Presentación

Amantes de mundos fantásticos, bisoños aventureros en busca de tesoros, criaturas de la noche, princesas estudiantiles y fanáticos de cachas de postín, ¡sed bienvenidos!. Invitados quedáis a rebuscar en nuestra colección de VHS, acomodar vuestras posaderas en una mullida butaca, darle al play, y disfrutar de lo bueno, lo malo y lo peor que dieron estas décadas.

ADVERTENCIA: Aquí no se escribe crítica cinematográfica (ni se pretende). Las reseñas son altamente subjetivas y el único objetivo es aprender y disfrutar del cine y, por supuesto, de vosotros.

Videodrome (1983, David Cronenberg) Videodrome

 


Televisión Civic: la que te llevas contigo a la cama.

Max, es la hora de volver lenta y dolorosamente al mundo consciente.


El embrión de Videodrome surge de la mente de un pequeño David Cronenberg quien, tras sintonizar en mitad de la noche la señal de una emisora de Bufalo (Nueva York) en su televisión canadiense, comienza a fantasear con la posibilidad de que se emitieran ciertas imágenes que quizás no debiera ver.

Después de haber dirigido su aclamada Scanners, a Cronenberg se le presenta la oportunidad de dirigir El retorno del Jedi, pero este, empeñado en dirigir una película escrita por si mismo, presenta el guión de Scanners a Universal Pictures a pesar de su temor (lógico) de que fuera rechazado por lo extremo de su propuesta. Sorprendentemente Universal aceptó y le otorgó el mayor presupuesto del que había disfrutado hasta ese momento (5,9 millones de dólares); un presupuesto que resultó nada acorde con el batacazo comercial al recaudar menos de la mitad: 2,1 millones. Cosa lógica atendiendo lo arriesgado de su propuesta.

Rick Baker fue el encargado de los efectos especiales y su habitual Howard Shore de la música.


Videodrome cuenta la historia de Max Renn, el presidente de CIVIC-TV, una pequeña televisión de Toronto que emite un contenido sensacionalista basado en soft porn (porno suave) y violencia. Buscando nuevo material encuentra una señal pirata proveniente de Asia que muestra a dos hombres torturando a una mujer. Este programa se llama Videodrom. Max se obsesiona con esta señal y tratando de descubrir su origen se dará cuenta de que no es una señal de televisión normal.

En Videodrome, David Cronenberg da nacimiento a su concepto de La Nueva Carne de forma explícita (“Muerte a Videodrome, larga vida a La Nueva Carne"). Y digo de forma explícita porque de forma implícita ya encontramos la idea en varios de sus trabajos anteriores: Stereo, Rabia, Cromosoma 3, Scanners...

La Nueva Carne supone una transformación o metamorfosis del cuerpo humano producida por la fusión del organismo y algún producto fruto de la tecnología humana. Pensemos en la escena en la que Max introduce directamente la cinta de vídeo (Beta, ya que las VHS eran demasiado grandes para un estómago). Max desarrolla un órgano por el que consumir “desde las entrañas” la cintas; esto es un símil de que lo que vemos conforma nuestra realidad y nuestra percepción. Esta es la tesis de McLuhan (el personaje de Brian O´Blivion está basado en él): "No hay nada real fuera de nuestra percepción". "El medio es el mensaje". Otro ejemplo de esto es cuando la pantalla cobra vida (Rick Baker utilizó una lámina de preservativo para la pantalla elástica) o las alucinaciones de Max producidas por Videodrome.


Cronenberg ahondará en otras de las obsesiones que han caracterizado su cine como el poder de las corporaciones y la lucha del individuo contra ellas, el pensamiento y la técnica como entidades inseparables, la ambivalencia de las transformaciones que si bien por un lado potencian ciertas características del individuo por otro degradan otras.

Pero Videodrome también pone el punto de mira en los efectos que los medios audiovisuales (especialmente la televisión y las películas) tienen sobre nosotros.

Y es que los 80 de Reagan no sólo fueron excesivos en los ámbitos político, económico y social, sino que, evidentemente, el cine fue un campo que no se escapó de esto. En los ochenta se produjo un cambio del modelo cinematográfico que rompió con el cine más reivindicativo y contestatario de los 70 para ofrecer al espectador auténticos panfletos neoliberales a base de películas sin argumento que exponían a tíos hipermusculados que simplemente destrozaban todo lo que se les ponía por delante.  

Los estudios de Hollywood cayeron en manos de multinacionales y los magnates fueron sustituidos por jóvenes ejecutivos expertos en finanzas, pero sin idea de hacer películas: sólo se buscaba el éxito comercial y para ello no les temblaba el pulso en recurrir a interminables secuelas (algo muy característico de los 80): Rocky, Arma Letal, Indiana Jones, Rambo, Pesadilla en Elm Street, Viernes 13, Critters...

En cuanto al argumento, fueron los productores Don Simpson y Jerry Bruckheimer los que crearon lo que se llamó “high concept”: película de argumento casi inexistente basada en gran presupuesto, efectos especiales, música grandilocuente, estrellas protagonistas y mucho marketing. Esta fórmula resultaba ideal para un público cada vez más joven formado en el lenguaje del videoclip que impuso la MTV.

Cronenberg pone el punto de mira sobre esto de forma evidente en diversas ocasiones. De hecho, el propio Videodrome es un ejemplo perfecto de esto: dos hombres torturando a una mujer en una secuencia interminable que carece de argumento. ¿No os recuerda esto a películas de acción ochenteras en las que el héroe chachas simplemente va matando uno a uno a los cientos de sus enemigos?

Y luego está la insensibilización respecto a experiencias vitales provocada por la continua exposición a imágenes. Por ejemplo cuando Max y Nikki se disponen a mantener relaciones sexuales y la única manera de excitarse el uno con el otro es viendo una de las cintas de Videodrome y luego practicar el sadomasoquismo cuando este le atraviesa la oreja a ella con una aguja.


Videodrome también adelanta el mundo oscuro del Internet y el anonimato de los “niks”como cuando Oblivion (que por cierto, en español significa olvido) dice: “Por supuesto Oblivion no es mi nombre real. Es un nombre diseñado para la televisión. Pronto todos nosotros tendremos unos nombres especiales. Unos nombres diseñados.”

Al final Max es un arma , un arma que nace de la transmutación de su mano y que utilizará para tratar de destruir a Videodrome y para suicidarse al final culminando su transformación en Nueva Carne: “Para ser Nueva Carne hay que matar a la vieja”.

Este final fue propuesto por el propio James Woods, quien, por cierto, después de sufrir la experiencia de tener que pegarle prótesis para lograr el efecto de la ranura en su estómago rechazó participar en películas con efectos especiales de maquillaje.

En definitiva, Videodrome no es para todo el mundo. Quien se aventure debe ser consciente de su dificultad y de sus distintas lecturas.

Espero que este comentario ayude a aclarar un poco su significado.

GERMÁN FERNÁNDEZ JAMBRINA

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No escape (1994/ Martin Campbell) Escape de ABSOLOM

 

Viajamos a 1994, para adentrarnos en una de las prisiones más emblemáticas del cine de acción de los años 90. Una joya a reivindicar, de esas que algunos disfrutamos en la adolescencia en cines y luego la alquilamos muchos fines de semana, con el fin de disfrutar de uno de los mejores papeles de Ray Liotta...antes de comerse a Ray Liotta .
Sin más dilación cogeros el Delorean, que hoy vamos rumbo a Absolom.

SINOPSIS:

En el año 2022 , las prisiones son un negocio. A una de ellas es llevado el capitán Robbins/ Liotta tras asesinar a su superior. Pero al mostrarse como un elemento subversivo, es exiliado a la peor prisión de todas, Absolom, situada en medio de una isla  y donde su único objetivo será el huir de allí.


IN THE JUNGLE:

Rodada en Far North Queensland en Australia, la película supuso el vehículo ideal para un director Martin Campbell, que con su buen hacer en las escenas acción, llamaría la atención de United Artists para ser quien dirigiese el debut de Pierce Brosnan en la saga Bond con Goldeneye /1995.
Un Martin Campbell que supo dirigir con maestría en plena jungla y que haría muy buenas amigas con el villano del film Marek/ Stuart Wilson, tan buenas que le reclutaría para la Máscara del Zorro y Límite Vertical, dos películas de acción, que si no habéis visto , ya estáis tardando en pegarles un ojo.

El film estaba basado en la novela de 1987, The Penal Colony de Richard Herley, si bien cambiando la nacionalidad británica de los personajes y el gobierno, por la americana y supuso el primer rol de acción de Ray Liotta, quien estaba en busca de un papel de héroe de acción desde hacía tiempo y quien tuvo que someterse a un duro régimen de entrenamiento, para dar veracidad a su rol de militar encarcelado. 
No sólo Ray buscaba un papel así, también Ernie Hudson, nuestro adorado Cazafantasma, pero él buscaba evasión de la civilización, puesto que acababa de finalizar el trágico rodaje de El Cuervo y necesitaba alejarse de todo y como reiteraría , sería una terapia sumamente positiva.
El film en sí es una mezcla de Mad Max 2 e incluso Fortaleza Infernal . Desde su aterrizaje en la isla (ojo al plano de un Ray rodeado de ratas) vemos como los derroteros por los que va a discurrir la película, ya que ya aquí presenciamos una huída a través e la jungla, para tratar de escapar de los denominados Outsiders, liderados por Marek, un Stuart Wilson, con ganas de pasárselo bien y con look gamberro y muy a lo Mad Max, al igual que sus esbirros. 
De esta parte Outsider, quedémonos con el duelo breve de Liotta y uno de los esbirros, solventado ''empaladamente'' por nuestro héroe , a la vez que se hace con el arma explosiva que observamos en la carátula de la película y que como apunte, sólo veremos en este momento y en el final de la película.
Tras una persecución a lo largo de la jungla ( otra vez) Ray es abatido cayendo a una cascada donde es rescatado por Ernie Hudson, quien forma parte otra tribu liderada por el Padre , el impagable Lance Henrikssen y la cuál difiere totalmente de los Outsiders en su modo de vida, ya que son pescadores y recolectores que creen haber encontrado en aquel pueblo la libertad y su hogar y aquí hago un inciso, porque chirría y mucho, el hecho de darle credibilidad a que asesinos redomados, se hayan convertido en unos pacíficos pescadores , cardadores de lana o cazadores, pero son las cosas del cine americano.

Esta parte quizás sea la más lenta y empalagosa de la película y hace que el metraje se nos alargue en demasía ( son casi dos horas) con lo que si me permitís pasaremos por encima todo esta parte del pueblo , salvo por presentarnos a un joven Kevin Dillon, a quien una vez que se nos presenta , ya sabremos cual será su destino .
El pueblo sí , es un remanso de paz y tranquilidad, sólo alterada por las incursiones de los Outsiders y en este punto es donde Martin Campbell ofrece sus mejores prestaciones, tanto en el primer ataque al poblado como al final.
Todas las escenas son hechas de manera artesanal ( salvo alguna explosión que cantan los FX), es decir, los 400 outsiders, son 400 personas contratadas para dar veracidad a los ataques, el fuego, es fuego real y ojo al primer ataque al poblado, donde son lanzadas como si en la Edad Media nos encontrásemos, lanzas encendidas con una ballesta gigante . Otro punto de veracidad para el director , puesto que todo estaba hecho de madera, cosa lógica teniendo en cuenta el hábitat donde discurre la acción, al igual que las corazas de la gente del pueblo, hechas de bambú y con un diseño que se asemeja a las armaduras samuráis.
Para el ataque del final de la película, Martin Campbell, dispuso que todos sus extras corriesen como si fuese el día de la Pizza y cerveza gratis de tal modo que podamos observar que efectivamente, había 400 personas dispuestas a todo en aquel poblado. Y en este ataque final, es donde vemos lo mejor de la película .Ray dispara el arma que vimos al principio, provocando una deflagración de tal impacto que los sensores térmicos del gobierno den la alerta (en cierto momento de la película, veremos que Absolom puede que no sea del todo legal y que el hecho de que los reclusos se maten unos a otros, sea algo que se deje ocurrir sin más, mientras no se levanten las alarmas). 
En tal deflagración damos por sentado que la mayoría de Outsiders han perecido, al igual que Marek, pero el villano, claro está debe tener una muerte en combate y si esa muerte es violenta aún mejor y eso es lo que le da Ray , un empalamiento en plan Vlad Tepes , que visto lo visto es lo mejor que se le daba al bueno de Liotta.

¿PORQUÉ HAY QUE VERLA?
Porque da lo que promete. Acción, casquería ( muy logradas las amputaciones y decapitaciones y la sangre). Campbell es un artista del detalle ( uso de armas de madera, los dientes, sí los dientes, ya que si no hay acceso a lo básico, es normal que haya caries o personajes sin dientes, salvo Marek, que la tiene impoluta), es en suma una película artesana, realista y eso siempre es de agradecer, porque muestra el interés y el amor al cine por parte del director y todo su equipo.
Y porque Graeme Raevell se marca una BSO pistonuda 

¿PORQUÉ NO HAY QUE VERLA?
Allá tú, tú te lo pierdes, salvo un tramo del inicio en el pueblo, lo demás es un disfrute .

Nota OCHENTER: 8/10

INTRO :