"No puedes evitar ser lo que eres, un soldado de pura sangre". Esta frase puede resumir de buena manera, lo que todos y todas pensamos sobre lo que Rambo es y el coronel Trautman lo definió a la perfección al principio de esta película. Por lo tanto queridos/as ochenters os presento: Rambo III
Bienvenidos a la tercera entrega de John Rambo, un héroe que en 1988 tuvo que luchar contra el John Mc Lane de La Jungla de Cristal y el Frank Dux de Bloodsport, con lo que os podéis imaginar a lo que el señor Stallone se enfrentaba con el fin de mantenerse como uno de los mejores action-man de los ochenta y doy fe, tras volver a ver esta película, que el actor italo-americano dio lo mejor de sí mismo, cosa por otra parte nada complicada, es decir, un poco más de músculo y a repartir sopapos a diestro y siniestro, acompañándolo de ese humor simple y directo que caracterizaba al soldado.
En esta ocasión, John debe acudir en una misión de rescate a Afganistán con el fin traer de vuelta al coronel Trautman y para ello recibirá la ayuda de la resistencia afgana.
Es decir, de la secuela previa a ésta, pasamos de la selva al desierto afgano (en realidad al desierto de Yuma-Arizona), es decir de un espacio cerrado, a un espacio abierto, donde las dotes de camuflaje de Rambo serán puestas a prueba.
Esta vez la acción empieza pronto, con una espectacular pelea de muay-thai en Tailandia con John de protagonista, (la cual podremos ver de manera similar el año siguiente en Kickboxer si bien sin el uso de los bastones) y donde ya podemos ver la espectacular evolución física de Stallone, remarcada especialmente en la escena en la que se ata esa mítica cinta al pelo y vemos la inmensidad de su espalda musculada ( escena parodiada por cierto en Hot Shot 2, con un Charlie Sheen mazado y que le dió un toque dulce a la escena de la pelea, en la que a su vez parodiaba Kickboxer).
Después de este primer acto, nos iremos al templo budista ( templo real en Chiang Mai, Tailandia que estaba en fase de remodelación en aquella época y que le vino muy bien al equipo de rodaje dirigido por Peter Mc Donald) donde Trautman le suelta la frase a John, que os he puesto al principio y que para mí es la esencia del personaje.
Tras esta fase ya nos meten en el meollo, es decir, nos vamos a Afganistán donde veremos el fuerte ruso donde está encerrado Richard Crenna, fuerte perteneciente a la tribu Quechuan y que estaba situado en el desierto de Yuma-Arizona y que por lo visto estaba en perfecto estado de conservación...hasta que Rambo lo hizo pedazos...porque es a partir de la hora de metraje, cuando el director deja pista libre a Stallone para que haga uso de toda la artillería pesada y nos deje clavados a los asientos durante los 45 minutos que restan hasta el final de la película.
Empezamos desde las escenas del juego de la oveja donde Sly da muestras de sus buenas dotes equinas (su caballo, era el mismo, por cierto, que montaría Indiana Jones en la Última Cruzada) y la escena es rodada con intensidad y destreza por el director, mientras a la vez nos va desvelando la llegada de los helicópteros rusos encabezados por el coronel Zaysen (interpretado por el fallecido Marc De Jonge) que van en busca de la caza de la resistencia afgana y posteriormente visionaremos el tiroteo desmesurado por parte de los rusos contra la resistencia afgana y centrando el objetivo en el sufrimiento de aquellos y en los esfuerzos de John por alcanzar el puesto de la metralleta con el fin de liquidar al menos uno de los helicópteros, objetivo que por supuesto cumple con creces.
"En la guerra hay honor, ¿dónde está aquí el honor?" le dice el jefe de la resistencia a John tras el asalto de los rusos...John es en este punto donde decide que sólo él irá al fuerte ruso con el fin de liberar al coronel, si bien contará con la ayuda del guía Moussaf que le condujo hasta la resistencia, en cierto modo como gratitud por luchar al lado de su pueblo (ojo, se intenta siempre, a la mínima oportunidad mostrar la bondad del pueblo afgano, su amabilidad, no en vano la película está dedicada a ellos).
Y llegamos a la traca final, tiroteos, explosiones a mansalva, un John Rambo en estado puro, destrozando todo a su paso en el fuerte sin dejar títere con cabeza y dejándonos secuencias de notable impacto, como aquella rodada en las cloacas del fuerte en la que un Rambo sumergido en la pozoña emerge en el momento previo a que se detone la carga que ha puesto y acribilla a los soldados soviéticos.
Pero sin duda nos quedamos con las escenas rodadas en la huida en las cuevas ( rememorando las escenas que tuvieron en la película anterior en la jungla), donde con su arco, John elimina a sus oponentes y especialmente al soldado ruso al que ahorca de la soga lanzándolo al vacío de la cueva mientras le quita ls anillas a las granadas que dicho soldado lleva...el resultado os lo podéis imaginar) y qué decir de esa escena en la que nuestro action-man cauteriza una de sus heridas con pólvora.
Al igual que en la segunda parte de la saga, nos dejan todo el arsenal para el final y nunca mejor dicho, puesto que todo el comando Spetnaz ruso parte en busca de Trautman y John, y cuando todo parece estar perdido...la resistencia afgana liderada por Massoud llega con la caballería para dar un margen a nuestros héroes...margen aprovechado por John para apoderarse de un carro de combate T-72 con el que consigue acabar con el helicóptero MI-24 HIND ( en realidad es un Puma francés al que le pusieron alas para que se pareciese al soviético) de Zaysen y con el propio alto mando soviético.
Como toque final nos quedamos con esa frase que Crenna le dice a Sly: " Odio tener que admitirlo, pero nos estamos ablandando", irónica si tenemos en cuenta que según el libro Guinness de los records (1990) es la película más violenta rodada con 221 actos violentos y 108 muertes.
Irónicamente a diez días del estreno de la película, las tropas rusas iniciaron su retirada de Afganistán, concretamente el 15 de Mayo de 1988.
Nota Cine de los 80: 7/10