaron de llamarle potro y le llamaron trípode, porque de aquella se rumoreaba que se había puesto una prótesis en su miembro viril y la foto circulaba por diversas revistas ( en mi caso lo ví en la Pronto) aunque evidentemente en el montaje final esa escena la cortaron. ¿A qué viene ésto, diréis? Pues a que aquel rumor, aumentó las altas expectativas por ver la película. Digo altas porque claramente, en la película íbamos a ver verdaderas hostias como panes entre una estrella consagrada y otra que ese estaba haciendo.
LA TRAMA
De 1996 a 2032, la sociedad sufrió un auge de la violencia que unido AL terremoto, provocó el doctor Cocteau ( Nigel Hawthorne) crease una sociedad paradisíaca en el que la paz y el orden era norma común, salvo para unos digamos que alborotadores liderados por Edgar Friendly (Denis Leary). Para conseguir eliminarle necesitará un arma del caos, Simon Phoenix ( Snipes), aunque no contaba con la aparición de otra arma de igual o peor calaña, John Spartan ( Sly).
LA SOCIEDAD:
Antes de meternos al meollo, analicemos la "idílica" sociedad que el buen doctor había creado.
- Prohibida la cafeína, el chocolate, el tabaco, el alcohol, la sal, lo picante, el azúcar. Vamos que eliminan lo mejor de la vida
- Prohibido el sexo tradicional (sólo se permite virtual), del onanismo ya ni se lo plantean, de lo misóginos que se han quedado
- Sólo existe una franquicia de restaurantes Taco Bell /Pizza Hut porque fueron los vencedores de la guerra de las franquicias. Spin-Off pero ya, que quiero ver como se meten de hostias entre Domino`s y Pizza Hut y Pepsi y Coca-Cola ( que por cierto no aparecen en la película)
- No hay papel higiénico para limpiarse el esfínter, si no que se usan tres conchas, cuyo uso no es explicado en la película, pero tranquilos/as que más abajo os dejo las instrucciones de uso
- Toda la comida es de origen vegetal ( algas y soja), ahí sí que dieron en la diana con el futuro
- Cualquier insulto o taco, es sancionado con un crédito, el cual en caso de Sly es usado para limpiarse el ojal, al no saber usar las conchas.
- No están permitidos los deportes que impliquen contacto, es decir que no hay fútbol...Aquí en España se lía parda si nos quitan el fútbol, así que no me quiero imaginar a los yankees sin fútbol americano, wrestling o boxeo y ni te cuento con la MMA
EL DIRECTOR :
Marco Brambilla. Director nacido en Milán en 1960, debutaba con esta película, sin ninguna experiencia previa y a pesar de los palos recibidos en su momento, para mí su labor fue más que meritoria, tanto en las escenas de acción, como en el apartado técnico. Digo palos, porque al pobre hombre sólo se le ha visto dirigir episodios de la serie Dinotopía (2000-2003) y Exceso de Equipaje (1997) con la estrella apagada de Alicia Silverstone. Debe ser que la cosa no pintó muy bien, con múltiples cortes en post producción que redujeron el palnteamiento incial de violencia que el lombardo tenía pensado y porque desde aquello, sólo ha hecho cortos y desde 2012 anda desaparecido por estos lares.
Pero a lo que iba, su labor fue más que decente. Basta ver las escenas iniciales en el pasado y la escena final en la cárcel congelante, para ver que el hombre, a pesar de sus luchas diarias con el potro italiano, hizo un trabajo notable.
LA PELÍCULA:
Contando de primeras con Peter M.Lenkov entre los guionistas, el creador de la nueva serie de Hawaii 5.0 nos ofrece un inicio espectacular en el cual Spartan va a la caza de Phoenix en un intento de sofocar un secuestro, ya vemos por donde van a ir los tiros de la película (al menos las primeras intenciones del director, que tuvo que ver como Stuart Bird tuvo que remontar diversas fases del guión, que dañaron el resultado que vemos en pantalla).
En esta presentación, ya vemos claramente que el personaje de Snipes, va tener un tono de humor socarrón, que en este tipo de películas, si se hace bien, encaja muy bien en el conjunto. De hecho en cierto modo recuerda al humor de Axel Foley. Aquí vemos como el bueno del arrubiado, tiene un plan con el que llevarse por delante a Spartan, haciéndole creer que los rehenes que busca, no están allí, pero tras una tremenda deflagración en el que todo el edificio sale volando, la más puro estilo del apodo de Spartan , como es Demolition man, todo se desmorona alrededor de Spartan cuando se descubren los cadáveres de los rehenes ( después sabremos que ya estaban muertos antes de que llegase Spartan) y por lo tanto ambos son condenados a criogenización durante un largo período de tiempo.
Aquí de primeras ya hubo cortes en la mesa de montaje , ya que estaba previsto de inicio, que se presentase a ambos contendientes sin ningún tipo de contacto físico, es decir que se diesen de hostias ,pero dicha escena fue eliminada y se optó por la toma Demolition.
De aquí ya nos dirigimos a la crioprisión, donde según palabras de Stallone, pasó las cinco peores horas de su vida haciendo las tomas para clavar el momento previo a quedarse congelado y su posterior hibernación cual oso polar. Aquí es cuando hay el corte , que en el principio de estas líneas os comentaba, respecto a la prótesis fálica, que el forzudo protagonista se había implantado.Pasado este momento gélido, nos trasladamos ya al futuro idílico de 2032, donde sólo se consumen soja y vegetales, no hay sexo (sólo virtual), ni fútbol, ni sal, ni picante...¡NI CHOCOLATE!, idílico sí...por las narices.
Pero lo idílico no dura para siempre y el doctor Cocteau quiere acabar con ciertas personas anti sistema y principalmente con su líder, Dennis Leary...Pero para eso hay que descongelar a Simon Phoenix.
La escena en la que despierta del letargo nuestro teñido taekwondista, ( tinte que por cierto odiaba y que de hecho hizo que al terminar el rodaje se rapase por completo la cabeza), hubo de ser cortada para suavizar las escenas más escabrosas, especialmente aquella en la que se mostraba como le sacaba el ojo al alguacil, que le permite huir de su confinamiento. Así mismo tampoco se muestra su descongelación, cosa que sí se hace con un poco más de detalle con John Spartan, debido al interés del propio actor en tener mayor protagonismo que el futuro Blade.
Si tenéis la oportunidad de verla en versión original, podréis deleitaros con el español de Snipes, que creía que encajaría muy bien en el tono de la película, especialmente esos olés, cuando zurra a los ineptos policías de San Ángeles y donde demuestras el porqué de ser un afamado artista marcial que además hizo todas sus escenas de acción sin ayudas de dobles (justo igual que su antecesor en el papel, que iba a ser Jackie Chan y que rehusó a ser el villano y que fue considerado para la que se suponía que iba a ser la secuela y que quedó en el cajón oscuro de Hollywood).
Respecto a Sly, su vuelta a la vida, trae consigo que tenga que asimilar el hecho de haber perdido a su mujer y no ver crecer a su hija...bueno, otro de los cortes viene aquí, ya que en la escena de las cloacas, rescata a una joven que en el guión original resultaba ser su hija, pero que por cosas del montaje no pudo ser explicada.
No contento con eso, tiene que ver como hay un código de conducta, que le quita créditos ( como las recreativas) por decir tacos o palabras malsonantes u ofensivas y sobre todo, el no poder limpiarse el ojete con papel, sino tener que hacerlo con unas conchas, que si bien no hay explicación de su uso en el montaje final ( otra vez los cortes) sí que tenemos las instrucciones y el cómo llegaron a la película.
Resulta que Daniel Waters , uno de los guionistas , tenía que explicar una escena de Stallone usando el escusado, pero quería darle una aire futurista y no sabía como afrontarlo y llamó a otro guionista amigo suyo si le podía ayudar. Éste le comentó que estaba justo en el baño y que como decoración tenía unas conchas y entonces a Walters se le iluminó la bombilla y de ahí surgió la idea de las tres conchas.
De aquí nos trasladamos al museo. Quizás junto al final, la mejor escena de la película. El museo de armas es donde descubrimos el porqué del despertar de Simon y donde vemos el primer enfrentamiento a tiro limpio entre los dos machos alfa de la película. Son unos siete minutos trepidantes que no dejan ningún respiro al espectador y que son fiel reflejo del cine de acción más noventero con un Snipes a pleno rendimiento y un Sly haciendo de Sly culminando con la supuesta salvación del doctor Cocteau por parte de Stallone
Como consecuencia de este supuesto acto heroico, es invitado a comer al Taco Bell/ Pizza Hut, donde vemos que todo el mundo viste al estilo oriental ( se pretendía presentar una vestimenta lo más ecológica posible) y descubrimos todo aquello que está prohibido, lo cuál perturba y de qué manera a John Spartan que aquí descubre de manera abrupta, cómo existe un grupo de anti sistemas, que lo único que buscan es comida y acabar con el supuesto idílico mundo que rodea San Ángeles y que hace que vivan en las cloacas.
Unas cloacas donde Simon, envía a sus compinches, sí, compinches que él mismo ha descongelado con ayuda de Cocteau y cuyo único fin es aparte de matar a Edgar Friendly ( Dennis Leary), es por supuesto acabar con Spartan. Unas cloacas donde tendría que haber ocurrido una de las mejores escenas de la película, pero los sobre costes que conllevaba hizo que la violencia se redujera al máximo y sólo nos quedase en la retina la imagen de Spartan zampándose una hamburguesa de rata. Aquí hay una escena cortada , en la cual Sly y Snipes tenían una cruenta pelea en el puente desde donde éste disparaba y donde le confesaba que los rehenes del principio de la película ya estaban muertos cuando fue la explosión. Dicha confesión es realizada casi al final de la película, donde si nos fijamos, veremos como Snipes no mueve los labios, lo que implica que seguramente dicho audio fue grabado y pegado posteriormente en la mesa de montaje.
EL FINAL:
El final fue atrozmente cortado, digo atrozmente, porque de lo que había sido rodado a lo que realmente se ve en pantalla, se cayeron cuatro compinches de Simon, quien una vez que hubo asesinado al doctor Cocteau, tenía intención de traer de vuelta a todos sus mejores amigos, para montar la juerga padre y hacer un nuevo orden en el que campar a sus anchas.
Pero en la mesa de montaje, sólo dejaron en pie a dos compinches de seis, que eran machacados por Spartan, al igual que Simon que es congelado en la pelea en el momento culminante, en una escena en la que previamente habían dejado lucir sus mejores dotes marciales al rubiales, si bien, no pudimos ver muchas de esas dotes , ya que fueron fusiladas en la mesa de montaje.
EL SEXO, EL PELO RUBIO, EL ORIGEN Y CHISMORREOS VARIOS
Antes de acabar, unas curiosidades que he ido dejando de lado.
Pero lo idílico no dura para siempre y el doctor Cocteau quiere acabar con ciertas personas anti sistema y principalmente con su líder, Dennis Leary...Pero para eso hay que descongelar a Simon Phoenix.
La escena en la que despierta del letargo nuestro teñido taekwondista, ( tinte que por cierto odiaba y que de hecho hizo que al terminar el rodaje se rapase por completo la cabeza), hubo de ser cortada para suavizar las escenas más escabrosas, especialmente aquella en la que se mostraba como le sacaba el ojo al alguacil, que le permite huir de su confinamiento. Así mismo tampoco se muestra su descongelación, cosa que sí se hace con un poco más de detalle con John Spartan, debido al interés del propio actor en tener mayor protagonismo que el futuro Blade.
Si tenéis la oportunidad de verla en versión original, podréis deleitaros con el español de Snipes, que creía que encajaría muy bien en el tono de la película, especialmente esos olés, cuando zurra a los ineptos policías de San Ángeles y donde demuestras el porqué de ser un afamado artista marcial que además hizo todas sus escenas de acción sin ayudas de dobles (justo igual que su antecesor en el papel, que iba a ser Jackie Chan y que rehusó a ser el villano y que fue considerado para la que se suponía que iba a ser la secuela y que quedó en el cajón oscuro de Hollywood).
Respecto a Sly, su vuelta a la vida, trae consigo que tenga que asimilar el hecho de haber perdido a su mujer y no ver crecer a su hija...bueno, otro de los cortes viene aquí, ya que en la escena de las cloacas, rescata a una joven que en el guión original resultaba ser su hija, pero que por cosas del montaje no pudo ser explicada.
No contento con eso, tiene que ver como hay un código de conducta, que le quita créditos ( como las recreativas) por decir tacos o palabras malsonantes u ofensivas y sobre todo, el no poder limpiarse el ojete con papel, sino tener que hacerlo con unas conchas, que si bien no hay explicación de su uso en el montaje final ( otra vez los cortes) sí que tenemos las instrucciones y el cómo llegaron a la película.
Resulta que Daniel Waters , uno de los guionistas , tenía que explicar una escena de Stallone usando el escusado, pero quería darle una aire futurista y no sabía como afrontarlo y llamó a otro guionista amigo suyo si le podía ayudar. Éste le comentó que estaba justo en el baño y que como decoración tenía unas conchas y entonces a Walters se le iluminó la bombilla y de ahí surgió la idea de las tres conchas.
De aquí nos trasladamos al museo. Quizás junto al final, la mejor escena de la película. El museo de armas es donde descubrimos el porqué del despertar de Simon y donde vemos el primer enfrentamiento a tiro limpio entre los dos machos alfa de la película. Son unos siete minutos trepidantes que no dejan ningún respiro al espectador y que son fiel reflejo del cine de acción más noventero con un Snipes a pleno rendimiento y un Sly haciendo de Sly culminando con la supuesta salvación del doctor Cocteau por parte de Stallone
Como consecuencia de este supuesto acto heroico, es invitado a comer al Taco Bell/ Pizza Hut, donde vemos que todo el mundo viste al estilo oriental ( se pretendía presentar una vestimenta lo más ecológica posible) y descubrimos todo aquello que está prohibido, lo cuál perturba y de qué manera a John Spartan que aquí descubre de manera abrupta, cómo existe un grupo de anti sistemas, que lo único que buscan es comida y acabar con el supuesto idílico mundo que rodea San Ángeles y que hace que vivan en las cloacas.
Unas cloacas donde Simon, envía a sus compinches, sí, compinches que él mismo ha descongelado con ayuda de Cocteau y cuyo único fin es aparte de matar a Edgar Friendly ( Dennis Leary), es por supuesto acabar con Spartan. Unas cloacas donde tendría que haber ocurrido una de las mejores escenas de la película, pero los sobre costes que conllevaba hizo que la violencia se redujera al máximo y sólo nos quedase en la retina la imagen de Spartan zampándose una hamburguesa de rata. Aquí hay una escena cortada , en la cual Sly y Snipes tenían una cruenta pelea en el puente desde donde éste disparaba y donde le confesaba que los rehenes del principio de la película ya estaban muertos cuando fue la explosión. Dicha confesión es realizada casi al final de la película, donde si nos fijamos, veremos como Snipes no mueve los labios, lo que implica que seguramente dicho audio fue grabado y pegado posteriormente en la mesa de montaje.
EL FINAL:
El final fue atrozmente cortado, digo atrozmente, porque de lo que había sido rodado a lo que realmente se ve en pantalla, se cayeron cuatro compinches de Simon, quien una vez que hubo asesinado al doctor Cocteau, tenía intención de traer de vuelta a todos sus mejores amigos, para montar la juerga padre y hacer un nuevo orden en el que campar a sus anchas.
Pero en la mesa de montaje, sólo dejaron en pie a dos compinches de seis, que eran machacados por Spartan, al igual que Simon que es congelado en la pelea en el momento culminante, en una escena en la que previamente habían dejado lucir sus mejores dotes marciales al rubiales, si bien, no pudimos ver muchas de esas dotes , ya que fueron fusiladas en la mesa de montaje.
EL SEXO, EL PELO RUBIO, EL ORIGEN Y CHISMORREOS VARIOS
Antes de acabar, unas curiosidades que he ido dejando de lado.
- Por una parte el tema del sexo virtual ,fue idea de Sly ( lo del pene protésico digo yo que de la parienta) así como el diseño de las gafas que debían ser elegantes como para guardarlas en un joyero al igual que se hacen con algunos consoladores...sic.
- El pelazo que se marca Snipes fue una inspiración para cierta figura de la NBA que por cierto trabajarìa en la gran pantalla con otra estrella del cine acción como Jean Claude Van Damme... ese jugador fue Dennis Rodman y siempre afirmó que ese pelo rubio, era un símbolo para ser algo diferente, algo que diese espectáculo y a fe que lo dio.
- The Police y su canción Demolition Man, fueron la fuente de inspiración para el tìtulo, ya que fue la primera canción que oyó Peter Lenkov al empezar a trabajar con el guión de la película
- Sandra Bullock, fue nominada a peor actriz secundaria en los famosos anti óscars, los Razzies
- Send a maniac to catch one. Esta frase que oiremos hasta tres veces a lo largo del film, fue una improvisación por parte de Sly para recalcar su rol de action-man
- Elliot Goldhental fue el compositor elegido para realizar la BSO y de hecho, fue merecedora del premio a mejor composición en los ASCAP Film and television music awards, premio que repetiría hasta en seis ocasiones más, siendo cinco de ellas consecutivas incluyendo la partitura que nos concierne
Lo mejor:
La doble S. Esos dos machos alfa cara a cara en una pelìcula de acción, es suficiente para estar pegados a la pantalla. A eso hay que añadirle a una debutante Sandra Bullock que lo borda como la ingenua policía, amante de la acción más noventera y que nos dejó en la retina una de las escenas más oníricas de los noventa, aquella en la que propone sexo a Sly, pero no el que el potro italiano pensaba, si no el virtual, ya que como recordamos, el contacto físico en el sexo estaba prohibido y la procreación se hacía in vitro con esperma depurado...
Lo peor:
Los cortes en el metraje nos han dejado con el regusto de saber cómo hubiera sido el producto final y la ausencia prolongada de una secuela, nos sigue dejando con ganas de más demolición, aunque con el repunte de la fiebre por retomar en Hollywood éxitos pasados, no es descabellado que llegue a materializarse
Nota Ochenter: 8/10
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