Viajamos a 1994, para adentrarnos en una de las prisiones más emblemáticas del cine de acción de los años 90. Una joya a reivindicar, de esas que algunos disfrutamos en la adolescencia en cines y luego la alquilamos muchos fines de semana, con el fin de disfrutar de uno de los mejores papeles de Ray Liotta...antes de comerse a Ray Liotta .
Sin más dilación cogeros el Delorean, que hoy vamos rumbo a Absolom.
En el año 2022 , las prisiones son un negocio. A una de ellas es llevado el capitán Robbins/ Liotta tras asesinar a su superior. Pero al mostrarse como un elemento subversivo, es exiliado a la peor prisión de todas, Absolom, situada en medio de una isla y donde su único objetivo será el huir de allí.
Rodada en Far North Queensland en Australia, la película supuso el vehículo ideal para un director Martin Campbell, que con su buen hacer en las escenas acción, llamaría la atención de United Artists para ser quien dirigiese el debut de Pierce Brosnan en la saga Bond con Goldeneye /1995.
Un Martin Campbell que supo dirigir con maestría en plena jungla y que haría muy buenas amigas con el villano del film Marek/ Stuart Wilson, tan buenas que le reclutaría para la Máscara del Zorro y Límite Vertical, dos películas de acción, que si no habéis visto , ya estáis tardando en pegarles un ojo.
No sólo Ray buscaba un papel así, también Ernie Hudson, nuestro adorado Cazafantasma, pero él buscaba evasión de la civilización, puesto que acababa de finalizar el trágico rodaje de El Cuervo y necesitaba alejarse de todo y como reiteraría , sería una terapia sumamente positiva.
El film en sí es una mezcla de Mad Max 2 e incluso Fortaleza Infernal . Desde su aterrizaje en la isla (ojo al plano de un Ray rodeado de ratas) vemos como los derroteros por los que va a discurrir la película, ya que ya aquí presenciamos una huída a través e la jungla, para tratar de escapar de los denominados Outsiders, liderados por Marek, un Stuart Wilson, con ganas de pasárselo bien y con look gamberro y muy a lo Mad Max, al igual que sus esbirros.
De esta parte Outsider, quedémonos con el duelo breve de Liotta y uno de los esbirros, solventado ''empaladamente'' por nuestro héroe , a la vez que se hace con el arma explosiva que observamos en la carátula de la película y que como apunte, sólo veremos en este momento y en el final de la película.
Tras una persecución a lo largo de la jungla ( otra vez) Ray es abatido cayendo a una cascada donde es rescatado por Ernie Hudson, quien forma parte otra tribu liderada por el Padre , el impagable Lance Henrikssen y la cuál difiere totalmente de los Outsiders en su modo de vida, ya que son pescadores y recolectores que creen haber encontrado en aquel pueblo la libertad y su hogar y aquí hago un inciso, porque chirría y mucho, el hecho de darle credibilidad a que asesinos redomados, se hayan convertido en unos pacíficos pescadores , cardadores de lana o cazadores, pero son las cosas del cine americano.
Esta parte quizás sea la más lenta y empalagosa de la película y hace que el metraje se nos alargue en demasía ( son casi dos horas) con lo que si me permitís pasaremos por encima todo esta parte del pueblo , salvo por presentarnos a un joven Kevin Dillon, a quien una vez que se nos presenta , ya sabremos cual será su destino .
El pueblo sí , es un remanso de paz y tranquilidad, sólo alterada por las incursiones de los Outsiders y en este punto es donde Martin Campbell ofrece sus mejores prestaciones, tanto en el primer ataque al poblado como al final.
Todas las escenas son hechas de manera artesanal ( salvo alguna explosión que cantan los FX), es decir, los 400 outsiders, son 400 personas contratadas para dar veracidad a los ataques, el fuego, es fuego real y ojo al primer ataque al poblado, donde son lanzadas como si en la Edad Media nos encontrásemos, lanzas encendidas con una ballesta gigante . Otro punto de veracidad para el director , puesto que todo estaba hecho de madera, cosa lógica teniendo en cuenta el hábitat donde discurre la acción, al igual que las corazas de la gente del pueblo, hechas de bambú y con un diseño que se asemeja a las armaduras samuráis.
Para el ataque del final de la película, Martin Campbell, dispuso que todos sus extras corriesen como si fuese el día de la Pizza y cerveza gratis de tal modo que podamos observar que efectivamente, había 400 personas dispuestas a todo en aquel poblado. Y en este ataque final, es donde vemos lo mejor de la película .Ray dispara el arma que vimos al principio, provocando una deflagración de tal impacto que los sensores térmicos del gobierno den la alerta (en cierto momento de la película, veremos que Absolom puede que no sea del todo legal y que el hecho de que los reclusos se maten unos a otros, sea algo que se deje ocurrir sin más, mientras no se levanten las alarmas).
En tal deflagración damos por sentado que la mayoría de Outsiders han perecido, al igual que Marek, pero el villano, claro está debe tener una muerte en combate y si esa muerte es violenta aún mejor y eso es lo que le da Ray , un empalamiento en plan Vlad Tepes , que visto lo visto es lo mejor que se le daba al bueno de Liotta.
Porque da lo que promete. Acción, casquería ( muy logradas las amputaciones y decapitaciones y la sangre). Campbell es un artista del detalle ( uso de armas de madera, los dientes, sí los dientes, ya que si no hay acceso a lo básico, es normal que haya caries o personajes sin dientes, salvo Marek, que la tiene impoluta), es en suma una película artesana, realista y eso siempre es de agradecer, porque muestra el interés y el amor al cine por parte del director y todo su equipo.
Y porque Graeme Raevell se marca una BSO pistonuda
¿PORQUÉ NO HAY QUE VERLA?
Allá tú, tú te lo pierdes, salvo un tramo del inicio en el pueblo, lo demás es un disfrute .
Nota OCHENTER: 8/10
INTRO :
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