Presentación

Amantes de mundos fantásticos, bisoños aventureros en busca de tesoros, criaturas de la noche, princesas estudiantiles y fanáticos de cachas de postín, ¡sed bienvenidos!. Invitados quedáis a rebuscar en nuestra colección de VHS, acomodar vuestras posaderas en una mullida butaca, darle al play, y disfrutar de lo bueno, lo malo y lo peor que dieron estas décadas.

ADVERTENCIA: Aquí no se escribe crítica cinematográfica (ni se pretende). Las reseñas son altamente subjetivas y el único objetivo es aprender y disfrutar del cine y, por supuesto, de vosotros.
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Bandas de los 80 aún en activo IV: SIMPLE MINDS



Aunque formada en 1977 y habiendo sacado su primer disco dos años más tarde, el consenso es más que generalizado y no hay ningún tipo de problema en etiquetar a los Simple Minds como banda paradigmática de los 80, y ello no sólo por el hecho de haber desarrollado una mayor actividad discográfica en nuestra década favorita sino además por su tamaña influencia durante el transcurso de aquellos años, algo que se vería más que sellado gracias a ese himno generacional que es el "Don't You (Forget About Me)" incluido en la BSO de ese gran hito cinematográfico que fue "El Club de los 5" de John Hughes.


De Simple Minds se suele decir que son los "U2 escoceses" cuando la realidad pudiera ser bien distinta ya que hay voces que claman que es un poco lo contrario y que bien pudiera señalarse del mismo modo a los U2 como los "Simple Minds irlandeses". Mucha gente podría llevarse las manos a la cabeza al leer esto teniendo en cuenta quiénes son los U2, los millones de discos que han vendido y el ejército de fans que poseen a lo largo y ancho del mundo... vale, ¿y qué?. No todo es perfecto en esta vida y la originalidad en el mundo de la música es algo muy, muy raro: los grupos tienen sus influencias, éstas influencias suelen derivar de artistas anteriores por así decir pero, en el caso de U2 hay quienes opinan que no fue siempre tan así y digamos que, tras saborear un poco del sonido de los Simple Minds, se dice que discretamente recondujeron un poco el suyo. Fuera como fuese no es raro que, teniendo en consideración las veces que tourearon juntas ambas bandas y la buena relación existente entre sus 2 cantantes - que hasta hacían entrevistas juntos afirmando que se casarían juntos o se subían al escenario para acompañar al otro cuando tocaba con su banda - algo se pegase en una dirección o en la otra. Éste es simplemente uno de esos debates que siempre estará ahí para aquel que tenga ganas de enzarzarse bien en favor de una o de otra banda, pero lo que sí es indiscutible es que ambas fueron grandes exponentes del llamado "anthemic rock" o rock de himnos de los 80.

1979-1981: INICIOS DE OSCURIDAD Y EXPERIMENTACIÓN

Tras la formación de Simple Minds, pasaron dos años hasta que dieron luz no a uno ¡sino a dos discos!, lanzándose pues en aquel 1979 los largos Life In A Day y Real To Real Cacophony los cuales sonaban aún algo anclados a los 70. Sobre el primero hay que decir que supo conjugar muy bien el Post Punk y la New Wave ello a pesar de que es un disco del cual Jim Kerr, el propio líder de los Simple Minds, ha sido bastante crítico en lo relativo a su producción, lamentando que las canciones no transmitieran en el disco lo que sí hacían en directo. A pesar de no ser uno de los singles que sacaron de éste primer álbum, me quedo particularmente con el oscuro y delicioso "Pleasently Disturbed".


Como decía, tras Life In A Day poco después llegó Real To Real Cacophony, un disco que no entró en listas (ni tan siquiera su único single "Changeling") algo debido probablemente a su carácter particularmente experimental (en ocasiones con pinceladas de psicodelia) sobre todo en su lado A, siendo su lado B mucho más fácil de digerir y el que concentraba en mi opinión los mejores temas del disco, incluyendo este pedazo de "Premonition" con un Derek Forbes dándole duro al bajo.



Aunque sin éxito comercial, fue mayormente bien recibido por la crítica algo que quizá les animó a no tomarse descanso alguno e iniciar los 80 lanzando, tan sólo un año después del anterior, un nuevo disco de nombre Empires And Dance mediante el cual la banda no comenzaría a perfilar todavía ese sonido tan popular entre sus miles y miles de seguidores. El disco tenía temas que sugerían un Post Punk a veces - y a su manera - bailable, no siendo así en otras permitiéndose de nuevo la banda todas las licencias creativas que apetecía, algo que se puede percibir especialmente a partir del ecuador del disco.


Empires And Dance sí entraría en listas - cosa que no hizo su primer y animado single "I Travel" - pero no precisamente de manera fuerte. Para colmo y, a pesar de las buenas críticas, comercialmente no fue exitoso debido sobre todo a que su por aquel entonces discográfica - Arista - no distribuyó un gran número de copias, algo que quizás empujase a los Minds a fichar por Virgin Records donde sí hallarían un mayor éxito comercial.

1980 sería el año no sólo para éste tercer disco sino que lo fue también para llevar a cabo su primera actuación en España, teloneando ni más ni menos que al ex Genesis Peter Gabriel. Y sin intención de parar la locomotora, en 1981 sacarían un cuarto álbum de nombre Sons & Fascination / Sisters Feelings Call que en realidad se trataba de dos discos diferentes lanzados simultáneamente pero que finalmente pasarían a venderse como álbum doble. Con este trabajo (o trabajos) mantuvieron su perfil Post Punk / New Wave pero con ligeros coqueteos con el Rock progresivo. Consiguieron apertura internacional y en él se comenzaba a perfilar ese sonido por el cual tanto lo petaron en los 80. Para mi gusto algo lineal en su primera mitad y, a pesar de que ésta concentra los singles que fueron lanzados ("Love Song", "The American" y "Sweat In Bullet"), siento una especial predilección por un tema precisamente instrumental de nombre "Theme For Great Cities" el cual era completamente vanguardista y en el que todas las piezas del puzzle simplemente encajaban a la perfección.


1982-1988: LAS MIELES DEL ÉXITO

Comienza esta nueva etapa para la banda con el lanzamiento en 1982 de un disco crucial para su carrera: New Gold Dream 81-82-83-84 mediante el cual dieron el campanazo, encontrando éxito comercial y críticas positivas al mostrarse al mundo con un sonido más abierto y digerible que seguiría percibiéndose en sus próximos 2 trabajos.
 
U2 declaró que su The Unforgettable Fire de 1984 estuvo muy influenciado por este New Gold Dream 81-82-83-84 de Simple Minds, influencia que realmente en realidad va más allá de éste disco de los de Glasgow abarcando también su siguiente - y todavía anterior al de los U2 - disco Sparkle In The Rain, álbum en el cual Simple Minds ya tenía bien sacada la punta a su sonido más popular con temas como "Up On The Catwalk", "East At Easter" o este "Speed Your Love To Me".


Justo al año siguiente, en 1985, Simple Minds tocaría techo en lo que al menos fue su labor durante la década de los 80, y ello debido a varios factores como fueron la interpretación - que no composición - del mítico "Don't You (Forget About Me)" canción capital - y bien capitalizada - que sigue siendo uno de los 100 singles más vendidos de la Historia gracias también al aparecer en esa - ya mencionada al principio del artículo - banda sonora de El Club de los 5, película para la cual se escribió. El segundo factor para que Jim Kerr y los suyos alcanzasen el cenit fue el lanzamiento de un nuevo y exitoso disco de nombre Once Upon A Time en el cual se incluirían entre otros temas ese grandioso himno que es "Alive And Kicking".


Sin embargo los Simple Minds fueron perdiendo algo por este camino de baldosas amarillas pues lo cierto es que el line up de la banda iba poco a poco variando y, el hecho determinante por el cual se pudo observar que a pesar de todo las cosas no marchaban internamente tan bien como parecía, fue la salida del gran Derek Forbes.


La marcha de quien en 1982 fuera elegido el mejor bajista del mundo y que a día de hoy sigue siendo el mejor bajista escocés de todos los tiempos - título que no parece que vaya a cambiar de manos en bastante tiempo - no fue desde luego una maniobra sensata, siendo de hecho - en palabras del propio Jim Kerr - un error lamentable. Esta salida no fue al parecer muy amistosa. Forbes clamó haber compuesto alrededor del 60% del nuevo disco y ni siquiera fue incluido en los créditos, si bien, al considerar que pronto sería llamado a una reunificación - alg que pasó en realidad bastante tarde - prefirió no tomar medidas legales.


A pesar de todo hubo un tercer factor para que los Simple Minds tuvieran una temporada excepcional en aquel 1985 al ser una de las bandas que participó - ya sin el Señor Forbes al bajo - en el mítico Live Aid junto con un listado de bandas y artistas tal que convertirían al más indiferente en todo un melómano de pies a cabeza.

Tras esto vendría una gira que desembocaría en el disco en directo Live In The City Of Light que mostraría parcialmente esa gira al recoger grabaciones de la actuación de 2 noches que dieron en 1986 en París.

 1989-2000: OCASO

Tras la gira antes mencionada, la banda se tomaría unas merecidas vacaciones. Si bien a nivel personal era algo más que necesario, a nivel profesional no fue probablemente el mejor momento para ello. Habían trabajado muy duro para llegar ahí, se habían ganado el éxito a costa incluso de haber perdido compañeros por el camino, pero era perfectamente comprensible que aunque no fuese un movimiento muy estratégico, había que echar un poco el freno. La vuelta tras ese periodo de asueto fue con el disco Street Fighting Years (precedido por el EP Ballad Of The Streets), un trabajo en el cual la banda parecía que continuaba de descanso pues se apreciaba una enorme pérdida de energía respecto de los anteriores trabajos, cambiando los himnos capaces de hacer temblar estadios, por canciones que parecían más propias de un Bryan Adams descafeinado y a punto de echarse la siesta que de esos Simple Minds que habían afianzado a sus fans escasos años atrás. Además de ser un álbum en mi opinión bastante aburrido, marcó un nuevo antes y después en la banda ya que las diferencias de status entre miembros fundadores y nuevos miembros habían crecido y así, en este clima enrarecido, se produjo la fuga de otro de los grandes talentos de la banda: el teclista y miembro fundador Mick Macneil, no siendo el único pues el que supliera a Derek Forbes tras su marcha, el bajista John Giblin, también decidió partir.

Finalizando con Street Fighting Years hay que decir que al menos creativamente los Simple Minds, en su eterno inconformismo a la hora de definir su sonido, se tomaron sus licencias como por ejemplo incluir un tema ciertamente folk como "Belfast Child", basado en una antigua canción celta de nombre "She Moved Though The Fair" y cuyo single consiguió el número 1 en UK a pesar de tener - hasta casi llegado el final - la frecuencia cardiaca de un elefante, pues la canción - aunque bonita - invitaba a dormir en sus primeros minutos.


Los lanzamientos de Simple Minds en los 90 pasarían apenas sin pena ni gloria, con el disco Real Life de 1991 se percibía casi lo mismo que ofrecía su trabajo anterior: una casi completa perdida de fuerza. Los Minds parecían haber envejecido 20 años de golpe y este nuevo álbum parecía sacado más por inercia o compromiso que otra cosa. Obviamente hablamos de buenos músicos y el disco sigue siendo audible - de hecho no lo hizo mal en los charts - pero ello no quita que me parezca aburrido e insulso en su mayor parte. Simplemente no eran los Minds de antaño y no es de extrañar que tras el mismo la banda terminara por romperse - cosa que en realidad duró bien poco - sacando tras este disco un recopilatorio de nombre Glittering Prize 1981-1992 que para colmo obviaba los 3 primeros álbumes - los cuales no fueron lanzados por Virgin - y que a pesar de ello se vendió bastante bien e incluso fue lanzando en diferentes versiones según la zona geográfica.



Como decía antes el barco no se hundió por mucho tiempo y en el 95 hubo nueva ración de Minds con Good News From The Next World, álbum con críticas mixtas y éxito moderado. Sus 2 singles "She's A River" y "Hypnotized" no lo hicieron mal en listas pero tampoco consiguieron un número 1 en ninguna parte.



Casi parecía que la banda quería despertar con temas como "Night Music" pero no lograba retornar a las calidades de la primera mitad de los 80, algo que quizá contribuyó a que para el siguiente trabajo - ya en 1998 - se acudiese a Peter Walsh - productor de aquel mítico New Gold Dream 81-82-83-84 - y se produjera el regreso de Mel Gaynor a la batería así como del Señor Derek Forbes quien volvería para darle caña al bajo de nuevo en ese disco de nombre Nèapolis que, a pesar de lo que parecía indicar tamaños regresos y el hecho de que incluso hicieran algo como irse a grabar un videoclip al museo Guggenheim de Bilbao, no terminó de cuajar del todo...


... pues una vez más el trabajo de Simple Minds recibiría críticas mixtas y de hecho su nuevo sello - Chrysalis - se negaría a lanzar el disco en los EEUU siendo esto probablemente una de las razones por las que la banda lo abandonaría tras el tour que seguiría al disco. Derek Forbes, lamentablemente, transitaría de nuevo por un camino diferente - algo que no tardaría en hacer Mel Gaynor - al ver que esta reunificación parcial no funcionó tal y como era de esperar.

2001-2018: COMO EL VINO

Con unos Simple Minds saboreando su retiro - algo que Jim Kerr venía haciendo en Sicilia donde abrió por entonces el que sigue siendo el hotel que regenta - se vieron forzados a salir del mismo - especialmente por la cantidad de artistas italianos que iban a tocar a la puerta de Kerr en busca de consejo o una oportunidad para grabar - algo que llevaron a cabo mediante la firma de un contrato limitado con un nuevo sello el cual les recomendó que - de cara a obtener la atención de los medios y el público - realizaran un álbum de covers el cual se materializaría en 2001 con su Neon Lights, nombre en honor a un tema de Kraftwerk cuya versión fue incluida a la par que otras covers de artistas de la talla de David Bowie, The Velvet Aunderground, The Doors o Echo & The Bunnymen por citar algunos.
El disco no gustó a cierto sector de la crítica y de los fans - hay quien puede considerar un álbum de covers a esas alturas de su carrera un paso atrás - pero yo sin embargo debo romper una lanza en favor del mismo, no sólo por los artistas seleccionados para versionar sino además porque se aprecia un gran esfuerzo y cuidado por parte de los Minds teniendo como resultado algo que va más allá de lo simplemente audible, llegando a ser uno de esos discos que puedes escuchar de seguido sin saltar entre canciones.

(aquí el álbum completo)

Ese mismo año aparece un nuevo recopilatorio de nombre The Best Of Simple Minds que fue el más completo hasta la fecha - no olvidemos que Glittering Prize 1981/1992 obviaba completamente los inicios de la banda - y al siguiente, ya en el 2002, un nuevo largo de estudio ve la luz y recibe el nombre de Cry que, como en ocurre en ocasiones, fue leakeado y accesible para descarga antes de salir oficialmente. A pesar de no encontrar el respaldo de la crítica, sí lo hizo en un buen sector de sus fans y, particulamente, aprecio una producción cuidada y unas pistas en su mayoría convincentes, resultando en un álbum moderno, probablemente el mejor álbum de estudio desde 1985 lo cual no es una apreciación fácil de compartir teniendo en cuenta que hablamos de Simple Minds.


Lo genial de todo es que la banda parecía saber que estaba por el buen camino y ello desembocó 3 años más tarde en el disco Black & White 050505 en el que además se contaba nuevamente con Mel Gaynor a la batería. Este trabajo fue una excelente continuación del anterior, mejorando de hecho en muchos aspectos, sonando a los Minds de mitad de los 80 pero con un sonido modernizado, pulido y definitivamente maduro. Sin duda podría ocupar un puesto en el top 5 de sus mejores discos. El single "Home" fue elegido como mejor canción de Rock alternativo por las radios estadounidenses, algo gracioso teniendo en cuenta que el disco no fue lanzado oficialmente en EEUU.


Tras celebrar su 30 aniversario habiendo acompañado a INXS durante una gira, la banda se pone manos a la obra con el mismo coproductor de Black & White 050505 - Jez Coad - lanzando finalmente en el 2009 el decimoquinto disco de estudio - Graffiti Soul - con el que volvían a entrar en el top 10 de las listas de UK (algo que no pasaba curiosamente desde 1995). Este trabajo fue una decente - que no mejor - continuación de los 2 anteriores e incluso obtuvo una edición deluxe con un segundo disco de nombre Searching for the Lost Boys que añadía bastantes canciones en forma de muy agradecidas covers - al más puro estilo Neon Lights - de artistas como Siouxsie & The Banshees, Massive Attack o Neil Young entre otros, añadiendo más valor y complementando al disco principal.


Aprovechando el éxito recuperado tan arduamente, la banda decide sacar 2 recopilatorios en los años 2012 y 2013, el primero 5X5 Live y el segundo de nombre Celebrate: The Greatest Hits en honor al popular single del disco Empires And Dance de 1980.

Durante estos años y los venideros Simple Minds manteniene alta su actividad a base de directos, no por ello dejando de lado las labores de estudio que vinieron a culminar con su decimosexto disco en 2014 el cual recibiría críticas merecidamente muy favorables y en el que el pop y el rock conjugaban bien con bases potentes y estupendos arreglos electrónicos.

 
A Big Music - que es como se llama este cuidadísimo trabajo -  le seguiría al año siguiente una nueva gira que los llevaría por un gran número de paises con lleno total en todos los conciertos. Durante este 2015 los Simple Minds actuarían también en los Billboard Music Awards para homenajear no sólo a la película de El Club de los 5 sino también a ellos mismos ya que 30 años antes habían conseguido por esas mismas fechas el número 1 con su consabido himno "Don't You (Forget About Me)".

En 2016 la banda lanzó Acoustic seguido de Acoustic In Concert en 2017. El primero de ellos fue - como su propio nombre insinúa - una grabación en acústico de parte de su repertorio, siendo el segundo disco la versión en directo del mismo.


Por fin - y tras celebrar ya el 40 aniversario de la banda - llegamos al presente año 2018 en el cual Simple Minds por supuesto sacarían un nuevo trabajo llamado en esta ocasión Walk Between Worlds, disco para el que se observan además nuevos cambios en el line up de la banda. Parte del repertorio del disco eran inicialmente canciones de Jim Kerr para su proyecto en solitario llamado LostBoy! cuyo primer y único trabajo vió la luz allá en el año 2010. Sin embargo decidió que estas nuevas canciones pasaran a formar parte de la esfera de Simple Minds - desde Big Music - facilitando así los últimos lanzamientos por parte de la banda.


Aquí en España hemos tenido la ocasión de recibir a los Simple Minds durante la presentación de este último trabajo - que todavía sigue tras varios meses desde su inicio - concretamente en Madrid, Valencia y - mi amada - Granada.

Finalizar este artículo sobre Simple Minds resumiendo algunos puntos clave:

- una de las mayores cualidades de los Minds ha sido siempre una inusual hambre de experimentación y cambios que los llevaría a tocar palos tan diversos como el Post Punk más "joydivisionero" de sus comienzos junto con el New Wave, el Rock de estadios, el Pop, el Folk y la Electrónica. Sus inicios fueron oscuros, experimentales y tristemente incomprendidos pero tras variar su sonido pudieron abrirse a un público mayor y con ello ser mundialmente conocidos, para bien y para mal.

- han sido comparados con razón a la par que injusticia con U2, perdiendo en cuestiones de popularidad por actitudes completamente diferentes respecto al manejo de la fama y el uso de la imagen pública. Simple Minds han sido al igual que U2 muy solidarios pero no han hecho de esa solidaridad casi un rasgo inherente a la banda fácilmente confundible con una estrategia de marketing.

- en 1985 tocaron techo y a partir de ahí, exhaustos tras un ritmo de trabajo frénetico, la presión de la fama y las diferencias internas, se echaron una siesta que les costó demasiado porque - siempre en mi opinión - no volvieron a sacar un disco verdaderamente redondo hasta entrado el nuevo milenio.

- el famosísimo "Don't You (Forget About Me)" fue tanto una bendición como una maldición al mismo tiempo.

- los cambios en el line up del grupo durante los años tuvieron efectos mayormente negativos - al menos a partir de mediados de los 80 - produciéndose la fuga de grandes talentos a pesar de los posteriores - y breves - reenganches que acontecieron.

- Nunca es tarde para rectificar, ponerse las pilas y volver con ello a hacer las cosas bien: borraría de un plumazo y sin dudarlo la mayor parte de lo que los Minds hicieron durante los 90 si bien la discografía del nuevo milenio es mayormente oro.

- cabe recordar que la influencia de Simple Minds sobre otras bandas y artistas durante todo el tiempo que ha permanecido activa ha sido enorme, encontrándonos entre el enorme listado de quienes han señalado dicha influencia o gran admiración grupos como U2, Depeche Mode, Tears For Fears, Manic Street Preachers, Smashing Pumpkins, Radiohead, Moby, Blur y un larguísimo etc.

Por último señalar que la extensísima labor musical de Simple Minds comprende además muchos otros lanzamientos bajo la forma de compilaciones, reediciones, etc... que evidentemente extenderían aún más este artículo, queriendo reflejar más que nada la discografía básica de la banda a la cual deseo física y musicalmente una muy buena salud.



Bandas de los 80 aún en activo III: PET SHOP BOYS


Porque hablar de Pet Shop Boys es hablar de calidad y experiencia y, al ser uno de esos grupos irreductibles que aún perduran sin prácticamente decepcionar con su actividad, merecían pasar por esta sección musical.

Este dúo británico que debe su nombre a que ambos integrantes (Neil Tennant y Chris Lowe) tenían un amigo en común que trabajaba en una tienda de animales, en realidad se conocería en otro tipo de tienda, concretamente en una de artículos electrónicos y gracias a que Neil (el cantante) había comprado un teclado y no sabía cómo demonios conectarlo, necesitando de un adaptador especial. Volviendo al tema del nombre de la banda, decir que en un principio iba a ser "West End", y es que a Neil, a pesar de que su gusto tiraba algo más hacia lo clásico, le hacía gracia cómo sonaba pues parecía el nombre de un grupo de rap.

Ese gusto por la música clásica por parte de Neil (quien además de haber sido editor para Marvel Comics fue periodista y crítico musical en Smash Hits Magazine) no evitaría que el interés por el Dance fuera el punto de encuentro entre él y Chris Lowe (el maquinitas) y así, 5 años después de conocerse, vería la luz su primer disco "Please" (1986), cuyo nombre jugaba con la idea de que cuando la gente fuera a pedir "el disco de los Pet Shop Boys" a las tiendas añadiera "por favor". En "Please" se incluiría ese clásico (que rara vez falta en un recopilatorio comercial de los 80) llamado "West End Girls" (porque lo de "West End" había que usarlo sí o sí).

 

Sobre esta canción hay que anotar que había sido lanzada previamente como single en 1984 pero que no había logrado el éxito, sin embargo al ser relanzada en una nueva versión, no sólo lograría alcanzar el nº 1 sino que años más tarde sería elegida como mejor canción entre 1984 y 1994 por una encuesta realizada por la BBC. Va a ser que al menos musicalmente funciona eso de "quien la sigue la consigue".


Los chicos seguirían trabajando duro para hacerse un hueco más amplio en el panorama internacional publicando 2 nuevos discos en 1987 y 1988, concretamente "Actually" (que en su discografía ostenta el tercero en ventas y aunque similar a "Please" mostró una mejor producción) e "Introspective", segundo en ventas y que, en mi opinión es un mal llamado LP, tratándose más bien de un EP del cual sólo 2 de las 6 canciones que lo componen son propias (y muy buenas) siendo las 4 restantes unas estupendas covers de otros artistas.

Estos 2 trabajos nos darían grandes canciones como "What Have I Done To Deserve This?", "It's A Sin" (canción inspirada en la dura educación religiosa que recibió Neil), "Left To My Own Devices" (título que inspiraría al actual grupo de Synthwave de nombre Le Cassette), "I'm Not Scared", "Domino Dancing" o "Always On My Mind".


A partir de este momento y ya en los 90 se iniciaría el uso de una curiosa regla por la que los Pet Shop Boys casi siempre sacarían disco nuevo cada 3 años, regla sólo rota en 2 ocasiones. De esta manera tendríamos "Behaviour" en 1990 y con 3 años de separación entre cada disco vendrían consecutivamente "Very", "Bilingual", "Nightlife" y "Release". Para el siguiente disco ("Fundamental", ya en 2006) habría hecho falta un año más. Luego de eso volveríamos a lo de ir a disco cada 3 años con "Yes" en 2009 y "Elysium" en 2012. De nuevo la regla se rompe y se saca, en un arrebato de productividad, un nuevo trabajo justo al año siguiente "Electric" y posteriormente (después sí, de 3 años de nuevo) los chicos sacarían el hasta ahora último trabajo "Super" en 2016.


Pero eso es ir muy lejos y demasiado pronto aún, volviendo a la década de los 90, decir que los PSB la iniciaron de una manera bastante decente, siendo su disco "Behaviour" bastante popular y, aunque a día de hoy sigue pareciendo un poco fuera de lugar teniendo en cuenta el tono de sus discos anteriores y que su número de ventas no fue tan alto como el de sus predecesores, se puede considerar que posee un cierto status de culto por ser mayormente un disco de cariz más intimista con canciones como "My October Symphony", "Being Bored" o "To Face The Truth", siendo su tónica más tranquila rota poco más que por el algo más animado "So Hard".


En 1993 saldría a la luz "Very", disco considerado un poco hito en relación al final de los rumores sobre la posible homosexualidad por parte de Neil Tennant, quien puso fin a los mismos mediante una oportuna salida del armario. En "Very" la templadez del disco anterior se ve relegada por ritmos más bailables siendo además el look del dúo algo que también mutaría, apostándose ahora por un festival de extravagancia a todo color y curiosos ropajes. Este disco, que vendió 5 millones de copias y está incluido en el libro "1001 discos que hay que escuchar antes de morir", nos daría entre otros ese gran himno que es "Go West" (originariamente de Village People) con el cual suelen de hecho terminar sus conciertos y cuyo videoclip a día de hoy sigue siendo muy recordado.

 

El siguiente trabajo de PSB sería su disco "Bilingual", el cual es un disco que yo particularmente aplaudo dado el alto cariz experimental que le metieron, encontrando su máxima expresión en las percursiones brasileñas en canciones como la muy veraniega "Se A Vida E (That's The Way Life Is)"...


... o la estupenda "Single - Bilingual", con chapurreos ocasionales en español, un videoclip que parodia la vida propia de los yuppies y la tan llamada "business class" así como una influencia clara de la canción "Matador" de Los Fabulosos Cadillacs. Este empape de ritmos latinos fue consecuencia directa de una gira por Sudamérica antes de lanzarse el disco.


A las puertas casi del nuevo milenio PSB sacaría "Nightlife", dejándose acompañar en su promoción  de una estética que mezclaba trajes de ejecutivo (cuando no ropa casual) con pelucas rozando lo punk y cejas postizas de corte Kabuki. Este fue un disco con algunos temas muy buenos y también una (no muy para tirar cohetes) colaboración con Kylie Minogue. Como mejores canciones escucharíamos la super bailable "For Your Own Good", la pastiche disco "New York City Boy" así como "I Don't Know What You Want But I Can't Give It Anymore", canciones de una gran calidad pero que extrañamente chocaban un poco con la sensación de relleno que desprendía el resto del disco.

 

Y es que antes del lanzamiento de "Nightlife" los Pet Shop Boys estaban enfrascados colaborando en la realización de un musical de nombre "Closer To Heaven" (compartiendo título con una de las canciones del disco) y pudiere ser que el resultado final de "Nightlife" se viera algo condicionado por ello. Las cifras de este trabajo fueron realmente bajas en comparación con las de sus anteriores trabajos, siendo un claro síntoma de que la era de la piratería musical ya había comenzado a afectar bastante al formato cd.

2002 trajo consigo el disco "Release", un trabajo bastante templado en comparación con el resto de la discografía. Esto supuso el desencanto de gran parte de los fans quienes veían que las acostumbradas canciones que animaban a salir de fiesta eran mayormente sustituidas por pistas lentas y bastante "hogareñas" por así decir, en las que incluso el uso de la guitarra acústica era bastante predominante, salvándose de esta tónica "Sexy Northener" (que ni siquiera estaba en el disco pues era cara B del single "Home & Dry") y el magnífico ejercicio de electrónica "The Samurai In Autumn", que venía a operar como el mayor rastro de PSB en este sinsentido casi infumable que supuso "Release" y que para rizar el rizar fue filtrado antes de su lanzamiento.


4 años más tarde nos encontramos con "Fundamental", disco dedicado a 2 adolescentes iraníes homosexuales que fueron ejectuados (muy presumiblemente por exhibir sus sentimientos en público). Este disco hay quien lo considera el mejor desde "Very" y recibió de hecho buenas críticas aunque las ventas fueron en realidad a peor que en relación a aquel. PSB seguía postando por un sonido templado con escasas excepciones y, aunque la canción "I'm With Stupid" fuera nominada a los Grammy (al igual que el propio disco), en mi opinión las más reseñables son "Twentieth Century" e "Integral", estando esta última imbuída de un cierto "toque épico" aparte de ser la más animada del disco.
 

En 2009 salió "Yes", disco en el cual los PSB mostraron unas renovadas fuerzas no necesariamente traducidas como "hacer música de discoteca", pero desde luego sí que se apreciaba un cierto aumento general en el tempo (con escasas excepciones como "All Over The World" o "King of Rome"), ofreciendo un muestrario de temas mayormente animadetes, con toques optimistas y un sabor más ochentero que el de sus discos inmediatamente anteriores.

 

En nuestra década actual nos encontramos con los 3 últimos discos de Pet Shop Boys hasta el momento, empezando por "Elysium" (2012) que en un primer momento iba a titularse "HappySad" y en cuyo repertorio se busca deleitar al oído con melodías suaves como las de "Leaving" e "Invisible".


Tan sólo un año más tarde tenemos el disco "Electric" el cual era verdaderamente diferente al anterior e incluso se deja introducir por un temazo partepistas como es "Axis" el cual es ciertamente un tanto afín al Synthwave actual.


"Electric" es como se suele decir y valga la redundancia un disco "redondo", esto es, bueno de principio a fin, con canciones cuidadas al más mínimo detalle, algo que ayudaría a que vendiera varios miles de copias en su primera semana siendo el disco con mejor desempeño en listas desde 1993.


Por último llegamos a 2016 y con ello a "Super" que, al igual que pasó con "Electric", debutaría directamente en el nº 3 de las listas británicas vendiendo algunos miles de discos más en la primera semana que su anterior trabajo. "Super" se dejó saborear en un primer momento con el single "The Pop Kids" (auténtico homenaje a la música Dance de primera mitad de los 90) y posteriormente pudimos apreciar que en el disco se incluía algún tema de corte igualmente melancólico (como fue el caso de "The Dictator Decides" o "The Sad Robot World") para descansar entre los temas más movidos del disco.


Al igual que Depeche Mode, los Pet Shop Boys a lo largo de su discografía han destacado por la calidad de sus numerosas caras B (muchas de las cuales deberían de hecho haberse incluido en los LPs en vez de figurar en los singles, tal y como pasa con los de Basildon), destacando por ej. "Paninaro", "Miserablism" o "Losing My Mind" (cover en compañía de la excelsa Liza Minelli). Una parte de estas caras B las podemos encontrar en los discos (no mentados anteriormente) "Alternative" de 1995 y "Format" (el cual viendo la luz en 2012 recogería sin embargo las caras B desde 1996 hasta 2009).


El dúo ha ido acaparando durante su carrera un gran palmarés de premios musicales (y otras tantas nominaciones) destacando varios Brit Awards y premios de la MTV. Asímismo han alcanzado un par de Guiness Records como son el de "Dúo musical más exitoso de la Historia" y "Título de canción más largo".


Otro dato para comprender la magnitud e influencia de los PSB es precisamente el relativo a sus colaboraciones las cuales han tenido lugar con artistas y bandas de la talla de David Bowie, Tina Turner, Madonna, Blur, Suede, Rammstein, Lady Gaga y un largo etc.

Neil y Chris actualmente siguen con The Super Tour el cual les traerá de hecho a nuestro país, concretamente actuarán en el Starlite Festival de Marbella el 18 de Julio de este 2018.


Teniendo además en consideración la costumbre mencionada durante el artículo de que cada 3 años podemos esperar (la mayoría de las veces) un nuevo disco por parte del genial dúo británico, no es de extrañar que el año que viene los chicos de la tienda de mascotas nos ofrezcan algo nuevo. Crucemos los dedos para que estos grandes sigan sacando nuevos trabajos al igual que otras leyendas de los 80 que por el momento no tienen intención alguna de retirarse.

Nota final: este artículo aunque extenso no es precisamente completo debido a que la discografía de Pet Shop Boys comprende un gran número de lanzamientos entre los cuales encontramos numerosos recopilatorios y compilados de remixes, destacando los varios volúmenes de "Disco".

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Bandas de los 80 aún en activo II : TEARS FOR FEARS



Hace varios meses ví anunciada la gira "Rule The World" de los Tears For Fears para este 2018 (ni más ni menos que acompañados por la gran Alyson Moyet de Yazoo) y tanto por ello como por el cariño que les tengo, pensé que tras Depeche Mode podría ser una elección más que idónea para esta serie de artículos sobre bandas de los 80 aún en activo que tengo intención de intercalar con escritos sobre ciertos fenómenos concernientes a la línea de tiempo y la temática que nos atañe en este espacio musical del blog de Cine de los 80.

Hay que empezar haciendo justicia a estos británicos: es una de esas bandas con una de las mejores cartas de presentación ya que su disco The Hurting de 1983, variado en cuanto a los tempos y repleto de temas entre los que para mí especialmente destacan "Pale Shelter", "Memories Fade" (una de esas canciones para recrearse en el dolor post ruptura), "Change" o la tan afamada y por tantos versionada "Mad World", les valdría alcanzar el número 1 en su país.


A "The Hurting" le seguiría un par de años más tarde el "Songs From The Big Chair" que, sin menospreciar a su antecesor, es al menos para mí el mejor disco de la banda. Cuidado hasta el último detalle, fue tan laborioso su proceso que, habiendo cambiado de productor y no contentos con el resultado que éste cambio supuso, volvieron a acudir al primero. Esto trajo consigo una coherencia y continuidad sonoras respecto del primer trabajo e igualmente facilitó que uno de sus primeros singles del segundo disco (el himno "Shout") les encumbrara. Y no lo digo yo, lo dicen las cifras: triple platino en UK y quíntuple platino en EEUU donde fue número 1 durante 5 semanas seguidas en el verano de 1985.

Es de este "Songs From The Big Chair" de donde se sacan buena parte de los éxitos de Tears For Fears que hoy día seguimos oyendo en las emisoras de radio ochenteras: aparte del ya mencionado "Shout", tenemos "Everybody Wants To Rule The World" y "Head Over Heels" (tan genialmente rescatada, y no es la única, para la BSO de la película Donnie Darko). Sin embargo, aunque estos sean los que de este disco más se emiten, hay que decir que no hay canción que desmerezca, guardando personalmente un cariño muy sentido y especial por la hiper romántica "I Believe" (en la que el saxofón ochentero tiene su gran momento) o "Listen" la cual posee una melodía de lo más onírica y un fabuloso apoyo vocal.


El único punto negativo de este disco es que es realmente corto (sólo 8 temas) lo cual es relativo ya que es un escollo fácilmente salvable gracias a las numerosas caras B contenidas en los singles y las diferentes versiones de algunos de los temas principales, siendo aconsejable en aras de una valoración completa de este disco, acudir a alguna de las reediciones más recientes las cuales aumentan considerablemente el número de pistas. Por mucho que a algunos/as nos gusten más las ediciones originales, creo que este caso concreto lo merece mucho.

Tras una gira agotadora en la que además los Fears mostraron una faceta benéfica muy amplia, la banda empezó un poco a resquebrajarse. Aunque los miembros más visibles de la banda siempre han sido Roland Orzabal y Curt Smith, la labor de Ian Stanley y Manny Elias siempre ha sido muy alabada y el hecho de que desde el tercer disco estos 2 ya no estuvieran presentes (o no tanto porque Stanley sí llegó a colaborar en algunos temas) podría tener mucho que ver.

"The Seeds of Love" (de 1989) fue el tercer trabajo de la banda y, aunque presentaba temas muy agradecidos como "Woman In Chains" (con Phil Collins a la batería y la pianista Oleta Adams prestando su voz), "Famous Last Words" (que es mi favorito del disco) o el más conocido "Sowing The Seeds of Love" (que suena un poco bastante a Los Beatles por cierto), se apreciaban ciertos cambios en el sonido y ninguna de esas canciones podría considerarse hits de la talla de algunos de aquellos himnos contenidos en los 2 primeros álbumes. Teniendo en cuenta esto y que el proceso de elaboración del disco fue largo y complicado, aun con todo no impidió que se convirtiera en un éxito mundial, siendo de nuevo número 1 en UK e ingresando en el Top 10 estadounidense. Al igual que su antecesor, el disco contiene sólo 8 canciones a completar con las caras B de sus singles.


Tras este "Seeds of Love" y concretamente al acabar la gira, el grupo se terminó de romper. Aquellos amigos que tan bien conectaron desde la juventud ahora tenían grandes diferencias, ya no sólo en el enfoque musical sino también en el ritmo de trabajo y la forma de concebir el éxito de la banda que tenían por un lado Orzabal y por otro Smith. A esto habría que sumarle el fin del matrimonio de éste último con la que hasta ese momento fuera su mujer y, para más inri, la gestión fraudulenta del por entonces gerente de la banda.

Curt Smith emprendería una poco atinada carrera en solitario (llegando incluso a repudiar el que fue su primer disco tras su salida de los Fears) y Orzabal continuaría al frente de unos renovados Tears For Fears en los que él era el único miembro fundacional, sacando 2 nuevos discos durante la década de los 90 precedidos por un recopilatorio de hits con el nombre "Tears Roll Down". Los 2 nuevos discos fueron llamados "Elemental" (1993) y "Raoul And The Kings of Spain" (1995) teniendo el primero más éxito que el segundo el cual, a pesar de que Orzabal homenajeaba su ascendencia española (cosa que ya había hecho en el pasado con pequeños guiños en algunas letras), no fue un éxito según las cifras acostumbradas de los Fears, si bien gracias a este disco la banda emprendió una gira que los llevaría por diferentes lugares de Latinoamérica.


Un año después vería la luz una nueva recopilación, esta vez de caras B y rarezas, de nombre "Saturnine Martial & Lunatic" y posteriormente Curt Smith formaría una nueva banda llamada Mayfield que pasaría tan inadvertida como el nuevo proyecto en solitario de Orzabal (mucho más electrónico y llamado "Tomcats Screaming Outside"). Quizás estos tropiezos por separado propiciaron que tanto Smith como Orzabal enterrasen el hacha de guera cuando se encontraron cara a cara por obra y gracia de la burocracia administrativa allá en los primeros años del nuevo milenio, que decidieron volver a trabajar juntos como la gran banda que antaño fueron. Esto condujo a un nuevo álbum de Tears For Fears de nombre "Everybody Loves A Happy Ending" en 2004, que tuvo una buena promoción pero que, en esta nueva era de piratería desbocada en la que ya cada vez menos gente pagamos a los artistas por su música, no conseguiría las cifras de antaño pero que aún con todo hizo que sus fans volvieran a deleitarse con su reunión y con un nuevo despliegue de devoción por los Beatles al más puro estilo "The Seeds of Love" (imagino que pensarían que lo mejor era volver justo a donde lo habían dejado) del cual algunas canciones lograron escapar (en mi opinión hubiese sido más acertado el volver al sonido de los 2 primeros discos).

EN ESTE VIDEO DE UN TEMA DEL DISCO
APARECE LA DESAPARECIDA ACTRIZ BRITTANY MURPHY

Tras esto se sucedieron relanzamientos/reediciones de varios de sus antiguos discos al igual que algunas giras hasta llegar al lanzamiento de un nuevo recopilatorio Greatest Hits con el nombre "Rule The World" (en el que hay muchos de sus buenos temas pero no todos) en Diciembre de 2017. Sin embargo poco antes de eso, en Noviembre, Tears For Fears adelantó el primer single del que será su nuevo disco de estudio el cual debería ver la luz este año, probablemente coincidiendo con la nueva gira.


Por el nuevo single "I Love You But I'm Lost" se pueden deducir 2 cosas: la primera es que se rehuye un poco de la exagerada pasión por los Beatles apostando por un sonido que recuerda un poco a grupos algo más actuales y la segunda es que apunta maneras. Tanto esta canción como otra de nombre "Stay" (mucho más comedida), se encuentran recogidas precisamente en ese recopilatorio de nombre "Rule The World" antes mencionado y que además da nombre a la gira que comentaba al principio del artículo y que por el momento les llevará por Reino Unido, Irlanda, Alemania y otros países europeos más (entre los cuales por desgracia no se encuentra el nuestro) durante estos meses de Abril y Mayo en compañía de la siempre genial Alison Moyet.


Así pues esperemos que no haya contratiempos y que ese nuevo disco vea la luz este año de tal manera que la leyenda de los Tears For Fears siga creciendo más y más.

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Bandas de los 80 aún en activo I : DEPECHE MODE


+ POR ROOT WOUNDS +



Hace tiempo se me ocurrió que una buena forma de contribuir con este fantástico blog de Cine de los 80 (teniendo en cuenta que pese a su nombre no versa única y exclusivamente de cine y que yo particularmente hago aportaciones relativas a la música) era haciendo ocasionalmente una especie de seguimiento y comentario de lo que fueron y siguen siendo algunas de esas grandes bandas de los 80 que a día de hoy siguen en activo. Tendemos a barrer para casa y no podía empezar esta serie de artículos sino con mi grupo favorito de todos los tiempos, que no es otra que Depeche Mode, banda a la que aún con casi 40 años de actividad, legiones de seguidores a lo largo del globo y una discografía cuantiosa y armonizada además a base de recopilatorios, colecciones de remixes, covers y tributos, hay quien en un ejercicio de anormalidad o muestra de poco seso e “inteligencia musical”, gusta de faltar al respeto aprovechando la ocasión de que DM saca un nuevo disco (y/o gira) y por el hecho de contar con un espacio donde excretar su ignorancia dentro de un medio de comunicación que se ve que precisa de amarillismo hasta en lo que a cobertura musical se refiere, vendiendo el susodicho e ingrato escritor su alma al diablo por un puñado de feedback.

Con este escrito no voy a “vengar a la banda” (no hace la más mínima de falta), e igualmente no pretendo que éste sea ni mucho menos el artículo definitivo sobre la misma, simplemente quiero hacer una aproximación musical (y poco ordenada), partiendo del recuerdo y empleando “mi oído presente”, algo para lo cual he contado con la participación de un viejo amigo al que conocí precisamente en una de tantas fiestas Depeche Mode – The Cure en Granada hace casi 20 años. Un amigo con el que recientemente he quedado de tapas en la ciudad que conquistó mi corazón hace tanto y con quien he aprovechado la última oportunidad que hemos tenido de vernos para, además de parlamentar sobre otras tantas músicas bastardas como él mismo diría, para tratar como siempre sobre esta fuente de devoción pretermusical que es Depeche Mode, todo ello mientras algún que otro vinilo cambiaba de manos conforme los tercios de cerveza Alhambra iban cayendo uno tras otro.

  

NorbertX podría ser elegido como Presidente de la República Depechera del Barrio de La Chana si ésta llegase a existir alguna vez en estos tiempos de aspiraciones independentistas, sueños políticos rotos y masas idióticas a uno y otro lado de esos muros invisibles que las mencionadas masas tanto gusto tienen en común por construir. Pero para mi amigo, mi persona y el resto de gente que conformamos las legiones depecheras, las palabras “construcción” y “masas” suelen sacarnos una sonrisa cuando no un suspiro de esos que invitan a uno a cerrar los ojos y evadirse mentalmente a tiempos pasados y mejores. Porque seamos sinceros, esta va a ser la premisa esencial de esta serie de artículos: lo que nuestras bandas favoritas de antaño hacen hoy día poco o nada puede compararse a lo que hacían tiempo atrás, ello a pesar de que Depeche Mode sea una banda que entre sus seguidores cuenta tanto con sanos y fervientes devotos (una palabra más justa y acorde que la de “fans”) como tercos talibanes que se empeñan en que “una mierda huele bien si la ha cagado Depeche” o que todo es de 10 si lleva el nombre de la banda en la portada.
 (SPIRIT... O CÓMO POLARIZAR A TUS SEGUIDORES EN 12 PISTAS)

Evidentemente sobre gustos no hay nada escrito pero no se puede negar que la discografía de los Depeche de antes del nuevo milenio barre cruel e impepinablemente a la posterior. No quiero con esto decir que por ejemplo el último disco (“Spirit” de 2017) sea un completo fiasco sino que simplemente, y es mi humilde opinión, no llega a la calidad que cabe de esperar de una banda de este calibre y a estas alturas, le pese a quien le pese (y a mí el primero por cierto). Como diría mi amigo NorbertX, no podemos esperar que a estas alturas de la película saquen por ejemplo un nuevo Violator u otro Music For The Masses pues los tiempos cambian tanto como los sentimientos y las vivencias de los componentes de la banda. Asimismo (y esto es algo que a muchos de esos talibanes les hace sacar el hacha de guerra de vez en cuando en los foros y redes sociales como si con ello fuesen a conseguir más “depechenivel” o algo así) la mano de Alan Wilder se echa mucho, muy mucho de menos, tanto que cuando le dio por hacer aquel remix del “In Chains” tras salir el Sounds Of The Universe, dicho remix sonaba más a Depeche Mode que la propia canción original. Pero no pasa nada, pueden seguir llamándonos lloricas a quienes sí reconocemos el buen hacer de Wilder a pesar de que en su momento sus propios compañeros no quisieron hacerlo. Este remix y la aparición de Alan al piano para acompañar a Martin Gore cantando “Somebody” en Londres nos daría alas para volar dentro de un sueño de reunificación del que a día de hoy, varios años después de aquel momento NO QUEREMOS DESPERTAR.


Además de Wilder, que no fue sino el mejor recambio que pudo haber para un Vince Clarke (que se fue tan pronto como vino), no podemos dejar de mencionar la mano de los productores e ingenieros de antaño, alguno de los cuales (como Daniel Miller que hizo brillar a DM durante su primera y más analógica etapa) parece contentarse desempeñando actualmente otro tipo de papel en los últimos lanzamientos de la banda. La ingeniería de Gareth Jones o la magia de Flood (que a pesar de preferir más la compañía de los U2 puso su maestría al servicio de los Depeche de principios de los 90 con un resultado absolutamente impecable) en la producción fueron de un valor inestimable para el todavía cuarteto inglés que poco tardaría en reducirse a trío (y demos gracias que no perdimos más por el camino).

  En el mundo de la música la evolución de un grupo siempre tendrá gente a favor y en contra para con su banda predilecta. Hoy en día muchos de los detractores iniciales del “Songs Of Faith And Devotion” (disco cenit y barroco que desconcertaría por su apuesta por un toque más espiritual a pachas con un sonido más rockero para sorpresa de propios y extraños) seguramente lo escuchen ahora con otros oídos, más aún teniendo en cuenta el pan que últimamente traen a casa los de Basildon, para quienes eso de evolucionar siempre se les dio muy bien o al menos hasta el Ultra (inclusive, pues a partir de éste la opinión de unos y otros comienza a variar).



¿Y cómo no mencionar a la hora de hablar de evolución ese punto de inflexión que sería tiempo atrás aquel Black Celebration?, ese disco mediante el cual “aquellos adolescentes que estaban creciendo bajo un mal Gobierno y cosas de esas” se convertirían por fin en hombres, capaces de salirse de la norma, apostar fuerte y ganar gracias a esa gran fusión de romanticismo y solemne oscuridad que fue esta prosecución del camino allanado con los temazos incluidos en un no menos agradecido Some Great Reward. Está claro que las cosas han cambiado mucho respecto de los mencionados discos, más aún de aquellos Speak & Spell, A Broken Frame y Construction Time Again.


Las palabras que más podrían honrar a Depeche Mode quizás fueran las de “progresión” e “inconformismo”, emprendiendo décadas atrás una búsqueda interminable por alcanzar un sonido único y propio pero evitando por todos los medios el anquilosamiento que ello suele conllevar. Pero esta búsqueda quizá llegó tiempo atrás a su fin y ni la banda ni sus devotos queremos verlo pues admitirlo sería casi como enterrar nuestra juventud de espíritu y dejarnos devorar todavía más por este “mundo lleno de nada”. Todos sabemos que aún queda bastante hasta que ese fatídico capítulo final se escriba pues el mundo interior en el cual Martin mina sus letras es basto e inconmensurable por no decir que a Gahan le queda todavía esqueleto que mover y dolor por compartir. Si a todo esto le sumamos el hecho de que los devotos continuarán a hierro, siguiendo a la banda, comprando sus discos (suenen mejor o peor que los de antes), se puede decir que hay DM para rato, más aún al pensar en que las filas depecheras crecen con el paso de los años gracias a la sangre de nuevas generaciones que viven con una intensidad parecida el legado viviente que sus padres y madres ya les vienen transmitiendo: la música de Depeche Mode y la profesión religiosa que ésta conlleva.


BONUS TRACK: BREVE RESUMEN DE LOS CONCIERTOS DE DM EN ESPAÑA (2017)
+ POR NORBERTX +


"¿Por qué número va?"… lo que podría ser el típico comentario que podemos realizar al llegar a cualquier charcutería de barrio, es el leitmotiv de los devotos más madrugadores en cualquiera de los dos conciertos que  Depeche Mode ofreció en España dentro de su Global Spirit Tour. Costumbre anglosajona que consiste en ponerse un número o inscribirse en una lista por orden de llegada cuando se llega a la puertas del recinto en cuestión, con la finalidad de salvaguardar cierto orden en la cola (al menos entre los 100-150 primeros) y evitar sorpresas inesperadas de amigos, familiares y avispados “fan –turistas de última hora”.

Se dió el pistoletazo de salida en el Palau Sant Jordi el pasado 7 de Diciembre y continuó el día 16 en el antiguo Palacio de los Deportes ahora rebautizado como Winzik Center de Madrid , entre medias ofrecieron  3 conciertos en Italia.

Ambos conciertos contaron con el mismo set list de veinte temas, fueron bien diferenciados, en la ciudad condal tuvo un carácter sentimental, intimista y solemne, mientras que en la capital sobrevoló un aire electrizante y visceral, destacar que este era el último concierto antes del parón navideño y disfrutaron de casi tres días de descanso desde su anterior show en Bolonia, si bien es cierto que el mayor nexo común entre ambos fue la sensación de haber acudido a sendos conciertazos y es que independientemente de la aceptación o calidad general de sus últimas obras (de Spirit sólo sonaron “Going Backwards”, la monumental “Cover Me” y “Where´s The Revolution”), sus directos no defraudan y convencen allá por donde van, manteniendo una línea superior a la mayoría de sus coetáneos, ofreciendo ceremonias rítmicas donde la redención en comunión del grupo con sus fans es mágica, centrándose en temas de otros tiempos, mezcla de oscuridad y bacanal de éxitos ofreciendo dentro de las limitaciones horarias y de extenso repertorio lo mejor de sí mismos sin perder el alma, aunque nunca llueva a gusto de todos.



Conciertos de esencia clásica donde relucen las nuevas intros de “Everything Counts” y “Walking In My Shoes”, esta última rescatando el “Random Carpet Mix” realizado por Willian Orbit , uno de los más celebrados de aquel entrañable y cada vez más lejano 1993, la aplaudida y emotiva versión albúm de “Home” en detrimento de su versión acústica de las últimas giras que junto a  “It´s No Good”, “Barrel of a Gun”, “Useless” e “Insight” nos recordaban que Ultra cumplía veinte años. La melodramática y sosegada voz de Martin L Gore  aportando descanso y paz a un Dave Gahan que sigue manteniendo el peso de los directos, rubricando actuaciones soberbias y sugerentes con momentos estelares que nos devolvían unos DM más sintetizados para el disfrute de muchos en la imperecedera “World In My Eyes” o “Stripped”, cuyo tramo final es una apoteósica subida de temperatura con una mastodóntica “A Question Of Time” y subiendo a lo más alto con “Personal Jesus”, después todo se vuelve oscuro y frío convirtiéndose en la mejor plegaria para una vez más “Reach out and touch faith”.


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