Granujas A Todo Ritmo (1980, John Landis) The Blues
Brothers
Queridos amigos, hoy os
voy a hablar de la película que marcó mi infinito gusto por los musicales; no
me entendáis mal, siempre me gustaron, pero con esta película hubo un antes y
un después en mi vida cinéfila. ¿Recordáis esa película que os marcó para
siempre? Pues ésta fue la mía. Si sois apasionados del rock clásico, del rhythm&blues,
del jazz, del soul… ésta entonces amigos, es vuestra película.
¿Y qué la hace especial? Para
empezar, sus protagonistas, Joliet Jake
y Elwood Blues, más conocidos como
los Blues Brothers. Interpretados
por el fallecido John Belushi (Saturday Night Live, Desmadre a la
Americana…) y por Dan Aykroyd (Cazafantasmas, Mi Chica, Mi Novia es una Extraterrestre…), esta
pareja de actores casaron desde el primer momento, pero nos extenderemos en los
actores más adelante.
Empecemos por situarnos
en la historia; Jake va a salir de la
cárcel por atraco a mano armada, y su hermano Elwood lo espera fuera (En su secuela, “Blues Brothers 2000” esta escena se repite y vemos a Elwood esperando a que Jake salga de la cárcel, pero esta vez
no sale, escena que nos partió un poquito el corazón a todos)
Tras su salida, Elwood le dice que tienen que ir a ver
al “pingüino”, la monja del orfelinato en el que se criaron, la Hermana Mary (interpretada por Kathleen Freeman), ya que Jake se lo prometió. Tras su encuentro
con la Hermana Mary y después de propinar
varios golpes de regla a los hermanos por su lenguaje vulgar, les dice que el
orfelinato no tiene dinero y que va a cerrar. Jake y Elwood comprenden
inmediatamente que tienen una misión, una misión de dios y que deben reunir el
dinero que le falta al orfelinato para poder salvarlo y evitar su cierre.
Tras una visión divina en
la iglesia del reverendo Cleophus James
(interpretado por James Brown, mismo),
deciden reunir de nuevo a la banda y dar el mayor concierto que han dado nunca
para donar el dinero al orfelinato. Y aquí empieza el periplo de los hermanos.
Y creedme que no les resulta fácil reunir de nuevo a la banda, pues tras el
ingreso de Jake en prisión, cada uno
ha rehecho su vida.
John
Landis, director de esta película, consiguió reunir junto a John Belushi y Dan Aykroyd un elenco musical como nunca antes conoció otra cinta; a el
ya citado James Brown, se le une Aretha Franklin, Cab Calloway, John Lee Hocker…
así como cameos inmejorables; John Candy,
Henry Gibson, Carrie Fisher, Frank Oz, Steven Spielberg… Como veis, la lista no
es para nada desdeñable.
Tras pocos minutos, empezamos
a conocer poco a poco a la banda, y los primeros en ser reclutados son Murph y “los Magic Tones”, grupo formado por Steve “El Coronel” Cropper, Donald “Duck” Dunn, Willie “Too Big” Hall y
Tom “Bones” Malone. Este grupo, ha terminado tocando en un restaurante
donde prácticamente forman parte del decorado, ya que apenas se les presta
atención.
Con la banda casi al
completo, sólo faltan “Mr Fabuloso”
que es encargado de un lujoso restaurante, Matt
“Guitarra” Murphy, el cual se ha casado y vive felizmente junto a su esposa
junto a la que ha abierto un restaurante Soul, y en último lugar, Lou Marini, que trabaja para Matt y su esposa.
Pero ¿quién es la mujer de Matt “Guitarra” Murphy y jefa de Lou Marini? Pues…
Así es, nada menos que la
inigualable Aretha Franklin, que no
ve con buenos ojos que su marido se vaya de gira con dos granujas que aún le
deben dinero, y aquí sucede la siguiente canción la cual dedica especialmente a
su marido, magnífica canción que a todos sonará. Siento decir que no he podido encontrar las canciones subtituladas a nuestro idioma como sí lo están en la película (según versiones) pero son igualmente disfrutables.
Con Matt y Lou también a
bordo, sólo falta la incorporación de “Mr
Fabuloso” el cual se resiste a dejar su bien remunerado puesto de trabajo
para volver con la banda.
Aquí se produce una de las escenas más graciosas de la película, al menos para mí, donde vemos a los hermanos Blues haciendo uso de sus habilidades para convencer (obligar) al último miembro de la banda a que acepte el trato y vuelva con los Blues Brothers. Finalmente acepta a regañadientes. Ya con la banda al completo sólo falta organizar el concierto.
Aquí se produce una de las escenas más graciosas de la película, al menos para mí, donde vemos a los hermanos Blues haciendo uso de sus habilidades para convencer (obligar) al último miembro de la banda a que acepte el trato y vuelva con los Blues Brothers. Finalmente acepta a regañadientes. Ya con la banda al completo sólo falta organizar el concierto.
Dicha banda y al igual
que la mayoría de cómicos de la época (Bill
Murray, Eddie Murphy, Chevy Chase, Billy Crystal, John Goodman, Harold Ramish,
James Belushi…), comenzó en el imprescindible Saturday Night Live, el late show americano más famoso, cuna de
muchísimos actores de comedia.
Aykroyd y Belushi eran los encargados de empezar el programa con la banda y “calentar” al público con su número musical, habían nacido los Blues Brothers. Fue tal el éxito cosechado que formaban parte imprescindible del show y de ahí, dieron su paso al cine.
Aykroyd y Belushi eran los encargados de empezar el programa con la banda y “calentar” al público con su número musical, habían nacido los Blues Brothers. Fue tal el éxito cosechado que formaban parte imprescindible del show y de ahí, dieron su paso al cine.
El encargado de dirigir
esta maravilla musical fue John Landis
(Un Hombre Lobo Americano en Londres, En
los Límites de la Realidad, Clue…) y junto a Dan Aykroyd, dieron vida al guion. En un principio Aykroyd escribió un borrador de 324
páginas, lo que viene a ser tres veces más largo que un guion convencional de
cine, debido a su inexperiencia ya que no había escrito ni siquiera leído un
guion tradicional.
Con un presupuesto de
treinta millones de dólares, (del cual se habían gastado prácticamente todo
antes de conocer dicho presupuesto) la película recaudó en taquilla más de
ciento quince millones de dólares. Pero no todo fue un camino de rosas, pues
durante el rodaje, John Landis y John Belushi discutían constantemente,
pues la adicción a las drogas de este último, las cuales le costaron la vida
por sobredosis a los pocos años, hacían que todo el rodaje fuese un caos. A
pesar de esto, John Belushi fue, es y
será el alma de los Blues Brothers,
sin él nada hubiese sido igual. Su brutal carisma llevaba a la película de la
mano y se lucía prácticamente en cada plano. De hecho era puro espectáculo
dentro y fuera de la pantalla. Su fallecimiento fue una dura pérdida para Aykroyd, con el que mantuvo una intensa
y gran amistad.
Años más tarde, Aykroyd intentó ayudar a una joven estrella que también caía presa de las drogas, pues un prometedor River Phoenix se cruzó en su camino. Por desgracia, todos sabemos cómo acabó, y al igual que su amigo John, años más tarde fue encontrado muerto por sobredosis.
A pesar de todos los problemas derivados de las adicciones, la cinta que nos dejó el dúo Aykroyd y Belushi fue, para el cine musical, un gran soplo de aire fresco, considerada hoy una película de culto, recordada por los que crecimos con ella y a la que tenemos especial cariño. Además "Los Blues Brothers"
llegó en el momento justo en una época de excesos y desenfreno, donde empezaban a decaer grandes estrellas musicales que aparecían en la película pero que tras la cinta consiguieron volver a relanzar sus carreras, el propio James Brown dedica unas palabras en su libro autobiográfico “I Feel Good” a los Blues Brothers y da las gracias personalmente a Aykroyd y Belushi por haberle devuelto a la palestra musical, según sus propias palabras, “fue como si el resto de mi carrera volviera a encajar en su sitio” y es que su BSO amigos, es sencillamente espectacular y no sólo por sus canciones base, si no por toda la melodía que acompaña los acontecimientos. Podemos escuchar piezas de blues, rock, jazz, rhythm&blues… que van acompañando a las escenas y casan perfectamente y es que, la película, tanto visual como sonora, está hecha con muy buen gusto intercalando escenas cotidianas con otras no tanto que bien podrían ser sacadas de un cómic y ahí radica su belleza (gran parte de su belleza). Pero no puedo seguir escribiendo sin antes dejaros algunas de sus grandísimas canciones protagonizadas por los mismos artistas que en su día las cantaron.
llegó en el momento justo en una época de excesos y desenfreno, donde empezaban a decaer grandes estrellas musicales que aparecían en la película pero que tras la cinta consiguieron volver a relanzar sus carreras, el propio James Brown dedica unas palabras en su libro autobiográfico “I Feel Good” a los Blues Brothers y da las gracias personalmente a Aykroyd y Belushi por haberle devuelto a la palestra musical, según sus propias palabras, “fue como si el resto de mi carrera volviera a encajar en su sitio” y es que su BSO amigos, es sencillamente espectacular y no sólo por sus canciones base, si no por toda la melodía que acompaña los acontecimientos. Podemos escuchar piezas de blues, rock, jazz, rhythm&blues… que van acompañando a las escenas y casan perfectamente y es que, la película, tanto visual como sonora, está hecha con muy buen gusto intercalando escenas cotidianas con otras no tanto que bien podrían ser sacadas de un cómic y ahí radica su belleza (gran parte de su belleza). Pero no puedo seguir escribiendo sin antes dejaros algunas de sus grandísimas canciones protagonizadas por los mismos artistas que en su día las cantaron.
Ya hemos escuchado a Aretha y su tema “Think” que aún algunos estaréis tarareando, pues preparaos para la
siguiente de manos de uno de los mayores artistas del Soul, R&B y Jazz, no
podemos referirnos a otro que a Ray
Charles y su tema “Shake A Tail
Feather” En esta escena, Ray interpreta
al dueño de una tienda de instrumentos musicales donde acuden los Blues Brothers para comprar todo lo
necesario para la banda.
Disfrutadla
Pero para que comprendáis
la grandeza musical y lo maravilloso de esta cinta, antes de llegar al señor Ray Charles y su maravilloso cameo,
previamente podíamos disfrutar de una escena introductoria protagonizada por el
mítico John Lee Hooker que interpreta
a un artista callejero y que nos deleitaba con su tema “Boom Boom Boom”
El siguiente es para Cab
Calloway que interpreta a Curtis, mecenas musical de Jake y Elwood en el
orfelinato, que les ayuda a llevar a cabo esta misión de dios. Os pongo en
situación, a estas alturas de la película, los Blues Brothers son perseguidos
por los integrantes de un partido nazi, las fuerzas policiales del estado y por
un grupo country llamados “The Good Old Boys” por hacerse pasar por ellos y
robarles una actuación en el local “El Bunker Country de Bob”, por lo que
llegan tarde al concierto. El público empieza a desesperar y Curtis (Calloway)
nos deja una de las canciones más divertidas de toda la película, “Ey,
¿conocéis “Minnie el bigotes”?”
No nos podemos olvidar de las canciones
interpretadas por los propios Blues Brothers tocando grandes temas como “Jailhouse Rock”,“Everybody Needs Somebody”, el tema country "Rawhide" (grandísima la reacción de Jake) o la que os dejo a
continuación, mi favorita “Sweet Home Chicago”
Y por último, pero no menos importante, el primer cantante citado, James Brown interpretando "The Old Landmark"
A parte de los enormes artistas musicales que nos
vamos encontrando en esta película, los ya citados cameos de actores son de
gran nivel, por ejemplo Carrie Fisher que interpreta a una vengativa ex-novia de
Jake Blues, que lo persigue y ataca de maneras exageradamente cómicas por
venganza y despecho.
Otro de los asiduos al cameo es John Candy que también
aparece en esta cinta, el cual va detrás de los Blues Brothers junto a la
policía estatal del condado de Chicago para cobrar parte de la recompensa que
se ofrece por ellos.
O Frank Oz (La Tienda de los Horrores, El Cristal Oscuro…)
que hace otro cameo al principio de la película e interpreta al funcionario que
entrega sus pertenencias a Jake Blues al salir de la cárcel.
También tenemos al líder del partido nazi
protagonizado por Henry Gibson que los persigue durante buena parte de la
película. Una cantidad de caras conocidas de la época que vistió cada segundo
de metraje de la cinta.
Los Blues Brothers alcanzaron tal fama que
prácticamente se convirtieron en leyenda y su innumerable merchandising da muestra de ello, pudiéndose encontrar en tiendas a día de hoy; desde figuras a ropa, pasando por
videojuegos para las consolas de la época, sin olvidarnos de la marca de la
casa, el sombrero y las gafas.
Para ir terminando, no podemos dejar de lado algunas
de sus maravillosas curiosidades
- En el puente donde los Blues Brothers esconden su
coche hay un grafiti que pone "John *heart* Deborah". Esto es una
referencia al director John Landis y a su esposa Deborah.
- Durante el rodaje John Belushi fue apodado "The
Black Hole" (El Agujero Negro), ya que no podía pasar de una escena a otra
sin perder sus gafas de sol. Supuestamente, alcanzó a usar mil pares
diferentes.
- Entre los distintos cameos, hay uno que aún a día de
hoy muchos desconocen; al final de la película cuando Elwood y Jake abonan en
la oficina de impuestos del condado el dinero que debía el orfanato donde se
criaron, el funcionario que les cobra es el mismísimo Steven Spielberg, eso sí,
sin barba. Su nombre aparece el último en los títulos de crédito.
- Joliet y Elwood son dos ciudades al sudoeste de
Chicago, cuna del Blues y el Jazz.
-Cada vez que vemos la ventana en el apartamento de
Elwood, pasa un tren.
-La película consiguió el record mundial de número de
coches estrellados.
-Para rodar la escena del
centro comercial, los productores encontraron un centro comercial abandonado
que decoraron con varios millones de dólares en mercancías reales y tiendas
verdaderas. Fue un reclamo turístico hasta 2012, año en el que fue demolido.
Queridos amigos, esperando
que hayáis disfrutado de este escrito, y saboreando aún los mágicos acordes de
Blues, Rock, R&B y Jazz que se dan en esta maravillosa película (al menos
para el que os escribe) me despido dando gracias a estos hermanos, Jake y Elwood, que hicieron que mi yo de niño amase aún más (si cabe) la
música y el cine.
Hasta el próximo artículo, amigos Ochenters.